40 días de oración a favor del aborto

Estamos muy acostumbrados al mal. Incluso a males gravísimos que deberían horrorizarnos. La costumbre y nuestros deseos de tranquilidad y de vivir bien hacen que, más o menos conscientemente, dejemos de prestar atención a los males más comunes a nuestro alrededor. A veces, sin embargo, el mal se presenta de forma tan vomitiva que resulta imposible permanecer insensible.

Traigo hoy al blog una de esas ocasiones: un folleto editado por Planned Parenthood, la mayor empresa proveedora de abortos de los Estados Unidos y una de las mayores del mundo. El folleto no se limita a elogiar las bondades del aborto, lo cual ya sería bastante malo, sino que propone unas jornadas de oración de 40 días a favor del aborto. ¡De oración!

Es evidente que la propuesta abortista es una imitación de los 40 días de oración a favor de la vida, una iniciativa contraria al aborto que se ha extendido por todo el mundo. Parece que han pensado que ellos también podían apuntarse a la idea, pero sin darse cuenta de que la hipocresía, cuando es demasiado evidente, lo que suscita es repugnancia y aversión.

El panfleto lo tiene todo.

La estupidez:

Día 30: Hoy rezamos por las mujeres, para que se deshagan de sus secretos y reivindiquen sus historias con poder y con verdad.

Día 12: Hoy rezamos para que las mujeres conozcan el poder de sus propias historias. Que encuentren sus voces y cuenten sus verdades.

¿Por qué intentar que la oración signifique algo, cuando es evidente que sólo se trata de buscar una excusa para lo que sabemos que está mal? Simplemente, juntemos muchas palabras, como “poder”, “mujeres”, “voces”, “reivindicar” y hagamos frases con ellas, sin preocuparnos mucho de dónde caigan.

La inmadurez y la cursilería:

Día 38: Hoy rezamos para que una nube de amabilidad rodee a cada clínica abortista. Que todo el mundo sienta tranquilidad y amor.

Lo típico de una sociedad adolescente. Lo único importante es sentir. Da igual que lo que se hace sea cualquier cosa menos amar, siempre que mantengamos la ficción y podamos sentirnos bien.

En cuanto a la “nube de amabilidad", sólo les faltaba decir que era rosa y con corazoncitos.

El cinismo:

Día 33: Hoy ofrecemos una oración de recuerdo de los proveedores de abortos que perdieron su vida por su compromiso con las mujeres.

Dejando muy claro que cualquier asesinato es totalmente rechazable, creo que resulta evidente el cinismo de esta “oración”. Según parece, ha habido un total de diez personas asesinadas por ser médicos abortistas o colaboradores. En todo el mundo. En total. Desde que el aborto es legal en el mundo occidental. Esos médicos tienen muchísimas más probabilidades de morir por tragarse un palillo. En cambio, cada día mueren en el mundo 125.000 niños en abortos provocados. Y no asesinados por locos, sino por personas que saben muy bien lo que hacen y que cobran por ello un sueldo cuantioso.

Por otra parte, creer que la motivación de los médicos abortistas es su “compromiso con las mujeres” es similar a creer en el ratoncito Pérez (eso sí, un ratoncito Pérez que, en vez de llevarse el diente y dejar una moneda, despedaza, abrasa o envenena al niño y cobra por ello el sueldo de tres meses).

La ignorancia:

Día 14: Hoy rezamos por todos los cristianos, para que abracen el ejemplo amoroso de Jesús, imitando la manera en la que se negaba a avergonzar a las mujeres.

Supongo que es demasiado pedir que, antes de hablar de lo que hacía o no hacía Jesús, al menos lean los Evangelios. Veamos qué le dijo Jesús a la samaritana que intentó colarle el cuento de que era soltera: “Dices bien al afirmar que no tienes marido, porque has tenido cinco y el hombre que tienes ahora no es tu marido” (Jn 4, 17-18)

Si no se avergonzó con eso, es que tenía una piel de cemento armado. Lo que la falsa religiosidad ignora es que la vergüenza no es algo malo, sino la respuesta correcta y cristiana ante el propio pecado, que nos lleva a buscar el perdón de Dios y la conversión. Como hizo la samaritana. En cambio, el ejemplo de ausencia de vergüenza y arrepentimiento por el pecado es el diablo.

La blasfemia:

Día 18: Hoy rezamos por el personal de las clínicas abortistas del país. Que se vean confirmados diariamente en el sagrado cuidado que ofrecen a las mujeres.

Esto es vomitivo. Llamar “sagrado” a trabajar matando niños debe ser una de las blasfemias más asquerosas que se puedan imaginar.

El sofisma:

Día 29: Hoy rezamos para que todas las mujeres sepan que han sido creadas a imagen de Dios, bueno y santo, moral y sabio.

Entiendo que pensar cuesta, pero conviene hacerlo de vez en cuando. El hecho de que las mujeres (igual que los hombres) hayan sido creadas a imagen de Dios no significa que siempre actúen bien, santamente, de forma moral o con sabiduría. Pero claro, si nos damos cuenta de esto, también nos damos cuenta de que un claro ejemplo de conducta mala, pecaminosa, inmoral y necia es, precisamente, matar a un niño en el seno de su madre. Entiendo que los responsables prefieran no pensar mucho en ello.

En fin, después de leer el folleto (y de usar un buen enjuague bucal, para quitarse el mal sabor de boca), al menos queda claro que no se trata de una oración, sino de un desesperado intento de autojustificación: “Si, ya sé que lo que hago es malo y repugnante, pero ¿por qué no mantener una apariencia de bien y así al menos poder sentirnos a gusto, que es lo único que importa?”