Compartir su alegría
Me ha parecido buena idea recoger hoy algunos párrafos de esta homilía del Papa Benedicto XVI en esta fiesta de Todos los Santos hace dos años.
Quizá lo que más me ha gustado es que lo fundamental al celebrar esta fiesta, según Benedicto XVI, no es pensar lo mucho que nos falta para ser santos ni hacer propósitos de ser buenos en todo lo que hagamos. Para el Papa, lo más importante en esta fiesta es compartir la “alegría celestial de los santos", es decir, disfrutar con ellos de Dios, de la Iglesia, de la salvación, de lo que significa ser cristianos, porque “la única verdadera causa de tristeza e infelicidad para el hombre es vivir lejos de Dios".
Aunque sea un escándalo para el mundo, esa alegría no está reñida con la entrega de la propia vida, sino que, al contrario, la santidad “pasa siempre por el camino de la cruz", que lleva a encontrar la verdadera alegría de Cristo.
Que leer esta homilía y celebrar esta fiesta despierte en nosotros el deseo de ser santos, que es el regalo que Dios nos tiene preparado desde antes de que el mundo existiera.
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El padre jesuita Juan Masiá ha publicado un curioso artículo en la revista Vida Nueva, que luego ha sido reproducido en parte en
Hoy no voy a hablar de mentiras de políticos o periodistas poco escrupulosos, sino de algo mucho más antiguo y, paradójicamente, aún más actual. Se trata de una mentira con mucha solera, que lleva engañando a los hombres desde que el mundo es mundo.
Mi hermano se casó el lunes pasado, en Madrid. De entre las muchas cosas que me gustaron de la ceremonia, quiero compartir con los lectores la bendición sobre los esposos que contempla la liturgia del matrimonio (como una de tres opciones posibles). Es, en mi opinión, una de las oraciones más hermosas de la liturgia actual de la Iglesia, muy bíblica y llena de belleza y profundo espíritu cristiano.
El vídeo que les propongo a continuación es de una misa celebrada por un grupo “católico” norteamericano llamado Call to Action. Afortunadamente este grupo no existe en España, pero sí está presente en nuestro país el movimiento del que forma parte: “Somos Iglesia".



