Rojo y blanco: Benedicto XVI
Ahora que ya han pasado unos días desde que a todo el mundo le dio por escribir sobre los sombreros y zapatos rojos del Papa, voy a dar yo mi opinión, de forma más pausada (debo reconocerlo, soy bastante lento y prefiero darles vueltas a las cosas antes de hablar de ellas).
He observado que los artículos sobre la forma de vestir del Papa se centraban en dos aspectos fundamentales: la elegancia del Papa (los artículos favorables) y su deseo de recuperar prendas antiguas (generalmente, los artículos desfavorables). En mi opinión, ambas cosas se decían desde el punto de vista de la moda, porque lo que hoy es antiguo o elegante, mañana será moderno o disonante y viceversa. Yo de esas cosas no entiendo y, además, me interesan poco. Al igual que Chesterton, no he creído nunca que la moda o las convenciones sean algo lo bastante serio como para seguirlas o desafiarlas.

Esta mañana hemos podido leer en los periódicos los resultados de una encuesta sobre el matrimonio realizada por una empresa de móviles. En esa encuesta se revelaba que el 46 % de los casados espía los mensajes de sus parejas.
Voy a contarles algo que quizá les suene a los que tienen hijos o sobrinos pequeños. Mi hija Cecilia tiene ahora mismo algo menos de dos años, lo cual quiere decir que se pasa el día corriendo de un sitio a otro sin parar, normalmente sin mirar a dónde va. Su parecido con el correcaminos es sorprendente: un momento la ves y otro ya no sabes donde está.
Francisco nació en Saboya en el siglo XVI, en una familia noble. Tenía un genio muy fuerte y, sin embargo, es recordado por su amabilidad y paciencia, que fueron fruto de la gracia de Dios y de su lucha de años por ser como Jesucristo.
Interfax, la agencia rusa de noticias, informó hace un par de semanas de la apertura en Crimea de una Academia de Astrología, con capacidad para 120 estudiantes. No sólo es sorprendente el hecho de que exista una Academia de este tipo, es de suponer que con alumnos que paguen por estudiar en ella, sino que, además, su titulación académica ha sido reconocida oficialmente por el Estado de Ucrania. Existen, además, planes para crear un nuevo centro de astrología que ofrezca estudios de nivel universitario en los próximos cinco años.









