Un comentario genial
Ya he dicho en alguna ocasión que, en mi opinión y al menos en el caso de mi blog, los comentarios de los lectores son a veces más interesantes, profundos o ingeniosos que los artículos que comentan.
No quiero perder la oportunidad de compartir con todos los lectores un comentario que se hizo ayer en mi blog y que me pareció simplemente genial. Me atrevería a decir que alcanza las más altas cotas de la ironía humana y las sobrepasa sin detenerse a mirar atrás. Tiene esa cualidad especial que los griegos llamaron inspiración y que, quizás, sólo puede alcanzarse de manera inconsciente.

Como ya mencioné en otro
La existencia de Dios no es solamente algo que se conoce por la fe. También la razón, bien utilizada, nos lleva a conocer esa existencia con certeza. Sólo una razón que haya renunciado a comprender el mundo y la verdad de las cosas, que se “autolimita", como dice el Papa, se queda corta para llegar hasta Dios.
A veces me da la impresión de que los católicos estamos demasiado ocupados con las cuestiones y polémicas del momento y no encontramos tiempo para disfrutar de la fe, del conocimiento de Cristo, de estar en la Iglesia, de ser hermanos de los santos e hijos de la Virgen, del viento impetuoso del Espíritu Santo, de la misericordia eterna del Padre. Peor aún, muchos católicos de nombre encuentran la fe aburrida o incluso una carga para sus vidas y están deseando librarse de ella.
Ahora que empieza ya a enseñarse, en algunos lugares, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, se me ocurre sugerir una alternativa por si, en el futuro, se eliminase este despropósito jurídico y hubiese que “llenar el hueco". Se trata de algo mucho más básico y, en mi opinión, más importante que educar para hacer buenos ciudadanos: educar para hacer chicos bien educados. La Educación para la Cortesía.









