Los peligros de la publicidad

Vivimos en una época en la que no solo el éxito es fuente de dinero, sino ante todo el dinero es fuente de éxito. Las películas que se ven, los (pocos) libros que se leen, los productos que se usan y los lugares que se visitan son aquellos que tienen detrás una costosa campaña publicitaria. Lo que no se anuncia y publicita, aparentemente no existe o no le importa a nadie. Esto es en parte inevitable, teniendo en cuenta la gran población mundial y la inmensa oferta de todo tipo de productos y servicios, que hacen que el consumidor solo preste atención a lo que se distingue de alguna manera. La cultura de la publicidad, sin embargo, tiene grandes riesgos.

Uno de estos riesgos es la amoralidad de las agencias publicitarias y de los medios en que aparecen los anuncios, que estarían dispuestos a hacer propaganda del diablo si pagara bien. El ejemplo más evidente, entre muchos otros, es la repugnante publicidad de la prostitución que se hace en muchos periódicos. Desgraciadamente, nada hay de extraño en ello. A fin de cuentas, el Mundo y la Carne son buenos amigos (pun intended). El riesgo, sin embargo, también afecta a los medios católicos si no tienen un cuidado exquisito con la publicidad que aparece en sus páginas.

Veamos un ejemplo de esto último. Un amable lector me envía imágenes de algunos anuncios que aparecen en su zona geográfica (Estados Unidos) al leer Infovaticana, en concreto el blog La Cigueña de la Torre. A primera vista, se trata de una piadosa propaganda de misioneros deseosos de anunciar a Cristo:

Hasta que el lector inocente pulsa en el anuncio y se encuentra con que la piadosa propaganda es propaganda de los mormones, también conocidos como la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días", que le predicarán a alguien que no tiene nada que ver con el verdadero Jesucristo:

Si el lector católico pero poco formado en la fe, movido en parte por el prestigio del medio en el que ha encontrado el anuncio, da su nombre y sus datos, estos serán los misioneros que vayan a su casa (o quizá otros menos femeninos y más encorbatados, pero igualmente pulcros y sonrientes):

En ocasiones, el anuncio dice simplemente “Acércate a Cristo", pero lo que anuncia es el Libro de Mormón. Y así, como final de un cuento tristemente muy común, habrá católicos que abandonen la fe de sus padres, la Perla Preciosa, la única que puede dar la salvación, y la cambien por baratijas que no pueden salvar. Otras veces, la publicidad que aparece en la página es de lencería, con fotografías que, por razones obvias, no vamos a reproducir, o del horóscopo o de cotilleos sobre los famosos. Es evidente que cualquiera de estos anuncios no tiene sentido en un medio católico.

No hace falta decir que, sin duda alguna, en Infovaticana no habrán aprobado específicamente esa publicidad (ni mucho menos lo habrá hecho el benemérito dueño del blog, que no pincha ni corta en estas cuestiones), sino que habrán contratado sus espacios publicitarios en bloque, con un intermediario dedicado a esos temas. Según ese modelo de negocio, los anuncios no los escoge el medio, sino que se seleccionan automáticamente, mediante algoritmos, a menudo por criterios relacionados con las palabras de cada artículo.

En cualquier caso, al margen de la buena voluntad, que se da por supuesta, el peligro es real. No todo vale con tal de obtener financiación y la publicidad anticatólica o inmoral no tiene justificación. Desgraciadamente, la amoralidad generalizada de las agencias y la penumbra ética en la que vive nuestra época hacen mucho más resbaladiza la pendiente hacia prácticas que, en otros tiempos, se habrían rechazado inmediatamente. No se trata, ciertamente, de algo exclusivo o propio de Infovaticana, sino de una tentación que nos acecha a todos, por el mundo en que vivimos.

En ese sentido, yo doy gracias a menudo a Dios por la pobreza, de dinero y de anunciantes, que ha regalado siempre a InfoCatólica. Este portal, por diversas razones (entre ellas el rechazo a la publicidad indiscriminada), ha vivido siempre pobremente y en una precariedad constante. No nos sobra el dinero y, de hecho, muchas veces parece que no nos va a llegar ni siquiera para sobrevivir. Como es lógico, esa precariedad es incómoda, a menudo nos impide hacer cosas que nos encantaría hacer para mejorar el portal y nos lleva a depender de la gran generosidad de nuestros sufridos lectores.

La pobreza, sin embargo, también nos libra de muchas tentaciones, de vivir pendientes de dar gusto a los anunciantes, de cuidar que lo que escribimos no disguste a tal o cual fuente de financiación, de creer que lo que verdaderamente importa es el éxito mundano o de confiar en recursos abundantes en lugar de en la divina Providencia. Habrá otros medios católicos con gente muy santa que puedan tener muchos recursos y no caer en la tentación de poner en ellos el corazón; a nosotros, conociendo nuestra debilidad, Dios ha preferido quitarnos esas tentaciones dándonos solo lo necesario para ir sobreviviendo a duras penas. Y la verdad, es un descanso. ¡Qué a gusto se vive en Belén y Nazaret!

31 comentarios

  
Tannhäuser
Tienes mucha razón. Yo en mas de una ocasión he mandado a páginas católicas capturas de pantalla de los anuncios indecentes que en ellas había visto y me habían provocado un pasmo de los gordos.

Ya decía La Codorniz que:

Donde no hay publicidad
resplandece la verdad
22/08/20 10:10 PM
  
Bruno
Tannhäuser:

Que en una revista católica aparecieran imágenes indecentes o anuncios de falsas religiones habría sido inconcebible hasta hace unos años, pero cada vez más todo está embarullado, manchado y confuso. De noche, todos los gatos son pardos.

Por un lado, el mundo se va haciendo más inmoral y hay que seguir viviendo en él, pero por otro también sucede que los cristianos nos vamos cansando de estar vigilantes y de luchar contracorriente, y tiramos la toalla.
22/08/20 10:27 PM
  
Makabusa
Creo que la publicidad se adapta a la persona. Yo de momento voy quitando la publicidad que me sale en distintos sitios y que me parece inapropiada: por ejemplo las páginas de citas, soy una persona cosagrada y no quiero ni darle la oportunidad al diablo; al principio me salían pero ya no...basta cofigurar las cookies. Es "publicidad a la carta".
Tienes razón que la formación es la clave... de la que carecen, muchas veces, los católicos.
"Si un ciego guía a otro ciego... al hoyo" y hay micho "guía ciego" lamentablemente.

22/08/20 11:12 PM
  
Bruno
Makabusa:

"Creo que la publicidad se adapta a la persona"

Más que adaptarse, depende de muchas cosas, de las cookies del lector, de su área geográfica, del artículo en el que aparece y de mil cosas más, es decir, depende de lo que crea el anunciante que puede vender al lector. De todas formas, cualquier medio católico tiene la obligación de evitar que aparezcan en su página anuncios escandalosos o anticatólicos, sean genéricos o no. Y si no puede evitarlo, entonces es mejor que no tenga anuncios, porque todo el bien que pueda hacer el medio se deshace si induce a los lectores a abandonar la Iglesia, a la superstición o a cualquier otro pecado grave. Si tu mano te hace caer, córtatela, porque más te vale entrar en la vida manco que ir con las dos manos al infierno, donde el fuego nunca se apaga.

"al principio me salían pero ya no...basta configurar las cookies. Es "publicidad a la carta""

Es cierto que se pueden eliminar algunos anuncios, pero no todo el mundo sabe hacerlo ni siempre es posible (porque algunos anuncios no dependen de las cookies y los ordenadores pueden no ser privados). Además, tiene la desventaja de que puede haber páginas que no funcionen si se hace eso. En el caso particular de Infovaticana, solo desaparecen algunos anuncios, otros no.

Por supuesto, eso no afecta nada al escándalo causado por el hecho de que una página católica cobre por reproducir anuncios anticatólicos. De hecho, si la página pone anuncios es porque confía en que los lectores los vayan a ver y no los bloqueen.

En cualquier caso, como usuario de Internet coincido en que merece la pena tomarse el trabajo de quitar anuncios, porque, además de las consideraciones morales, son muy molestos y, en algunos casos, hacen insoportable leer algunas páginas, sobre todo a través del teléfono móvil.

No sé si has visto alguna de esas películas futuristas en las que la gente del futuro va andando por la calle y a su alrededor aparecen anuncios en hologramas, que se dirigen a los paseantes por su nombre para venderles cosas, en una especie de mezcolanza cacofónica de voces. Siempre me ha parecido algo horrible, como un eco de la confusión del infierno.

"Tienes razón que la formación es la clave... de la que carecen, muchas veces, los católicos"

Eso es otro tema, y uno inacabable. No extraña nada esa falta de formación si tenemos en cuenta que, ya desde el principio, se ha sustituido la formación que recibían los niños de primera comunión (el catecismo), por hacer dibujitos y dinámicas de grupo.

El mero aprendizaje de memoria, como es lógico, nunca ha bastado y hay que hacer que los niños vayan entendiendo, rezar con ellos, darles ejemplo, explicarles la liturgia, enseñarles a actuar moralmente, mostrarles la presencia de Dios en todas las cosas, habituarlos a la Escritura y un largo etcétera, pero si ni siquiera aprenden la fe, ¿cómo van a creerla, practicarla o defenderla? Me temo que la gran mayoría de los problemas que tiene la Iglesia hoy nos los hemos buscado nosotros solitos.
23/08/20 12:51 AM
  
Parmandil
Bruno, efectivamente, lograr que los anuncios dejen de aparecer es harto complicado. Por mucho que pinches en la x, vuelven a aparecer. Y hay anuncios en los que no aparece la x. En cuanto a la gestión de cookies... En cualquier caso, a veces la cantidad de anuncios que aparecen en Infovaticana resulta agobiante. Especialmente cuando tapan los artículos de opinión.
23/08/20 1:47 AM
  
Bruno
Parmandil:

"En cualquier caso, a veces la cantidad de anuncios que aparecen en Infovaticana resulta agobiante. Especialmente cuando tapan los artículos de opinión"

Completamente de acuerdo. Yo no entro nunca en Infovaticana con el móvil, porque apenas es legible debido a los anuncios. En ese sentido, InfoCatólica ha optado siempre por un diseño más sencillo y claro, de fácil lectura, aunque visualmente sea quizá menos impactante.

En cualquier caso, insisto en que eso no tiene importancia al lado del hecho de que en una página católica se anuncien otras religiones falsas, supersticiones varias y fotos de señoras semidesnudas, entre otras cosas. Esto, me parece a mí, es muy grave, mientras que lo otro simplemente es irritante.
23/08/20 3:49 AM
  
Makabusa
Bruno
Pues no, no he visto esa película pero parece un poco "rayante" ¿Recuerdas el titulo? Es reflejo de lo que ha ocurrido desde que pusieron este "aparatito" (el móvil) en nuestra mano. ¿Recordáis cuando YouTube no tenía publicidad? Yo sí y no imaginaba que la pondrían... ¿Recordáis cómo empleabamos el tiempo antes del móvil? No digo que Internet no tenga cosas buenas: este blog es una de ellas... pero ya hasta la Liturgia de las horas y los cursos de idiomas están aquí: en nuestra mano. No hay nada de lo que podamos decir "eso no lo sé"...todo puede ser buscado, incluso la película que te he preguntado podría biscarla, ahora que lo pienso.
Yo de todas formas, llevo meses sin entrar en Infovaticana (no me gusta su linea editorial), tú debes hacerlo por tu trabajo, pero yo busco otras fuentes de información.
Me refería a la publicidad de Internet en general.
Totalmente de acuerdo en que la publicidad engañosa sobre sectas sobra en una página de información religiosa... no puede convertirse en un mero "trabajo" primando el dinero sobre el servicio al Evangelio.
En ese sentido es mejor la precariedad que comentas en el artículo.
23/08/20 7:06 AM
  
Colgunter
Hace ya mucho tiempo que la publicidad dejó de existir. Me centro en la televisiva si no te importa. Cuando la publicidad era decente era de gran utilidad. Yo me entretenía antes viendo como una marca de cerveza te quería vender cerveza. Qué tiempos aquellos.... Entonces movían los resortes necesarios para que te apeteciese beber una cerveza. Ahora te venden un estilo de vida. Y ya sea el anuncio de cerveza, lencería, jamón York o de un cucurucho de chocolate, todos te venden un estilo de vida, una forma de entender el mundo, la "Nueva normalidad", que es más vieja que el pecado. Dices, y dices bien que "estarían dispuestos a hacer propaganda del diablo si pagara bien".
La mayoría ya lo hacen, el estilo de vida que venden está impregnado por el Espíritu sucio, libertino, igualitarista, cateto, cursi, falso, impostado, vanidoso, ridículo y perversamente pegajoso del Anticristo, o sea, que no tiene nada de inocente. El Corte Inglés (el corte inglés!!!!), ha tenido que retirar un anuncio de publicidad por hacer apología del suicidio. Muy fuerte. Audi, también retiró uno en el que se ve el amenazador morro de un Audi frente a un niño de poco más de tres años. La idea es pasar el coche por encima del niño. Estás cosas no son casualidades. Ni estos tíos están bien de la cabeza. Hace tiempo que las grandes compañías publicitaria están en manos de los enemigos de la humanidad y de Dios. Como casi todo.


Domus Aurea
Ora pro nobis

23/08/20 7:31 AM
  
Pablo
Hombre, yo solo veo una ventaja al exceso de publicidad... Y es que ¡son tantos los anuncios que saltan según donde que no les hago ningún caso! :-)
Bromas aparte. El tema de fondo es ¿pagamos por los contenidos o dejamos que nos frían a publicidad? Además sabiendo como es muchas veces esa publicidad. Si queremos gratis, en general (infocatolica es una rara avis) el medio para subsistir tendrá que dejar que le pongan anuncios, y entre col y col... habrá alguna lechuga.
Y sinceramente, yo no sé cargarme las cookies ni evitar ciertos anuncios. Simplemente cuando en algún lado se pasan... Dejo de ir. Como a los bares... Si el "ambientillo" no me va... Me voy.
Ojalá mi económia fuese mejor para poder ayudar a los que valeis la pena. No queda otra. Que el usuario se rasque el bolsillo si considera que lo vale. ¿No?
* broma final... Es que para costear lo que cobras por cada post... Hace falta vender muchos libros del mormón 😁
23/08/20 10:36 AM
  
Alejandro Galván
"Completamente de acuerdo. Yo no entro nunca en Infovaticana con el móvil, porque apenas es legible debido a los anuncios."

Me pasaba lo mismo, hasta que descubrí KiwiBrowser (o Brave, que es similar) en Android, que incorpora el AdBlocker.

Hay otra utilidad, Blokada que en su versión full (no la de Google Play) te elimina la práctica todalidad de publicidad en Android, aplicaciones gratuitas incluidas. Pero requiere de un conocimiento un poco más avanzado (tampoco es física cuántica).

Ignoro cómo está el mercado en iOS.
23/08/20 1:57 PM
  
Feri del Carpio Marek
Con Aciprensa ocurre la misma cosa. Se lo dije a Alejandro Bermúdez, y me contestó que denuncie la publicidad a Google por ser inadecuada.
23/08/20 5:15 PM
  
Feri del Carpio Marek
De hecho, la ausencia de propagandas de infocatolica fue probablemente uno de los aspectos por los que comencé a preferir infocatolica, si bien el motivo que hizo que me convirtiera en un lector asiduo de noticias y blogs de este portal fue la controversia sobre si Dios castiga o no, precisamente con Alejandro Bermúdez.
23/08/20 5:18 PM
  
Proby
Estimado Bruno:

Tienes mucha razón en lo que dices en tu comentario. Sólo una pequeña pega: sé que cuando dices lo del Mundo y la Carne estás haciendo una referencia al periódico "El Mundo" por lo que lo que pones a continuación de "pun intended", que quiere decir que el juego de palabras es intencionado y no casual. Pero estoy seguro de que mucha gente, incluso entre los que tienen un cierto conocimiento del inglés, no sabe lo que quiere decir eso. Sería mejor poner algo que expresase en español la misma idea para que la gente capte a lo que te refieres.

Pasando al tema del artículo, lo de la publicidad de la prostitución y las "citas" en los periódicos es de vergüenza. El ABC, un periódico que siempre ha presumido de conservador (conservador liberal, eso sí), tenía hace años en sus páginas (no sé si los sigue teniendo) unos anuncios que hacían que a uno se le cayera el alma a los pies. Y en la ya lejana época de las películas clasificadas "S" (¿te acuerdas?), el mismo diario exhibía sin ningún pudor los carteles de dichas películas. En cambio, "El Alcázar", periódico católico-patriótico admirable y digno de elogio, se negó en redondo a incluir anuncios de ese tipo, que probablemente le habrían aportado un beneficio económico, y eso contribuyó a su lamentable desaparición, aunque, como dice el dicho, más vale morir con honra que vivir con vilipendio (y con estipendio también, en este caso). Nos hemos metido en un barrizal del que, me temo, nos va a costar mucho salir. Ojalá me equivoque.
23/08/20 6:33 PM
  
doiraje
Y ahora el comentario que quería escribir...

Lo mejor de Infovaticana es su publicidad. Así no, Ariza (me refiero a Julio).
23/08/20 6:56 PM
  
Guillermo PF
Por eso precisamente no es malo que un mínimo de presupuesto económico se sea capaz de gestionar, siquiera para pagarle a quien se encargue de esas cosas. Y por eso no ocurrirá nada semejante en la Trece ni en la Cope.

¿No se ha preguntado, Bruno, que análogamente haya algún "lector inocente" que también caiga en Infovaticana o en Infocatólica esperando encontrarse estrictamente información de la Santa Sede e información del catolicismo?

De las demoledoras sorpresas que se podría encontrar dicho lector inocente al toparse con el citado blog de la Cigüeña no parece usted sin embargo hacerse similar eco de compasión. Pero las maneras de escandalizar a estos pequeños pueden ser de muy variopinta y sobre todo inesperada procedencia.
23/08/20 11:16 PM
  
Bruno
Guillermo PF:

"¿No se ha preguntado, Bruno, que análogamente haya algún "lector inocente" que también caiga ... en Infocatólica esperando encontrarse estrictamente información ... del catolicismo?"

Bueno, todo lo que aquí se dice es conforme a la doctrina católica. Si hay algo que no lo sea, basta señalarlo y lo quitaremos. No hay ningún engaño en ello.

Por supuesto, también hay mil opiniones prudenciales sobre temas prudenciales, como en todas partes (de lo contrario, tendríamos que limitarnos a publicar el Denzinger), pero son opiniones de católicos, dentro de la doctrina católica.

Cuando cambiemos nuestro nombre por "El superportal de los supersantos que no han pecado desde que hicieron la primera comunión, que no se equivocan ni adrede y que lo saben todísimo, a diferencia de esos pobres pecadores ignorantes del blog de al lado", entonces podrá quejarse. Por ahora, no parece que haya razón.

"De las demoledoras sorpresas que se podría encontrar dicho lector inocente al toparse con el citado blog de la Cigüeña no parece usted sin embargo hacerse similar eco de compasión"

Je, je. Esto es lo que en yidis llaman chutzpah y en román paladino se puede denominar rematada caradura. Precisamente usted, que en repetidas ocasiones escandaliza gravemente a otros lectores negando la moral católica y presumiendo de no arrepentirse de algunos de sus pecados graves, es el menos indicado para tirar la primera piedra contra los supuestos defectos personales escandalosos de otros (que, bien examinados, resultan más veniales que roncar en el sermón). Primero la viga y luego ya veremos. Ya sé que no le gusta, pero es mi obligación recordárselo: los pecados graves llevan al infierno, aunque uno intente engañarse con las excusas más variadas.
23/08/20 11:35 PM
  
Bruno
Proby:

"Sería mejor poner algo que expresase en español la misma idea para que la gente capte a lo que te refieres"

El problema es que la frase equivalente en español es bastante larga y pesada: si se me permite el juego de palabras. En general, siempre estoy a favor de un castellano rico y bien escrito que no se someta a la tiranía lingüística del inglés, pero creo que precisamente esa postura general hace que sea inofensivo utilizar de vez en cuando un término extranjero en un contexto informal para añadir algo de sal a lo que se dice o despertar la curiosidad del lector. Sobre todo ahora, que si alguien no lo entiende puede usar google y descubrir su significado en unos segundos.

"En cambio, "El Alcázar", periódico católico-patriótico admirable y digno de elogio, se negó en redondo a incluir anuncios de ese tipo, que probablemente le habrían aportado un beneficio económico, y eso contribuyó a su lamentable desaparición"

Estoy convencido de que eso constituirá un timbre eterno de gloria de sus dueños y trabajadores (y la correspondiente vergüenza de los otros periódicos). Y digo eterno porque así es. Las treinta monedas de plata del traidor se gastan pronto y desaparecen, pero ser fieles a Dios y a la verdad trae aparejado un premio de vida eterna.
23/08/20 11:58 PM
  
Bruno
Feri del Carpio:

"Con Aciprensa ocurre la misma cosa. Se lo dije a Alejandro Bermúdez, y me contestó que denuncie la publicidad a Google por ser inadecuada"

Asombroso. Esa actitud de lucrarse con ello, pero no querer saber nada de la (grave) responsabilidad que conlleva me resulta incomprensible. No me extrañaría en un medio pagano, porque la virtud pagana actual se limita en la práctica a ser políticamente correctos, pero en un medio católico es surrealista.

"si bien el motivo que hizo que me convirtiera en un lector asiduo de noticias y blogs de este portal fue la controversia sobre si Dios castiga o no, precisamente con Alejandro Bermúdez"

Sí, a mí también me entristeció mucho verle defender una postura evidentemente contraria a todo lo que la Iglesia ha enseñado siempre y a lo que enseña la Palabra de Dios. Claro que, ahora, con ocasión de la pandemia, Bermúdez estará encantado de ver que un gran número de obispos y cardenales piensan exactamente lo mismo que él.
24/08/20 12:01 AM
  
Guillermo PF
Usted tampoco es inexperto en lo que en alcarreño llaman "llevarse el agua a su molino".
Por supuesto, tan obligación es para usted tener que recordar las convicciones morales que tenga por incontrovertibles como para mí lo pueda ser respetar mi propia conciencia y mi historia personal. Ahí no tenemos por qué discutir ni empeñarnos en traer al otro por nuestro carril y que nos lleve la mochila.
Pero tampoco se cuele ad hominem. Ya que todo el ¡escándalo! que tuviesen los lectores que aguantarme a mí sea el mismísimo que están viendo todos los días en su mismo e inevitable ascensor. Sin ni poner la tele.
No, no vaya usted por ahí que menos lobos, a estas alturas.
Usted sabe en qué términos se despacha el aludido. Hay matices a la hora del escándalo, en mala hora se me haya ocurrido la palabreja. No tiene por qué experimentar específicamente escándalo moral el nuevo lector que no esperaba toparse por allí con (por ejemplo) denuestos episcopales, y de mucho más arriba, con los que ni la más feroz "RDcompetencia" suele despacharse.
Es tan simple como eso.

Pero bueno, igual allí también lo que se publica es conforme a la doctrina católica. Me parece muy bien y me tranquiliza. Yo mismo no he dejado de ser católico ni por ahora pretendo alejarme.
24/08/20 12:50 AM
  
Parmandil
Guillermo: He de confesar que me deja perpleja. Si tanto detesta Infocatólica, ¿por qué se empeña en venir aquí, e insultar a los blogueros? Yo procuro alejarme lo máximo posible de los sitios que no son de mi agrado.
24/08/20 12:55 AM
  
Bruno
Guillermo PF:

"Hay matices a la hora del escándalo, en mala hora se me haya ocurrido la palabreja. [...] Es tan simple como eso."

En efecto, es tan simple como eso. Negar públicamente la doctrina infalible de la Iglesia y alardear públicamente de pecar mortalmente y no arrepentirse de ello es gravísimo. Pocas cosas son más escandalosas. Francamente, ahora mismo no se me ocurre ninguna. Peor que los propios pecados es la apología del pecado y la impenitencia, es decir, del pecado contra el Espíritu Santo. Le ruego disculpe mi impertinencia, pero, como le va la vida eterna en ello, tengo que repetirle que todas sus excusas y alardes de inocencia ofendida no pueden perfumar esa podredumbre de llamar bien al mal, que corrompe por dentro y que, horresco referens, lleva a intentar contagiar la misma corrupción a los demás, que es oficio propio de demonios. Después de eso, intentar acusar a otros de pequeñeces como hacía en su comentario solo resulta triste.

Deje usted de esforzarse tanto en justificarse, hombre, y ponga la mitad de ese esfuerzo en convertirse, que merece la pena. Decía mi abuelo, al ver a unos acróbatas callejeros, que siempre le sorprendía lo muchísimo que se esforzaba la gente para no trabajar. Lo mismo podríamos decir de los enormes esfuerzos que se hacen para justificar no convertirse, cuando con una décima parte de ese esfuerzo y la gracia de Dios se podría vivir como un santo. Si yo, que soy mucho peor que usted, puedo humillar mi intelecto y mi voluntad para entender que los mandatos de Dios están por encima de mis apetencias, ¿cómo no va a poder hacerlo usted con la gorra? Y si no le importa lo que diga un estúpido bloguero, piense en su Madre y deje de echar en saco roto sus oraciones.
24/08/20 1:13 AM
  
Bruno
Pablo:

"No queda otra. Que el usuario se rasque el bolsillo si considera que lo vale. ¿No?"

Lo recibimos gratis y lo damos gratis. Si un lector puede colaborar, bendito sea Dios. Y si no puede colaborar, bendito sea Dios.

Está muy bien que haya medios que cobren por su labor, porque el obrero merece su sustento, pero a los que tenemos el privilegio de darlo gratis nos ha tocado la mejor parte.
24/08/20 3:36 AM
  
Bruno
Colgunter:

"Hace tiempo que las grandes compañías publicitaria están en manos de los enemigos de la humanidad y de Dios. Como casi todo"

Sí, vivimos en los tiempos que nos han tocado y son tiempos recios. De lo malo, hay que cambiar lo que se pueda y soportar pacientemente lo que no podamos cambiar.

24/08/20 3:50 AM
  
Ecclesiam
Saludos Bruno.

Sé que no tiene que ver con el post, pero no podía dejar de comentartelo por aquí, porque no sé qué otro medio puedo usar para contactarte.

No sé si conoces el canal de YouTube "The Thomistic Institute", pero es uno de los mejores canales sobre santo Tomás que he logrado encontrar.

Allí tienen una serie llamada "Aquinas 101" donde exponen la doctrina de santo Tomás de un modo sumamente didáticto y entendible, que creo que sería buenísimo si puedes colaborar con ellos para subtitular en español lo que hace falta, dado los conocimientos que ya tienes sobre santo Tomás y me parece que tienes del inglés. Haría muchísimo bien a las almas, pues puede ser un gran introductor a santo Tomás que necesitamos para los católicos de hoy día.

Y tampoco dejes de pasarlo con los demás bloggers y hermanos en la fe, si es que no lo conocen. El canal es oro de altísimo quilate.

¡Dios te bendiga!
24/08/20 4:19 AM
  
Guillermo PF
Bruno, créame por favor que me sabe fatal tener que desmentirle. Porque pone en mi boca expresiones que no he dicho y en mi mente conceptos que entenderá usted y el Dicasterio competente. Yo comprendo perfectamente que su esquema espiritual y moral haya terminado por asentarse inquebrantable, que su decisión esté más que tomada, su carrera corrida, y que por lo tanto su proceder tenga que ser inflexible e innegociable. Le felicito por ello y envidio su bienestar personal al respecto, otra cosa es querer o ser capaz de seguir los mismos pasos.
¿O se cree que yo voy tan fresco al examen del atardecer de la vida, por llevar la lección apenas leída, mientras usted simplemente se la sabe de memoria? Ya veremos luego la modalidad de examen. Ahora toca no faltar a clase, compartir el bocadillo y no hacer más deberes de los exigidos.

No es que usted me sobrevalore, es que me coloca como a un pelele en una tribuna que le corresponde a los especialistas. ¿Quién soy yo para ¡negar públicamente! la doctrina infalible de la Iglesia? ¿Es que soy un obispo alemán? Esos "alardes escandalosos" míos, no se engañe, consisten escuetamente en que NO ME GUSTAN LAS MUJERES, así de tonto, ¿usted qué quiere que yo le haga y usted qué quiere poder facilitarme? Yo ya no voy a volver a pasar por el autoengaño de "esforzarme en convertirme", no me funciona, no me trata con sinceridad y respeto, es un desafío inútil y tendría que volver a nacer. Esa es toda mi herejía. Esas son mis "cosas de demonios". Qué más quisiera yo que descubrir como usted "lo infalible", o poder valorar su buenísima intención ("impertinencia" en sus palabras) de que "es que te va la vida eterna en ello". De la vida eterna, y de esta, y las de los míos, ya suelo yo encargarme de hablar con Quien me entiendo de esas cosas, usted no se preocupe y gracias de corazón.

Interesante la analogía de los acróbatas. Que trabajan por buscar más ocio, como todo el mundo. Pero ni mucho menos a mí me equivale a "enormes esfuerzos que se hacen para justificar no convertirse". No se equivoque ni me equivoque. Le reitero que fue al revés, varias décadas haciendo los esfuerzos precisamente contrarios. Y para qué. Para que el agua siga abajo y el aceite siga arriba.

Otro día, si lo tiene a bien, le comento un escurridizo caso de terapia de conversión (que es otra de las bienintencionadas soluciones). El obstáculo insalvable está siendo la actividad onírica. Titánicos ejercicios para que por la calle atraigan los encantos femeninos, pero durmiendo no aparece ni una, hay que ver...

Oremus pro invicem, como a usted muy bien le gusta recomendar.
24/08/20 12:50 PM
  
Makabusa
Estimado Guillermo PF
Entiendo yo que, quizá usted no pueda cambiar sus inclinaciones o sentimientos, pero sí puede decidir sus actos y sus palabras. Puede decidir qué hacer con sus pensamientos...
Es duro llevarse la contra continuamente pero créame que no es el único: todos hemos nacido con el pecado original y hemos hecho méritos con los pecados personales para que la concupiscencia nos dé la tabarra.
Acudir a pedir perdón cuando nos caemos al sacramento de la penitencia, es lo mejor que nos puede pasar en la vida: ser amados gratis por Dios.
Negar el pecado no lo hace desaparecer...ni sus consecuencias; en esta vida, o en la otra.
No nos culpe a nosotros de sus carencias por ello, encima de que se lo advertimos; sólo Dios nos completa y, como católicos, no nos saltamos el pobre medio humano por el que Dios ha venido a salvar a los hombres.
Entiendo que aquí la publicidad, por tocar el tema del blog, hace su papel y no ayuda.
24/08/20 2:54 PM
  
Bruno
Guillermo PF:

Entiendo que intenta loablemente seguir el ejemplo del Papa Francisco y echar la culpa de todo a los rígidos como yo, pero a poco que lo piense verá que eso no tiene nada que ver con el tema del que estamos hablando. Da igual que yo diga las cosas o no las diga, porque, como usted sabe perfectamente, lo que importa es que son la enseñanza infalible de la Iglesia y la Revelación de Dios en su Hijo Jesucristo. Es a Él a quien prefiere no escuchar, no a mí. No escucharme a mí es frecuentemente muy sano y necesario (yo mismo tengo la costumbre de no escucharme demasiado); no escuchar a Cristo es suicida.

Ya sabe usted que el hecho de que no le gusten las mujeres no es la cuestión, ni es algo que le quite el sueño a nadie. Lo malo es que usted se jacte públicamente de pecar y de no arrepentirse por ello. Eso es terrible. Es como si yo contase que me gusta la vecina del quinto y que he visto que eso de "esforzarme en convertirme" no me funciona, así que he pasado a adulterar con ella todos los fines de semana y a decir que, en realidad, eso es lo que Dios ha querido siempre que hiciera, porque el adulterio es bueno, moral y fantasticomaravilloso y la voluntad de Dios, pura y simplemente porque a mí me apetece pecar. El problema no está en que me guste la (inexistente) vecina del quinto o en que sueñe con ella, el problema está en que sea infiel a mi esposa, a mi familia y a la ley de Dios para satisfacer mis deseos y, encima, pretenda que está bien hacer todo eso y que los que intentan no adulterar son tontos y unos carcas. Eso, como usted sabe perfectamente, es llamar bien al mal, negar la moral de la Iglesia e incitar a otros al mal. No finja que no lo entiende, porque los dos sabemos que no es cierto.

Por favor, que no es usted un animalito, obligado a hacer lo que le apetece en cada momento. Le respeto demasiado y me importa demasiado para creerme eso, de ahí mi impertinencia. Si va a pecar, peque, pero no se engañe diciendo que ese pecado es bueno y lo que Dios quiere porque le apetece a usted pecar. Si va a pecar, peque, pero no se justifique con la rigidez de los que, sin ganar nada con ello, le decimos que ese camino lleva a la muerte. Si va a pecar, peque, pero no haga de demonio poniendo en duda públicamente y como católico la fe de la Iglesia, que es la única que nos puede salvar. Si va a pecar, peque, pero no se cierre la puerta del arrepentimiento y la salvación pretendiendo que no ha pecado, porque en eso consiste el pecado contra el Espíritu Santo, la extinción de la esperanza, la victoria final del demonio y el infierno.

Le contaré un secreto: todos los que aparecen por el blog pecan siete veces cada día, incluido yo. A ninguno de nosotros nos escandaliza el pecado, pero el rechazo del arrepentimiento y la negación del pecado ya son harina de otro costal.

Oremos, ciertamente, los unos por los otros. Yo lo necesito mucho y agradezco a los lectores en general y a usted en particular que me hagan la caridad de rezar por mí. Y que nuestra Señora de la Esperanza ruegue por todos nosotros. Ella nos quiere más que nadie después del propio Dios y su oración es todopoderosa.
24/08/20 3:23 PM
  
Proby
Amigo Bruno, por supuesto que tú eres libre de escribir como quieras, pero no hace falta poner una frase larga y pesada; basta con decir algo así como "Lo del Mundo va con segundas", o cosa parecida. Pero bueno, ahí dejo el tema. Te agradezco tu amabilidad al contestarme, te vuelvo a felicitar por el artículo y espero no haberte molestado. Gracias. Dios te bendiga.
24/08/20 5:13 PM
  
Luis Piqué Muñoz
La Publicidad forma parte del satanismo mediático de la Corrección Política de la Tiranía democrática, asi por Ejemplo hay anuncios de prostitución en todos los Periódicos ¡Ay! ¡pero lo Peor es la proganda Política, Social y Moral que defienden y fomentan perversa y luciferinamente Prensa, Radio, televisión y Cine! Y en fin, me alegro de que los Articulistas de InfoCatólica sean pobres y vocacionales y no se dejen pudrir y degradar moral y materialmente por el ¡Ay! hoy ¡y siempre! ¡Mammon, el Idolo de Oro! ¡Muera el satanismo mediático! ¡Viva la Virtud! ¡Viva los Pobres! ¡Viva Dios!
25/08/20 3:32 PM
  
Colgunter
Qué pasa..., a mi tampoco me gustan las mujeres,
particularmente la mia....

Rezo por usted Guillermo. Le recomiendo, si me permite, que haga las Horas de la Pasión, de Luisa Picarreta. Da mucha luz y discernimiento espiritual esa piadosa lectura. Y sobre todo da un amor por JESUCRISTO que nace de la conciencia del que se sabe salvado por su Sacrificio. El murió personalmente para salvarle a usted. Nunca lo olvide.


Por usted también rezamos, Bruno.
25/08/20 7:00 PM
  
Guillermo PF
Bruno, me vienen a la memoria las varias ocasiones en que me ha recriminado desviar los temas para esforzarme (yo y mi circunstancia) en ser el centro de atención. Sin embargo no se da cuenta de cuando, como esta vez, es usted el que cambia de canal para preferir sacarme las miserias a colación.
Aquí se hablaba de las implicaciones morales de la publicidad, a colación de determinado “portal hermano”, y de eso ni más ni menos me puse yo a dar mi punto de vista. Pero claro, contra mi desacuerdo con las conocidas intrigas palaciegas con que se despacha el allí aludido, nada mejor que el “y tú más” (la chutzpah, por cierto, ya la recomienda San Josemaría, canonizándola junto a la intransigencia y a la ¡coacción!, ahí es nada; claro que, con fines sacros -todo es bueno para el convento).
Pero bueno, tampoco eso le preocupe, poco tardará usted en encontrar el atajo dialéctico -apologético en realidad- con el que, una vez más, llevar razón sobre su proceder.

Mire, iba a decir que me cansa ya la homilía escolástica que una y otra vez me recita, pero con sinceridad tengo que reconocer que no es así. Me crié con ella (ya le comenté a quién me recuerda el grito de “¡quiero ser santo!”) y la tengo junto a otros preciosos recuerdos. Sencillamente me apena que, releyéndome la cartilla de mis peores confesores, al final no le quede más recurso que el miedo y el “porsiacaso”. No se puede creer por si acaso y allá tú.
A mí hace bien con sentirse llamado a recordarme por si acaso la “doctrina infalible de la Iglesia”, porque sabe que soy creyente y practicante, pero sobre todo porque sabe que no la comprendo íntegramente. Pero como le digo, ni mis más furibundos confesores perdían los papeles con tanta advertencia de “estás alardeando públicamente de pecar mortalmente y no arrepentirte de ello”. ¿Cómo pretenderá que se pueda arrepentir nadie, sin autoengaño ni destrozo psíquico, de lo que no es ni más ni menos que la propia naturaleza y personalidad que le ha dado Dios? Ya tuvimos otro diálogo parecido sobre la imposibilidad de arrepentimiento en algunas realidades humanas (como las relaciones prematrimoniales de tantísimos matrimonios creyentes; con más razón en lo que no depende ni de tu propia voluntad, a menos, ya digo, que no te importe un seguro destrozo mental y familiar-social).
Si yo le reduzco al absurdo que “no me gustan las mujeres”, no es para quitarle el sueño a nadie, que ya bastante me lo quitó a mí pensando que era una cruz de la que los ¡agraciados! estaban exentos; se lo digo para que vea la matanza de moscas a cañonazos en que convierte usted (y todas las enseñanzas infalibles que quiera) una vida privada de lo más normal, y sin otra alternativa afectiva posible, encajándola a martillazos al lado de supuestos caprichos con vecinas -que no cuela- cuando no otras veces con crímenes o genocidios.

Le agradezco una vez más su paciencia y buena voluntad. Si por algún lugar a algún redactor de la Revelación de Dios en su Hijo Jesucristo, se le pasó mencionar la posibilidad de algo así como el llamado después Purgatorio, yo estoy convencido de que mi Padre no permitirá haberme echado al mundo a ciegas para luego darme una sorpresa cruel y sempiterna, sin al menos darme la oportunidad de recibirme con un ternero cebado, de enseñarme lo que aquí no fuimos capaces ni de aprender ni de enseñar. Y ni que decir tiene que también mi Madre de algo me conocerá...

Solo un apunte más. “Quién soy yo para negar la “doctrina infalible” de la Iglesia” no es una frase mía en homenaje al Papa Francisco, parafraseando la otra que por lo visto me concierne. Poco me siento respaldado por el Pontífice reinante, ni frente a rigoristas ni junto a primaveristas (que no andan menos despistados que yo unos ni otros), cuando supuestamente me consolaba con el manido “quién soy yo”, para otro día dictaminar que “ante la duda, mejor que no entren en los seminarios”. A otro perro con ese hueso.
26/08/20 7:04 PM

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