¡Más huevos duros no, por favor!

Sabiendo que la sabiduría de los antiguos a menudo nos da sopas con honda a los modernos, me ha parecido oportuno traducir y traer al blog un fragmento del códex latino de la Anthologia Fabularum Beati Cucufati Alexandriae Veteris (florilegio de historias del bienaventurado Cucufato de Alejandría la Vella). Aunque probablemente se trate de un tratado apócrifo, encuentro que contiene una sensatez que trasciende otras consideraciones de menor importancia. Al mismo tiempo, tiene tal frescura que parece que haya sido escrito ayer.
Se trata de un curioso capítulo titulado “Malditos huevos del diablo” (ova daemonica maledicta), que relata lo siguiente:
………
Debido a su carácter cordial, su animada conversación, su rostro no del todo molesto y una higiene personal aceptable para tratarse de un anacoreta, el bienaventurado Cucufato recibía a menudo invitaciones para comer en las casas de los notables de Alejandría, que gustaban de hablar con él de lo divino y de lo humano.
Cierto día, se le invitó a un banquete con ocasión de algún fausto acontecimiento cuyo recuerdo se ha perdido. Cucufato acudió tarde, como era su costumbre por carecer de despertador, y, cuando llegó, los demás ya estaban comiendo. Era un espléndido banquete y, aunque Cucufato solía alimentarse exclusivamente de ortigas y cardos crudos, por humildad decidió participar en la comida para no desentonar.
Nuestro hombre era anacoreta, pero no tonto, así que se lanzó sin vacilar sobre el jamón serrano y los famosos chorizos alejandrinos, procedentes de marranos mimados, masajeados y alimentados con frutos del jardín de las Hespérides. Quiso el azar que, justo entonces, un pesado de los que suelen aguardar al acecho en caminos y banquetes se abalanzara sobre él como un águila hambrienta sobre su presa.
El pesado estaba empeñado en que Cucufato probara unos huevos duros rellenos con mayonesa y cocinados siguiendo una receta de su difunta tía abuela, que no tardó en explicarle al pobre anacoreta con todo lujo de detalles. Cucufato no podía defenderse por tener la boca llena de chorizo, así que dijo que no con la cabeza para rechazar cortésmente la oferta. Inasequible al desaliento como todos los de su especie, el pesado insistió, insistió y volvió a insistir, cada vez más alto, hasta que media concurrencia se puso a contemplar la escena con una sonrisa de conmiseración.
Cuando el pesado afirmó que se trataba de los mejores huevos rellenos al este del Mississippi, llamó como testigos al cielo, la tierra y el inframundo, y empezó a cantar y a bailar una canción sobre los huevos compuesta por él mismo, Cucufato levantó las manos y se rindió con armas y bagajes.
El anacoreta miró los huevos con cierta repugnancia, porque siempre le había parecido que la única forma decente de cocinar un huevo era freírlo, según las venerables costumbres de los antepasados. No obstante, tras unos instantes de incertidumbre y recordándose a sí mismo que la vida no era un lecho de rosas, al final probó los huevos. Los demás comensales aplaudieron y Cucufato tuvo que reconocer que los huevos, aunque algo aceitosos, no sabían mal del todo. Incluso se comió otro medio huevo sin que le obligaran a ello.
La concurrencia aulló de satisfacción y, después de aquello, los huevos fueron la estrella del banquete. Todo el mundo quería huevos rellenos y no cejaron en su empeño hasta rebañar las ocho bandejas y tres tapperi de huevos que había traído el pesado. Cucufato, entristecido por el abandono generalizado de las tradiciones hueviles, pero satisfecho de haber dejado de ser el centro de atención, volvió caminando a su ermita sin sospechar que las alas de la tragedia se cernían sobre él.
Unas cuatro horas después empezaron las náuseas, los vómitos y los deseos de que su madre nunca le hubiera dado a luz. En una vida entera de penitencia y sacrificio, nunca había pasado una noche como aquella.
— Ova daemonica maledicta! —gritaba Cucufato en su delirio, pero en griego, que suena mucho peor.
Al día siguiente, cuando pudo arrastrarse de nuevo hasta Alejandría, se encontró con que la ciudad era un hervidero de rumores. Al parecer, la flor y nata de la ciudad estaba enferma o algo peor. Los que, como él, se habían comido un huevo, pasaron una de las peores noches de su vida, además de adelgazar media docena de kilos de una sentada. Los que habían comido dos estaban en cuidados intensivos en el antiguo templo de Asclepio. Los que habían comido tres huevos o más no habrían tardado en ver al propio Asclepio en persona, de no ser porque los viejos dioses no eran más que demonios o fábulas para niños.
— Ova daemonica maledicta! —masculló Cucufato una vez más, al enterarse.
Sobreponiéndose a su debilidad, decidió acercarse a visitar a los enfermos y moribundos, pero, por el camino, se encontró con el pesado del banquete. Hizo todo lo posible por fingir que no le había visto y pasar de largo, pero sin éxito. El pesado se acercó a él y se puso a parlotear de nuevo sin descanso:
—Veo que tienes mala cara, hermano ermitaño, pero aquí llevo algo que te alegrará y curará de todos tus males: una docena de los maravillosos huevos de mi tía abuela que tanto te gustaron. Podrían resucitar a un muerto y…
Siguió hablando, pero Cucufato ya no escuchaba. Como anacoreta, Cucufato era un hombre de paz, pero hay cosas que claman al cielo y una persona decente no puede soportar, así que, tomando unas cuerdas que encontró por allí, fabricó rápidamente un látigo mientras el hombre hablaba y hablaba sobre los huevos. A continuación, en un arrebato de santa ira, Cucufato agarró el azote y persiguió al pesado hasta las afueras de la ciudad mientras le arreaba latigazos donde la espalda pierde su casto nombre y profería terribles invectivas que jamás habían salido de labios de un venerable ermitaño hasta aquel momento.
Una vez que el cargante envenenador hubo abandonado a toda prisa Alejandría para no volver, Cucufato, más calmado, se dirigió a la catedral, depositó allí el látigo y, en un impulso profético que él mismo no comprendía, dictó a un escriba estas palabras como advertencia a las generaciones futuras:
“Dejo aquí mi fiero látigo con la esperanza de que sea utilizado en siglos venideros, en caso de que vinieren pesados y sinvergüenzas que pretendan convencer a los buenos cristianos católicos de que precisamente aquellas innovaciones heterodoxas en mal estado que han llevado al borde de la extinción a otros, digamos por ejemplo a anglicanos, metodistas, luteranos y malas yerbas similares, son justo la medicina que necesita el catolicismo para prosperar y recuperar la salud.
En particular de toda particularidad, si esa supuesta medicina para la Iglesia estuviere formada por aboliciones celibatarias, sacerdocios mujeriles, democracias eclesiales, exégesis modernistoides, contubernios sinodales, aguamientos doctrinales y confusiones morales, cosas todas ellas letales para la fe, espero y ruego que mis futuros hermanos agarren con santo celo este mismo látigo y, al grito marcial de ‘¡Más huevos duros no, por favor!’, expulsen sin piedad de la Iglesia a esos sinvergüenzas, caraduras y canallas para siempre. Amén”.
Todavía hoy, el látigo y la inscripción, algo polvorientos, pueden contemplarse en la catedral de Alejandría junto a un mosaico que recuerda la ocasión, esperando el momento en que haya de cumplirse la profecía de Cucufato.
(Anthologia Fabularum Beati Cucufati Alexandriae Veteris, cap. XVII)
68 comentarios
Ante la situación actual, ¿estarías dispuesto incluso a perder tu trabajo, tu bienestar, tu familia, por el Evangelio?
Ésta pregunta debe.os hacérnosla todos los católicos ante lo que se avecina.
Y he dicho familia, porque incluso el cónyuge, que sea más débil en la fe, titubearía ante la prueba de la pérdida de todo, y podría obligar al más fuerte a decidir entre su familia y Nuestro Señor Jesucristo.
Cuidado, porque se acerca el momento. Y la conducta martirial no es solo morir de un disparo. Sino renunciar a TODO, si es preciso, por el Evangelio.
Si puede usted y quiere, le suplico opinión.
Un fortísimo abrazo en Jesucristo Nuestro Señor.
Ave María Purísima Sin pecado Concebida.
"El que ama a su padre, madre, esposo o esposa.....más que a mí, no es digno de mí".
Estamos preparados,....tantos católicos, aparentemente como se lee aquí o en otros foros católicos?
¿Hemos alcanzado ya la perfección cristiana?
"como los huevos del relato, apetitosos a la vista, sin embargo han dejado de ser lo que eran en su origen dejando en quien los prueba insatisfacción y malestar espiritual"
Y además es que esos mismos huevos han matado ya o mandado a cuidados intensivos a no sé cuántos grupos, como anglicanos, episcopalianos, luteranos, metodistas y un largo etcétera. ¿Cómo es posible que algunos en la Iglesia sigan creyendo que eso es precisamente lo que necesitamos en el catolicismo?
"Ante la situación actual, ¿estarías dispuesto incluso a perder tu trabajo, tu bienestar, tu familia, por el Evangelio? Ésta pregunta debe.os hacérnosla todos los católicos ante lo que se avecina"
No es, creo yo, una buena pregunta, porque no se trata de confiar en que estaremos dispuestos, sino en que Dios nos dé la fuerza cuando sea necesario. Nuestras propias fuerzas siempre nos defraudan. Solo Dios no defrauda nunca.
Los que declararon que ellos morirían con Cristo, le abandonaron todos. ¡Y eran apóstoles! "Aunque todos te abandonen, yo nunca te abandonaré". "Vamos también nosotros a morir con Él". "¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Lo somos". Y todos le abandonaron, menos Juan y unas pobres mujeres.
Desconfiemos de nuestra debilidad y confiemos en Dios.
Aderece sus lechuguitas de siempre con mayonesa de soberbia y sectarismo y verá que no se libra de sus efectos perniciosos.
Cuidado con la mayonesa.
"Nosotros, los enfermitos, afirmamos que nada podemos decir por falta de expertos, ya que estos aparecerán en el S. XXI y estamos en el S. III, y que en jamás de los jamases vamos a establecer relación alguna entre los huevos que nos jamamos y el dolor de tripas porque no somos conspiranoicos. La acción del monje Cucufato es inadmisible por lo que pedimos su expulsión de la comunidad y que vuelva el pesado porque hace unos huevos muy ricos".
En Alejandría, Año 279 de los Huevos con Mayonesa.
Firmado:
Zenón de Esmirna
Gordón de Tesalónica
Desayunatis de Chipre
(" y también dos huevos duros")
Hola, (con permiso),
definitivamente, ya sé quien era el redactor-jefe de los "Ecos de la Caverna"
:D
------
Aunque entro ya muy poco a iC, el otro día, fijándome en el obituario vi que EO (ahora sé que se llamaba Mario Solsona) nos dejó.
Consigno el pronombre personal átono de primera persona del plural porque al Sr. EO aunque parco de palabras, pero exuberante de humor, le tenía en gran estima y siempre visitaba su blog; sus nombres tan rimbombantes y de prosodia eran ya una invitación a la hilaridad. Y 'sana' sin caer en la chabacanería o la vulgaridad. Deseo que si existe el cielo, allí siga convocando al regocijo.
Bueno, refiero esta nota tardía,mía, y llena de sentimiento, porque nunca tuve claro quien escribía en el "Eco", sin faltarle méritos al Sr. EO, pero me parece no me equivoco si pienso que era Bruno
:D:::
-----------------
Yo nací en Barcelona, al lado mismo de la Sgda. Familia, donde jugaba de cría (ahora ya sería imposible!); recuerdo que la 1a. vez que estuve en Liverpool con mi madre (fanática de The Beatles) trabé amistad con un chico nativo y yo le decía que suerte vivir y pisar las calles que hicieron historia del pop; Whitechapel, Penny Lane ... sin embargo él se encogía de hombros, para él todo era trivial, sin embargo cuando le dije que yo jugaba en la misma Sgda. Familia, las tornas se invirtieron, ahora la afortunada era yo :D:::
Bueno, mil disculpas, escribo esto, porque cuando el divorcio de mis padres, con mi madre nos trasladamos a St. Cugat (del Vallés) (Cuguilandia, que siempre la he llamado yo), nunca me pregunté por el origen del nombre un poco raro del pueblo, hasta que un día, aquí mismo en iC, un sacerdote, jocoso y erudito (virtudes ya un poco escasas!) (sacerdote que me parece que ya no escribe en iC) me dijo que el nombre provenía de San Cucufato.
Al conocerlo, siempre prefiero su acepción en catalán!
Saludo,
Cucufato era natural de Brazatortas (Ciudad Real) y lo de Alejandría viene por el nombre de la taberna que diariamente visitaba para tomar unas copitas y jugar al mus.
Bien querido en el pueblo, tuvo un problemilla cuando teniendo 31 de mano, dejó la baraja para echar a patadas en el culo del bar a un seguidor de Pagola y suscrito a la publicaciones de Sal Terrae.
Seamos más rigurosos en las noticias.
¡Es que manda huevos!
Hubo un taumaturgo galileo que mataba la muerte con más muerte. Y así resucitaba muertos…
Juan
Coincido con Bruno, esto no nos lo podemos plantear ahora, tiene que ser visto en el momento que suceda, porque el sacrificio martirial de martirio rojo o blanco es una gracia de Dios, ahora bien, tengamos en cuenta que esta gracia no se da a todos, en casi todas, no en todas las persecuciones, cristianos han apostatado. ¿Se nos dará esa gracia? Ni idea.
Saludos cordiales.
03/08/25 6:24 PM"
-------------------
Yo creo que hay que pedirla, por el bien de nuestro prójimo (hay que salvar a muchos); a pesar de lo que dijiste en otro post, no me acuerdo ahora en cuál.
En otro orden de cosas, espero que no haya "aboliciones celibatarias, sacerdocios mujeriles, democracias eclesiales, exégesis modernistoides, contubernios sinodales, aguamientos doctrinales y confusiones morales, cosas todas ellas letales para la fe", porque ya estamos un poquito hartos, y haciendo uso de la ira santa puede haber alguna desgracia que luego haya que lamentar....
Por supuesto, la gracia hay que pedirla, pero para que esa gracia se nos conceda, Dios tiene que ser el primero en nuestra vida. Tenemos que pensar si Dios es el primero.
"La lentitud en el esfuerzo, es contraria a la gracia del Espíritu" (San Ambrosio).
María de África, Palas! sí! Sta. Perpetua ... y St. Feliu (Félix) Girona ...si es que la impronta cristiana esta inscrita en la misma historia, por eso nunca puedo entender la manía en derribar cruces e hitos de algunos descerebrados; aunque se sea no-creyente y con toda la prevención del mundo acerca de los "cristianos culturales" pienso que somos también nuestro pasado. A mí, cuando hacemos excursiones, me encantan los hitos en lo alto de las colinas, aparte de contemplar el paisaje y con él la historia, se siente algo especial.
----
Anawim, hola, bueno, yo soy no-creyente porque no me queda más remedio. Yo he pedido tener fe y no se me ha concedido. He asistido a muchos debates acerca de la gracia, pero siempre me pareció un gran misterio, cercano a los milagros; de hecho para mi, creer, tener fe es el mayor milagro.
Saludo,
PS: y bueno, con mi primer comentario no deseaba frivolizar eh, sé que los posteos de Bruno siempre quieren encerrar verdades de la fe católica. Y aunque me dije no postear más en su blog cuando en una entrada (que creo fue muy desafortunada) nos ridiculizaba a los no-creyenes (o ateos) pues ... es como los artistas que dicen que se retiran :D:
Si cortas vínculos no entiendes nada, por eso no es de extrañar que, en su última novela, "Ingrata Patria", Mª Elvira Roca Barea rinda homenaje a Cornelia la Menor, o Cornelia la Africana, hija de Escipión el Africano y madre de los Graco. Siendo novela es ficción, pero hace unos guiños que solo pueden ser entendidos por aquellos que conocen la historia. Uno de los personajes se llama Ántulo Arévaco, esclavo, lo cual es perfectamente entendible porque fue Escipión el Africano el general que ¡por fín! derrotó Numancia, y ya se sabe que los defensores de esta ciudad eran arévacos, lo que implica que alguno pudo llevárselo como esclavo. En una novela histórica no puedes dar puntada sin hilo.
Para mi la historia siempre ha sido, y lo sigue siendo, fuente de grandes gozos, una especie de bendición que a veces es una maldición porque interesa a muy pocos. Además la historia se construye como un puzzle.
Bruno se ha llevado a San Cucufato a Alejandría por si no nos dábamos cuenta que una cosa es Cartago y otra, muy distinta, Alejandría. Los Padres de la Iglesia Norteafricanos son Padres de la Iglesia de Occidente y los alejandrinos de Oriente. No muy a Oriente, pero no se les considera africanos. Se puede extender lo de africano hasta Cirene, pero incluso Cirene se considera del ámbito oriental porque sus habitantes se orientaban hacia Fenicia e incluso Palestina de tal manera que en tiempos de Nuestro Señor Jesucristo Cirene ni siquiera se consideraba tierra de diáspora, por lo que hasta la invasión musulmana el adjetivo "africano" se daba a los relacionados con el Magreb actual, Marruecos y Túnez, preferentemente.
Naturalmente los "Africanos" romanos no eran nacidos en la costa sur del Mediterráneo sino en la Península Itálica, pero África fue para ellos de una importancia vital.
Son libros muy difíciles de encontrar, pero acepto propuestas de compra de más de cinco dígitos.
Eso sí, suelo comer los que yo hago, que sé lo que llevan y como han sido hechos. En un ágape me decanto por el jamón y queso curado. Ingredientes simples.
Καταραμένα δαιμονικά αυγά!
Aunque confieso que no sé si es dimotikí o katharévousa
Supongo (y espero) que tendremos más episodios ejemplares de la piadosa vida del beato anacoreta Cucufato de Alejandría la Vella, campeón de la fe y la ortodoxia embutídica contra la heterodoxia sálsica.
Y eso que solo hemos podido intercambiar cuatro rayas y textos; faltando ese lenguaje 'factual' : )
Bueno, aunque se me haga un tanto 'ajeno' o 'extraño' (en el sentido de haber perdido la familiaridad o cercanía) entiendo perfectamente que te hayas puesto tu nombre, que además es precioso, y evocador; en mi caso, también cambié; en la facultad nos enseñaban lenguajes tan peregrinos como ADA (y otros que apenas son utilizados en la industria) ya conocía a Ada Lovelace quién lo inspiró, aunque la conocía solo superficialmente; sucedió que cuando el COVID me trasladé a la granja de mi padre y allí tengo mucho más tiempo (es super,super-rural!) y a pesar que estuve cuidando a mi tía, que al poco sufrió esa maldita enfermedad de la que acabó muriendo, el maldito alzheimer, me puse a estudiar el lenguaje y con él, la figura de Ada, la hija de Lord Byron, el descamisado romántico, y sencillamente me fascinó la vida de esa mujer, tanto que decidí adoptarla como nick, aunque manteniendo a la par el original que (también) no es otro que mi nombre y la primera inicial de mi apellido.
Y ah, la historia ... hace un rato una amiga (casi mi otra hermana) de Barcelona, que ha estado en Roma con el Papa (es católica), me ha pasado, entre otras, unas fotos donde se afirma que reposan las cenizas del emperador Trajano, nuestro paisano hispano y además cordobés (que aunque nací en Barcelona, mi madre es cordobesa, de Priego, el pueblo de D. Niceto) (y mi padre escocés, del Ayrshire), pues al contemplar (solo contemplar!) las fotos de la columna trajana ya me he sentido transportada. A pesar de no ser muy ducha en antiguedad clásica, me encanta esa época que empieza con Trajano y acaba con Marco Aurelio.
Por desgracia, aunque he sido (soy) gran aficionada a la historia, reconozco leo muy poco últimamente, absorta con los rollos de mi profesión, y la novela histórica no me va mucho (como siempre digo, para qué la ficción teniendo la realidad :D:) pero ah! si va firmada por Ma. Elvira Roca, eso son palabras mayores, admiro también a Elvira Roca.
bueno! lo dejo, que si no se hará larguísimo, esperando retormarlo,
un beso tan grande como tu recuerdo :)
Esto de las zonas de comentarios es un rollazo pq no se puede editar nada una vez escrito; ahora me he fijado en el código fuente de la página y veo que no está realizada con un CMS; de todas maneras no sería nada complicado añadir funcionalidades de edición.
(por cierto felicitar al programador de la página, el código es claro, prístino, casi se puede visualizar la misma página observando sus elementos.)
Saludo!
Noooo, María de África, en mi caso, soy muy crítica con la IA, y escéptica.
En las comunidades (de programadores) ahora el tema estrella es:
#escribimos código o se lo pedimos a las AI#
Yo, sin ninguna duda, ninguna, soy partidaria de escribir código. Por supuesto!
Y, ante la inminente aparición de nuevas generaciones de AI, desde que le pregunté a chatGPT por la muerte de Durruti (Buenaventura Durruti) y me respondió: en un accidente de tráfico, en temas de historia casi prefiero leer a Ibai que a la AI.
:D:
PS: ADA es un lenguaje de programación desarrollado en los años 70 nombrado como homenaje a la hija de Lord Byron, Ada Lovelace. Apenas se usa y estudia.
Saludo!
Algo hemos avanzado. :D:
Dichosos los ojos. Me alegro de verte por el blog.
"Yo he pedido tener fe y no se me ha concedido"
Estoy escribiendo una novelilla que trata precisamente sobre ese tema. Quizá te entretenga. Ya te la enviaré cuando la termine.
Gracias Bruno! de seguro que será más que interesante. Y reflexiva.
Siempre he dicho que los creyentes sois muy afortunados.
E igualmente, un saludo muy grande!
"el avance de la IA no me preocupa tanto como el retroceso de la inteligencia natural”"
Tanto me gustó, que en un grupo de Discord de gente amante de la tecnología -responsable- la pusimos de "topic" para el grupo. Genial.
(el topic es una frase o mensaje breve que aparece como descripción del grupo).
(Discord es una comunidad de amantes de la tecnología, mayoritariamente compuesta de frikis y nerds (aunque sé que también hay cinéfilos y lectores empedernidos y otros intereses).
Buenaventura murió
y Portugal que sabía
la bala que lo mató
la muerte de la Derecha
España entera pidió.
Pregúntale a la IA si se sabe el Romance de Inés de Castro porque si no lo sabe es que ya no lo sabe nadie más que mi menda. Voy a desafiar a la IA y a matarla con la Estocada de Nevers.
"Yo he pedido tener fe y no se me ha concedido"
Puedes decir como don Juan Tenorio:
"Clamé al cielo, y no me oyó.
Mas, si sus puertas me cierra,
de mis pasos en la Tierra
responda el cielo, no yo",
No hay mala intención por mi parte. Respeto y aprecio a Sonia. No quería faltarle al respeto, pero si ella entiende que mi comentario es ofensivo, le pido perdón sinceramente.
Saludos cordiales.
Hay muchas personas que tienen problemas con la fe, pero darles consejos con las palabras del Tenorio es abominable. Lo normal es que las personas, crean o no crean en Dios, al menos se hagan cargo de las consecuencias de lo que hacen.
Muchas cosas dijo D. Juan Tenorio y todas malas porque era mentiroso, felón, abiusador y asesino, y no veo la relación entre Sonia y semejante personaje. El Tenorio está ahí como advertencia y su final está relacionado con el amor de alguien mucho mejor que él y la Misericordia de Dios.
Y don Juan no dijo sólo cosas malas. Dijo don Juan: "Es verdad que un punto de contrición da a un alma la salvación de toda una eternidad, yo, Santo Dios, creo en Ti; si es mi alma inaudita, tu piedad es infinita... ¡Señor, ten piedad de mí!" Y doña Inés, entre otras lindezas, dice: "La voluntad de Dios es: de mi alma con la amargura purifiqué su alma impura, y Dios concedió mi afán la salvación de don Juan al pie de la sepultura.
¡Se salva, se salva, don Juan se salva al pie de su sepultura!
la fe nos da la luz para entender tanto la ley natural como la ley revelada, es decir, el camino de la bienaventuranza terrena y ultraterrena, y la santificación, pero como muy bien expresa ada, no es incompatible carecer de fe con tener un código moral encaminado al bien (por defectuoso que pueda ser ese camino, al carecer de la iluminación de la fe).
El don Juan de Zorrilla, en cambio, no es más que un católico pecador que pretende justificar sus maldades echándole la culpa a Dios.
"El don Juan de Zorrilla, en cambio, no es más que un católico pecador que pretende justificar sus maldades echándole la culpa a Dios.
También don Juan se arrepiente de sus pecados, como el buen ladrón.
Pues bien, un católico que pierde la fe, puede olvidarse de Dios y vivir como si Dios no existiera, y puede también pedir a Dios que le de o le devuelva la fe.
Los dos protagonistas serían en este caso Dios y el no creyente. Puesto que Dios es infinitamente bueno y nos ama con locura, ¿Dios puede no conceder la fe al que la pide porque no se digna concederla? ¿O es más bien que la petición carece de defectos de fondo, que es una petición mal hecha porque ponemos premisas y condiciones a Dios que impiden que aceptemos su gracia? De la no concesión de la fe, ¿no somos también los responsables por cuanto que nos resistimos a ella? ¿No nos engañamos si decimos que Dios ha tenido a bien no concedérnosla?
Por los que quién creer y no pueden se reza al Espíritu Santo para que les ilumine. Lo único que puede ser efectivo (como en el caso del mismo Tenorio) es pedir ayuda a Dios sin intentar chantajearlo como el párrafo que has escrito.
Pero podemos tener también a un Unamuno, que se pasó la vida agónicamente, pero en cuya biografía no vamos a encontrar más que a un hombre básicamente honrado. Y esos nos gustan menos porque nos encontramos ante el Misterio de la Fe.
Colocarle a Unamuno el versito del Tenorio no es en absoluto conveniente porque se revolvería contra semejante estupidez ya que Unamuno fue un seguidor de Kierkegaard y un existencialista y estas personas no suelen echar la culpa al Cielo de sus errores sino que cargan con ellos.
A todos nos gustaría que Rupnik, por poner un ejemplo, hiciera lo mismo que San Agustín porque eso es lo que esperamos de él y, si no lo hace, mal asunto. Los pecados públicos requieren confesiones públicas, que es lo que hizo también Dimas al reconocer que no era ninguna injusticia su condena porque se la merecía, en cambio Jesús era el Justo por excelencia.
"yo soy no-creyente porque no me queda más remedio. Yo he pedido tener fe y no se me ha concedido."
Tu problema es que piensas que tener fe es un acto de entendimiento, cuando en realidad es un acto de voluntad. Te queda remedio, has sido creada con voluntad libre para hacer un acto de fe. No es sólo pedir, sino actuar... Como en todo, el don de Dios no viene desde afuera, sino desde adentro cuando lo liberamos, por así decirlo, con un acto de voluntad.
La fe es un don, es decir, un regalo de Dios. Un regalo que podemos o no aceptar. Como dice Feri, el entendimiento nos permite conocer las verdades de la fe, pero solo la voluntad puede asentir a ella. Y la voluntad únicamente se mueve cuando el alma está plenamente llena de esa verdad.
Hay quién ha sido bendecido con mucha fe y otros con menos, pero se hace difícil pensar que Dios no hace ese regalo a cualquier hombre. A fin de cuentas, el libre albedrío es doctrina firma católica. Nosotros rechazamos o aceptamos a Dios.
Probablemente, de algún modo misterioso, hay almas más dispuestas a acoger el don de la fe y otras menos, pero yo personalmente no conozco el mecanismo preciso. Me contento con la fe que Dios me ha otorgado inmerecidamente, para poder conocerle y amarle más y mejor.
Los ateos parten del supuesto de que fe es resignación del propio juicio, o incluso credulidad. No estoy de acuerdo, he conocido creyentes e incrédulos tanto con juicio bien formado como sin él en absoluto.
Por otra parte, idéntica objeción se puede hacer al axioma de que la razón humana es la medida de todas las cosas, lo cual nos deja como al principio.
Lo que si parece claro es que, salvo casos muy excepcionales (Dios puede mover montañas si lo desea), la fe crece si uno tiene interés y voluntad de conocer mejor a Dios. No se puede amar lo que no se conoce. Y para conocer a Dios hay que verle, no con los ojos de la cara, sino con los del corazón. Y Dios está presente en las Sagradas Escrituras con gran fuerza, pero también el mundo que nos rodea, incluso en las cosas menos sacras que uno pueda imaginar. Todo es obra suya salvo el mal.
"No tengo tiempo ni ganas para repasar su blog"
Y entonces por qué pasó y además dejó un comentario, lo que le tomó más tiempo aún? No se moleste, no le echaremos de menos, entendemos que hay gente que tiene cosas mejores que hacer... A no ser que sea ud un troll, y entonces está todo el misterio resuelto.
La fe es una virtud intelectual. Creer es esencialmente un acto del entendimiento. El asentimiento de fe es esencialmente un acto intelectual. Claro que es la voluntad la que mueve al entendimiento a asentir y la que lo determina a asentir a lo que cree, pero eso no hace que el creer sea propiamente un acto de la voluntad. Por lo demás, nada, absolutamente nada se puede hacer en el orden sobrenatural sin la gracia. Y nada, en la línea del bien, sin el auxilio divino.
Dice santo Tomás: "...el hombre está obligado a muchas cosas que no puede realizar sin la ayuda de la gracia reparadora, por ejemplo, a amar a Dios y al prójimo, e igualmente a creer los artículos de la fe. Pero todo ello puede hacerlo con el auxilio de la gracia. Este auxilio de la gracia, a cuantos se les da divinamente, se les da por misericordia; pero a quienes se les niega, se les niega por justicia, en castigo de algún pecado anterior, por lo menos del pecado original, como afirma San Agustín en De corrept. et gratia" (S. Th., II-II, q. 2, a. 5, ad 1).
"es la voluntad la que mueve al entendimiento a asentir y la que lo determina a asentir a lo que cree"
Eso es lo fundamental, sin ese acto de la voluntad que inicie el acto de fe moviendo la entendimiento, la persona no recibe la gracia de la fe. Y eso es lo más importante que tiene que saber un no-creyente, que si no hace un acto voluntario de creer, pues por mucho que venga a leer infocatolica o los libros que sea, no va a creer. Por supuesto que todo es gracia, el acto de la voluntad se hace con la gracia... Pero se hace, no viene la gracia a hacértelo. Como dice San Agustín, Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti, y como también dice un antiguo refrán español, a Dios rogando y con el mazo dando.
El acto de fe es intelectual. El asentimiento de fe es intelectual. Eso es lo propio de la fe. No es la voluntad la que cree, sino el intelecto o, mejor dicho, la persona por el intelecto. No es que sin el acto de la voluntad no recibe el creyente la gracia de la fe, como si el acto de la voluntad fuera previo, sino que la gracia de la fe suscita o mueve al acto de la voluntad y del entendimiento. Es decir, la gracia mueve a la voluntad. La prioridad es de la gracia, no de la voluntad ni del entendimiento creados. Y sin duda que viene la gracia a hacer que el hombre crea cuando el hombre cree. Es decir, es por la gracia que se cree y es la gracia la que hace que creamos, sin negar que seamos nosotros los que creemos, sino haciéndolo. Nada puede hacer el hombre (en la línea del bien), ni ninguna otra creatura, que no sea porque Dios hace que lo haga el hombre (u otra cualquier creatura). Todo lo que hay de entidad en una operación de las creaturas (y en una operación buena, suponemos que es todo), todo eso es causado o producido por Dios, como Causa primera. Todo. Tanto en el orden natural como en el sobrenatural. Esto es lo más importante: Dios y su obra. Por mucho que quiera hacer cualquiera un acto voluntario de creer (es decir, de mover el intelecto a creer), si Dios no lo premueve eficazmente con su gracia y lo predetermina a ello, no creerá.
El "no poner impedimento" (de lo cual se seguiría, según entiendo que dice Ud., que la gracia actúe), ¿es o no es obra de la gracia de Dios? Es decir, ¿es merced a la gracia que no se pone impedimento a la gracia o no?
De hecho, cada vez que no pecamos y hacemos el bien es porque Dios impide que pequemos, moviéndonos a actuar bien.
Como dice San Pablo "¿qué tienes que no hayas recibido?".
Es como una ecuación con dos variables, de las cuales nosotros controlamos solamente una, que además depende de la otra, de la que no controlamos. Lo nuestro, que somos creaturas, es pedir a Dios su gracia, y proponernos hacer el bien, y esforzarnos en esa línea.
Sobre todo pedir y pedir. Ya el pedir es una gracia de Dios, como aquello que dice Pascal que Jesús le dijo: "No me buscarías si no me hubieses ya encontrado".
Pero nunca vamos a poder mordernos la oreja y tampoco ponernos fuera o antes del absoluto dominio de Dios sobre todo lo creado para entonces elegir "libremente". Dios siempre va estar antes.
Saludos cordiales
OK, es el intelecto el que cree, pero es la voluntad que mueve al intelecto a creer, tu mismo lo dijiste.
Con respecto a lo de la gracia, está fuera de discusión, nada se hace sin la gracia, ni siquiera la iniciativa... pero hay que hacerlo.
Gracia o Sofía: curioso que no quiera Ud. responder a una pregunta tan sencilla, que no tiene problema alguno en su planteo. Ud. misma habló del no poner obstáculo a la gracia. Entonces se trata de si eso, no poner obstáculo, se hace merced a la gracia (esa u otra, para el caso da igual) o no. Lo incómodo, por lo demás, es el apartarse de la razón, de la verdad, de lo que en esto expresó santo Tomás: eso es lo que no lleva a ninguna parte... (o peor, lleva al error o directamente lo es).
Amén, Néstor: muy buen comentario.
La conclusión que se saca de lo anterior es que si pides la gracia de la fe, no esperes que Dios venga y te haga creer, sino que movido por su gracia tu mismo tendrás que hacer el acto de voluntad de mover el intelecto a creer.
El punto importante es que la gracia mueve desde adentro a la propia voluntad, no desde afuera como algo que se impone a la voluntad.
La conclusión que se saca de lo anterior es que si pides la gracia de la fe, no esperes que Dios venga y te haga creer, sino que movido por su gracia tu mismo tendrás que hacer el acto de voluntad de mover el intelecto a creer
------------------------------------------------------------------------------------------------el Respecto al anterior debate sobre la gracia considero que este "resumen" de Feri del Carpio Merk, es acertado y estoy de acuerdo.
Dejar un comentario










