Buena pregunta de una atea
Probablemente, todos los lectores recordarán el aterrizaje en el agua de un vuelo norteamericano el mes pasado, que, milagrosamente, no ocasionó ninguna víctima. Las espectaculares imágenes que pudimos contemplar son de las que se graban en la retina de forma permanente y que, probablemente, más de uno recordará cuando tenga que volar.
Heather Mac Donald, en la página Secular Right, dedicada a promover un ateísmo conservador o un conservadurismo ateo, como prefieran, ha reaccionado airadamente contra la palabra “milagrosamente”, que tanto se ha utilizado al hablar del accidente. Como gran argumento, ha unido este hecho con el de otro avión que se estrelló hace unos días en Estados Unidos, esta vez con gran número de víctimas.
¿Por qué, pregunta, encuentran los creyentes la mano de Dios en el primer accidente y no en el otro? Si un accidente sin víctimas es un milagro que prueba la existencia de un Dios bondadoso, ¿por qué no se habla de un Dios malvado después del accidente con víctimas?