Comentarios que hacen pensar
El mes pasado, Isaac García Expósito tuvo la amabilidad de incluirme en su lista de “Blogs que hacen pensar". Además de agradecérselo, le dije que no sabía si mi blog haría pensar a la gente, pero que a mí sí que me hacía pensar. Y mucho.
Por supuesto, siempre me alegro de recibir comentarios de lectores que opinan sobre un tema más o menos como yo y profundizan en ese tema o señalan algún aspecto que a mí me había pasado desapercibido. Pero también me parecen muy valiosos los comentarios que se oponen a la totalidad o parte de algún artículo, porque me obligan a someter a prueba todo lo que digo, a comprender mejor las cuestiones y a replanteármelas cuando es necesario.

A veces me da la impresión de que los católicos estamos demasiado ocupados con las cuestiones y polémicas del momento y no encontramos tiempo para disfrutar de la fe, del conocimiento de Cristo, de estar en la Iglesia, de ser hermanos de los santos e hijos de la Virgen, del viento impetuoso del Espíritu Santo, de la misericordia eterna del Padre. Peor aún, muchos católicos de nombre encuentran la fe aburrida o incluso una carga para sus vidas y están deseando librarse de ella.
Me ha parecido muy significativo un artículo publicado ayer aquí, en Religión Digital, titulado “
Ahora que ya han pasado unos días desde que a todo el mundo le dio por escribir sobre los sombreros y zapatos rojos del Papa, voy a dar yo mi opinión, de forma más pausada (debo reconocerlo, soy bastante lento y prefiero darles vueltas a las cosas antes de hablar de ellas).
Hace algún tiempo, una comentarista de este blog reconocía, algo avergonzada, que no solía leer los documentos eclesiales que se van publicando. No me avergüenza reconocer que a menudo me sucede lo mismo.









