Pensamiento del día: tiempos recios

Y me atrevo a imaginar
que, por la gracia de Dios,
algunos de ellos, quizá,
serán lectores del blog.

Tenlo por seguro, Bruno,
que a pesar de esta calaña,
en el momento oportuno
renacerá nuestra España.

seamos santos.

Bruno soy Andrea la hermana de Cristina sobrina de washington de Ávila por favor si puedes comunicarte con nosotros a este teléfono [...] urgente muchas gracias siento mucho escribirte por aquí pero no sabemos donde más hacerlo.

A tomar por saco vamos,
óyenos, por favor, Señor,
la patria a Ti encomendamos,
libéranos de este amargor

Confiemos, por la Misericordia de Dios, encontrarnos un día todos en el Cielo, aunque sea después de un purificador purgatorio (valga la redundancia)...sin frustrar el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas...
Pero sería estupendo saltar de esta vida a los brazos de Dios directamente.
Somos "santos en fabricación " siempre y cuando no nos empecinemos en el pecado.
Piedad Señor.

Hola Andrea:

Me alegro de saludarte después de tanto tiempo. He enviado un email a tu dirección de correo electrónico y otro a la de tu hermana, para que tengáis mi dirección. Podéis escribirme a ella.

Saludos.

En el pasado, muchos vivían entre santos y no lo sabían.
A lo mejor nosotros tampoco los reconocemos...

Sr. Bruno, los de la imagen ¿Son todos santos españoles?
Sería bueno, tener la relación de todos ellos, identificados en la imagen, tal vez así los españoles de este tiempo tengan un espejo en qué mirarse.

Sería interesante que nos hiciera un poco de historia de estos santos de tiempos recios porque hemos olvidado muchos la biografía y el contexto histórico de estos santos. Quizás las generaciones futuras también les pasará lo mismo con nuestros tiempos recios.

Aunque llamar tiempo recio a esta era del pensamiento líquido-gaseoso no me cuadra, más bien veo mucho segurísimo acomodaticio: la secta progresista no se destaca por grandes argumentos teológicos sino por mucha baba sensiblera y corazón partido...

¿Será la primera gran revolución de los blandengues comodones bien aposentados y empoderados?

Carmen:

Son todos santos de España, aunque alguno no hubiera nacido allí, como el Apóstol Santiago, que viajó a España para evangelizar y está enterrado en ella.

Es uno de los dos grupos de santos españoles que están representados en la cúpula de la basílica del Valle de los Caídos. Este es el grupo de los confesores de la fe, el otro es el grupo de los mártires (encabezados por San Pablo, que también evangelizó en España). Se pueden encontrar todos los nombres aquí.

De todas formas, los más fáciles de reconocer son San Fernando (el rey), Santa Teresa, San Juan de la Cruz, el Papa San Dámaso, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Francisco de Borja, San Antonio María Claret, Santa Micaela del Santísimo Sacramento, Santa Isabel de Portugal reina, San Isidro y Santa María de la Cabeza, Santo Domingo, San Isidoro y San Leandro obispos de Sevilla, Santa Rosa de Lima, San Pedro de Alcántara, San José de Calasanz o San Juan de Dios.

Jordi:

"Aunque llamar tiempo recio a esta era del pensamiento líquido-gaseoso no me cuadra, más bien veo mucho segurísimo acomodaticio"

Lo que es recio es el tiempo, no las personas. Son tiempos duros para la Iglesia y para los cristianos. El Occidente cristiano, que tanto costó construir, parece que se derrumba y no sería extraño que pronto empezaran las persecuciones otra vez. Pero Dios cuidará de nosotros.

Makabusa:

"muchos vivían entre santos y no lo sabían"

Con solo esa frase, podría escribirse una novela.

"algunos de ellos, quizá,
serán lectores del blog"
¡Dios lo quiera!
Sí, necesitamos muchos santos. Y me da que vamos a sufrir circunstancias muy apropiadas para probarnos aún más...

Bruno: Permíteme que te felicite por la idea y que puntualice a Pub.

Sí que habrá un renacimiento
de nuestra España inmortal;
(la generación actual
no verá ese momento,
por apóstata y banal).

De las infernales puertas
ha salido raudo Satán,
lanzando mortales saetas
a la Iglesia de Dios con afán.

La obra gloriosa del Cordero
el Enemigo intenta arruinar,
sus lacayos atacan con esmero
a Aquel que nos vino a salvar.

Danos de Tu Gracia la Luz
Oh dulce Verbo Divino,
y cargar contigo la Cruz
para así vencer al Maligno.

Bruno
"Con solo esa frase, podría escribirse una novela"
Estoy deseando leer esa novela que "has visto", como Miguel Ángel vio al ángel en el bloque de marmol.
Mi capacidad de escribir se limita a pequeñas "reacciones" o reflexiones sobre lo que leo o vivo, pero me alegraría mucho haber contribuido, aunque sea con una sola frase, a la publicación de un libro. Y más si habla de los santos, que son la obra maestra de Dios capaz de convertir en obras de arte nuestros garabatos.

Carmen, Bruno:

Visto como estamos, hace poco me animé a componer unas letanías para pedir por España a los santos españoles o muy allegados a España. Me salen unos trescientos (quince minutos para rezarlas). No he incluido beatos, porque nos iríamos casi al millar.

Si alguien está interesado en que se las mande, yo encantado.

Jordi: Un pantano de arenas movedizas puede poner a caballo y caballero en una situación recia en el sentido de que es tan peligroso como una montaña de riscos inexpugnables. La niebla, que parece no ser más que nubes bajas, puede hacer que un barco encalle o se destroce contra los arrecifes. El barro, que es blando, y la niebla, que es una condensación de nubes etéreas, causan la muerte tanto como cualquier otro fenómeno en apariencia más consistente. A mi me llama la atención la llamada que tantas veces aparece en la Biblia o en otros libros antiguos: "Confunde, Señor, a nuestros enemigos". ¿Por qué no pedir algo más contundente que la mera confusión?

Vivimos en tiempos confusos, tiempos que por su propia anarquía y desorden horrorizarían a nuestros antepasados que pedían a Dios la confusión del enemigo, no la propia. Los 300 espartanos no vivieron una situación así, no había nada que interpretar: delante estaba el ejército persa y ellos estaban defendiendo las Termópilas, pero no había entre ellos quiénes estuvieran pensando en rendirse, quiénes estuvieran dispuestos a traicionar, quiénes estuvieran dispuestos a huir o quiénes pensaran unirse al enemigo. Ahora en cambio la peligrosidad de la situación consiste, no tanto en el ardor del enemigo, sino en que no sabes lo que está pensando el amigo que, aparentemente, está junto a ti, codo con codo, esperando el ataque.

Luis Alberto:

"me animé a componer unas letanías para pedir por España a los santos españoles o muy allegados a España"

Si quieres, podemos dedicar un artículo a publicarlas en el blog.

Palas:

"Ahora en cambio la peligrosidad de la situación consiste, no tanto en el ardor del enemigo, sino en que no sabes lo que está pensando el amigo que, aparentemente, está junto a ti, codo con codo, esperando el ataque"

Buena descripción de la cuestión. Cuando no sabes en qué dirección van a disparar los de tu propio bando, la moral está siempre por los suelos y la única cuestión es si nos rendiremos pronto o muy pronto.

Por suerte, de quien siempre nos podemos fiar en la batalla es de Cristo. Él no falla: fiado en ti, me meto en la refriega; fiado en mi Dios, asalto la muralla.

¡Gracias a Pub, Jandro, Tannhäuser y Jorge!

Con lectores que, a la primera de cambio, te sueltan unos versos, da gusto escribir.

No son de mi autoría; así que los reenvío pues me llegaron y me parece muy interesante compartirlos:

Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo,
con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.

Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.

Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia,
seremos más compasivos.
Valdrá lo que es de todos
que lo jamás conseguido
seremos más generosos
y mucho más comprometidos.

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos,
sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Entenderemos al viejo
que pedía un peso en el mercado
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.

Y quizás el viejo pobre
era Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
y todo será un legado
y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.

Cuando la tormenta pase
te pido, Dios, apenado,
que nos vuelvas mejores,
como nos habías enseñado!
Anónimo/a ...
.

Como las abeja polinizan las flores y éstas esparcen su dulce fragancia por el aire Dios de la misma manera esparcirá la santidad por todos los rincones del mundo.
No nos va dejar solos.

El pedido ya está hecho y Santos tendremos. Y ocurrirá el bendito desembarco de las tropas
santas y celestiales cuando la desesperación fruto de la apostasia y la falta de vida de Gracia de los consagrados esté en su máximo apogeo.

Respecto a la confusión, yo no veo tal fenómeno. Si veo falta de Fe en el Dios todopoderoso. Pero servidor lo tiene todo muy claro. Hay que entender la historia de la humanidad. Toda esta historia se basa en la lucha entre Satanás y Dios. El Diablo sabe que no puede afrontar a Dios directamente, entonces, lo combate indirectamente en el género humano. ¿Cómo? Alejándolo de su Creador. Creando leyes antinaturales, aborto, divorcio, eutanasia. Fomentando los vicios, la lujuria, los pecados, etcétera. Comprando voluntades -y almas- a cambio de poder y dinero. El hombre se ciega espiritualmente y se pierde en un laberinto de pasiones que le lleva a la perdición. Ahora mismo estamos en el momento más grave de la historia de la humanidad. Nunca Satanás había tenido tanto poder. La "plandemia", por ejemplo, es solo un fruto envenenado de todo este caos satánico organizado para esclavizar al hombre.

Luis Alberto a mi sí me gustaría que me las mandases. Gracias.

[email protected]

Si yo quiero ser santa y Dios quiere que yo sea santa...¿quién puede impedirlo?

Como bien dice Vicente: seamos santos.

"Si yo quiero ser santa y Dios quiere que yo sea santa...¿quién puede impedirlo?"

Nadie, Lucía Victoria

Colgunter: ¿Qué no ves confusión? La hay dentro y fuera de la Iglesia. Desde el momento que la Fe y la Razón se han ido tomadas de la manita lo que queda es confusión. Otra cosa es que tú no estés confuso pero lo raro es que no la percibas porque está por todas partes.

Además, Colgunter, no se puede hablar del diablo sin mencionar la confusión, desordenar las mentes es uno de sus principales objetivos. No se puede tentar sin desorden. Dios creo el Mundo en el orden, desestructurar ese orden´natural es una de las características de la época en que vivimos.

"Si yo quiero ser santa y Dios quiere que yo sea santa...¿quién puede impedirlo?"

Tú.

Querer no es exactamente poder en criaturas marcadas por el pecado. Debemos pedirle al Señor que sí llegue a ser efectivo ese querer. Por favor, no quiero ser irreverente ni menos aún faltarle al respeto. Me ha encantado su razonamiento en su ingenuidad. En efecto, mientras no nos hagamos como niños, será difícil entrar en el reino de los cielos.

No me siento en absoluta ofendida, Doiraje. De hecho, comparto lo que dices; tan es así que creo recordar que incluso fui yo misma la que un día te recordé algo así como que las principales batallas se libran en el interior (de uno mismo, claro).

El querer sólo puede ser nuestro y el poder de Dios (con su querer cuento, porque nos lo ha dicho y repetido en multitud de ocasiones). Yo veo que es una ecuación perfecta; sin lugar a dudas, infinitamente descompensada, porque a mi se me pide una parte muy pequeña (pero siempre a mi medida) y es Dios quien pone el resto: su gracia y su misericordia.

Otra cosa es que el enemigo haga todo lo posible para derribarme. Pero ese es un perro que sólo hace lo que le dejan

Yo sé de quién me he fiado.

Excelente respuesta de nuevo, Lucía Victoria.

Y como un niño y como un juego compuse hace unos días esta cancioncilla de amor sin la menor pretensión, de significado completamente abierto. Como Bruno quiere versos en su blog, y yo quiero traerlos, con la cristiana sencillez de un niño que piensa que querer es poder, aquí los dejo:

DIGAMOS QUE ERAN TRES

Digamos que eran tres
los nombres de tu cuerpo.
Memoria de tus sombras,
candil de tus dolores,
azul tu cielo azul
de muertes envidiadas.

Digamos que eran tres
inabarcables monstruos,
y sólo mis dos brazos,
y sólo este deseo,
afán que se me escapa
a tu horizonte frágil,
como una verde oliva,
amarga en su ramaje.

Y dicen que te quise,
y dicen que no supe.
Los niños van cantando
palabras que no entienden,
heridas inocentes
de un juego sin verdugos,
como si fuera cierto
mi amor y tus montañas.

Digamos que eran tres,
memoria, luz y cielo,
las formas que yo tuve
de amarte solamente.

Admiro en todo lo que vale esa sensibilidad de de quienes saben expresarse a través de versos. Precioso.
Y me quedo pensando, con eso de que el significado abierto, que sólo con cambiar la palabra monstruos por la de astros... sería un bonito regalo a a la Santísima Trinidad!

Bueno, monstruos podría tener una connotación cariñosa...

Muchas gracias, Lucía Victoria.

Bruno y Palas Atenea: sigue siendo raro llamar tiempos recios ante una era del pensamiento blandiblub, aunque los sigan muchos.

Serán recios cuando este pensamiento líquido-gaseoso posneomodernista sea obligatorio bajo pena de sanción.

Mientras, no deja de ser una chiquilicuatrez este pensamiento políticamente correcto...

Luis Alberto, por favor, igual quiero que me envíes las letanías....mi mail es [email protected]

Makabusa
En el pasado, muchos vivían entre santos y no lo sabían.
A lo mejor nosotros tampoco los reconocemos...

Hace un rato, me ha venido a la cabeza con cuántos santos reconocidos he compartido techo. Llevo el escapulario bendecido por San Pablo VI en Castelgandolfo, por San Juan Pablo II y una religiosa, que posteriormente sería mártir en 1994, estaba como juniora o novicia en el colegio donde estudié al mismo tiempo que yo. Seguro que hay más y, por supuestos que conocido a personas muy santas que seguro que serán beatificadas... y las que siguen vivas que espero que no se tuerzan.

Pude haber coincidido con más pero las circunstancias me lo impidieron, con San Josemaría y con el beato Álvaro del Portillo. Si hiciera una lista creo que me saldrían más.

De los reconocidos, nunca me imaginé que llegaran a ser santos cuando coincidí... y con la monja, menos.

Lo recordaré para tratar a los demás como tales, futuros santos de altar. Seguro que todos mejoraremos.

¡Caramba, doiraje, qué escondido lo tenías!

Jaja..., Palas. Ya sabes, de poetas y de locos todos tenemos un poco.

M A

"Lo recordaré para tratar a los demás como tales, futuros santos de altar. Seguro que todos mejoraremos".

Yo también me lo apunto... el martirio puede convertir en santo al más pecador.

De nadie se puede desesperar.
Tampoco de uno mismo... aunque, por conocernos algo más, nos resulte más difícil de creer.

«Cuando con más encarnizamiento los enemigos acometen al nombre cristiano, cuando la nave de Pedro, dirigida por la providencia, es zarandeada por olas cada vez más violentas, cuando todo parece que está para desplomarse y no hay esperanza ninguna de humano auxilio, entonces aparece Jesucristo cumpliendo su palabra, consolando y dispensando aquella fuerza que viene de lo alto, con lo que suscita nuevos atletas, defensores de la causa católica, que le devuelvan su antiguo esplendor, y que, con la ayuda de las gracias celestiales, le comuniquen todavía un mayor perfeccionamiento».

S.S. Pío XII, carta encíclica Fulgens Radiatur.

En tiempos de calamidades de la Iglesia,
es necesario rezar el santo Rosario
y constantemente hacer penitencia.

Las calamidades son perennes en ella,
pues no hubo ni habrá jamás tiempo,
en el cual no sea perseguida esta doncella.

Por ello todo quién se llame católico,
debe rogar a Dios la gracia de perseverar,
y de resistir todo lo diabólico.

No te asustes si te sientes incapaz,
pues es el Espíritu Santo mostrándote,
que por tu fuerza eres ineficaz.

La gracia de Dios es tu fortaleza,
y lo único que podrás hacer sin ella,
es ir al infierno de cabeza.

Presta atención a esto que digo,
no vaya engañarte el Diablo,
y tú a hacerte su amigo.

Mal paga su amistad este colega,
pues haciendo lo que a él le agrada,
al fuego eterno irás en la siega.

Bruno
“Si quieres, podemos dedicar un artículo a publicarlas en el blog”

Por mí, estupendo. A su completa disposición.
No sé cómo le puedo enviar los ficheros. Mi correo es [email protected].

Luis Alberto:

Hoy le envío un correo.

Muchas gracias, Bruno. Dios suscita siempre santos en las mayores tribulaciones. Por pura gracia.

¡Ay, mi querida España! Tan avergonzada de tus gestas de tu memoria y cultura; maltratada por los que te odian envidiosos de tu valentía.¡Despierta España! que eres única en espiritualidad conquistadora de almas para Cristo, en realeza, santidad y bravía. Por Dios y por España, querida Patria mía ¡Viva Cristo Rey!

Pues sí, Jordi, yo coincido con Palas y con Bruno. Son tiempos muy recios para la Iglesia de Jesucristo. Estábamos acostumbrados a una persecución cruenta, que tampoco falta en estos tiempos, pero en el Occidente Ex-cristiano vivimos una persecución mucho más trágica como es el desprestigio de la fe y de la práctica religiosa. Siempre los mártires, los "testigos" que hacían presente a Jesucristo con el derramamiento de su sangre eran sostén de la fe y semilla de nuevos cristianos. El problema ahora, es que los hombres de fe en este Occidente nuestro, son mártires de una forma nueva: no son masacrados, son ridiculizados... y tantas veces por la misma Jerarquía, tan preocupada por humanizar a Jesucristo que se ha olvidado de su Divinidad. Y esta situación, ya recia de por sí por lo que supone para la vida de la Iglesia, se arreglará cuando venga, porque vendrá, la otra persecución que se encargará de poner a cada uno en su sitio, como todas las persecuciones.

Nos cuesta mucho entenderlo, años, pero "el discípulo no es más que el Maestro". Por la confusión que pasó nuestro amado Maestro, y por su desprestigio, debemos pasar nosotros también.

Cierto, Rey Chico, pero Cristo no pasó por la confusión lo que hizo fue generar confusión en aquellos que no le entendieron porque estaban ciegos y sordos, los mismos ciegos y sordos que creen entender al Maligno que sí es confusión. Es decir la confusión es percibida como tal por los seguidores de Jesucristo, y también por algunas otras personas que, aunque dicen no creer, pueden llevar dones concedidos sin saberlo. El resto de la humanidad está acostumbrada a la niebla, como ciertos lugares del mundo en que ésta reina un buen número de días al año y se convierte en el estado atmosférico normal.
Judas se confundió porque tenía un a priori según el cual el Mesías tenía que triunfar sobre los romanos y devolver la gloria al Pueblo de Israel y Jesús no encajaba con el patrón, pero Jesús en los tres años de su predicación nunca había sugerido tal cosa y, cuando vio que no se trataba de eso, aunque le había visto hacer milagros, erró porque no pudo cambiar su a priori. Más clara le pareció la tentación del Maligno cuando fue ella la que hizo confundirse.
Jesucristo, por ser Dios y Hombre, no puede general confusión pero Su Persona y su mensaje en una mente torcida genera la confusión típica del humo de Lucifer. ¿O qué es el humo del Diablo sino lo propio del humo y de la niebla que es impedir la visión clara de las cosas?

Son tiempos "tan malos"... y lamentablemente vendrán a peor.
Danos más santos Señor!