Escándalo a la puerta de una iglesia
Como habrán notado los lectores perspicaces, he estado un tiempo de viaje y no he podido escribir en el blog. No es necesario que me agradezcan todo ese tiempo libre adicional del que han disfrutado al no leer mis artículos. Sin duda, lo habrán empleado sabiamente en nobles y esforzadas empresas, que probablemente han hecho del mundo un lugar mejor. Sin embargo, todo lo bueno se acaba y ya estoy de vuelta, dispuesto a aburrirles de nuevo.
Un lector, Cristhian, me ha pedido que comente una noticia aparecida en los últimos días. Aparentemente, el Reverendo Ewen Souter, un pastor anglicano, ha retirado el crucifijo de la fachada de su Iglesia porque “no era una imagen adecuada para el exterior de una iglesia que quiere dar la bienvenida a los fieles. De hecho, los desanimaba”. También ha afirmado que “Se trata de expresar esperanza, ánimo y la alegría de la fe cristiana. Queremos comunicar buenas noticias, no malas noticias, así que necesitamos un signo que eleve más el espíritu y sea más inspirador que la ejecución en una cruz”.

Un lector de El Salvador, que ya nos contó la
Un comentarista tuvo la amabilidad de decir que el
Ayer escuché en la televisión como un programa aparentemente serio ofrecía unos criterios esenciales para la felicidad de las familias. Una buena señora, presentada como experta, daba consejos sobre la importancia del Feng-shui, para conseguir una casa apacible, llena de bienestar.
En las últimas elecciones en Estados Unidos, los norteamericanos, además de al nuevo presidente, votaban sobre varios referendums en los distintos Estados. Un referéndum especialmente significativo se produjo en California, para decidir sobre una propuesta de establecer en la propia Constitución del Estado que el matrimonio sólo puede producirse entre un hombre y una mujer. Es la llamada Propuesta 8.









