InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: General

22.08.20

Los peligros de la publicidad

Vivimos en una época en la que no solo el éxito es fuente de dinero, sino ante todo el dinero es fuente de éxito. Las películas que se ven, los (pocos) libros que se leen, los productos que se usan y los lugares que se visitan son aquellos que tienen detrás una costosa campaña publicitaria. Lo que no se anuncia y publicita, aparentemente no existe o no le importa a nadie. Esto es en parte inevitable, teniendo en cuenta la gran población mundial y la inmensa oferta de todo tipo de productos y servicios, que hacen que el consumidor solo preste atención a lo que se distingue de alguna manera. La cultura de la publicidad, sin embargo, tiene grandes riesgos.

Uno de estos riesgos es la amoralidad de las agencias publicitarias y de los medios en que aparecen los anuncios, que estarían dispuestos a hacer propaganda del diablo si pagara bien. El ejemplo más evidente, entre muchos otros, es la repugnante publicidad de la prostitución que se hace en muchos periódicos. Desgraciadamente, nada hay de extraño en ello. A fin de cuentas, el Mundo y la Carne son buenos amigos (pun intended). El riesgo, sin embargo, también afecta a los medios católicos si no tienen un cuidado exquisito con la publicidad que aparece en sus páginas.

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11.07.20

6.07.20

Nostalgia del cielo 3

Solo es una foto antigua de una mujer arrodillada que reza el rosario por sus difuntos, pero, a poco que uno tenga algo de fe y sensibilidad, podrá vislumbrar en ella la fe católica hecha carne y la nostalgia de un cielo real, necesario y en ocasiones casi tangible, en el que Dios destruirá la muerte para siempre y enjugará las lágrimas de todos los rostros. El rosario de esta mujer, ofrecido por los muertos, es un ancla en medio de las tempestades de la vida, a menudo el único ancla que permanece firme cuando el mundo parece no tener sentido, las preguntas quedan sin respuesta y el dolor no se puede soportar.

Hasta hace muy poco tiempo, casi todo el mundo tenía esa ancla o, al menos, sabía que el ancla existía y que se podía acudir a ella. Si uno lee casi cualquier devocionario o texto espiritual católico de, digamos, los mil años anteriores a la mitad del siglo XX, una de las primeras cosas que saltan a la vista es el empeño universal en rezar por los difuntos, la presencia constante de las almas del purgatorio en la mente de los fieles y la conciencia de que rezar por los que habían muerto era una obra de misericordia y uno de los principales deberes del católico.

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9.06.20

La Virgen Corredentora y el Papa Francisco

Tradicionalmente, la Iglesia ha sido muy cuidadosa a la hora de calificar las afirmaciones desacertadas. No todo lo erróneo es herejía y no es lo mismo negar una verdad de fe como la resurrección de Cristo que rechazar una opinión piadosa o generalmente aceptada por los teólogos, pero no de fe, como, por ejemplo, la infalibilidad de las canonizaciones.

Por ello, la teología y las declaraciones magisteriales han usado en el pasado diversas categorías de error, que corresponden a distintos niveles de gravedad, pero también a la forma en que se defienden esas posturas, el efecto que causan o incluso la inoportunidad prudencial de las mismas. Algunas de esas categorías son, por ejemplo, (afirmación) materialmente herética, formalmente herética, escandalosa, errónea, injuriosa a los méritos de Cristo, temeraria, blasfema, contraria a la verdad católica, contraria a la disciplina universal de la Iglesia, etc.

Una de las categorías más leves, y que a mi juicio muestran mayor sutilidad, es la de afirmación ofensiva para oídos piadosos (piarum aurium offensiva). Es decir, afirmaciones que rechinan y chirrían a los cristianos, que vulneran el sensus fidei de los fieles, su sentido de lo que se puede y no se puede decir en materia de fe. Probablemente todos hayamos oído frases que nos rechinan en ese sentido, de manera que, quizá sin poder explicar con claridad por qué, las rechazamos y no nos parecen católicas o al menos pensamos que un católico no debería decirlas.

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24.05.20