Buena pregunta. Hazme otra.
El otro día, afirmé que mi santo favorito es San Dimas, ya que en él veo muy claramente la gratuidad de Dios. En efecto, se convirtió a Cristo al borde de la muerte, en la misma cruz, pero esos momentos de arrepentimiento y de fe en el momento álgido de su vida bastaron para que el Señor le prometiera el paraíso.
Ante estas afirmaciones, un lector, con cierta lógica, pregunta:
“De lujo no? toda la vida robando y asesinando y al final, por estar en el sitio correcto en el momento indicado, ale, al paraiso limpio a disfrutar. Moraleja: no te preocupes, haz el mal, pero arrepientete en tu lecho de muerte, que Dios misericordioso te salvará.”
Antes de dar mi opinión sobre el asunto, me gustaría invitar a los lectores a que intenten responder a esta objeción.

Faltan cuatro semanas para Navidad, pero hace más de un mes que están listos los adornos y luces navideñas del centro comercial cercano a mi casa. Cada año, esos preparativos se realizan antes y duran más tiempo. La razón es evidente: los vendedores han observado que sus ingresos suben mucho cuando el ambiente es “navideño” y hay luces por las calles. Basta ver cómo los centros comerciales están a rebosar estos días.
Esta tarde, celebramos la I Vigilia Virtual Espada de Doble Filo, para que todos los lectores y participantes del blog podamos rezar unos por otros y por las intenciones de cada uno, cumpliendo así el mandato de la Escritura: Orad unos por otros para que os salvéis.
El otro día, nos preguntaban en el magnífico blog
Para mí, es muy importante la oración por los lectores y rezo siempre por todos los que entran en mi blog. Así sé que, incluso si lo que digo puede que no les sirva de nada, al menos todo el que entra se lleva una oración. En varias ocasiones, hemos podido experimentar la comunión de los santos en este blog, rezando por algunos lectores en situaciones muy difíciles.



