Quevedo, el profeta

No creo que sea una casualidad que poeta rime con profeta. Siempre me ha parecido que los poetas, si son buenos, nos anuncian de algún modo una palabra que viene de Dios, permitiéndonos oír, aunque sea de lejos, la música callada que mueve el universo. Hasta me gusta pensar que quizá haya algún ángel feliz encargado de inspirar a los poetas, como decían los antiguos griegos que hacían las musas.

No digo esto porque sí, ni por ponerme lírico, sino porque en muchas ocasiones he notado que hay poemas proféticos que, con palabras humanas, pero a imagen de la Palabra de Dios, son como espada de doble filo que penetra hasta la división entre alma y espíritu y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Uno de estos poemas, a mi juicio, es el famoso soneto de Quevedo sobre la ciudad de Roma, titulado “Buscas en Roma a Roma”:

Buscas en Roma a Roma ¡oh peregrino!
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas
y tumba de sí proprio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino
y limadas del tiempo, las medallas
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades que Blasón Latino.

Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh Roma en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme y solamente
lo fugitivo permanece y dura!

En estos versos geniales, Quevedo contrapone hábilmente la Roma clásica, cabeza y origen de un imperio inmenso, sojuzgadora de pueblos, autora de proezas arquitectónicas, maestra y civilizadora, con las pobres ruinas romanas, medio tapadas por la maleza, que se podían ver en su época. El viajero que llega a la ciudad espera encontrar lo que ha leído en los libros, la Roma imperial esplendente y maravillosa, pero solo descubre piedras caídas e inscripciones casi borradas, hasta el punto de que le parece estar ante una tumba y no ante la gran urbe de la antigüedad. De alguna forma, el lugar donde menos se puede ver la admirada Roma clásica es la propia ciudad de Roma, que ha perdido su gloria. ¡No se puede hallar a Roma en Roma!

Como suele suceder con las profecías, sin embargo, bajo este primer sentido humano del poema late una verdad más profunda y sobrenatural. La misma sensación de desolación, decadencia y pérdida que describe Quevedo con respecto a la Roma imperial podría aplicarse en este tiempo a la Iglesia, de la que es imagen la ciudad de Roma.

A menudo hoy se nos hace difícil ver a Roma en Roma, a la Iglesia en la Iglesia. Su rostro está empañado, su gloria velada, su sabiduría parece haberse trocado, en boca de sus propios maestros, en lugares comunes y vanas expresiones a la moda. Sus profetas ya no gritan lo que Dios dice, sino lo que el mundo quiere oír, sus sacerdotes adoran ídolos hechos a su propia imagen y semejanza en lugar de dar culto a Dios, tantas de sus vírgenes parecen haberse vuelto necias y no esperan al Esposo, porque prefieren la oscuridad a la luz. Los encargados de administrar las riquezas de la Tradición de la Iglesia y repartirlas a los pobres prefieren engañarlos con el pan que no alimenta de las ideologías políticas, el bienestar y el sueño de un progreso material cada vez más inhumano.

A semejanza de las viejas ruinas romanas, el maravilloso edificio de la enseñanza y la moral de la iglesia parece derrumbarse o, cuando menos, está oculto por los arbustos y malas hierbas de la mundanidad, el subjetivismo y las pasiones inconfesas. Sus legiones tiran las armas al suelo y se rinden sin presentar batalla ante modernas ideologías que no podrían ser más débiles, absurdas y evidentemente falsas. Por millones, sus ciudadanos la abandonan cada día, desencantados, y buscan su felicidad en pálidos remedos de la Ciudad que, sin embargo, mezclados con grandes errores, parecen haber conservado algunas de sus glorias.

Como dice la Escritura, se sabe si un profeta es verdadero porque sus profecías se cumplen. Pues bien, los versos magistrales de Quevedo, a una distancia de cuatro siglos, se cumplen en nosotros y son una terrible condena de la tibieza y la mundanidad en que hemos caído. El día del Juicio, Quevedo se levantará y dará testimonio contra nosotros, porque nos lo advirtió y no quisimos escucharle. No solo los profetas y los santos nos reprenden, también los poetas.

Hay, sin embargo, una gran diferencia. La antigua Roma imperial cayó, dejando ruinas gloriosas y nostalgia de grandezas que pasaron. La Roma eterna, en cambio, nacida de una alianza que dura para siempre y de una sangre que habla mejor que la de Abel, no puede pasar, no puede morir, porque la muerte ha sido absorbida en la victoria, porque es la Amada del más hermoso de los hombres y su amor es más fuerte que la muerte. En sus versos, Quevedo se lamenta de que solo ha quedado de la antigua Roma el río que cambia sin cesar, pero con la Iglesia sucede lo contrario: lo que permanece es precisamente lo que no cambia, aunque en ocasiones se esconda a nuestros ojos.

La Esposa de Cristo sigue siendo una, santa, católica y apostólica, aunque esas características estén ocultas por las miserias humanas. ¿Que los hombres que componen la Iglesia y la hacen presente hoy son débiles, torpes o incluso en algunos casos malvados e impíos? No importa. O, si me apuras, casi mejor así, porque en su debilidad brillará el poder de Dios y en su pecado la santidad de su Esposa.

¿Estás entristecido y desesperanzado al ver la decadencia de la Iglesia? Bueno es que sufras y te duelas, porque conviene que un hijo sufra cuando ve a su madre enferma, pero no cedas a la desesperanza, que es como repudiar a esa madre en la hora de mayor necesidad. ¿Ya son años los que llevamos de crisis y no parece que las cosas mejoren? Para el Señor un día es como mil años y mil años son como un día. Permanece fiel, no sea que un día te hagas acreedor de las duras palabras que escucharon los apóstoles de labios de su Maestro: “¿es que no habéis podido velar conmigo ni una hora, o un año, o un siglo?”.

Dios sabe lo que sufres y por eso envió a su Hijo para que sufriera contigo en Getsemaní. Ni uno solo de tus cabellos cae sin que Él lo vigile. Sosiégate, porque estás en sus manos y no hay manos mejores. Dios sabe lo que hace y los errores y maldades de los hombres nada pueden contra él. Se sublevan los reyes de la tierra y los príncipes se alían contra el Señor y contra su Mesías, pero el que vive en el cielo sonríe; desde lo alto, el Señor se ríe de ellos.

29 comentarios

  
Francisco de México
"A menudo hoy se nos hace difícil ver a Roma en Roma, a la Iglesia en la Iglesia."

Incluso al Papa en el Papa.

27/08/19 3:34 PM
  
Ecclesiam
"Ya que has guardado mi recomendación de ser paciente, también yo te guardaré de la hora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero para probar a los habitantes de la tierra. Vengo pronto; mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona. Al vencedor le pondré de columna en el Santuario de mi Dios, y no saldrá fuera ya más; y grabaré en él el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que baja del cielo enviada por mi Dios, y mi nombre nuevo."
Apocalipsis, 3

¡Cómo suena del mismo modo las últimas palabras del glorioso Apóstol San Pablo dirigidas a Timoteo!

"Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia; algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia sea con vosotros."
I Timoteo, 6


Y qué verdad tan cierta y actual es lo que menciona: «...algunos que la profesaban se han apartado de la fe».

Sí, ¿cuántos no profesan una falsa ciencia sino para apartarse del depósito de la fe? ¿Cuántos, por una pretensión bien intencionada pero falsificada de querer conservar la fe, la han perdido por «las objeciones de la falsa ciencia», aquella que repugna la fe?

¡Qué tentación tan fuerte es la de los que pretenden guardar la fe, pero sin guardar el depósito, aquél depósito que está en aquella que es «columna y fundamento de la verdad»!

Los que se apartan de la Iglesia se pierden; los que se apartan del depósito, depositado en Ella, se extravían. Reniegan del Magisterio, de las encíclicas y los concilios (Y da igual que sea renegando de todos los concilios excepto del Vaticano II; o renegando del Vaticano II y aceptando todos los Concilios; es lo mismo, mismo perro con diferente collar).

No guardan el depósito y finalmente, se apartan de la fe.
27/08/19 4:06 PM
  
Bruno
Francisco de México:

"Incluso al Papa en el Papa"

Francamente, a mí eso me llama menos la atención. Conozco a un gran número de eclesiásticos y lo habitual es que se vea mucho el barro del que están hechos. Sería estupendo que todos fueran santos o tuvieran una gran fe, pero lo cierto es que no es así.

En cambio, el hecho de que la fe y la moral de la Iglesia estén como escondidas y en buena parte abandonadas me produce un gran dolor y tiende a desconcertarme.
27/08/19 4:22 PM
  
Rosa de Jesús
Pues yo si veo a la Esposa Inmaculada de Dios, principalmemte en Maria Santisima, ella es la reina que esta sentada a la derecha del Rey vestida de oro, de joyas y brocados, Ella es la que con su obediencia a la voluntad de Dios aplasto eternamente la serpiente y las puertas del infierno no podran ganarle, Ella encarno al verbo de Dios en su plenitud como ninguna otra criatura por mas perfecta y santa que sea, a Ella es a quien se le dice tu belleza es a tu Dios, porque ella es reflejo perfecto y purisimo de Dios... y tambien sus hijos espirituales, somos reflejos ya mas imperfectos por el pecado, porque nuestros corazones son mezquinos y cobardes, nuestras mentes perversas, nuestras almas pecadoras y nuestro cuerpos completamente miserables, siempre fue asi la humanidad, sin embargo los que llevamos inpuestos el escapulario acaso no estamos bajo el Manto de ella, no estamos cubiertos con su misma tela y dignidad, los que encarnamos con buenos pensamientos, deseos, palabras y obras la voluntad de Dios, los que guardan las palabras de Jesus y su doctrina, no son hijos de Maria Santisima tambien? Aunque haya pecado, defectos y falsos hermanos, no tienen las almas devotas como cierta familiaridad en sus rostros que nos parecen como hermanos de Jesus, por su amabilidad, su alegria serena, su firmeza a la vez bondadosa, y esa luz misteriosa en sus rostros que los hace brillar en las tinieblas de este mundo, no nos ha prometido Jesus que si morimos con los sacramentos de la Iglesia y en gracia estaremos sentados a su derecha el dia del juicio, que hermoso imaginar estar a la derecha con esta hermosisima Reina y bajo su manto... yo he visto muchas almas asi en el ambiente de la misa tridentina, a veces me pregunto si seran concientes de lo que valen, es como que al ver la belleza de aquellas almas entendes cuanto las ama Jesus y porque pedecio y murio por cada una de ellas, porque las llama amadas de mi Padre, yo puedo decir que en estas almas si veo a la Iglesia Inmaculada, tal vez la gente que desespera y dice no ver a la Iglesia de Cristo es porque esta buscandola en el sitio equivocado, esta no esta en los imponentes pilares de marmol que no alcanzan los brazos extendidos a abrazarlas del vaticano sino en ese pequeño nidito de amor que construye cada alma en gracia para abrazar a Dios en la diminuta forma de la Eucaristia en cada comunion, no me desalienta ver que los nidos tienen su mugre, son hermosos y con un encanto propio e irrepetible cada cual y me despierta mucha ternura y amor ver a esta Iglesia y comprendo porque tantos santos se martirizaron o consagraron sus vidas por ella, son el pesebre que quiere Dios como trono en este mundo, por eso para encontrar al Reino de los cielos hay que ir alli dentro de la cueva, el interior del alma cuando esta en gracia, en union con Dios.
27/08/19 4:52 PM
  
jk
Mientras Francisco y la mafia de san galio esten en Roma asi sera.
27/08/19 5:27 PM
  
Luis Fernando
La iglesia siempre será visible en sus santos y sobre todo en sus mártires y confesores. Y en esta época que nos ha tocado vivir, de estos últimos tenemos muchos a los que contemplar.
27/08/19 6:18 PM
  
Juan Andrés
La Esposa del Cordero debe estar en estos momentos, como en otros tiempos históricos también (nihil novi sub sole dice el Eclesiástes) abrazada y protegida por el Esposo hasta que campee, de cualquier modo, el temporal al que la quieren azotar, pero se verán defraudados los azotadores utópicos sin fe.Y si bien es cierto que este estado de cosas produce dolor no puede desconcertarnos ya que el hombre caído no cambia ni cambiará y Aquel otro maneja, y ha manejado siempre, los tiempos. "Nada te turbe, nada de espante, Dios no se muda". Y nada, es nada.
27/08/19 6:21 PM
  
Francisco de México
Uno de mis autores favoritos es Guareschi, con su inolvidable Don Camilo. "El regreso de Don Camilo" puede leerse en

www.librosmaravillosos.com/regreso/pdf/El%20Regreso%20de%20Don%20Camilo%20-%20Giovanni%20Guareschi.pdf Un breve fragmento de la págiana 189.

"- Excelencia - exclamó, no es que falte la fe en Dios. Nos falta la fe en nosotros. El sentimiento de la patria existe en nosotros dondequiera estemos, pero cuando en la guerra se sale al ataque es necesario ver ondear la bandera del regimiento. La bandera mantiene viva la fe en nuestras fuerzas, que la necesitamos aun cuando exista dentro de nosotros la fe en la patria. Excelencia: ese Cristo crucificado es nuestra bandera y don Camilo su abanderado."


Bruno, a mi me desconcierta que algunas veces me es difícil ver a nuestro abanderado como abanderado.

27/08/19 9:51 PM
  
Feri del Carpio Marek
Bruno, dices por un lado, en un comentario,

"Francamente, a mí eso me llama menos la atención... lo habitual es que se vea mucho el barro del que están hechos."

Y por otro lado, en el mismo comentario,

"el hecho de que la fe y la moral de la Iglesia estén como escondidas... tiende a desconcertarme."

Te tengo que decir que a mí me desconcierta que a ti lo primero te parezca normal y te desconcierte lo segundo. El comportamiento mundano masivo en los pastores de la Iglesia no puede ser de ninguna manera lo habitual. Defectos sí, pero una forma de pensar sistemáticamente ajena al Evangelio, no.

Y no es posible esperar que el modo habitual de vivir y de pensar sea sistemáticamente discordante de la fe que se cree y se debe profesar. Lo dice claramente el Catecismo:

«Existe un vínculo entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe:

Los fieles deben creer los artículos del Símbolo “para que, creyendo, obedezcan a Dios; obedeciéndole, vivan bien; viviendo bien, purifiquen su corazón; y purificando su corazón, comprendan lo que creen” (San Agustín, De fide et Symbolo, 10, 25).»
27/08/19 11:06 PM
  
Pedro 1
"Los sacerdotes son nuestros padres, tenemos que considerarlos como superiores a nuestros padres físicos. El sacerdote nos da a luz en el reino de Dios a través del bautismo, y nos alimenta por el misterio de la divina liturgia. El sacerdote realiza su ministerio por medio de los santos sacramentos, la predicación, la dirección espiritual y sus propias oraciones. De esta forma, el sacerdote no vive para sí mismo, pero sí para el que le encomendó este ministerio, por su rebaño, para estar al servicio de su iglesia. Grande es la responsabilidad de los sacerdotes, y múltiples son sus deberes ante Dios, porque Él les había dado la misión de preocuparse por las almas de los hombres. Sus deberes son infinitos en cuanto se preocupan por la salvación del mundo, y rezan para todos los hombres a fin que conozcan y que se acerquen a Dios".
San Juan Crisóstomo
28/08/19 12:21 AM
  
Bruno
Feri del Carpio:

No sé si entiendo bien tu objeción.

Dices: "me desconcierta que a ti lo primero te parezca normal y te desconcierte lo segundo."

No me extraña que te desconcierte, porque yo no he dicho nada por el estilo. He dicho que es habitual (no normal) que se vea el barro del que están hechos los clérigos. Es frecuente, pero desde luego no se ajusta a ninguna norma. Simplemente, no me llama la atención porque ya lo he visto muchas veces y soy consciente de que Dios actúa a través de seres humanos pecadores y a menudo desastrosos. No entiendo cuál es el problema. Es un simple hecho.

Dices: "El comportamiento mundano masivo en los pastores de la Iglesia no puede ser de ninguna manera lo habitual. Defectos sí, pero una forma de pensar sistemáticamente ajena al Evangelio, no."

No sé a qué te refieres con "no puede ser". Obviamente no equivale a "es imposible", porque de hecho se da. Tampoco parece que equivalga a "no debe ser", porque entonces sería un lugar común evidente: todos pensamos que los pastores no deben pensar de forma sistemáticamente ajena al Evangelio.

"Y no es posible esperar"

Lo mismo que he dicho antes, pero combinando las dos respuestas. No sé qué quieres decir con "no es posible" y yo no he dicho nada de "esperar".

"«Existe un vínculo entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe: Los fieles deben creer los artículos del Símbolo..."

Por supuesto, nunca se me ocurriría decir lo contrario.

En resumen, que debe de ser que no entiendo bien lo que quieres decir, porque lo que entiendo no tiene sentido.
28/08/19 12:58 AM
  
Feri del Carpio Marek
Bruno,

Ahora que leo tu respuesta, creo yo tampoco entiendo bien lo que quiero decir, jejeje.

Ahora hablando en serio, trataré de expresar mejor la idea que tenía en mente. Me parece que hay una cierta cota razonable de incoherencia y mundanidad en la vida y pensamiento de los pastores, de manera que cuando esta se traspasa, acaba ocasionando graves daños a la fe creída, comprendida, profesada y enseñada. Entonces la idea es que si se constata que el grado de incoherencia y mundanidad en la vida y pensamiento de los pastores está muy elevado, no debería ser desconcertante que la fe y la moral de la Iglesia acaben estando como escondidas.
28/08/19 2:08 AM
  
Luis López
La semana pasada estuve en Roma con la familia.

En los Museos Vaticanos casi no se podía andar por la cantidad de gente

Pero paseando por esa bellísima ciudad, entraba en las iglesias donde estaba la luz encendida del sagrario y casi no había nadie.
28/08/19 10:20 AM
  
Tito España
Luis López: eso es lo importante, aunque parezca que nadie se da cuenta, la luz anunciando la presencia real de Cristo en el sagrario. Tú te diste cuenta y nos consuelas a todos con tus palabras.

"Oh, vivir junto a ti, cual la sencilla lámpara tenue que callada brilla entre las sombras de tu templo santo" (Hernando Olguín, Magníficat, Agosto 2019, pág. 351).
28/08/19 12:08 PM
  
Anacoreta
Gracias, Bruno. Una gran exaltación de ánimo ¡Aquí la resistencia!
28/08/19 1:13 PM
  
Haddock.
Como dijo J.L. Borges, " Quevedo en sí es toda una literatura"

Tiene más poemas proféticos, como ese que empieza:

"Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía"

28/08/19 4:58 PM
  
Tannhäuser
¡Ya lo creo que "en su debilidad brillará el poder de Dios y en su pecado la santidad de su Esposa". La actual crisis no es la primera y ni siquiera la única tan grave y tan "de arriba abajo", pues la del arrianismo no le va a la zaga a la actual, también por cierto, en gran medida, neoarriana. La barca de Pedro nunca ha dejado de estar zarandeada por las tormentas levantadas contra ella por Satanás y por mas daños que haya sufrido, siempre se mantuvo a flote.

Y en la crisis que actualmente padece la Iglesia, cualquier observador medianamente atento y pensante, tiene que darse cuenta de que si una institución tan pródiga en herejes, cobardes, acomodaticios, simoníacos, trepas, viciosos de todo tipo, etc y...hasta masones, servidores del maligno, después de veinte siglos, sigue estando ahí, y siempre hay en ella un núcleo fiel indestructible que repara las cuadernas de la barca, rotas tras la tormenta, es porque ahí está Dios. No existe otra explicación racional a la supervivencia de la Iglesia Católica.

Por cierto, entono, avergonzado, el "mea culpa", pero no conocía este soneto de mi admirado Quevedo. No me flagelaré, pero debería. Eso sí, D. Bruno, le doy las gracias por enseñármelo.

28/08/19 5:09 PM
  
Raquel D. Catequista
¿Entristecidos y desesperanzados? ...
Bueno es que sufras y te duelas, porque conviene que un hijo sufra cuando ve a su madre enferma, pero no cedas a la desesperanza, que es como repudiar a esa madre en la hora de mayor necesidad.
Qué verdad de a puño! No podemos repudiar a nuestra Madre la Iglesia; está en la mayor necesidad!
Oremos, oremos, oremos!!!
28/08/19 11:04 PM
  
Raquel D. Catequista
¿Entristecidos y desesperanzados? ...
"Bueno es que sufras y te duelas, porque conviene que un hijo sufra cuando ve a su madre enferma, pero no cedas a la desesperanza, que es como repudiar a esa madre en la hora de mayor necesidad."
Qué verdad de a puño! No podemos repudiar a nuestra Madre la Iglesia; está en la mayor necesidad!
Oremos, oremos, oremos!!!
(Perdona, no marqué las comillas)
28/08/19 11:06 PM
  
Manoletina
Bruno, pues hasta en la cuestion de que los clerigos tambien son barro, te da la razon Quevedo:

" En este mundo un pedo es vida
pues hasta el Papa bien se los tira"
29/08/19 1:15 AM
  
Manoletina
Ahora sin coñas. Quevedo lo que esta describiendo es la situación de la época en la que el vive. No esta haciendo ningun tipo de predicción sobre el futuro sino que lo decadente es la esencia de lo romano. Y es que Roma desde su decadente fundación sigue en decadencia. Es como una eterna agonia de un imperio que se niega a morir.

Creo que no es casualidad, que la Providencia dejara que se formara este eterno y moribundo imperio, para tomarlo como fundamento de su Iglesia.

Yo le veo hasta su gracia, aunque a algunos comentaristas les pudiera parecer macabro. Pues es todo un simbolismo de lo que muere y renace, y se hunde y vuelve a surgir.
29/08/19 1:25 AM
  
Manoletina
Y el dueño no esta. Sin abanderado nos sentimos, decian mas arriba, y es verdad.

El otro dia leia el evangelio del señor que se ausenta. Pero como estaba aburrida me puse a leerlo en el original.

Al primer siervo, al que le da un encargo, que traducimos por "siervo fiel", literalmente lo llama "confiable"(que confia y es digno de confianza-de su señor en el).
Lo pone al frente de su "casa" o "hacienda" traducen. La palabra griega designa mas bien a las personas a cargo de un señor mas que los objetos de la hacienda. Es el termino analogo a la organizacion social de los "dominus" romanos que su "casa" abarcaba a su familia, siervos y todos los que estan bajo su protección y dependen de el.

El encargo es darles comida a la hora correspondiente. Alimentarlos a su tiempo exacto.
Y era dichoso por que su su señor lo encuentra asi.

El otro siervo no tiene encargo. Y maltrata a los "sundoulos": los que tienen su mismo estatus de siervos. Y en vez de dar de comer a los otros, come y bebe el hasta embriagarse.

Entonces el Señor los separa en "parte" y a cada uno le da su "parte" (usa el mismo termimo "mere")

Y esto decia la parabola es imagen del "reino de los cielos.

Me llamo la atención que los tiempos verbales eran presentes. No tienen el matiz condicional que le damos en español. Pero traducirlo asi sería ininteligible en castellano, claro.

Los verbos señalaban que esto es algo que esta pasando ahora. Mientras de proclama la parabola. El matiz da mas la sensacion que el sentido mas fuerte es que Cristo nos explica que sucede continuamente. Eso no quita que tambien esta el sentido de invitación a velar "subjuntiva": "que venga y lo encuentre".

Era toda una dedcripcion de lo que somos y hacemos todos en ausencia de este gran Señor. Que continuamente viene y nos encuentra.

Disculpa que hoy haga un comentario mas pretencioso y pedante de lo normal.

No se. Continuamente de da este extraño misterio.
29/08/19 2:13 AM
  
Estoy cansado
El asunto es que Roma nunca fue Roma.Tras falso origen de fábula, se aferra a la portentosa república , granítica en lo legal, pero de arena en lo ético, hasta que Cicerón prefirió morir con ella que vivir en la otra Roma. La imperial que inició poseyendo y dominando, y terminó prostituída y avasallada.
Lo grandioso de Roma no fue lo que fue sino que ella es lo que ha sido. Roma se mira en los versos de un Quevedo o en la sentencia del magistrado o en la liturgia del clérigo. Roma está en nuestra forma de mirar y pensar el mundo.

De igual forma la Iglesia Católica nunca fue sino que ella siempre ha sido. Valga decir, la IC es lo que es, no lo que quizo, pudo, trató, quiera, pueda o pretenda ser. Porque ella responde a una construcción histórica que está por sobre los cicerones, que perecen con el ciclo evolutivo, y los césares, que derrumbando el pasado, dejan sin fundamentos solídos las pretensiosas estructuras que erigen.

Ese es el mínimo de sensatez que requiere la IC para salir de estos temporales sismáticos que la azotan. ¿Será mucho pedir? ¿Será que después de dos mil años de evolucionar, pueda la IC negar válidamente la existencia real de esa equilibrada dinámica evolutiva?
29/08/19 3:13 PM
  
Valeria Cifuentes
Gracias Bruno.
29/08/19 4:32 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡El Resto de Israel! ¡La Roma eterna, la Iglesia de Cristo, de Dios, el Cuerpo Místico! Efectivamente, Amigo Bruno, el Talento del Artista es celestial, divino ¡el Gozo del Espíritu Santo! ¡la Belleza, la Poesía! La Sabiduría, como el Talento, es propio sólo de Santos ¡Sólo los Santos, los Justos, los Elegidos tienen Talento! ¡Viva el Talento! ¡Viva la Sabiduría! ¡Viva la Santidad! ¡Viva Dios!
29/08/19 6:58 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡Te pido Humildemente Perdón, Amigo y admirado Bruno! Las Prisas, tengo Ordenador por Horas y me tengo que Ir ¡me han hecho cometer un Garrafal Error! ¡Ay! No es ¡Sólo! los Santos ¡sino Todos los Santos tienen Talento, cualquier Tipo de Talento, normalmente literario u oral! Naturalmente, se puede tener Talento y No ser Santo ¡como la mayoría de los Artistas! ¡a algunos, Pocos supongo, su Talento no les sirvió para evitar el Infierno! ¡como es Tradición con el Rey Salomón y sus bellísimos Escritos Bíblicos! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
29/08/19 7:06 PM
  
gustavo perez
¡Qué tristeza! al interior de la Iglesia dizque un grupo de cardenales denominado "la mafia de saint Gallo", encabezada por el jesuíta cardenal Martini y seguida por seis más como Kasper, Silvestrini, hoy difunto, Dannels, quien confesó la existencia de esta quinta columna. Todos ellos opuestos a la elección de Benedicto XVI y amigos de Bergoglio, el Papa actual. Al fin se salieron con la suya y lograron sus propósitos con los resultados a la vista.
30/08/19 3:15 PM
  
Bruno
Lisandro:

Me temo que no ha entendido el artículo. No fuerzo la interpretación de Quevedo porque no pretendo que él estuviera hablando de nuestra época. ¿Cómo podría creer que Quevedo estaba hablando de lo que iba a pasar cuatro siglos después y que él no podía saber?

Lo que digo es que la poesía, si es buena, toca lo profundo de la realidad y por eso tiene algo de profecía, de palabra de Dios (con minúscula) que es fecunda y nos habla e interpreta lo que nos pasa incluso a siglos de distancia.
12/09/19 3:28 PM
  
Fernando Martín López Avalos
En gran medida, gracias a usted don Bruno, he reforzado las murallas de una fortaleza que ha sufrido los embates de los enemigos de la fe; siento nostalgia de la Madre Patria allende el Atlántico. Pero España vive para siempre en mi corazón y en mi mente, en mi alma y, sobre todo, en la lengua castellana de la que me enorgullezco. Me vienen a cuento las palabras de monseñor Marcel Lefebvre, denostado en la historia oficial de la Iglesia, pero que un día ocupará el puesto que le es debido:

Nos adherimos de todo corazón y con toda nuestra alma a la Roma católica, guardiana de la fe católica y de las tradiciones necesarias para el mantenimiento de esa fe; a la Roma eterna, maestra de sabiduría y de verdad.

Por el contrario, nos negamos y nos hemos negado siempre a seguir a la Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante, que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y, después del Concilio, en todas las reformas que de él surgieron.

Declaración del 21 de noviembre de 1974
21/07/23 9:27 PM

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