Lo que nos separa de verdad no es la Verdad
Hoy tengo bastante trabajo y no pensaba escribir un artículo, pero hay cosas que claman al cielo y que nadie que tenga sangre en las venas puede dejar pasar. En un vídeo grabado en el encuentro de Pastoral Juvenil que tuvo lugar hace poco, he escuchado a una religiosa dominica decir:
Yo tengo sólo un sueño. Sueño con una Iglesia de Comunión, donde la comunión se dé en la caridad, porque muchas veces pedimos la comunión de la verdad y eso sirve para separarnos. La verdad la aportamos todos y la verdad de Jesús.
Increíble. Hasta un niño de primera comunión recordará la frase de Cristo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. También recordará cualquier cristiano que Jesús mismo afirmó que había venido al mundo “para dar testimonio de la Verdad”. Por lo tanto, decir que la Verdad es lo que nos separa es lo mismo que afirmar que Cristo es lo que nos separa.

El conocido grupo ecologista PETA (según las siglas en inglés de Gente a favor del Tratamiento Ético de los Animales) envió hace unos días una
En torno al
Nuestra época se siente orgullosa de ser la más “crítica de la historia”, de haber alcanzado la mayoría de edad del pensamiento, que ya no admite fábulas teológico-religiosas, ni argumentos de autoridad, ni tampoco tradiciones que lastren la libre investigación. Sin embargo, en mi opinión, el problema principal de esta época es que no es lo suficientemente crítica con las ideas aceptadas en ella. Difícilmente se encontraría un momento histórico en el que se haya aceptado más acríticamente el pensamiento dominante.
El otro día, cayó en mis manos un ejemplar de La Voz de Asturias. Me picó la curiosidad por conocer este periódico, porque no lo había leído nunca pero, como recordarán, se trata de uno de los que incluí en la









