Desde Rusia con fervor

No es habitual que del Patriarcado Ortodoxo ruso nos lleguen buenas noticias. En general, sus relaciones con la Iglesia Católica han sido tensas en los últimos años, debido al recelo hacia la presencia católica en Rusia, a los roces con los católicos de rito oriental en Ucrania o a la negativa del Patriarca Alexis II a permitir que un Papa viaje a Moscú, entre otras cosas. Por eso me alegro de tratar hoy dos declaraciones de Alexis II que he encontrado en la agencia rusa de noticias Interfax y que me han gustado bastante.

En primer lugar, el Patriarca de Moscú declaró hace unos días que el reconocimiento de la liturgia tradicional romana como forma extraordinaria de la liturgia en Occidente podría ayudar a establecer vínculos más estrechos con la Iglesia Ortodoxa. La liturgia ortodoxa (y la católica de los ritos orientales) es bastante más parecida a la liturgia de Juan XXIII anterior al concilio que a la de Pablo VI. De hecho, la liturgia romana antigua siempre se consideró el más austero y sencillo de todos los ritos católicos u ortodoxos. El Patriarca Alexis señaló: “Nosotros nos adherimos con fuerza a la tradición. Si la iglesia Ortodoxa Rusa no hubiese sido fiel a su liturgia, no habría conseguido sobrevivir a las persecuciones de los años veinte y treinta“.

Esta declaración constituye, al menos para mí, un inesperado beneficio adicional del Motu Proprio de Benedicto XVI. Esta decisión papal no sólo constituye una mano tendida a los lefebvristas para acabar con su situación cismática, sino que puede favorecer el acercamiento con la Iglesia Ortodoxa, la más próxima a nosotros. Además, desde fuera de la Iglesia Católica se nos recuerda la importancia de la Tradición y la liturgia antigua, que no resta valor a la nueva liturgia, ni al Concilio Vaticano II ni a ninguna otra cosa, sino que, al contrario, subraya su continuidad con la Iglesia de todas las épocas.

En segundo lugar, Alexis II ha ofrecido el dato de que la Iglesia Ortodoxa rusa ha cuadruplicado su número de parroquias en los últimos veinte años y casi cuadruplicado su número de monasterios. Tras el desierto de la época comunista, en la que el Estado impulsó el ateísmo de la población por todos los medios a su alcance, el cristianismo se ha mantenido y comienzan a verse los frutos. Por supuesto, las cifras de ateos o agnósticos siguen siendo altísimas, pero parece que los rescoldos se mantuvieron calientes a pesar del hielo de Siberia y han prendido un nuevo fuego.

Voy a aprovechar para recomendar un par de lecturas entretenidas y sustanciosas relacionadas con el tema. Un testimonio real sobre el encuentro con el cristianismo en los años más difíciles de la U.R.S.S.: Hablar de Dios resulta peligroso, de Tatiana Goricheva (los que no encuentren el libro o no tengan la paciencia de leerlo, pueden encontrar aquí el ). La autora cuenta como, aun procediendo de un entorno familiar y social totalmente ateo, se encontró con Cristo “por casualidad” (una de esas casualidades que no lo son y que sólo en el cielo llegaremos a comprender del todo) y luego pudo construir una profunda vida cristiana gracias a la ayuda de la tradición monástica rusa.

El segundo libro que les recomiendo es ficción, pero muy divertido y “con fondo”. Se trata de “El camarada Don Camilo”, de Giovanni Guareschi. El conocido personaje imaginario de Guareschi, el párroco de pueblo Don Camilo, viaja a la Unión Soviética disfrazado y acompañado del senador comunista Peppone y encuentra esos “rescoldos” de los que hablábamos. En la red pueden leer otros dos libros sobre de Don Camilo (siempre mejores que las películas), y .

Volviendo al tema original, me han llamado mucho la atención unas palabras del Patriarca Alexis, comentando el espectacular aumento de parroquias y monasterios en Rusia:

Cuando viajábamos al extranjero en las décadas de los sesenta y setenta, escuchábamos a menudo: “Sólo las viejecillas van a vuestras iglesias". Ahora todo ha cambiado. Tenemos muchos niños, jóvenes y adultos.

Sin embargo, recordamos con agradecimiento a esas viejecillas que educaron a sus nietos como creyentes en Cristo. Gracias a ellas, la fe se ha mantenido en nuestro pueblo.

Cuántas veces, en Occidente, se ridiculiza a las viejecillas que rezan el rosario en silencio y sin llamar la atención en las Iglesias. Nuestra particular idolatría del éxito y el activismo, muchas veces también dentro de la propia Iglesia, ha hecho que a menudo despreciemos a los “pequeños” que, aparentemente, no pueden nada y no saben de pastoral, de teología ni de tendencias sociales. Sin embargo, Dios se complace en elegirlos para realizar obras grandes. Quizá también en España sean las abuelas las que consigan mantener la fe, transmitiéndosela a sus nietos. Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a la gente sencilla.

4 comentarios

  
Bruno
Como habrán observado, se trata del artículo que desapareció el día de los problemas informáticos y que vuelvo a colgar, para que no se pierda.
26/09/07 6:37 PM
  
Montaraz
¡cuánto tenemos que agradecer a nuestras viejitas, tan piadosas, tan creyentes! Sin grandes planteamientos teológicos viven la fe con una naturalidad que para mi la quisiera.
27/09/07 12:13 PM
  
juvenal
Un post para enmarcar, mi fe en buena parte se la debo a mi abuela, ella era quien me llevaba a misa, quién me enseñó muchas oraciones.
Y en cuanto a la liturgia, soy de la creencia que con independencia de los efectos favorables en el diálogo con ortodoxos y lefvebristas, el motu proprio es algo puramente ad intra, las señales de alarma debieron encenderse en Roma, si uno aprecia todos los documentos salidos recientemente, la instrucción redemptionis sacramentum, la sacramentum caritatis, tras el sínodo, y ahora la summorum pontificum, eran necesarias porque la situación de la eucaristía, por decirlo por lo corto, era, y sigue siendo en cuando que no se hayan corregido los abusos, escandalosa. Yo puedo decir que en una ecaristía que asistí en el seminario diocesano se infringió flagrantemente la redemptionis sacramentum en cuanto a la forma de administrar, más bien no administrar, la comunión.
27/09/07 4:25 PM
  
gabi
Sobre el nombramiento de los obispos en China, me confirman el acuerdo: el Partido Comunista Chino confecciona una terna, y de ella el Vaticano elige el obispo. Copiado del Concordato Franquista. Es inteligente y diplomático
29/09/07 11:38 AM

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