La Croix, otra vez
Hace mes y medio, tras el referéndum irlandés favorable al aborto, informamos de que el famoso periódico católico francés La Croix había publicado un editorial elogiando la decisión de los irlandeses. En él se repetían prácticamente todos los argumentos en pro del aborto: la “urgencia de salud pública” producida por las mujeres que morían al acudir al aborto clandestino, lo “digno y pluralista” que había sido el diálogo sobre un tema que debería ser innegociable, el “respeto” por su resultado y la distinción entre una “vida que ya existe” y otra que solo está “en desarrollo”.
Quizá lo más significativo fue el silencio de la Conferencia Episcopal Francesa (excepto algún obispo individual) y el de la orden religiosa a la que pertenece el diario, los agustinos de la Asunción. ¿Les pilló desprevenidos y no supieron cómo reaccionar? ¿Fue un error puntual que ya se ha corregido y no se volverá a repetir? Parece que no, porque, después de la votación en la Argentina, La Croix volvió a publicar un artículo favorable al aborto. De nuevo, con la queja solitaria del mismo obispo, Mons. Bernard Guinoux, en su cuenta de Twitter.


Escribo con gran dolor por lo que ha sucedido en Irlanda. Ya sé que la desoladora historia de las últimas décadas nos ha acostumbrado a este tipo de cosas. Uno a uno, los países han ido dando cabida a las mayores inmoralidades, que resultaban inimaginables hace unos pocos años. Incluso estamos acostumbrados a la tibieza de las más altas jerarquías católicas en estos asuntos. En ese sentido, podría mirarse con resignación el caso de Irlanda como uno más entre muchos, nada que no hayamos visto antes, especialmente en los países tradicionalmente católicos. Horrible, sí, pero una horripilancia casi rutinaria ya.




