Mortificaciones matrimoniales

No hay nada más políticamente incorrecto que los santos. Ojalá leyéramos más sobre ellos, porque sus acciones y sus palabras son uno de los pocos remedios eficaces para las tonterías y desesperanzas que nos tragamos sin darnos cuenta por contacto con el mundo.

Esta mañana, por ejemplo, he leído una frase de San Francisco de Sales que me ha hecho reír: “el matrimonio es un perpetuo ejercicio de mortificación”. Como dicen los anglosajones, la frase is funny because it’s true, es divertida porque es cierta, aunque a oídos modernos suene profundamente escandalosa. En especial si tenemos en cuenta que no es una frase de uno de esos santos ascetas del desierto, cuya vocación era la soledad y la renuncia completa al mundo, sino del santo afable y moderado por excelencia, San Francisco de Sales.

Nuestra época tiene una visión del matrimonio a la vez ridículamente ingenua y terriblemente desesperanzada. Por un lado, el hombre y la mujer modernos lo imaginan como algo idílico, lleno de “amoooor” (hay que decirlo así, alargando la palabra y entornando los ojos), un amor pasteloso y puramente sentimental; por otro, a la menor dificultad, tiran ese matrimonio por la ventana en sus prisas por huir del sufrimiento y “rehacer su vida” en defensa del “derecho a ser felices”. Ambas cosas están conectadas y, juntas, resultan letales, porque la realidad cotidiana no tarda en desmentir la imagen color de rosa y el miedo al sufrimiento lleva inevitablemente a huir de esa realidad, en busca de otro amor que se ajuste a unas expectativas imposibles.

No es extraño que suceda esto. A fin de cuentas, el matrimonio solo se puede entender de verdad si se conoce el amor cristiano, que no es cualquier amor, es un amor crucificado, a imagen del amor que el mismo Hijo de Dios ha tenido por nosotros. Por eso en la Iglesia se anuncia a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles y las dos cosas para el mundo moderno. Nuestros contemporáneos han apostatado y ya no soportan la cruz, sin saber que, al huir de la cruz, están huyendo del verdadero amor.

Hay que tener en cuenta que la frase de San Francisco de Sales forma parte de una carta dirigida por el obispo a “una señora doncella”, es decir, soltera, que le había pedido consejo con respecto al matrimonio y en la que él le aconsejaba que se casase. Es decir, no es una advertencia contra el matrimonio, sino más bien lo contrario: una ayuda para entender bien lo que es el matrimonio y poder cumplir la vocación matrimonial. Hoy tantos matrimonios de católicos son tan blanditos y se rompen tan fácilmente porque nadie les dice estas cosas. Nadie les advierte de lo que realmente es el matrimonio, de modo que van a casarse como los paganos, sin tener ni idea de qué es lo que están haciendo ni de qué conlleva esa vocación que han recibido.

El matrimonio, ciertamente, no es solo mortificación, pero también es mortificación porque es dar la vida, morir a uno mismo. El verdadero amor no es un sentimiento, que viene y se va sin que podamos hacer nada para evitarlo, sino una acción libre de entregar la propia vida por otro. Eso es lo que sostiene el matrimonio, una doble entrega: primero la entrega de la vida de Cristo por su Iglesia y, con su gracia, la entrega de la vida de cada esposo por el otro y por los hijos. San Ignacio de Antioquía, cuando era llevado a Roma para que lo devoraran los leones, dijo “ahora empiezo a ser cristiano”. Del mismo modo, cada vez que uno es capaz de morir a sí mismo, puede decir “ahora empiezo a ser esposo”.

Quizá sea necesario hoy usar esa palabra tan escandalosa de mortificación, porque “dar la vida” puede incluso sonar bien, pero morir no le gusta a nadie. Morir es renunciar a los propios planes, gustos y deseos, es buscar el bien de la esposa o del esposo y de los hijos antes que el propio, es servir y no ser servidos, es humillarse y abajarse, es aceptar al otro como es y no como nos gustaría que fuera, es gastarnos y desgastarnos por el bien de la propia familia. Morir es, en definitiva, abrazar la cruz en vez de huir de ella.

Entonces, cuando abrazamos la cruz con la gracia de Dios, asombrosamente, esa cruz se hace gloriosa, unida a la Cruz de Cristo. Sigue doliendo, pero ya no tiene poder para matar. Al contrario, se hace fuente de vida eterna, de santidad y del auténtico amor al que estábamos llamados. Bendita cruz, porque, sin ella, nunca habríamos aprendido a amar a la esposa o al esposos y a los hijos como Dios quería que los amáramos, no habríamos cumplido nuestra vocación de esposos ni habríamos visto en nuestra propia vida los milagros de Dios. Solo en la cruz empezamos a ser esposos. Como dice el P. Iraburu en una magnífica serie de artículos, la ausencia de la cruz es la causa de todos los males.

El matrimonio con sus alegrías y mortificaciones solo se comprende si recordamos que es una gracia que no nos merecemos. Solo Dios da esa gracia y, sin ella, el matrimonio para toda la vida no tiene sentido, dar la vida por otros es absurdo y la cruz es una maldición. Sin la gracia de Dios solo nos queda una serie de huidas desesperadas y sucesivas, en busca de una felicidad imaginaria que nunca encontraremos.

En cambio, con la gracia de lo alto y agarrados a la cruz, podemos descubrir, como los Israelitas, que Dios hace milagros en nuestra historia, nos da pan en el desierto, saca agua de la roca, abre el mar ante nosotros y nos lleva a una tierra que mana leche y miel. Como decía San Francisco de Sales en la misma carta, “el dulce Jesús sea siempre vuestro azúcar y vuestra miel, que haga suave vuestra vocación”.

75 comentarios

  
Néstor
La falta de fe y la desconexión respecto de la realidad van juntas, en efecto.

Saludos cordiales.
22/07/21 12:08 AM
  
Haddock.
Dígamelo a mí, que sin merecerlo encontré a una mujer maravillosa en la que rivalizan su entrega como madre y la paciencia de cuidar de una porquería como yo.
Así más de 25 años.

Los adúlteros no tiene imaginación, y además de pecadores, son imbéciles.

22/07/21 12:16 AM
  
Bruno
Haddock:

"Los adúlteros no tienen imaginación, y además de pecadores, son imbéciles"

Bien dicho.
22/07/21 12:19 AM
  
Virginiano
Dice mi mujer que está totalmente de acuerdo, no sé a qué se refiere...

Ya en serio (bueno, sigue siendo un poco en broma), yo digo a veces que la pastoral vocacional para despertar vocaciones al sacerdocio deberían encargárnosla a cuatro o cinco hombres casados que, sin nuestras esposas delante, les explicasemos a los jóvenes lo que es el matrimonio. Seminarios llenos, oiga. Supongo que al revés los conventos se llenarían incluso más.

Ahora sí, en serio, doy gracias a Dios, ahora que celebramos las bodas de oro de mis padres, por haber visto en ellos lo que dice Bruno en este post, y haber aprendido así lo que es el matrimonio.
22/07/21 1:12 AM
  
Raquel D. Catequista
Leí los comentarios sobre el tema de la Traditionis Custodes, suyos, Don Bruno, y los de Fray Nelson Medina, a quien le manifiesta un tal Ignacio ( si no estoy confundida) y que yo quería darle mi voto por lo expuesto por él. Encontré "cerrados" los comentarios. Y es que daría para continuarlos in aeternum... De verdad, como dice Ignacio, se vé que NO SE HAN LEÍDO "Introducción al espíritu de La Liturgia" de Joseph RATZINGER sin más ni menos. Voy en el Cap. IV y es un gran regalo de mi hijo para que pasara mis días en éste 2° Paraíso que es El Hogar Geriátrico Los Vados Campestre, en Colombia, cerca a Cúcuta, en donde me refugié luego de la muerte de mi esposo.
Por supuesto que aunque se esfuerce Fray Nelson es un escobazo a los tradicionalistas tan mal vistos en la Nueva Iglesia postconciliar y claro - MAL TRATADOS-
Pero yo digo que es desconocimiento del espíritu de La Liturgia tan bien tratada en este hermoso libro según la quinta impresión en el 2018 en Bogotá,Colombia.
Y, lo Ud. escribe y que me hizo reír también, de la frase de San Francisco de Sales: “el matrimonio es un perpetuo ejercicio de mortificación”...sí, pero mientras uno cae en cuenta que nadie cambia a nadie, sino que es uno el que tiene que cambiar la manera de ver, entender, apreciar, etc... y ya POR AMOR A DIOS y a esa cruz que uno ha escogido solemnemente... las cosas cambian y se aceptan al fin por Amor y ya no cuestan tanto, sino que se saborean... Ah, San Francisco de Sales!
22/07/21 3:06 AM
  
Pablo
Estupendo artículo... Completamente ininteligible para paganos... Y para el 90% de los cristianos también.
¿Dar la vida?¿esta vd loco? La vida se da en el trabajo porque nos pagan, ahí si nos dejamos la piel, y todo se organiza en función de ello. La vida ahora es una loca carrera a ninguna parte buscando una idea de felicidad inexistente, destruyendo todo aquello que creemos un obstáculo: el matrimonio, los hijos, el abuelo, el enfermo....para darnos cuenta de que andamos en círculos (Y llamamos locos a quienes buscaban "el Dorado").
Ese es el secreto de los cristianos. Que sabemos que la vida se recibe cuando se da.
22/07/21 8:03 AM
  
WALDEMIR GARCIA
Siempre preciso este gran Doctor de la Iglesia. Es perpetuo el ejercicio... en cada momento!

Esta frase es para meditarla yo diariamente... cuánto nos bendice El Señor sin merecerlo.
22/07/21 8:21 AM
  
África Marteache
Incluso en los matrimonios mejor avenidos el sacrificio está presente, hay varios motivos para que esto sea así y, a veces, se juntan varios de ellos:
1) Todas las personas tienen defectos,
2) Todos los matrimonios sufren altibajos por salud de uno de los cónyuges, trabajo u otras realidades.
Eso si dejamos aparte tentaciones de otro tipo.
El primer punto se repite en cualquier convivencia así que estamos condenados a vivir solos porque los únicos defectos que soportamos son los nuestros que rara vez calificamos de tales.
El pecado ha sido totalmente echado a un lado porque no es importante para el hombre-dios, pero los defectos se han engrandecido precisamente porque el hombre-dios empieza siempre diciendo: "Yo no tengo por qué soportar.." y cómo no tiene por qué hacerlo se aparta, se separa o se divorcia.
Existían también las virtudes domésticas que paliaban los defectos de carácter, pero ahora ya no se ven. Una mujer de puño cerrado puede, sin embargo, ser justa pero ¿qué le importa a su marido su justicia si se niega a hacer gastos superfluos a los que él es aficionado por su hedonismo? Un hombre de mal genio puede ser fiel y constante hasta el punto de estar siempre en los momentos peores dispuesto a prestar ayuda ¿pero qué importa eso si tiene prontos ásperos?
En el pasado se equilibraban virtudes y defectos, no es que existiera ceguera alguna sobre los defectos del cónyuge, como tampoco sobre los de los padres, que se hacen evidentes en la pubertad de los hijos, ni sobre los de los hermanos pero también se veían las virtudes, hoy en día esas virtudes no sirven de nada si los defectos no desaparecen y no suelen hacerlo porque son propios del temperamento de una persona.
La persona más cariñosa y besucona puede casarse con alguien al que le molestan la excesiva expresividad; el más ordenado puede casarse con alguien para quién el orden no sea algo sustancial y deje la chaqueta en cualquier parte; el intimista que habla en susurros puede compartir su vida con un sordo que, cada vez que habla, se entera toda la vecindad; el que cierra las ventanas a la curiosidad pública resulta que se casó con quién abre las ventanas de par en par y dice: "¡A mi qué me importa que el vecino mire, yo quiero luz y aire!", etc...
Para compensar todo eso y seguir amando hace falta ser cristiano, si no lo eres lo tienes más difícil.
22/07/21 8:38 AM
  
África Marteache
La educación que recibí iba encaminada, precisamente, a distinguir entre un defecto y un pecado, de modo y manera que los defectos de cada uno de nosotros eran comentados con absoluta naturalidad. Todo el mundo sabía que si yo me abstraía peligraba la merienda de mi hermano: "¡Mamá, ya está levitando otra vez!", todo el mundo sabía que mi padre era magnífico en los buenos tiempos pero que se enfermaría en los malos; todo el mundo sabía que mi hermano se parecía a mi abuelo, lo que implicaba rigidez pero eran de un sólido reconfortante, jamás fallaban en lo que mi padre sí lo hacía porque se crecían con las dificultades; a mi abuela no podías pedirle ninguna perfección porque hacía las cosas por el sistema de "si sale con barbas San Antón y si no la Purísima Concepción", por lo que era opuesta a su propia hija cuyo perfeccionismo a veces podía ser irritante. Es decir, la familia equilibraba los defectos de cada uno de nosotros porque éramos realistas, cualidad muy cristiana por otro lado, y por eso San Francisco de Sales dijo lo que dijo.
22/07/21 8:59 AM
  
Luis López
San Pablo da un consejo espléndido en Filipenses 2,3, que creo que es la mejor lección para los esposos cristianos:

"Ni hagáis nada por egoísmo o vanagloria, sino con humildad, considerando a los demás como superiores a uno mismo".




22/07/21 10:01 AM
  
Marta
Me ha encantado.
Suelo afirmar que el matrimonio es cruz y generalmente me miran como a una loca, incluso mis hermanos en la fe.
Es cruz, porque para que funcione hay que renunciar a muchas cosas y cada renuncia es un sufrimiento. Pero es la Cruz la que nos pone a las puertas del Cielo asi que la conclusión se saca sola.
Creo que el piropo más bello que se pueden echar los esposos es este: cariño, eres mi cruz.
22/07/21 10:02 AM
  
Juan Mariner
"Hoy tantos matrimonios de católicos son tan blanditos y se rompen tan fácilmente porque nadie les dice estas cosas."

Tengo mis dudas de que sean matrimonios "de católicos", a todo le llaman "católico; y a lo que lo es, a veces, no. Tengo vecinos que no debe pisar una iglesia desde hace decenios, aparte de bodas y entierros, y encajan perfectamente en el concepto de "matrimonio católico", irreprochables moralmente, pero su práctica religiosa es casi cero.
22/07/21 10:35 AM
  
veritas liberabit
Es también San Francisco de Sales el que dice (cito la idea, no el texto exacto, y lo aplico al matrimonio):
"hay frutas, como el membrillo, que no se pueden comer si no son cocinadas con el azucar, por su dureza y aspereza; así el varón necesita del azúcar de la religión y devoción para ser apto en el matrimonio. Otras por el contrario, como las cerezas , por su debilidad y tendencia a estropearse, también necesitan ser cocinadas con el azucar para no corromperse; así la mujer necesita del azucar de la religión y devoción para poder desenvolverse en el matrimonio."


22/07/21 12:26 PM
  
Anacoreta
Bruno, gracias. Hoy tomo tu post como meditación ya que, los consagrados: sacerdotes, religiosos, monjes y monjas estamos casados con Dios y su Iglesia; así que me has recordado en estos momentos a estar a "las duras y a las maduras". No es fácil, es muy duro porque como bien dices, es cruz..., pero cómo te vas a enfadar con quién tanto te ama y a quién amas. Pues eso, pelillos a la mar y a tirar para adelante con la cruz que nos toca, porque es la Cruz de nuestra salvación y del amor maduro y verdadero. Un amor para siempre.
22/07/21 12:38 PM
  
África Marteache
Hombre, veritas, te aseguro que hay mujeres ante las cuales el membrillo parece blando y hombres ante las cuales las cerezas parecen duras. Es cuestión de carácter más que de sexo.
22/07/21 1:16 PM
  
JUAN NADIE
Otro artículo para releer despacio.
A quien le interesen estos temas puede seguir la pagina web Proyectoamor conuygal.es
creo que diariamente comentan el evangelio para matrimonios ahondando en estas cuestiones que expone el Blogger.

Yo diria que la vida de cualquier católico, se case o no es cruz, porque cada uno tendremos la nuestra, y aunque no estemos casados tenemos que llenar nuestra vida de Dios, porque si no enseguida la llenamos de nosotros mismos o de cualquier otra estupidez normalmente pecaminosa. Y eso supone mortificación entre otras cosas. Lo que ocurre es que de casado al convivir con otro yo en el que tenemos que integrarnos y amar como se ama La Santísima Trinidad entre Si, pues es una oportunidad de mortificación inmediata y permanente.
22/07/21 1:20 PM
  
Fulgencio
Justo esta tarde tengo un encuentro con una pareja de novios para preparar la boda de su matrimonio que dentro de pocos días celebraremos, Dios mediante. Divina Providencia, don Bruno, Divina Providencia que me ha dado este hermoso e inspirado artículo. Ahora entiendo mejor aquello de Jesús de seguirle cargando con la propia cruz, de ser uncidos a su yugo o de dar la vida que no es otra cosa sino amar como él nos amó. El que quiera seguirme que cargue con su cruz y me siga. O parafraseando la frase: el que quiera seguirme en la vocación del matrimonio que cargue con su cónyuge y me siga. Gracias, don Bruno.
22/07/21 2:07 PM
  
Francisco de México
“el matrimonio es un perpetuo ejercicio de mortificación”

Absolutamente de acuerdo. De hecho, etimológicamente hablando la palabra cónyuge significa "unidos por un yugo" y es una visión precristiana.

Así que como cristianos pudiéramos que el matrimonio es algo así como una misma cruz para la pareja. .

22/07/21 2:14 PM
  
Miriam de Argentina
Muy buen artículo, como siempre! Recuerdo haber leído por ahí que Santa Teresa de Avila había motivado a una chica de su entorno a entrar en el convento porque era muy frágil y consideró que no podría soportar las grandes exigencias del matrimonio. Después de 28 años de casados creo que el matrimonio es una gran escuela de virtudes si se las aprovecha con sentido sobrenatural los sufrimientos y mortificaciones. Gracias Bruno por tus post siempre tan sencillos, profundos, simpáticos, católicos. Dios te recompense
22/07/21 2:55 PM
  
Miriam de Argentina
Cómo diría el p. Horacio Bojorge: Hollywood pudrió la idea de matrimonio. Y muchas veces alimentamos a nuestros hijos con esas películas o no los ponemos en guardia ante ellas. Hay que salirse de "ambiente" y hablar con nuestros hijos de ésto.
22/07/21 3:00 PM
  
África Marteache
El matrimonio es mortificación porque se trata de dos personas unidas en un solo destino, pero, en realidad, cualquier vida compartida es mortificación. Por ejemplo, los hijos que adultos cuidan de sus padres también se mortifican y se mortificarán todos aquellos a los que les toque convivir sea en un monasterio o sea con cualquier persona, sea hermano o hermana. Lo que queda es la soledad, que no es mortificación, pero que solo la soportan los escandinavos vaya usted a saber con que consecuencias. En realidad la sociedad actual impulsa ese modo de vida porque, aunque parezca mentira, vuelve a las personas más moldeables por instituciones o por el mismo estado.
Solo las relaciones con compromiso, y el matrimonio por ser un sacramento genera más compromiso que cualquier otro estado, indican convivencia, las esporádicas no. Es tontería decir que alguien es sociable por el hecho de que trabaje con otros, puede que eso indique que no tiene ninguno de esos síndromes sonoros de hoy en día, pero nada más. El trabajo pudo generar en otros tiempos un deber para con otras personas, como el caso de los pescadores o los marinos que dependían los unos de los otros, pero hoy en día hasta los trabajos son para individuos dentro de colectivos que no generan deber.
Algunas sociedades, como los prusianos o los japoneses (me refiero al Bushido) implicaban también sacrificio por los demás o compromiso hacia otros, pero hoy en día eso ya no existe.
En otros tiempos el sacrificio por los demás era fomentado tanto por la familia como por el estado, actualmente lo que se fomenta es un tipo de libertad que excluye a los otros y, naturalmente, el matrimonio es el último enemigo a abatir.
22/07/21 3:12 PM
  
Carsten Peter Thiede
La vida religiosa es igual en ese sentido. Con la diferencia de que uno no se acuesta con sus cohermanos (se supone)
22/07/21 4:41 PM
  
Feri del Carpio Marek
«Nadie les advierte de lo que realmente es el matrimonio, de modo que van a casarse como los paganos, sin tener ni idea de qué es lo que están haciendo ni de qué conlleva esa vocación que han recibido.»

Esto hace que una proporción altísima de matrimonios son nulos. Hay muchos pastores de la Iglesia que lo dicen, pero parecen constatarlo sin verse también responsables de tanto sacrilegio contra ese santo sacramento, y de tantas parejas que al estar conviviendo en un matrimonio nulo, están fornicando. A propósito, me gustaría saber qué pasa si una pareja se casó sin el conocimiento de lo que estaban haciendo, y por tanto el sacramento fue nulo, pero con los años fueron cobrando consciencia y ya desean vivir su unión plenamente a imagen de Cristo y su Iglesia, ¿deben volver a celebrar el matrimonio? ¿o automáticamente ya se "valida" ese matrimonio?

Bruno, también pienso que vendría bien que escribieras un artículo similar a este, pero sobre cómo debe ser el noviazgo cristiano. Me imagino que la idea de fondo es la misma: el noviazgo solo puede ser cristiano cuando se abraza la cruz, pero habrán unos matices que le son propios a esa etapa particular, que tal vez muchos lectores ignoramos.
22/07/21 4:47 PM
  
Feri del Carpio Marek
Qué buena esta frase de Anacoreta:

«pero cómo te vas a enfadar con quién tanto te ama y a quién amas.»

Es tan sencillo lo que dice que tal vez precisamente por eso no lo había pensado antes, pero es tan cierto, y tan útil pensarlo; cuántas veces uno comienza a crear la mala costumbre de enfadarse con quien tanto nos ama y a quien amamos.
22/07/21 4:51 PM
  
Roberto
Es cierto que la vida matrimonial tiene una dimensión de cruz; la rutina de los años, las manías y defectos de todos que ya afloran al poco tiempo de casarse, crisis, tentaciones.......lo que ocurre es que de novios apenas hablamos de estas cosa; craso error, como también hablamos poco de una auténtica espiritualidad matrimonial que no se improvisa en la información de unos cursillos prematrimoniales, buenos, pero entiendo que insuficientes.
La entrega total exige, sí o sí, un grado de mortificación, decir no a tu "yo", en favor de un sí a un "tú", con el cual te has comprometido para siempre.

De todas maneras, querría indicar algo; si la gente se tomara muy en serio lo que supone el matrimonio (con sus cruces y mortificaciones), quizá habría menos bodas.
22/07/21 4:54 PM
  
Feri del Carpio Marek
Por cierto, tengo un amigo sacerdote, carmelita calzado, que en los matrimonios que celebra suele decirles a los novios: Juan (digamos que sea el nombre del novio), María (nombre de la novia) será tu cruz; María, Juan será tu cruz.

Yo sonrío cuando le escucho decir eso, y me pregunto si los novios, y muchos de los presentes están entendiendo de lo que está hablando el padre.
22/07/21 4:56 PM
  
Tulkas
Eso del adulterio era una heroicidad de las de antes. Ahora te pagas una buena nulidad y listo.

Pasas hasta los escrutinios, ya estés folgando con una que no es tu legítima.

El adulterio de verdad supone un riesgo, el adulterio de ahora, bajo Francisco, normalizado con “Mitis Dominus Iesus” y “Amoris laetitia” no es ni placentero.


Es imposible que unos católicos con Fe suficiente para plantearse que su matrimonio sea nulo, vivan en un matrimonio nulo.
22/07/21 5:00 PM
  
Feri del Carpio Marek
África, a menudo me cuesta seguir tu impetuosa producción de comentarios, pero de vez en cuando me leo alguno y me encuentro cosas interesantes como esta

"hoy en día esas virtudes no sirven de nada si los defectos no desaparecen y no suelen hacerlo porque son propios del temperamento de una persona."

No se puede dejar de percibir un gustillo chestertoniano, aquello de que en el mundo moderno, en vías de apostasía, no es que se hayan perdido las virtudes, sino que se han vuelto locas. Inclusive muchos de los que nos tomamos en serio la santa religión (o al menos pretendemos hacerlo), ya no sabemos cómo crecer en las virtudes, sin que "se vuelvan locas". En ese sentido creo que alguien que ayuda a poner cordura en las virtudes es San Benito, con su Regla.

Precisamente son las virtudes bien cimentadas en la Roca de la gracia, y no en las arenas del voluntarismo, las que ayudan a sobreponer un caracter forjado sobre los excesos del temperamento. Qué mejor que el del "dulce doctor" de Sales, que eea de temperamento colérico (quería moler a palos a los herejes calvinistas), y supo ser dócil a la gracia al punto de lograr un corazón manso y humilde como el de Cristo.

Ay Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí pecador.
22/07/21 5:59 PM
  
Feri del Carpio Marek
África, me hizo mucha gracia este ejemplo

"el intimista que habla en susurros puede compartir su vida con un sordo que, cada vez que habla, se entera toda la vecindad"

Tal vez porque se aplica en cierta forma a mi situación.
22/07/21 6:02 PM
  
África Marteache
Las virtudes auténticas siguen siendo cuerdas, las que están locas son las pseudo virtudes llamadas "valores". Ya en tiempos de Chesterton, después de la IGM, empezó esa tendencia.
22/07/21 7:07 PM
  
Mariana M
Es de los temas que más hay que evangelizar. Para que la gente no viva amancebada. (Al pan, pan y al vino, vino). Eso solo es abismo, vacio y precipicio.
El cristiano tiene la posibilidad de elegir o la vida consagrada o el matrimonio. Hay personas que sólo buscan la vida del mundo, de la moda, y fracasan hasta que quizá se den cuenta de que Dios quiere otra cosa. Pero para alguien alejado, esto es una burla o inentendible.
22/07/21 8:36 PM
  
Bruno
África:

"en realidad, cualquier vida compartida es mortificación"

Decía San Juan Berchmans: vita communis, maxima poenitentia; la vida en común es la mayor penitencia.
22/07/21 9:54 PM
  
rocamador
En el cine clásico de Hollywood (años 30-50), aún se detecta una línea que considera el matrimonio como un bien, y, ante una ruptura, la trama da vueltas vertiginosas (screwball) hasta la reconciliación. Suelen ser comedias, como La pícara puritana, Luna Nueva, Historias de Filadelfia, Mi mujer favorita. Hoy todo ese cine ha desaparecido.
22/07/21 10:11 PM
  
carlos
Querido Bruno, te he enviado un correo electrónico que incluye un enlace a un escrito mío acerca del matrimonio que creo te gustará. Ve allí, y si lo deseas, bien puedes compartirlo. Con un gran abrazo en Cristo, carlos
22/07/21 10:48 PM
  
Jorge Cantu
Juan Mariner:

"Tengo vecinos que no debe pisar una iglesia desde hace decenios, aparte de bodas y entierros, y encajan perfectamente en el concepto de "matrimonio católico", irreprochables moralmente, pero su práctica religiosa es casi cero."

Hermano: no te engañes, para ser realmente católico la "práctica religiosa" es algo esencial. Es como decir: "soy un estupendo bailarín, pero desde niño que no bailo ni me interesa el tema". Quizá este matrimonio que mencionas es un excelente y virtuoso matrimonio humanamente hablando, pero de cristiano y católico habrá que ver, si Dios no es tema ni de sus charlas y pensamientos ni de sus acciones y anhelos.
22/07/21 11:44 PM
  
África Marteache
Feri: No solo es Chesterton, también C.S. Lewis dio muchas vueltas a esta cuestión. El sacrificio tiene dos partes: una buena y otra mala. Lewis hablaba de la mujer sacrificada que no se daba un respiro convencida que su marido no podía vivir sin ella y que sus hijos se perderían sin remedio si no estaban bajo su vigilancia, cuando se murió el marido se arreglaba con una salchicha y unos guisantes de lata y yendo a comer al pub con los amigotes y los hijos encontraron un trabajo y cada uno siguió su vida sin volver la vista atrás. La señora era una pesada y sus cuidados no compensaban la lata que daba.
El sacrificio bueno, en cambio, es aquel que se hace sin sentirse imprescindible y sin que el otro lo note. Ser cristiano es muy difícil.
22/07/21 11:53 PM
  
Bruno
Aquí está el enlace del artículo mencionado por Carlos, en que relata un rato divertido que pasó en una boda, aprovechando todas las simetrías matemáticas que pudo encontrar para hablar de Dios y del matrimonio cristiano a los novios: La clave del matrimonio.

El que no ve a Dios en todas partes es corto de vista.
22/07/21 11:59 PM
  
Jorge Cantu
Tulkas:

"El adulterio de verdad supone un riesgo, el adulterio de ahora, bajo Francisco, normalizado con “Mitis Dominus Iesus” y “Amoris laetitia” no es ni placentero."

Sí, el 'pequeño riesgo' de perder y consumir tu vida en el castigo eterno.

"Es imposible que unos católicos con Fe suficiente para plantearse que su matrimonio sea nulo, vivan en un matrimonio nulo."

Algunas parejas no hacen sino resignarse a la situación provocada por ellos mismos, por ejemplo cuando se casan obligados moral y familiarmente ante el embarazo 'prematrimonial' de la novia. Muchos de ellos ni siquiera saben que existe algo llamado "nulidad" y hay otros que conociéndola abusan de la declaración de nulidad y la toman como pretexto para desbaratar un matrimonio quizá viciado de origen pero que con el tiempo se avino, normalizó y procreó varios hijos, pero como al maridito se le atravesó otra fémina camino al trabajo, ahora si se vuelve este 'bien canónico' y recurre a la 'providencial' nulidad. Casuística hay en muchos sentidos.
23/07/21 12:09 AM
  
África Marteache
¿Dónde está el enlace?
23/07/21 12:12 AM
  
Perplejo
Magnífico artículo, Bruno. Cuanto más fuertemente se abraza uno a la cruz que inevitablemenre surge en todo matrimonio, y se clava uno en ella renunciando a su yo, con todo lo que cuesta, es cuando más descubre la entera santidad que le regala Cristo en la vida en común que eligió libremente. Como dices muy bien, es una mortificacion que santifica la vida que eligimos y que ahora renovamos, en la esperanza de que nos lleve a Dios tomados de la mano de aquella que Él nos dio por compañera
.
23/07/21 12:25 AM
  
Bruno
África Marteache:

Pulsando el nombre del artículo. Aquí está otra vez: La clave del matrimonio.

Creo que voy a pedir que los enlaces se marquen de forma un poco más visible en todo el portal.
23/07/21 12:36 AM
  
Feri del Carpio Marek
Africa, copio aquí el párrafo de Chesterton al que aludí, muy jugoso:

“ La gente de hoy no es perversa; en cierto modo aun pudiera decirse que es demasiado buena. Está llena de absurdas virtudes supervivientes.

Cuando alguna teoría religiosa es sacudida como lo fue el Cristianismo con la Reforma, no solo los vicios quedan sueltos. Claro que los vicios quedan sueltos y vagan causando daños por todas partes, pero también quedan sueltas las virtudes, y estas vagan con mayor desorden y causan todavía mayores daños. Pudiéramos decir que el mundo moderno está lleno de viejas virtudes cristianas que se han vuelto locas. Y se han vuelto locas, porque fueron aisladas unas de otras y vagan por el mundo solitarias……..

Así que los humanistas se preocupan sólo de la caridad y su caridad resulta muchas veces falsa. Por ejemplo: el señor Blatchford ataca al cristianismo porque está loco por una virtud cristiana; la virtud de la caridad puramente mística. Tiene la extraña idea de que facilitará el perdón de los pecados, diciendo que no hay pecados que perdonar.

El señor Blatchford es no solamente uno de los primeros cristianos; es el único de los primeros cristianos que realmente mereció ser comido por los leones. Porque en su caso, la acusación pagana es verdadera: su misericordia significa anarquía. En realidad, por ser tan humano, es enemigo de la raza humana. “

Este párrafo ha sido sacado del capítulo III, del libro de ortodoxia.
23/07/21 12:59 AM
  
Luisfer
Observo que, a excepción lógicamente, de los sacerdotes, todos los que aquí vierten sus opiniones sobre el artículo de Bruno han tenido suerte con sus parejas y con sus matrimonios.
Es digno de envidia sana, pero se dejan muchos parámetros. Por desgracia, en muchísimas ocasiones por mucha voluntad que una de las partes ponga, la otra no transige. Puedes ser muy católico, pero si el otro cónyuge falla o no está por la labor, la cosa no funciona.
Desgraciadamente, las variables son muchas y es muy difícil controlarlas todas.
Es bonito y deseable lo que se dice en el artículo y en alguno de los comentarios. Sin embargo, opinar desde una situación estable o al menos consolidada, no ofrece sino soluciones de larga distancia. Es como hablar de solucionar el hambre de un país africano charlando en una cena bien surtida en Europa.
Ojalá siempre fuera maravilloso. A veces no es así. Y ni catequistas sacerdotes ni nadie lo puede arreglar, simplemente porque una de las partes no quiere.
Es por ello que, valoren sus matrimonios duraderos tanto como su salud. Es una gracia que se valora de verdad cuando se pierde. No esperen tanto. Háganlo antes y sean conscientes cada día de la suerte que tienen a pesar de la "mortificación" diaria.

23/07/21 2:25 AM
  
África Marteache
Chesterton veía las consecuencias de los cambios con claridad de profeta, de ahí el asunto de las virtudes. En realidad las virtudes como tales no se conocen ya, pero si su lado peor. Todas las virtudes son factibles de ser caricaturizadas y que demos por bueno su sucedáneo. Los ilustrados cargaron contra la Caridad y la convirtieron en ancilla de la solidaridad; cambiaron la misericordia por altruismo, insinuaron que la fortaleza era fanatismo y la templanza mojigatería y la prudencia, ¡cómo no! cobardía.
Podríamos decir que hoy el modelo a seguir para un católico es Erasmo de Rotterdam y sus continuos cambios de residencia huyendo de la Reforma y la Contrarreforma y no Tomás Moro al que su decisión final le convierte en una suerte de fanático integrista.
Una virtud solo tiene una finalidad, que es el Bien, pero el Bien visto desde los ojos de Dios, no de los hombres.
Una sociedad depravada suele estar llena de puritanos que miran con malos ojos a los que fuman, los que comen carne y los que no cambian a Dios por los pobres y tiene la tendencia de cargar al individuo con males supraindividuales que, por serlo, jamás podrá combatir mientras les libra de sus propios pecados que sí podría evitar.
Ahora todos se tienen que hacer cargo de todo, al hombre que no nació machista le cargan con esa cruz colectiva; al que nunca se planteó el racismo le hacen lo mismo; al que fue justo con los demás le echan encima a los pobres y al pastor que nunca contaminó un río le hacen copartícipe de los desastres de la industrialización y el asunto de Chernóbil pero, en cambio, les libran a todos de sus propios pecados.
Las izquierdas, que son teóricas, y eso viene de los tiempos de Comte, no pueden tener virtudes lo que tienen son consignas y hay que tener en cuenta que la moral dominante es de izquierdas.
23/07/21 8:31 AM
  
África Marteache
Luisfer: Yo no me he casado, así que no tengo experiencia propia, pero te aseguro que soy testigo de la lucha y el sacrificio de alguien que está consiguiendo sacar adelante a su familia con un cónyuge que se empeñó en destrozarla. No pudo evitar que el cónyuge se separara, tiene que maniobrar a distancia pero, aún así, genera estrategias de ayuda que mantienen a la familia unida a pesar de todo. Eso aumenta un sacrificio sin compensación alguna pero su idea de matrimonio como indisoluble le hace trabajar en la reconstrucción con una paciencia y constancia (dos virtudes muy útiles) dignas de loa. Pero es el caso más heroico que conozco.
23/07/21 8:41 AM
  
África Marteache
Según Alasdair McIntyre en su famoso libro "Tras la virtud" la que mejor reflejó las virtudes domésticas fue Jane Austen cuyas novelas están plagadas de virtuosas, pero también virtuosos. ¿Y qué tipo de personas son esas?
1) La joven cuyos padres son unos ignorantes metepatas y no se avergüenza de ellos.
2) La que está dispuesta a anonadarse para que su hermana, locamente enamorada, se case con el que ella quiere.
3) El que en la sombra consigue que el sinvergüenza deje en paz a la incauta.
4) La que no está dispuesta a vender su virtud.
5) Los que se pasan la vida arreglando la estupidez de su cónyuge para que no se note tanto.
6) Las que se sacrifican por sus hermanos o hermanas, padres y demás parientes.
Y un largo etcétera. En realidad son virtudes para el lector de la novela, pero en el plano de la realidad solo los más perspicaces se darían cuenta, lo que indica claramente que son identificables como prudencia, constancia, paciencia, dignidad y otras y que solo aquellos que tienen in mente esas virtudes pueden captarlas.
Yo le debo a mi familia el rastreo de las virtudes domésticas y no domésticas, no por su definición, sino por los adjetivos calificativos que utilizaban para las personas del entorno. Las calificaban de cabales, justos, piadosos, sacrificados, modestos...y de ahí a llegar a la virtud que define esos comportamientos no hay más que un paso.
23/07/21 9:11 AM
  
Juan Manuel
Este articulo no hace sino reflejar la belleza del matrimonio tal y como Dios lo penso desde el inicio. Tal y como nos desvela el Espiritu Santo a traves de San Juan Pablo II, en BBC sus catequesis del amor humano. No solo nos muestra la dinamica del don ( entrega de uno mismo y la acogida del otro en lo que es ,como nuestra ayuda adecuada con sus dones y pecados)., sino tanbien porque nos cuesta tanto vivirlo,( por la dureza de nuestro corazon). Quien quiera profundizar mas lo invito a mirar el proyecto de la virgen Www.proyectoamorconyugal.es
23/07/21 10:04 AM
  
JUAN NADIE
LUISFER
Es que hay una falsedad comunmente aceptada, la de que dos no pelean si uno no quiere.
Eso es mentira, como uno quiera hay pelea seguro y si es una entonces estas muerto.
Lo que sucede en realidad es que dos no estan junto si uno no quiere, y da igual lo católico que seas o lo virtuoso que seas.
Pero me temo que la mayoría de los divorcios son por la insoportable frivolidad actual que muestra el Blogger. La gente va al matrimonio porque se hace en las películas, aunque lleve varios años viviendo juntos, y ese día todo tiene que ser perfecto, eso si sabiendo que es mas facil divorciarte que cambiarte de compañía de telefonos y que lo importante es estar bien.
Es curioso pero el matrimonio civil es un contrato que no vale ni el papel en el que esta escrito. Si tu te das de baja de tu compañia telefonica o electrica puedes tener clausulas de rescisión, en las que tienes que pagar.
En el matrimonio se prometen cosas que de antemano se sabe que son un brindis al sol. Me refiero a muchos casos no a un catolico convencido.
Es que si firmas un contrato de arras para comprar una casa y renuncias tienes mas penalización que si te divorcias y no trabajas.
23/07/21 1:40 PM
  
Scintilla
Exacto, doña África. Es lo que pensé cuando leí el titular de Bruno: en realidad, la familia es en sí misma una escuela de virtud y, por lo tanto, de mortificación. Que empieza, desde luego, por los esposos, y desde ellos irradia la luz que impregna al resto, les da figura en el mundo. Yo soy figura, en este sentido, de mis padres.
23/07/21 4:34 PM
  
Tulkas
Yo creo que es un poco más complejo. Un matrimonio puede ser una cruz pero tsmbién puede ser un infierno.
El límite entre uno y otro yo opino que está en:

1-cuando uno o los dejan de cumplir los votos (cumplir los votos requiere negación de sí mismo, pero entra dentro de lo “fácil”)

2-cuando uno de los dos, o ambos, som ocasión habitual de pecado para el otro.

Hay muchas formas de ser infiel, y algunas peores que el adulterio. Por ejemplo, y por citar frecuentes: cuando una de las partes se niega a tener (más) hijos, cuando una de las partes no ha abandonado a su padre y a su madre (¡cuántas rupturas por aquí, verdad!), cuando una de las partes abandona al cónyuge por los hijos (mucho, mucho de esto también), cuando no se fían el uno del otro.
23/07/21 5:21 PM
  
Tulkas
Luisfer:

No hace haber pasado por una crisis matrimonial grave personalmente, porque, al fin, ¿quién no tiene un familiar, amigo, que ha acabado en separación y divorcio y es consciente de que Bruno está simplificando al extremo?

Cuando el cónyuge se niega a vivir como tal (y no sólo en lo carnal, sino en cosas MÁS importantes) y es ocasión de pecado frecuente, no hay mortificación que valga.

Para que haya mortificación y entrega tiene que haber, de facto, algo de matfimonio aún, pero es que hay muchod casos en los que no queda ni un atisbo; situaciones en las que ya quisieran poder mortificarse.
23/07/21 5:26 PM
  
África Marteache
Scintilla: La familia enseña con el ejemplo, con su particular modo de hablar y con su visión del mundo que, además, es constatable. Yo he sido profesora pero la mayoría de mis alumnos solo tienen mi palabra de que soy coherente, en cambio saben si sus padres lo son. Nadie ha influido más en mí que mi familia, el horror de mi padre a la hibris, por ejemplo, ha impedido que me captara ninguna secta o que la política invadiera terrenos que no son suyos en mi mente. Él sabía captar cuando algo se salía de su cauce natural e incluso, tan aficionado como fue al fútbol, dejó de interesarle en cuanto dejó de ser un deporte: "Ya no me interesa, es invasivo", dijo, y explicó por qué.
23/07/21 5:58 PM
  
Bruno
Tulkas:

"Para que haya mortificación y entrega tiene que haber, de facto, algo de matfimonio aún, pero es que hay muchod casos en los que no queda ni un atisbo; situaciones en las que ya quisieran poder mortificarse"

Hasta donde puedo ver, eso es falso y contrario a la fe católica. El matrimonio persiste hasta la muerte de uno de los esposos.

"Yo creo que es un poco más complejo. Un matrimonio puede ser una cruz pero tsmbién puede ser un infierno"

De nuevo falso y contrario a la fe católica. El infierno se caracteriza por la ausencia de esperanza. Visto con los ojos de Dios, todo sufrimiento en esta vida es una cruz y no un infierno.
23/07/21 6:31 PM
  
Miguel
Tenemos mi esposa y yo 42 años de matrimonio y desde que profundizo en mi Fe, comprendí lo que significa dentro de la iglesia el “Sacramento del Matrimonio” y como es que lo contemplo como camino de santidad por tanto cada día vivimos, vemos el matrimonio como un peldaño hacia el encuentro del Señor y si, ciertamente muchos peldaños son difíciles y dolorosos, pero muchos también son dulces y agradables, pero al fin nuestra meta es el cielo y por su infinito valor que tiene llegar a la presencia del Señor, vale sufrirlo todo por alcanzar la
meta. Por tanto completamente de acuerdo con San Francisco de Sales que dice que el matrimonio es un perpetuo ejercicio de mortificación.
23/07/21 7:19 PM
  
África Marteache
Tulkas: Yo estoy con Bruno en que el matrimonio, sobre todo en ciertas situaciones, es una cruz, pero nunca un infierno. Además la palabra en todo caso sería purgatorio, pero infierno jamás.
En caso de matrimonio muy bien avenido, que también los hay, la cruz suele ser la viudedad porque, por una causa u otra, se sufre. Conozco casos de cruces de todas clases y una de ellas es la del cónyuge viudo de alguien que fue muy amado.
23/07/21 10:46 PM
  
Jackino
El matrimonio civil, el divorcio, el adulterio, la promiscuidad... estan de moda hoy en dia. Es lo que veo, lo que me cuentan y lo que sale por la tele. Esos matrimonios blanditos han dejado paso a los matrimonios civiles. Quizas porque no estan dispuestos a guardarse fidelidad para toda la vida.
24/07/21 10:56 AM
  
Pablo
Les garantizo de primera mano y por diálogo con los jóvenes que el común de la sociedad española actual ni se plantea el casarse tan siquiera por el juzgado.

Vivir en pareja es a lo más que aspiran y llegan. Algunos cuando tienen niños optan por el matrimonio civil; la mayoría no.

Con esto no quiero echar un jarro de agua fría sobre nadie, pero es que al leer con tranquilidad todos los comentarios tengo la sensación de que la desconexión entre católicos y resto de sociedad española es cada vez mayor y más profunda.

Cierto es que lo importante es la calidad y no la cantidad, pero dentro de España los católicos ya somos de facto una minoría que el resto de la sociedad mira como bichos raros en el mejor de los casos y como enemigos a eliminar en el peor.

Para mí, la única esperanza con los jóvenes es enseñarles a ser hombres y mujeres de verdad y sólo entonces proponerles El Evangelio.
24/07/21 12:45 PM
  
JUAN NADIE
TULKAS
No me parece que el Blogger simplifique, a mi me parece un post para guardar.
24/07/21 12:55 PM
  
África Marteache
Pablo: Eso ya lo sabemos, pero no estamos hablando de lo que hay sino de lo que significa el matrimonio, eso es como si me dices que la mayor parte de los jóvenes no creen en la Transustanciación y por eso no vamos a hablar de la Adoración del Santísimo. ¿De qué va a hablar una revista católica? ¿y cómo se enseña a alguien a ser hombre y mujer de verdad si no se sabe qué significa eso?
24/07/21 3:07 PM
  
África Marteache
Por otra parte ni antes ni ahora la Evangelización comienza por hacer a los paganos hombres y mujeres porque ya lo son. Si la situación actual es tan grave que hasta los paganos tenían mejor base yo no sabría por dónde empezar.
Todos tenemos contacto con jóvenes y ya vemos cómo son.
24/07/21 3:14 PM
  
Pablo
La cualidad esencial del ser humano que le distingue de los animales es su capacidad para razonar.

Para ser hombre o mujer hay que saber razonar.
24/07/21 3:21 PM
  
Scintilla
Vestigios de humanidad siempre hay, doña África. La dificultad está sobre todo, me parece, en que no hay un plan posible. Es tal el galimatías de creencias y suposiciones que corren, que cada pagano es un mundo. Y a cada uno hay que entrarle de una manera: si ya creen que hay algo así como Dios, enseñarle que es personal y que se encarnó; al ateo de fuertes principios morales (que los hay), empezar por Cristo directamente como encarnación de esos principios...
De todas maneras, que cada uno es un mundo es casi lo mismo, le diría, que los católicos catequizados en los últimos 50 años, aunque en un sentido distinto: estos últimos están convencidos de que saben la verdad, mientras que los otros buscan o están dispuestos a discutir (cada vez menos) sobre estos temas. Veo más fácil todavía enseñar a un pagano las verdades de la fe desde su multitud de creencias, que a un católico revenido convencido que lo de la confesión está superado y que la mortificación de los sentidos y afectos repugna al nombre de cristiano -visceralmente, además. Nuestros paganos y nuestros cristianos son, a veces lo pienso, los paganos y los judíos del tiempo de los apóstoles, tan perdida anda ahora la Verdad, como dice.
25/07/21 8:27 AM
  
Bartimeo
He leído varias veces el artículo de D. Bruno y los sabios comentarios de los lectores.
“el matrimonio es un perpetuo ejercicio de mortificación”
¿y qué relación humana no lo es? Pienso en el trabajo, los vecinos, los compañeros del gimnasio...
Creo que una de las cosas que sucede es que ante los problemas de convivencia en la pareja se ofrece la salida fácil de la ruptura.
Por experiencias que conozco puedo asegurar que hay gente que rompe su matrimonio pensando que así soluciona sus problemas y luego se dan cuenta de que los problemas que tienen que afrontar son todavía peores; que los que no quisieron "firmar papeles para amar" y mucho menos quisieron contar con Dios y formalizar su relación ante la Iglesia, cuando rompen la relación terminan firmando todo tipo de documentos ante un juez que se convierte en el árbitro de la pareja para los asuntos más cotidianos (sobre todo cuando hay hijos). Ellos también sufren pero su dolor frecuentemente es infecundo y destructivo.
Con otras relaciones humanas no actuamos así en caso de conflicto: es difícil abandonar el trabajo por rechazo a tus compañeros o a tu jefe; cambiar de vivienda por un vecino insoportable... y sin salir del ámbito familiar, qué no hacemos por un hijo rebelde.
Creo que es san F. de Sales el que da unos consejos para la vida espiritual sobre cómo manejar las tentaciones que entre otros tiene algo parecido a este: imaginar las situaciones en las que uno suele perder la paciencia (una entrevista con una persona desagradable que nos hace perder la paciencia y desata nuestra ira, p. e.) para mentalizarse y saber mantener la calma.
Creo que el ejemplo puede valer para ilustrar que con entrenamiento (un poco de astucia espiritual) podemos manejar mejor las situaciones conflictivas.
Muchas de las desavenencias en el matrimonio (pero también en la vida religiosa y sacerdotal que tienen una clara dimensión relacional) se deben a problemas de comunicación que se pueden superar con buena voluntad de los cónyuges.
Tú puedes ser más feliz en tu matrimonio
El mejor regalo que les puedes hacer a tus hijos: unos padres que se quieran.
Conozco ENCUENTRO MATRIMONIAL - tiene página web - y puedo asegurar que la mejora en el diálogo entre la pareja es posible. A veces fracasamos o llevamos una vida de relación mortecina porque no dominamos algunos resortes de la comunicación.
Dios actúa en nuestro matrimonio a través de nuestro cónyuge y nuestra decisión de amar al otro tal como es y en cualquier circunstancia (la caridad es oblativa) es posible y además es fuente de felicidad.

Aprovecho, D. Bruno, hombre casado y padre de familia, para invitarle a que haga con su esposa un Fin de Semana de Encuentro Matrimonial. Le aseguro que no de dejará indiferente.
AMDG
25/07/21 4:27 PM
  
África Marteache
No estoy muy segura de que los paganos actuales sean los que se encontraron los apóstoles y los primeros cristianos. Ciertamente los había de la Secta del Perro que estaban muy maleados, pero los paganos clásicos tenían virtudes clásicas, que no serían cristianas pero eran virtudes. La crítica destructiva no estaba introducida entre ellos de manera que resultaban accesibles, la soberbia no les impedía escuchar y rendían culto a sus antepasados, no los habían reducido a la nada. En general el estudio de los misioneros en América (en otras partes no lo he estudiado) rebela que asentaban la doctrina sobre aquello que ya tenían y es un prodigio de la antropología cómo lo consiguieron. El dominico Bartolomé de las Casas, como un tremendo oxímoron, desconfiaba terriblemente de los indios por eso pretendía protegerlos esperando que en el transcurso de 20 generaciones, o más si se necesitaba, entendieran algo, pero los franciscanos se dieron cuenta que había que echar abajo lo que entendían mal pero tenían cosas aprovechables. Y lo cierto es que en esa zona de México Central los descendientes de esos indios protagonizaron la Cristiada, cosa que de Las Casas no habría conseguido nunca. Un indio tlaxcalteca, por poner un ejemplo, entendía que dar la palabra tenía algo de sagrado, que la fidelidad es una virtud, que el valor también lo es y sabía morir si era necesario. No es poco. Hoy en día no se encuentra gente así.
25/07/21 4:37 PM
  
Bartimeo
Hace tiempo tengo la idea de proponerle un tema para un artículo:
¿Cuánto vale la palabra de un cristiano?

Creo que no somos conscientes de que la Iglesia actúa en muchos casos basándose en nuestra palabra: promesas matrimoniales; votos religiosos o promesas de los ordenados sacerdotes...
El sacerdote perdona los pecados de que nos acusamos...
Contestamos "amén" cuando al comulgar es sacerdote nos recuerda "el cuerpo de Cristo"...
Hacemos profesión de fe; los párrocos, obispos... hacen juramentos sobre sus obligaciones etc.
¿Cómo puede ser que, p. e., un niño se acerque a la catequesis de primera comunión sin saber rezar? ¿Cómo que haya quien comulgue sin importarle el estado de su alma? Párrocos que desatienden el confesonario. Sacerdotes, obispos... que predican cosas contrarias a la fe y a la moral de la Iglesia.
Podemos engañar a otros, no sé si terminamos engañándonos a nosotros mismos pero estoy seguro de que no podemos engañar a Dios, N. S.
No quiero cansarle más. Ahí le dejo esos retazos por si le sirven.
Pienso que el gran desconcierto (apostasía) que vivimos, tanto como pueblo de Dios como entre muchos de nuestros pastores tiene que ver con la ligereza y el poco valor que le damos a nuestra palabra.

AMDG
25/07/21 4:45 PM
  
Scintilla
Por eso le decía lo de "vestigios de humanidad", doña África. No se puede equiparar lo de hoy a lo de aquel ayer, y ya lo hemos hablado otras veces, porque lo de hoy es efecto de la descristianización, que es mucho más brutal para la naturaleza humana. Salvo en casos como los que relata el padre Federico. Pero Dios nos ha puesto en este mundo y no en aquel y con eso hay que contar. Lo que venía a decirle es que la evangelización exige mucho más trabajo, mucha más escucha del otro, porque sólo así puedes colar (y no siempre ni fácilmente) la Verdad de Cristo. Hay que salvar el salto de lo que ha supuesto ese desgarro. Que en su inmensidad sólo puede salvar Dios mismo. Pero uno debe andar listo, aprovechar la gracia, para servir de canal para que la semilla llegue, si tiene que hacerlo.
25/07/21 5:47 PM
  
claudio
Estimado Bruno, es cierto lo que dices, la frase hace reír (Cartas Espirituales...a una Señora Doncella Epístola VII).
De alguna forma coincide con Cor. 4 "Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor".
En mi país se aconseja "ser más que mansos".
Por otra parte consultado Monseñor Casalotodo sobre lo dicho por Francisco (de Sales) -sobre el matrimonio mortificante- que hay que preguntarse el matrimonio de quién ? y ahí te quiero ver torero.
Advierte Monseñor que se ha generalizado tan vertiginosamente esa afirmación sobre el matrimonio como mortificación que hasta San Antonio de Padua tiene que realizar enormes esfuerzos para conseguir los novios que le piden....
Saludos cordiales.
25/07/21 7:49 PM
  
GGF
Muy buenas reflexiones. Sin embargo, hay mucho de Cruz en tu artículo y poco de la Transfiguración que supone también la unión en Cristo bajo el sacramento del matrimonio; esto es también lo apetecible en orden natural y en el de la Gracia. Espero esa segunda parte!!!!
26/07/21 1:01 AM
  
África Marteache
Scintilla: El tipo de evangelización que yo hago entre los jóvenes de mi familia es tan sutil que parece que no es nada, casi siempre consiste en que sepan que soy católica practicante y en no mostrar incoherencias en mi conducta. La puñetera psicología es mi enemiga porque actualmente es la que lo explica todo y con atribuirme "buena pasta natural" el cristianismo no lo ven. La buena pasta natural no existe, como sabemos los cristianos porque todos somos pecadores, pero, como ellos no tienen ese concepto piensan que unas personas son maléficas (las famosas personas tóxicas) y otras benéficas por razones inescrutables. El problema del mal no es un problema, según ellos, porque hay una serie de distopias (palabra muy moderna) que afectan a todas las personas en todas partes, ahora el problema es el bien que no saben cómo se produce, ni ellos ni los psicólogos. Acaban por decir que lo mismo que un hedonista disfruta de una manera la Madre Teresa de Calcuta disfrutaba cuidando enfermos terminales, teoría que no se sostiene pero, como no tienen otra, es la que manejan. Lo que si hacen es mostrar, al menos, cierta extrañeza y convenir en que las personas como yo, es decir cristianas, son de la Virgen Desatanudos, es decir no
crean problemas sino que los deshacen (y no pueden obviar que su abuela, es decir mi madre, hacía lo mismo). Al menos eso le trae un tanto mosca a una de mis sobrinas: aparezco cuando ellas quieren, casi siempre en función de servicio, y desaparezco cuando no soy necesaria, sin mostrar ningún protagonismo. Siguiendo a la Virgen María, que es mi modelo, el protagonismo me produce horror así que en una reunión nunca pretendo que se fijen en mi, voy o o voy, hago esto o lo otro según necesidades ajenas como si yo no tuviera ninguna. Y me he dado cuenta que, a medida que pasan los años, eso empieza a calarles. Dios quiera que sea instrumento del Espíritu Santo y que se den cuenta que detrás de esto no hay más Persona que Jesucristo y la Theotokos, no la buena disposición natural de una persona pecadora que, por serlo, solo consigue llegar al Bien a través de los Dones concedidos por el Espíritu Santo y no por disposición natural. Con esto no se acaba la cuestión porque todos sabemos que caemos una y otra vez, pero ellas miden las cosas según les afecta y en ese sentido no ven mis muchos fallos en otras cuestiones sino solo mi conducta familiar.
26/07/21 9:26 AM
  
Scintilla
Es que de eso le hablaba, África: con sus sobrinas, bautizadas, tiene que mostrarles lo que es ser cristianas. Porque ve que el interés por la doctrina puede venir detrás. Y está en un ámbito, el doméstico, en el que ese trato puede ser contino. Algo así me pasa con otros familiares. Pero no es aplicable a una familia desestructurada que viene del este de Europa sin creencias a cuya jefa de familia ves de uvas a peras, un pintor ateo de origen judío que sólo llama cuando se le rompe algo o un amigo al que los curas, a lo largo de los años, han hecho las suficientes marranadas para que no quiera volver a pisar una iglesia. Ni él ni su familia.
26/07/21 9:54 AM
  
África Marteache
La lucha nuestra por no desestructurar la familia ha sido titánica y en eso hemos trabajado tanto mi hermano como yo por seguimiento del modelo familiar. Mis sobrinas nunca han querido entrar en ello, se escurren pero, por alguna razón que no saben explicar, creían que mi madre tenía una conexión especial con Dios y la Santísima Virgen, cosa que a ella le molestaba bastante y siempre les decía que lo intentaran ellas, que oraran, que ellas les enseñaría a hacerlo, pero no querían. En su mente, extrañamente deformada, daban por sentado que ese Dios al que ellas no hacían caso, tenía sus elegidos y su abuela era una de ellos. Mucha gente lo debía de creer porque mi madre tenía constantes peticiones de oración por parte de muchas personas, el Espíritu Santo le dio el Don del Consejo, que a mi me falta, y por ese medio ayudó a mucha gente. En el reverso de su última fotografía mi hermano escribió: "La piedra", en un homenaje a alguien que no perteneció a la sociedad líquida. Murió en el 2013 a salvo de todas las vicisitudes que pasa la Iglesia porque yo se las oculté, de modo que para ella que existan dos tipos de católicos es un imposible metafísico. Era inteligente de modo que no se podía cortar la cabeza sino solo quitarse el sombrero, por lo tanto no me pareció conveniente que a su solidez se le añadieran problemas. Por otra parte los mismos sacerdotes que iban a confesarla admitían que su fe era tal que, probablemente, la envidiaran porque el párroco me dijo cuando murió: "Tu madre era una santa", a lo que yo le contesté: "Nadie es profeta en su tierra y yo vivía con ella", desde tan cerca se perciben las virtudes pero no la santidad. De hecho ella se veía como una pecadora y me confesó que, debido a sus pecados (cosa que mi hermano negó siempre porque él también resultó afectado por el mundo) sus vestidos no estaban impolutos y tenía muchas adherencias, sobre todo pecados de omisión, razón por la cual se veía en el Purgatorio y por eso rezo todos los días por ella, pero jamás a ella, como hacen algunos llamados cristianos que veneran a sus antepasados. No sé dónde está, solo sé que después de morir averigüe que yo amaba más a Dios que a ella, y que aunque convivimos durante 69 años, era una criatura de Dios y eso me consoló tanto que los que creyeron que iba a caer en depresión, tan listos como son, se quedaron chasqueados. Era Trinitaria y Mariana, por alguna razón le encantaba el Credo de Nicea porque definía a las Personas de la Trinidad Santísima, carente de supersticiones y milagrerías y se notaba que había sido educada por tomistas, aunque ella no lo supiera. Su padre, mi abuelo, era del mismo tipo. Eso lo deduje yo con el tiempo al ver el tipo de religiosidad que tenía.
26/07/21 10:50 AM
  
Scintilla
La leo a usted, doña África, y reconozco lo católico propio también de mi familia paterna. Esa misma solidez en la virtud, esa rara intimidad con las cosas de Dios, ese mismo sentido de lo sagrado y de la Iglesia, esa misma conciencia del pecado propio. Mi querida abuela, que Dios guarde en su gloria, vivió el CVII, vio las legiones de curas que se salieron, el cambio de la liturgia... jamás dijo una palabra. Y era generosa de una manera misteriosa: en su funeral acudió gente de la que nadie de la familia sabía a agradecerle esto o lo otro. Y usted quién es creo que era la pregunta que más se hizo en la familia. Y mi abuelo era todo circunspección. El día antes de confesar todos en la casa lo sabían. Se ensimismaba, se retiraba... Ya ves tú, un hombre que no dormía por los demás. Parecía un sentenciado a pena capital.
Y tampoco yo les rezo como si fueran santos.
Vaya hoy, en el día de los abuelos, este homenaje, con una oración. También a los otros, a los maternos, que los pobres perdieron a quienes les indicaran el camino.

Y en cuanto al post, hoy no hacía más que ver la diferencia que hay entre la mortificación del matrimonio y el de la familia o los otros casos que señalaba Bartimeo: en el matrimonio un amor venido de la nada por ese otro nos hace sufrir sus espinas y amolar las nuestras. Y es uno mismo el que tiene que tirar, con el otro delante como fuerza que impele, y la gracia de Dios como herramienta. En la familia hay aprendizaje, hay obediencias, diferencias de edad, experiencia y sabiduría, autoridad... son mediaciones que ayudan. En la vecindad, en el trabajo, en la sociedad en general, también hay leyes escritas y no escritas, en fin. Pero en el matrimonio, amiga, ahí vas a pecho descubierto. Y ahí se cuece todo lo demás.
26/07/21 11:35 AM
  
Pablo
El miedo a la soledad y a morir solo seguramente sea mucho más mortificante que cualquier situación que se dé en un matrimonio, incluso no cristiano.

A lo mejor este es un buen punto para ayudar a aquellos que dicen no querer ningún tipo de compromiso.
26/07/21 11:44 AM
  
África Marteache
Tampoco mi madre comentaba nada, Scintilla, y veía y oía más de lo que daba a entender, creo que aplicaba la oración de D. Dolindo Ruotolo: "¡Oh, Jesús, me abandono en ti, ocúpate tú de ello" sin saber quién fue D. Dolindo.
En cuanto al amor venido de la nada, mi madre tenía sobre su lecho una Cruz de Pentecostés que mandó bendecir porque mi padre se le declaró precisamente ese día y decía: "solo el Espíritu Santo pudo traer de tan lejos al único hombre que podía hacerme feliz". Bueno, el hombre que la hizo feliz sufrió una ruina total y una enfermedad que duró de 1981 a 1998, pero eso no impidió su felicidad que, según ella, era la causa de que solo se mereciera el purgatorio alguien que había sido querido por sus abuelos, sus padres, su marido y sus hijos. Tal acción de la Providencia Divina debía haber sido contestada de una manera más contundente que la que ella mostró, es decir con la santidad que no tenía, según sus palabras. También añadía que la visión de Dios no podía ser inmediata para alguien como ella, pobre mujer, porque eso es inefable, así que primero tenía que prepararse purgando sus pecados dando gracias a la Misericordia Divina por permitirle la Esperanza que en el Purgatorio hay, ya que, según decía, éste solo tiene una salida y es hacia arriba. Pedir la Salvación súbita para su persona le parecía un gesto de arrogancia por lo mucho que había recibido y lo poco que había dado.
26/07/21 1:06 PM
  
Luis Piqué Muñoz
El Fracaso del cada Vez más raro Matrimonio y de las uniones Civiles de Varón y Hembra o simplemente la mayoritaria Fornicación, es por la falta de Castidad y Autoridad. El Matrimonio, desde Siempre, se limita a la simple Fornicación, Coito animal, y la Castidad es Necesaria en el Matrimonio para elevarlo espiritualmente y convertirlo ¡Realmente! en Sacramento que tiene por Testigo, y lleva al dulce Jesús, Dios. La Castidad debe hacer raro o poco Frecuente el Acto de Amor Carnal y limitarlo a Contemplación y Caricias, con rara Culminación.
Respecto a la Autoridad, Padre y Madre la comparten frente a los Hijos, pero la Autoridad reside en el Hombre, el Paterfamilias, que debe seguir los sabios Consejos de su Esposa. El Hombre es Cabeza de la Mujer, dice San Pablo, que es voluntariamente sumisa por Amor, y éste la Ama con Pasión ¡la Pasión! ¡con el Amor del Espíritu Santo! ¡El Cuerpo de la Mujer, y del Hombre, es Templo del Espíritu Santo! ¡y está dispuesto a entregar su Vida por su Esposa!
En definitiva, Hoy falta la Pureza, Carnal de la Castidad, y Espiritual de la Autoridad del Hombre. El Matrimonio, cuando se acepta y Elige, es un Deber ¡Deber Sagrado ante Dios! y el Hombre y la Mujer aceptan, llevan ¡comparten! la Cruz. La Cruz, siempre Santa y Necesaria, lo Santifica todo ¡también el Matrimonio! La Cruz Espiritual, el Sufrimiento Espiritual, la lleva el Hombre hasta en el Cielo, donde si identifica con Dios, por la Existencia del Mal en el Mundo y el Infierno. No hay degradación, sufrimiento Físico, Triunfa la Felicidad celestial, Perfecta, Eterna, Omnipotente ¡pero el Hombre lleva la Cruz Espiritual Eternamente! ¡Y la Misa, Sacrificio No Cruento de Jesús en la Cruz por Amor, ¡también es Eterno! ¡Hasta que la Muerte os separe, en el Cielo puede haber un nuevo y distinto Matrimonio ¡también Eterno!
El Matrimonio, en General, no es Hoy posible en la Mujer moderna, pues ésta sólo Busca un Semental al que Montar y dominar, y cambiarlo por otro cuando se Harte. Y el Hombre moderno ¡masivamente afeminado! no Respeta a la Mujer ¡la Princesita! pues sólo Busca la Fornicación convirtiéndola ¡Ay! ¡con Perdón! ¡en una Vulgar P! (!?) ¡Ay! ¡Viva el Matrimonio! ¡Viva la Pureza! ¡Viva Dios!
06/08/21 1:35 PM

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