Qué dice el Concilio sobre (II): la Tradición
El otro día estuve discutiendo, en los comentarios de un artículo, el papel de la Tradición en la Iglesia. Creo que es un tema que conviene clarificar, porque he observado que, en muchos casos, se plantean los distintos temas “polémicos”, como la autoridad en la Iglesia, el sacerdocio de la mujer, el celibato, la liturgia, etc., como si no existiera esa Tradición o no fuera más que un conjunto de datos puramente históricos que nada tienen que ver con nuestra época.
Increíblemente, a menudo se apela al Concilio Vaticano II, como si éste permitiese olvidarse de la Tradición de los casi veinte siglos de cristianismo que lo precedieron o, peor aún, como si el propio Concilio hubiese significado una ruptura de esa Tradición. Me ha parecido interesante señalar lo que de verdad dice la Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II sobre la Tradición.

Como dijo Benedicto XVI, la gran herencia del Concilio Vaticano II, no es un “espíritu” reconstruido detrás de los textos, sino precisamente los grandes textos conciliares. Por desgracia, resulta muy común que se apele a un etéreo “espíritu del Concilio” para defender posturas contrarias a lo que el propio Concilio verdaderamente dijo y defendió.
Hoy que es San Bernardo, me he acordado del magnífico himno Iesu, dulcis memoria, que se le atribuye. Es, sin duda, una obra maestra de la Iglesia medieval, que todo cristiano debería conocer.
El martes pasado, Benedicto XVI, hablando con un grupo de sacerdotes italianos, quiso responder a sus preguntas. Uno de los sacerdotes preguntó sobre los sueños del Conciliio Vaticano II que parecen haber desaparecido. Pueden leer a continuación la respuesta del Papa (tomada de esta ), que me ha resultado muy interesante y que parece hecho a medida para responder



