A votar
Una vez más, los lectores de Espada de Doble Filo me han sorprendido. Cuesta creer que sigan sorprendiéndome, pero, evidentemente, así ha sido. Los poemas participantes en el Concurso de Versos Veraniegos han sido numerosísimos y de un nivel muy superior a lo que yo esperaba. Todos ellos. Lo cual dice mucho de los lectores del blog. Al final, hemos acumulado un montón de estrofas diferentes: redondillas, silva, cuaderna vía, soneto, romance, seguidillas, haiku, décimas, pareados y ejemplos de métrica libre y nuevas estrofas inventadas. Gracias a todos por participar.
Quizá debería haberlo indicado antes. Como es lógico, yo no participo en el concurso. En el poco probable caso de que ganara, quedaría feísimo que me proclamase vencedor a mí mismo, al estilo de Napoleón. Así pues, mi poesía no era más que una “participación especial fuera de concurso”.
En cuanto al mecanismo de voto, cada lector tiene tres votos, que puede manifestar en los comentarios de este post. Se votará a poemas concretos, no a personas. Un votante no puede votar dos veces al mismo poema, pero sí votar a dos o tres poemas de la misma persona. Los poemas participantes son:

El otro día, al hilo de unos versos de otro artículo, nos preguntábamos porqué los versos terminados en palabra aguda tienen métricamente una sílaba más y los terminados en esdrújula una sílaba menos. Tanto Yolanda como Tineo tuvieron la amabilidad de explicarme porqué, así que recojo sus explicaciones al final de este post, para el que esté interesado en ello. A mi me han resultado muy útiles.
Iba a escribir un artículo polémico, pero, tras varios días de discusiones, creo que todos necesitamos descansar un poco. He guardado el post polémico para mañana o pasado y, como el lunes fue Santo Tomás Moro, he decidido recoger una bonita oración de este santo tan simpático.
Casi siempre que he seguido un consejo sobre ir al cine a ver una película, me he arrepentido. En gran medida, los gustos son personales e intransferibles, así que es fácil no coincidir en ellos. Sin embargo, como ayer recibí un consejo de este tipo y me alegré de haberlo seguido, se lo transmito: si no lo han hecho ya, vayan a ver El Gran Torino, de Clint Eastwood.
Un comentarista tuvo la amabilidad de decir que el








