Invitación a tres charlas sobre el Concilio de Nicea

En lo que probablemente haya sido un momentáneo ataque de locura, los beneméritos sacerdotes de la parroquia de Santa María del Parque, en Madrid, me han pedido que pronuncie tres charlas sobre el 1.700º aniversario del Concilio de Nicea, a lo largo de los tres próximos viernes.
Es un tema muy entretenido, repleto de santos espectaculares, herejes liantes y mentirosos, traiciones, teólogos, emperadores, la crisis arriana, destierros, contrataques, confesores con una fe a toda prueba y la Providencia triunfante. A la vez, se trata de un momento crucial de la historia de la Iglesia, no solo porque en Nicea se defendieron los puntos fundamentales de la fe, sino también porque se sentó el precedente que tendrían que seguir todos los concilios ecuménicos posteriores.
Será una visión a vista de pájaro, claro, porque las charlas están destinadas a los feligreses habituales, de modo que trataré de que sean amenas y con un nivel muy sencillo, accesible para todos.


Quizá recuerden que, hace unos meses, murieron en Irak un sacerdote católico de rito oriental, el P. Ragheed Ganni, y tres diáconos. Cuando iban a entrar en su coche, un grupo de hombres armados se les acercó e intentó forzarles a convertirse al Islam. Al negarse a renunciar a su fe, fueron abatidos a tiros y abandonados en la calle.
Como mencionaba en el , estos últimos días se ha afirmado hasta la saciedad que las beatificaciones de los mártires españoles de 1934-1939 son inoportunas. Se dice que, en vez de promover la reconciliación, estas beatificaciones lo que hacen es reavivar antiguos odios y enemistades.
Estas últimas semanas, han abundado las declaraciones más peregrinas sobre las beatificaciones de mártires españoles de 1934-1939. Como muchas de ellas provienen de la ignorancia más absoluta sobre los mártires cristianos, creo que conviene, una vez más, recordar lo que es un mártir para la Iglesia y ofrecer ejemplos reales de estos mártires.








