Los buenos curas

Este verano vino a visitarnos un amigo sacerdote, simplemente para estar un rato con nosotros y comprobar cómo estábamos. Pasamos un rato agradable en el jardín, merendando mientras charlábamos de mil y una cosas, desde acontecimientos familiares hasta el estado de la Iglesia.

Mientras le escuchaba hablar, me quedé pensando en lo asombrosos que son los buenos curas. No me refiero a las cualidades humanas, porque unos las tienen y otros no, como todo el mundo, sino a su cualidad sobrenatural de ser milagros andantes. Con su sola presencia, transforman el mundo a su alrededor. Y me refiero a los curas normales, los que simplemente hacen lo que deben hacer: esos son los curas buenos.

Los buenos curas de parroquia tienen el carisma de la santidad cotidiana, de la familiaridad con las cosas santas, que no llama la atención pero es la columna vertebral de la Iglesia. Sin que hablen, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón. Al igual que Abraham, por donde pasan van dejando la bendición de Dios, como lo más normal del mundo. Al llegar a una casa, como mandó Cristo a sus discípulos, llevan con ellos la paz del cielo con sus palabras y su presencia. Qué hermosos sobre los montes son los pies del mensajero que trae la paz.

En ellos, por la gracia, se cumplen las palabras del Señor: el que cree en mí, hará las obras que yo hago y aún mayores. Cristo repartió los panes y los peces entre cuatro mil y después entre cinco mil hombres, pero ellos, en su nombre, reparten el Pan vivo del cielo durante años, día a día, a innumerables fieles. Cristo resucitó a Lázaro, al hijo de la viuda y a la hija de Jairo, pero ¿quién sabe a cuántos pecadores salva un sacerdote de la muerte eterna en el confesionario? En Caná, Jesús transformó el agua en vino, pero ellos convierten el vino en la Sangre preciosa del Cordero degollado, que nos libra de la muerte y del pecado. Nuestro Señor ofreció su sacrificio de una vez para siempre en el Calvario y ellos lo hacen presente y lo ofrecen al Padre una y otra vez entre nosotros, para la salvación del mundo.

Como Samuel, viven humildemente junto a la Presencia y son los guardianes del Santo de los santos. Al igual que Moisés en Refidín, alzan los brazos en oración permanente, rezando la liturgia de las horas día y noche, para que su pueblo salga triunfante en las luchas. Como San Juan Bautista, han sido llamados a disminuir para que Él crezca, hasta que quien los vea, esté viendo al mismo Cristo, al que permanecen unidos con un vínculo eterno. De sus manos nacemos para la vida eterna, cuando nos casamos son para nosotros testigos del amor de Cristo por su Iglesia, que no se puede romper, y en la enfermedad y en la muerte nos acompañan en nombre del divino Médico.

Son el don callado del Espíritu, los que nos enseñan donde están la perla preciosa y el tesoro escondido, los que predican a tiempo y a destiempo, los viñadores que acudieron a primera hora a cuidar de la viña, pero aguantando sin quejarse el calor del día y la jornada para que los demás recibiesen su misma recompensa. Son maestros que nos hablan del único Maestro y pastores que buscan a las ovejas perdidas enviados por el único Pastor.

No nos los merecemos. ¡Qué gran regalo nos hace Dios con ellos!

44 comentarios

  
Feri del Carpio Marek
Bruno! Ya tocaba uno de estos artículos en tu blog, que para los que te seguimos, el mundo ya se nos estaba poniendo demasiado gris, y solo nos quedaba acordarnos de Jesucristo que resucitó entre los muertos.

Creo que la promesa de Cristo a Pedro tiene que ver precisamente con esto, que no la dejará sin buenos curas, aunque sean cada vez más pocos, y aunque los formadores de seminarios hagan esfuerzos sobrehumanos para extinguirlos de una vez.

«los viñadores que acudieron a primera hora a cuidar de la viña»

Pero a diferencia de los de la parábola evangélica, estos se alegran con los que llegaron a la hora undécima, y buscan que también reciban su paga, no como los malos pastores, que a los de la hora undécima les dicen que Dios igual los quiere con su pecado, que hay situaciones en que la voluntad de Dios es que sigan con su pecado, y que al final es razonable esperar que todos se salvarán... para que al final no reciban su paga.
19/09/23 10:27 PM
  
Alejandro
Estimado Bruno ; has escrito muy muy bien. Dios te lo pague .Maravilloso regalo de Dios son los buenos sacerdotes Y a seguir orando por tales sacerdotes ( y por la conversión - la verdadera conversión- de todos los demás sacerdotes y jerarcas de Nuestra Santa Madre Iglesia ; y de todos los fieles de a pié -empezando por mí-). A seguir a Cristo siempre!!
19/09/23 10:59 PM
  
Javier
Muchas belleza en los sacerdotes que rezan, enseñan y dan los sacramentos.

Podredumbre en los que se hacen llamar "médicos del alma", y no hacen más que inmiscuirse en asuntos personales que no hacen a la vida virtuosa.

¿La Iglesia maestra de humanidad? ¿Ah sí? Que los curas no pretendan ser lo que no están llamados a ser. Enseñen el catecismo y no se metan en decisiones lícitas de los fieles.
19/09/23 11:10 PM
  
Bruno
Feri del Carpio:

"Ya tocaba uno de estos artículos"

Sí, sí, hay que limpiar el paladar de vez en cuando. He estado tentado de escribir otro sobre algo que ha dicho nuestro flamante Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, pero he resistido valientemente la tentación.

"a diferencia de los de la parábola evangélica"

Je, je. Voy a añadir algo a la frase para que quede claro.
19/09/23 11:15 PM
  
Bruno
Alejandro:

"Y a seguir orando por tales sacerdotes ( y por la conversión"

Amén.
19/09/23 11:17 PM
  
Juan Mariner
Los buenos curas hacen lo contrario que les consignan la mayor parte de sus jerarcas: evangelizan, catequizan en la correcta Doctrina, no se saltan ningún servicio religioso y confiesan.
19/09/23 11:22 PM
  
África Marteache
Yo quiero agradecer a un buen sacerdote, al que la Providencia me encaminó, por su celo, sus homilías siempre centradas en Nuestro Señor Jesucristo, sus confesiones, su preparación de la Adoración Eucarística, sus reclinatorios para comulgar de rodillas y en la boca y, además, ¡Gloria a Dios¡ es joven. En esa parroquia nos mezclamos los viejos con los jóvenes, la mayoría de los viejos ven el reclinatorio y ni caso le hacen, pero los jóvenes se arrodillan, por lo que deduzco que han sido formados por el Buen Pastor.
19/09/23 11:38 PM
  
África Marteache
Hace quince días, cuando me confesé, le hice una pregunta sobre las confesiones comunitarias y me contestó, bien clarito, que una confesión comunitaria puede ser un acto de reparación y que el sacerdote puede bendecirnos, pero esa bendición no es una absolución. Que el Sacramento de la Confesión, para que sea válido como tal, exige la confesión de los pecados individuales de cada penitente y no hay otra fórmula válida. Le dije que en muchas iglesias se había sustituido la confesión personal por la comunitaria y me contestó que lo sabía, pero, aún así, las personas que no confiesan sus pecados de la manera debida no reciben la absolución y, por lo tanto, siguen cargando con sus pecados. Salí renovada, porque está una tan sola en esta lucha que ya no sabía si me había convertido en tiquismiquis, pepinillo en vinagre o indietrista. ¡Un sacerdote tan joven y tan bueno¡ ¿qué habré hecho yo para tener la suerte de haber sido dirigida a esa parroquia en concreto? Cuando la vida me aleja de ella me siento como abandonada.
19/09/23 11:52 PM
  
Bruno
Javier:

"Que los curas no pretendan ser lo que no están llamados a ser"

Como decía Santo Tomás, la prudencia es la virtud más importantes para todos los que tienen cargos con autoridad.
20/09/23 1:08 AM
  
Tannhäuser
Precioso artículo y que dice una verdad tan grande que a veces no somos conscientes de ella: el gran regalo que con ellos nos hace Dios. Ahora aún podemos vivir nuestra fe, sin demasiados problemas, pero cuando no haya culto y la fe sea ilegal, entonces nadie dudará del gran don que ahora podemos disfrutar y casi damos por sentado.
20/09/23 9:02 AM
  
AJ
África Marteache:

Los buenos sacerdotes son un regalazo del Cielo. Yo he tenido la suerte de conocer a muchos en mi diócesis, caritativos, de recta doctrina, cercanos, humanos... A veces nos quejamos demasiado de los malos pero no reparamos en el bien que hay dentro de la Iglesia, que es muchísimo.

En cuanto a los jóvenes, le diré que tanto clero cómo laicos, van por caminos más tradicionales. Al menos lo que yo conozco.
20/09/23 10:16 AM
  
maru
Así es Bruno, "qué gran regalo son los buenos curas"
20/09/23 12:54 PM
  
Hugo Z. Hazckenbush
No conozco ninguno.
Conozco muchos más vagos que una estera, que se dedican a no hacer absolutamente nada salvo decir una misa diaria y 2 los fines de semana y regañar al respetable que cada día que pasa les hace menos caso.
pero de esos que tu dices, Bruno, ninguno.
Claro que es que lo mismo lo que pasa es que esas supuestas virtudes yo no las tengo en demasiada estima y por eso no me percato de ellas.
Porque curas bueno, verdaderamente buenos, supongo que alguno habrá, pero como "las meigas", no creo el ellos.
20/09/23 1:08 PM
  
África Marteache
Que no haya buenos curas es un imposible metafísico, otra cosa es saber cuántos. Por deformación profesional, si se quiere llamar así, sé que si encuentras alguno es la punta de un iceberg. Alguien me dijo un día que en Alemania solo se conocían seis personas que se opusieran al Reich, aquello era una tontería tan grande que me lo tomé en serio y me puse a investigar hasta que el tipo se calló ante la evidencia. El problema es encontrarlos, pero haberlos haylos. También se obtiene la ayuda de Dios si Él ve en tu corazón que eso es importante para ti, más importante que las cosas materiales.
20/09/23 1:29 PM
  
África Marteache
Sólo Dios es único, los mártires, los confesores y los santos nunca lo son.
20/09/23 1:33 PM
  
África Marteache
Una persona por mor de su cinismo puede no ver lo que es evidente, la ceguera de los cínicos es proverbial, si partes de que nada merece la pena, aunque veas desollar a un mártir, tampoco lo comprenderás porque el cínico verá al mártir como un idiota. Es un problema personal, no una realidad. Tampoco forma parte del sistema de creencias, forma parte de la incapacidad de la persona para apreciar la grandeza.
El extremo de esa posición la constituyen los asociales y los psicópatas para los cuales todo el mundo es igual.
20/09/23 2:41 PM
  
Francisco
Y tanto que existen buenos y santos sacerdotes...lo que pasa es que las malas noticias hacen mucho mas ruido.
Y en esos sacerdotes derrama sus gracias abundantemente nuestro Señor Jesucristo.
Que Dios nos bendiga con muchos mas, por supuesto, es una magnifica petición que podemos y debemos hacer.
Paz y bien.
20/09/23 3:07 PM
  
Feri del Carpio Marek
Siempre trataré de recordar la reflexión de Tannhauser cuando esté en una misa mal celebrada, y pensaré en lo agradecido que tengo que ser de poder estar en una misa, aunque sea pésimamente celebrada, y peor aún la música que acompaña la celebración.
20/09/23 4:04 PM
  
Bruno
D. Hugo:

"No conozco ninguno"

Qué quiere que le diga, siento su mala suerte. Especialmente cuando yo he sido particularmente afortunado en ese sentido.
20/09/23 6:14 PM
  
hornero (Argentina)
De acuerdo con Bruno: son un don precioso de Dios que perdura en medio de nosotros, a veces lo olvidamos y no advertimos, pero si reflexionamos nos damos cuenta del valor inmenso que representa esa amistad con el sacerdote.

Hace unos treinta años, tuvimos la oportunidad de alojar en nuestra casa de campo a un grupo de un sacerdote, un diácono y unos nueve seminaristas teólogos y filósofos del Seminario San Carlos Borromeo del Arzobispado de Rosario (Argentina).

Se trataba de una Misión que realizaban durante los veranos en aquella zona, distante uno veinte kilómetros del campo y residencia de veraneo San Alberto de ese Seminario.

La Misión de repitió durante seis veranos sucesivos en períodos de cinco o seis días, durante los cuales recorrían los domicilios vecinos, predicaban y alegraban con su juvenil carácter. Por las tardes se celebraba la Misa en la amplia galería de la casa con vistas al río y a las lomas y pinares que la circundan. Concurrían los vecinos, se confesaban algunos, y se administraba la Comunión. De noche, los fogones animaban las conversaciones y amistades que nacían.

En la última Misión tuvimos el honor y gozo de recibir la visita del Arzobispo de Rosario en aquel entonces, Mons. Jorge Manuel López, quien pernoctó en nuestra casa, celebró una Misa de campaña y presidió un concurrido almuerzo. En esta oportunidad se hablo de las Apariciones y Mensajes de la Virgen en San Nicolás. Al respecto comentó que como Arzobispo de Rosario era Metropolitano de San Nicolás, distante sesenta kilómetros, y de las poblaciones próximas. Que en tal carácter había concurrido a aquella ciudad a fin de informarse personalmente de los hechos de la Virgen, y había llegado a la conclusión de que eran auténticos.

Menciono esta visita y las de los sacerdotes y seminaristas, como testimonio de los bienes espirituales copiosos que nos entregan.


20/09/23 6:38 PM
  
Pedro 1
Para mí un buen cura debe vestir de cura, y animar a sus feligreses a confesarse y meterse en el confesionario con una lucecita encendida, enseñar la sana doctrina, y rezar la liturgia de las horas y el rosario, y explicar lo que supone el bautismo y la primera comunión y el matrimonio, y ser amable con todos, no tener una doble vida y respetar a los niños y a las señoras imponentes, y no debe tener la iglesia cerrada veintidós o veintitrés horas al día ni creer lo que don Antonio Spadaro sobre Jesús, y debe creer lo que rezamos en el Credo. Pero es más fácil encontrar una aguja en un pajar.
20/09/23 6:52 PM
  
Jorge Cantu
África Marteache:

"Hace quince días, cuando me confesé, le hice una pregunta sobre las confesiones comunitarias y me contestó, bien clarito, que una confesión comunitaria puede ser un acto de reparación y que el sacerdote puede bendecirnos, pero esa bendición no es una absolución".

A mí me tocó participar en retiros parroquiales (años 80's-90's siglo pasado) en los cuales (que a impulso de los 'aires nuevos' del Concilio le hacían decir cosas que no dijo), había absolución grupal en orden a que todos comulgáramos, a veces sí se nos decía que nos confesáramos cada quien lo antes posible. De aquellos 'vientos', estas 'tempestades'.
20/09/23 7:50 PM
  
Jorge Cantu
El mayor acto 'contracultural' hoy en día es un sacerdote vestido de sotana caminando por las calles.

Es más probable para algunos creer que es alguien disfrazado para una fiesta, otros pensarían que eso ya no existe, que es anticuado o sólo recordar haberlo visto en las películas viejas.
20/09/23 7:56 PM
  
Jorge Cantu
A algún 'listillo' (con tufo modernista sin duda) se le ocurrió aquella frase: "el hábito no hace al monje", a lo cual alguien mas listillo y con verdadero espíritu católico, respondió: "No hace al monje, pero bien que lo distingue".
20/09/23 8:01 PM
  
CAROLUS
Pues mira por donde, yo encontré la aguja en el pajar. En un barrio muy étnico y muy pobre (en Sta.Comoma de Gramenet-Barna). Jueves, hora Santa, con rosario y Misa Vetus Ordo. Domingos 10 h Misa solemne y cantada (con un pequeño coro) Vetus Ordo. 12 h, Misa en castellano.
Durante el año, procesiones, vía crucis, celebración de las témporas, trisagios, oficio de tinieblas, catequesis primera comunión y confirmación.etc, etc. El sacerdote físicamente no tiene la mejor salud, aunque no es mayor (63 años),pero espiritualmente es insuperable. Lo mejor que he encontrado en mis 67 años,que ya es decir. Espero que el Señor me permita seguir disfrutando de él y la parroquia (no es la mia) por mucho tiempo.
D.Hugo: EXISTEN sacerdotes muy buenos.
Saludos.
20/09/23 8:21 PM
  
África Marteache
Jorge Cantú: La misma experiencia tuve yo en mi parroquia, el párroco quitó los confesionarios y solo confesaba una vez al año, el Jueves Santo, y creo que la única que iba a confesar en todo el pueblo era yo. Como pasa siempre interpreté que serían normas emanadas del Concilio Vaticano II y pensé que tenía que ser así, pero nunca tragué con las confesiones comunitarias porque el catecismo Ripalda decía: examen de conciencia, dolor de corazón, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia y no me podía quitar aquello de la cabeza, por lo que las confesiones comunitarias no las tragaba con aquello de ir en fila ha decir: Señor, he pecado y recibir una bendición que me dejaba como estaba. Lo que dijo el Concilio y lo que se hizo después se volvió una labor de investigación. Todo el tiempo preguntado: ¿esto lo dijo el Concilio? respuesta: no. Pregunta: ¿entonces por qué ya se hace? Como el Papa con las dubia: silencio total.
20/09/23 10:05 PM
  
África Marteache
Fe de erratas:
-a decir, quise decir y dije mal.
-Entonces ¿ por qué ya no se hace?
20/09/23 10:08 PM
  
África Marteache
A mi me da la impresión de que a los católicos, acostumbrados como estábamos a obedecer sin rechistar, nos empezaron a cambiar cosas y la mayoría pensaba: el cura sabrá lo que hace.
En mi parroquia quitaron los reclinatorios y todo el mundo creyó que ya no había que arrodillarse en la Consagración; quitaron los confesionarios y pensaron que ya no había que confesarse; empezaron a darte la comunión en la mano y ya no se podía comulgar en la boca...
Hace años empecé a hacerme preguntas y luego resulta que el Concilio no tenía nada que ver con eso, consultas entonces a qué se deben las novedades y entonces no contestan. Lo único que sacas es que el Concilio no tiene nada que ver con las nuevas costumbres, pero a qué es debido el cambio no se dignan contestar.
Por eso cuando ese buen sacerdote me confirmó bien clarito el asunto de la confesión salí diciendo: ¡Aleluya¡
20/09/23 10:23 PM
  
hornero (Argentina)
Ayer, 19 de setiembre, conmemoramos el 177° Aniversario de la Aparición de La Salette. [...]

Lo anunciado se cumple: el error, el pecado, la apostasía, las divisiones y enfrentamientos internos de la Iglesia la han paralizado en su Misión de anunciar a Cristo al mundo.

La Aurora de María, iniciada en La Salette, irradia un nuevo Amanecer, dejó atrás al tiempo del “hombre viejo del pecado” y convoca a la cristiandad toda a preparar el Camino a la Venida del Señor bajo Su Conducción.

La Virgen se refiere explícitamente a "los sacerdotes de Mi Hijo".

20/09/23 11:21 PM
  
Haddock.
Hugo:
Su limitada capacidad de conocimiento la expone en sus comentarios como un vestido de faralaes en la Feria de Sevilla.

Qué afán por hacer el ridículo.
20/09/23 11:32 PM
  
Haddock.
Hay quien se enorgullece por tener el contacto de un politicucho de birria.

Yo me jacto (agradeciendo a Dios) de tener el móvil de muy buenos curas.

20/09/23 11:36 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Son buenos porque lo que hacen es bueno, son enviados a hacer y lo hacen, con sencillez y alegría el Poverello san Francisco en su Saludo a las virtudes, dice Cf. Admonición 27: «Donde hay caridad y sabiduría, allí no hay temor ni ignorancia. Donde hay paciencia y humildad, allí no hay ira ni perturbación. Donde hay pobreza con alegría, allí no hay codicia ni avaricia. Donde hay quietud y meditación, allí no hay preocupación ni vagancia. Donde está el temor de Dios para custodiar su atrio, allí el enemigo no puede tener un lugar por donde entrar. Donde hay misericordia y discreción, allí no hay superfluidad ni endurecimiento».
21/09/23 3:00 PM
  
maru
Siempre tuve muy claro que la confesión grupal, es de forma temporal, ya que a la mayor brevedad posible, hay que hacer una confesión individual. Por qué hay sacerdotes o párrocos que hacen lo contrario? Pues porque les da la gana, no sé si el obispo tiene conocimiento y pasa o no tiene conocimiento. En cuanto a los reclinatorios, la IGMR, dice bien claro que sí uno no puede arrodillarse en la consagración, hay que hacer una inclinación profunda; otro tanto al recibir la sagrada comunión . Por qué no se hace? Pues porque los sacerdotes lo permiten. Les aseguro que, no solo en mi parroquia, sino en otras, la única persona que hace la inclinación ( por no poder arrodillarme) soy yo.
21/09/23 5:50 PM
  
Pedro1
Bruno:
Hace menos de un mes, nos escribiste que en la Iglesia de este mundo, apenas una minúscula minoría cree la doctrina de la Iglesia, negada también por innumerables teólogos, sacerdotes y obispos cotidianamente. Por suerte, dentro de esta minoría aún quedan maestros que nos hablan del único Maestro y pastores que buscan a las ovejas perdidas enviados por el único Pastor.

A la enorme mayoría apóstata la dañaron los sacerdotes que no creen en su labor de maestros y pastores porque supondría tener una visión exclusivista de lo religioso. En mayo de 2013, un sacerdote de mi diócesis dio una conferencia sobre la fe en la película “La vida de Pi”. En la película se cuenta que el hombre, ante los naufragios de su vida, ante el dolor, la soledad y la muerte, se refugia en las religiones, que son las fantasías que les hablan de Dios. Dios es así, como una fantasía. Película atea.

En la conferencia, con un vídeo en la página web de la diócesis, el cura dice:

“Las religiones son presentadas como lo que son y nunca deberían dejar de ser. Las religiones son un museo… las religiones no son el fin. Ellas son como el dedo que apunta a la luna y por eso aquellos tres personajes religiosos se equivocaban al pretender que aquel creyente les tenía que pertenecer a una u otra religión. Él buscaba a Dios y todas le estaban hablando de Dios. No obstante, es cierto que antes o después uno va concretando el camino que te permite buscar el mejor modo. Los caminos son necesarios.
Esta mañana, una alumna me ha dicho: “Javi, para creer en Dios no hace falta creer en la Iglesia”. Digo: “No, claro, faltaría más. Dios es un huésped tan sumamente agradecido, y quien le quiera acoger le acoge casi sin condiciones”. Pero también le he dicho: “Pero yo personalmente soy de los que, a lo mejor porque soy más débil, necesito caminar hacia Él con otros.”
Las religiones permiten que algunas personas se encuentren con Dios ayudadas por el testimonio de la comunidad, por la comunión fraterna también, por el apoyo, por el calor de otros. Las religiones tienen un papel de mediación. Ellas no son la meta, ellas no son la obra de arte. Ellas sólo guían y acompañan, pero con quien te tienes que encontrar, el que debe habitar esa casa de las mil moradas eres tú”.

21/09/23 9:14 PM
  
Pedro1
Perdón, me ha faltado la expresión "de manera exclusiva".
"...al pretender que aquel creyente les tenía que pertenecer de manera exclusiva a una u otra religión".
21/09/23 9:22 PM
  
José Díaz
¡Precioso, Bruno! Un servidor también ha sido bendecido con buenos curas. Permíteme nombrar a algunos: don Mario, don Ramón, don Francisco, don Emilio Mateos, don Emilio Sánchez, don Juan Manuel, don Manuel, don Pablo, don José Antonio o don Raúl. Algunos diocesanos, otros pertenecen a institutos o congregaciones. Unos viven aún y otros fueron llamados por el Señor. Por todos ellos doy gracias a Dios
21/09/23 11:44 PM
  
Jhr
Estupendo artículo. ¡Cuánta razón!
¿Quién es el sacerdote de la imagen, si es posible saberlo?
Saludos cordiales.
22/09/23 1:13 PM
  
Bruno
Jhr:

"¿Quién es el sacerdote de la imagen, si es posible saberlo?"

Bueno, en el artículo se ha puesto como una foto genérica de sacerdote, pero es el P. Gregory Harding Keller, un sacerdote norteamericano conocido en los Estados Unidos porque, entre otras muchas cosas, era inventor y creó la primera máquina para hacer esos bastoncillos de caramelo tan populares en Navidad en Norteamérica.
22/09/23 2:00 PM
  
África Marteache
Qué bonito! Sí inventó una máquina para hacer bastoncillos de caramelo con sotana eso prueba que la sotana no impide a un sacerdote hacer casi nada y que la ausencia de sotana tampoco añade ingenio a nadie.
Ser "el cura de los caramelos" es un bonito título.
22/09/23 2:28 PM
  
Jhr
Muchas gracias, Bruno. Ya he visto su biografía. Supe que era una imagen genérica (aunque habría que ver qué proceso mental le ha llevado hasta ella y no otra entre millones :)); pero eso es otra historia.
Saludos cordiales.
22/09/23 6:37 PM
  
Pedro1
Me parezco mucho físicamente al sacerdote de la foto.
22/09/23 7:33 PM
  
Susana Labeque de Argentina
Los que tenemos la Bendición de tener amigos sacerdotes,damos fe que es así. Merecidisimo reconocimiento! Gracias Bruno !Bendiciones !
23/09/23 2:06 AM
  
África Marteache
Quisiera rendir un homenaje a D. Francisco Arenillas, párroco de Ntra. Sra. de los Remedios, en Ceuta. Fue mi párroco de los 10 a los 19 años y trabajaba sin descanso. Entonces me pareció que era un cura "normal" , como cuando tenemos unos buenos padres y también parecen "normales" hasta que la vida nos enseña la excepcionalidad de la normalidad. Que Dios le tenga en su gloria y, aunque tarde, mi agradecimiento por tener siempre la iglesia abierta, por su trabajo con los muchachos (tenía una imprenta), por los predicadores de postín que trajo, por los libros de la BAC que ponía en la mesita de entrada, por los Rosarios de la Aurora, porque la parroquia fue mi casa...Que Dios le haya concedido el descanso eterno, Padre Arenillas, y mi gran y profundo agradecimiento.
23/09/23 6:29 AM
  
África Marteache
Era Francisco de Sales, no se me ha olvidado porque todos los años tenía que repetirlo el día de San Francisco de Asís.
23/09/23 6:32 AM

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