Casualidades de la vida (II)
Al volver de Francia este verano, escribí un artículo titulado “Despierta Francia“, en el que me lamentaba por el hecho de que tantas iglesias estén vacías o prácticamente sin culto. Me decidí a escribirlo al ver la enésima iglesia vacía en un pueblo de Lorena, cuyo nombre será mejor omitir.
Como es lógico, seguro que existen muchas y muy complejas causas para la descristianización de Francia, pero a veces encuentra uno pequeños indicios que ayudan a explicar procesos y sucesos muy amplios. Pues bien, no sé que pensarán los lectores, pero yo me planteo la siguiente pregunta: ¿será casualidad que en esa iglesia que ya sólo tenía culto ocasionalmente por falta de sacerdotes se encontrase el siguiente cartel? (que pueden ver en la foto):

Ya he dicho más de una vez que me acuerdo a menudo de rezar por los comentaristas y lectores del blog. Durante los días que pasé de vacaciones en los Países Bálticos el mes pasado, tuve ocasión de acordarme aún más frecuentemente de hacerlo. Al visitar multitud de iglesias, cada una con su sagrario y un rato de oración ante él, fui pidiendo por los lectores y comentaristas, en general y en concreto, por tierras lituanas, letonas y estonias. Pido por las necesidades e intenciones de cada uno y, además, como decía San Pablo, “doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de vosotros”.
Para regocijo de todos, ha llegado el momento de proclamar un Princeps Poetarum de Espada de Doble Filo, título que, como es sabido, conlleva la gloria eterna (o, al menos, hasta el próximo concurso) del poeta. Es más, propongo que, en los comentarios, de ahora en adelante y para reconocer su victoria, nos dirijamos al ganador como Princeps Poetarum o, al menos, hagamos seguir su nombre de la abreviatura “pp”.
Una vez más, los lectores de Espada de Doble Filo me han sorprendido. Cuesta creer que sigan sorprendiéndome, pero, evidentemente, así ha sido. Los poemas participantes en el
El otro día, al hilo de unos versos de otro artículo, nos preguntábamos porqué los versos terminados en palabra aguda tienen métricamente una sílaba más y los terminados en esdrújula una sílaba menos. Tanto Yolanda como Tineo tuvieron la amabilidad de explicarme porqué, así que recojo sus explicaciones al final de este post, para el que esté interesado en ello. A mi me han resultado muy útiles.









