InfoCatólica / Espada de doble filo / Archivos para: 2022

29.12.22

El jesuita que “perdona” a Benedicto XVI

Un conocido jesuita heterodoxo norteamericano, el P. Thomas Reese, ha aprovechado que Benedicto XVI está gravemente enfermo para publicar un artículo en que el que “perdona” al Papa emérito por haber corregido sus barbaridades y heterodoxias. Como el artículo en realidad es un ataque a Benedicto XVI que debe ser respondido y además muestra con claridad varias de las dolencias que han aquejado a la Iglesia durante medio siglo, me ha parecido oportuno traducirlo casi en su totalidad y traerlo al blog.

Mis comentarios, como siempre, están en rojo.

……………………………..

Conocí al cardenal Joseph Ratzinger en 1994, cuando estaba investigando para mi libro “Dentro del Vaticano: la política y la organización de la Iglesia Católica” [Ya esto nos da un indicio de cuál es la visión de la Iglesia del P. Reese: una visión política en el peor sentido de la palabra]. Me estaba preparando para irme de Roma y él fue una de las últimas y más importantes entrevistas para el libro. Debido a una enfermedad, tuvo que cancelar nuestra primera cita y luego amablemente la reprogramó para un horario en el que la mayoría de los funcionarios del Vaticano estaban durmiendo la siesta.

Al final de la entrevista, le pedí su bendición, algo que solo hice con otros dos funcionarios del Vaticano, porque sentí que estaba en presencia de un hombre santo. [Es triste que un sacerdote que pretende ser teólogo no sepa que la bendición que imparte cualquier sacerdote es de Dios y no propia, así que resulta ridículo afirmar que solo se pide a los que uno considera santos, pero agrada (y sorprende) que llame “hombre santo” a Benedicto XVI] Pero también sabía que estaba en presencia de un hombre que, como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, había causado un daño irreparable a la discusión teológica en la iglesia [Ah, ahora se entiende. Lo que quería decir es que el Papa Benedicto es un “santito”, un hombre piadosillo pero tontorrón e ignorante, porque, el pobre, no está a la altura de teólogos como el P. Reese y, con su falta de capacidad intelectual, ha hecho un daño irreparable a la Iglesia. En fin, para mirar con esa suficiencia a Benedicto XVI hay que tener no solo una idea exageradísima de la propia valía, sino también ignorancia monumental].

Leer más... »

22.12.22

La nana del Niño Dios

Como todos los años, tengo el placer de felicitar las Navidades a los lectores con un villancico compuesto y cantado en familia. Esta vez lo grabamos en exteriores, así que la calidad del sonido deja bastante que desear. Como verán, vamos bien abrigados por el frío, uno de mis hijos está acatarrado, el viento se esfuerza por ahogar nuestras voces y hasta un tren a lo lejos y las campanas de una iglesia cercana contribuyen al barullo, pero, como siempre, eso es lo de menos. Lo que importa es alegrarse y cantar por el nacimiento del deseado de las naciones, la esperanza de Israel, el que tanto hemos esperado.

Leer más... »

«Si bastara con deshacerse de los obispos…»

En una tribuna publicada en Le Figaro, el obispo de Nanterre, Monseñor Matthieu Rougé, comenta otros dos artículos de opinión escritos recientemente por pensadores franceses, Jean de Saint-Cheron y Guillaume Cuchet, en los que “se llama a la carga contra los obispos […] con tonos casi dignos de Lutero y Calvino”. En efecto, en ellos se reprocha que el discurso episcopal ya no tiene el menor peso en la esfera pública, que prácticamente nadie sabe siquiera el nombre del arzobispo de París y se constata la gran decadencia del catolicismo y de la Iglesia desde la Ilustración.

Ese tipo de artículos de denuncia no suelen ser muy del gusto episcopal, pero, sorprendentemente, Mons. Rougé los considera “severos, pero en realidad posiblemente saludables”. Más aún, reconoce que es imposible “no entender que los escándalos repetitivos, que afectan incluso a obispos y cardenales, susciten la incomprensión o la estupefacción, la tristeza, la cólera, el desaliento y la tentación de desentenderse”. Asimismo, confiesa que, “siendo obispo, también ve cómo se apoderan de él, a veces violentamente, los mismos sentimientos”.

En ese sentido, se atreve a decir que “si bastara con deshacerse de los obispos para que la Iglesia recobrara su vigor y esplendor, no habría que vacilar ni un momento”. Sin embargo, si bien “una purificación de la Iglesia es necesaria y urgente a todos los niveles de responsabilidad”, “hay que afinar el diagnóstico y no equivocarse de remedio”.

Leer más... »

8.12.22

5.12.22

Pidamos el rocío de lo alto

Pocas cosas hay mejores para orar que los textos litúrgicos. Con ellos, podemos rezar con la oración de toda la Iglesia y desde su propio corazón. De algún modo, la oración se nos hace más fácil, porque vamos a favor de la inmensa corriente de súplicas de toda la Iglesia y porque todo lo que oímos esos días en la liturgia resuena con el mismo espíritu, haciendo patente que nuestra oración es parte de una música más amplia que se eleva hacia Dios.

En ese sentido, me permito proponer a los lectores que, cuando tengan tiempo, recen un rato en este tiempo de Adviento con el himno Rorate coeli, repitiéndolo despacio y saboreando cada palabra. Es un texto maravilloso, que va desgranando las súplicas del Profeta y, con él, las de todo el pueblo de Israel y de la Iglesia a lo largo de los milenios.  Al rezarlo, se hace evidente que no rezamos solos, sino que lo hacemos con nuestros padres, los padres de nuestros padres y una larga cadena de voces que clamaban a Dios que enviara al Justo como el rocío que cae del cielo, que no recordase nuestras culpas y que mirase la aflicción de su pueblo.

Leer más... »