"Los inmisericordes son los que nos reían las gracias para hacerse los buenos"
El otro día, un lector con el botánico nombre de Roblete dejó en el blog un comentario que me pareció clarividente y a la vez intrigante: “Quienes hemos estado apartados de la doctrina de la Iglesia y por gracia de Dios la hemos descubierto, sabemos por experiencia propia que los inmisericordes no son los que no nos daban la razón cuando estábamos errados sino los que nos reían las gracias para hacerse los buenos y comprensivos".
Me pareció un tema muy interesante, porque, desgraciadamente, es muy frecuente identificar la misericordia con decir a cada uno lo que quiere oír. Como además Roblete hablaba desde su experiencia personal, lo invité a escribir unos párrafos sobre el tema para publicarlos en el blog. Y aquí están.
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El año jubilar de la misericordia proclamado por el Papa Francisco está cerca ya de terminar. Antes de que llegue a su fin, me gustaría señalar un fruto del mismo que me ha alegrado en especial. Supongo que habrá dado otros frutos y espero que aún dé muchos más, pero creo que este bastaría para que el año jubilar haya resultado más que provechoso.
Participante invitado: Higinio Fernández, licenciado en Teología Pastoral Buenista por la Universidad Koinonía de Teología a Distancia y profesor en el Instituto de Ciencias Sociorreligiosas de Parla (Madrid). Está casado y mantiene el blog Todos somos hijos de Dios en Multirreligión Digital.
Como ya habrán visto los lectores, hoy se ha publicado una
Hay momentos de la vida que superan nuestras fuerzas, que nos hacen sentirnos impotentes y en los que arrecia la tentación de la desesperanza. El hombre es como una caña agitada por el viento y se horroriza al asomarse al abismo de su propia fragilidad.



