Las comparaciones son odiosas y, a veces, imposibles

Juan Pablo II y Benedicto XVIEstos días, he leído con cierta impaciencia multitud de comentarios y artículos en la Red que comparaban la renuncia de Benedicto XVI con la decisión de Juan Pablo II de permanecer en su puesto hasta el final. Curiosamente, unas veces la comparación se hacía a favor de Juan Pablo II, por dar testimonio con su sufrimiento y con su humillación, dejándose en las manos de Dios, y otras veces se elogiaba a Benedicto XVI, por ser realista y no permitir que llegue un momento en el que no pueda dirigir adecuadamente la Iglesia.

A mi entender, la comparación entre la forma de actuar de los dos últimos papas no es simplemente una comparación odiosa, sino que se trata de una comparación imposible, pues compara dos cosas que nadie en este mundo puede comparar.

Intentaré explicarme. Creo que se puede intentar comparar ambas formas de actuar desde tres puntos de vista. En primer lugar, se pueden valorar desde el punto de vista moral, según sean moralmente malas o moralmente buenas. En este caso, ni la forma de actuar de Juan Pablo II ni la de Benedicto XVI se pueden calificar, objetivamente, de moralmente malas, ya que ambos papas hacían uso de un derecho que tenían: el de decidir continuar en su cargo o renunciar libremente al mismo. Tampoco podemos decir que ninguna de ellas sea subjetivamente mala, ya que no conocemos el interior de las personas. Por lo tanto, desde el punto de vista moral, las dos formas de actuar nos resultan imposibles de comparar.

También podríamos intentar comparar desde el punto de vista de la perfección de vida cristiana que suponen, ya que dentro de las actuaciones lícitas hay algunas más perfectas y otras menos. Por ejemplo, es dogma de fe que la vida religiosa es objetivamente más perfecta en sí misma que la vida de casado. Es decir, se acerca más a lo que será el cielo. En ese sentido, podríamos hacer una comparación en abstracto, discutiendo sobre cuál es la forma más cristiana de actuar: soportar el sufrimiento y la humillación como un icono de Cristo sufriente para un mundo que idolatra el bienestar o ejercer la virtud de la prudencia, esencial para quien tiene un cargo de gobierno, y determinar cuándo uno ya no puede ejercer adecuadamente ese cargo.

Es una cuestión interesante y se podría hablar mucho sobre el tema… pero siempre en abstracto y no como una comparación entre ambos papas, porque al tratar los casos concretos, las cosas cambian totalmente. En efecto, volviendo al ejemplo que pusimos antes, aunque la vida religiosa sea en sí más perfecta que la vida matrimonial, para una persona concreta lo más perfecto es hacer la voluntad de Dios para ella, ya sea en la consagración religiosa o en la vida matrimonial. Del mismo modo, para Juan Pablo II y para Benedicto XVI, lo más perfecto era hacer la Voluntad de Dios para cada uno de ellos tal como la percibieran. Y como no podemos entrar en su cabeza para ver cómo comprendían la Voluntad de Dios sobre sus vidas, tampoco por aquí podemos comparar las dos actuaciones. Por otra parte, como cristianos y por sentido común lo lógico es que supongamos que ambos intentaban hacer esa Voluntad.

En este ámbito, se trata de decisiones en conciencia que competen únicamente a los interesados (igual que decidir entrar en una orden religiosa) y para las cuales tenían una gracia especial de estado. Nadie puede juzgar esa decisión. Sólo la Iglesia puede confirmar su decisión o no, igual que lo hace con los que sienten una vocación que debe ser confirmada por la autoridad eclesial competente. Curiosamente, sin embargo, en este caso particular la autoridad eclesial encargada de discernir y confirmar la decisión en conciencia de los interesados es… la de los propios interesados, como autoridad suprema de la Iglesia. Por ello, la renuncia papal no es recibida por nadie, sino que basta que el Papa la realice y proclame libremente. Es decir, tampoco por la vía del discernimiento de la propia Iglesia podemos comparar ambas actuaciones.

Finalmente, podríamos realizar una comparación desde un punto de vista utilitarista o por objetivos, como dirían las teorías de management. ¿Qué es más útil para la Iglesia, un Papa que da ejemplo con su sufrimiento o uno que se asegura de que hace todo lo posible para mantener un gobierno eclesial en óptimas condiciones? En este punto, el problema es el contrario de lo que sucedía en los casos anteriores. No es que no haya criterio de comparación, sino que los criterios de comparación sobre un tema tan amplio como el bien general de la Iglesia son tan numerosos que tienden al infinito, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de hipótesis sobre posibles consecuencias futuras. Y una comparación con criterios cuyo número tiende al infinito es tan imposible como una en la que carecemos de criterios de comparación. Por supuesto, en este caso, no se trata de una imposibilidad absoluta de comparar, sino sólo de una imposibilidad de comparar adecuadamente. Que se dediquen a ello los vaticanólogos de salón, si quieren, pero sus conclusiones apenas tendrán valor.

Desde este último punto de vista, todo lo más los historiadores de dentro de unos siglos, con la perspectiva que da mirar los acontecimientos a toro pasado, podrán considerar la cuestión históricamente: la forma de actuar de Benedicto XVI tuvo estas consecuencias sobre la evolución de la organización de la curia o la comprensión del ministerio petrino, mientras que el ejemplo de Juan Pablo II tuvo estas otras consecuencias sobre la imagen de la Iglesia en el mundo. En cualquier caso, salvo error, ninguno de nosotros estará vivo dentro de unos siglos, así que no nos concierne esta última posibilidad.

En conclusión, comparar las decisiones de Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre el fin de sus pontificados es un pasatiempo estéril que no conduce a nada bueno. Más bien escuchemos a San Pablo, que nos dice que “todo sucede para el bien de los que aman a Dios” y demos gracias a nuestro Padre del cielo tanto por la prudencia y la humildad de Benedicto XVI como por la obediencia y la humildad de Juan Pablo II.

91 comentarios

  
Jesus
"ninguno de nosotros estará vivo dentro de unos siglos"

¿Pero no dice la canción: el que cree en mi no morirá?

Mi no entender...
14/02/13 7:21 PM
  
luis
No creo que sea un problema de comparaciones de ambos gestos, sino de la forma en que se "recepcionan". El gesto del papa Magno era inequívoco y apoyado en la tradición bimilenaria de la Iglesia. Se podía criticar la apreciación de las circunstancias extremas que vivía, pero su gesto era normativo, universal y apoyado en la historia de la Iglesia. El Papa muere Papa, porque está unido a la Iglesia universal. No es un funcionario, es un rey o si se quiere, un Vicario vitalicio del Rey.
En el caso de Ratzinger, el gesto, al ser inusitado y sin una causa extrema que lo justifique al menos según lo que ha dicho, como ha sido tradición,genera problemas de interpretación. Y sabemos que los gestos pontificios, ay, demasiado equívocos, han provocado en la Iglesia posconciliar muchos problemas de interpretación. Por ejemplo, hoy el cardenal de Lisboa acaba de decir que se ha roto un tabú sobre el papado. Sabemos que hay varios "tabúes" más sobre la Institución papal, que la diferencian del buen Rowan Williams, obispo colegial jubilado de Canterbury.

Sin ir más lejos, tenemos hoy mismo en un blog de infocatólica un blogger que extrae de la renuncia papal la conclusión de que el Papa es un hombre como cualquiera que tiene derecho a "disfrutar" de su jubilación, al modo de los obispos que cumplen 75 años. Si esto entiende un sacerdote, ¿qué le queda al simple fiel?

Creo que la papolatría tiene estas vueltas insólitas: por mor de justificar y aplaudir todo lo que hacen los Papas, se termina destruyendo la Institución, convertida en un simple oficio que se desempeña por un tiempo, hasta que llegue la anhelada jubilación. Siempre que no se encuentre ad portas con alguien al que le pregunte adónde va.
14/02/13 7:27 PM
  
Eduardo Jariod
En efecto, no son realidades comparables. Pero tienen rasgos comunes que son indiscutibles. Básicamente dos. Uno, que temáticamente son similares: el final de un pontificado. Y dos, ambos finales producen efectos directos en todos y cada uno de los creyentes.

Más allá de esto, todo es distinto. Son procesos únicos e intransferibles. Y tanto en un caso como en otro, al cristiano fiel (perdón por la redundancia) no le queda otro camino que la asunción serena, entienda o no que en un caso un Papa resistió hasta lo indecible, y en otro, renunció sin decir nada.

Lo que me queda claro es que la Providencia ha querido poner juntos en el tiempo estos dos modos de encarar el final de un pontificado en dos Papas que han sido excepcionales en su entrega, fidelidad e integridad moral. Sin duda, la decisión tomada por ambos ha sido para bien de la Iglesia. Y esta riqueza es ofrecida a todos los miembros de la Iglesia.
14/02/13 7:35 PM
  
Josafat
Luis,

Aun sabiendo que achacaras mi afirmación a la confusión posconciliar. Ser Papa es un cargo no un sacramento como ser Obispo.

Los Apóstoles son la espina dorsal de la Iglesia, y no se trata de ser como los griego-ortodoxos que ven al Papa como un primus ínter pares, pero creo que el matiz es sustancial cargo frente a sacramento.

Y con ello en absoluto quiero rebajar la dignidad del Papado, "lo que ata aqui se ata en cielo, lo que desata aqui se desata en el cielo". Pero en el CIC se deja meridianamente claro.

Que en la confusión actual no es bueno que caigan mitos, no lo veo tan claro, el mundo es tal como es.

En lo referente al post la diferencia entre ambos Papados es que la Curia fue leal con Juan Pablo II, pero no así con Benedicto XVI.

Tal y como indica la revista italiana PANORAMA, el Papa en Diciembre de 2012 al leer el informe realizado por tres cardenales que investigaba el Vatileaks constato que había mas de un cardenal que no le aguantaba.

Benedicto XVI sabia mas o menos como andan las cosas en la Curia, al fin y al cabo formo parte de ella durante 23 años, pero no imaginaba que todo estuviera tan podrido.

Muy significativas las palabras de ayer alertando contra las divisiones.
14/02/13 7:44 PM
  
Bruno
Luis:

No veo qué hay de "papolatría" en mi artículo. Es más, en ningún caso digo de ninguno de los dos papas que haya acertado o no con su decisión. Sólo que no podemos compararlas y que lo lógico es suponer su buena fe.

En cuanto a la Tradición, creo que es erróneo equiparar lo habitual con lo tradicional. No son ni mucho menos lo mismo. En ese sentido, lo relevante no es que la gran mayoría de los papas hayan muerto como tales, sino que siempre en la Iglesia el Papa ha podido renunciar a su cargo sin dar cuentas a nadie más que a Dios. Por lo tanto, lo verdaderamente tradicional es precisamente que el papa decida sin dar cuentas a nadie más que a Dios. Es decir, justo lo que han hecho tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI.

En cuanto a la recepción, todo absolutamente en este mundo está sujeto a una recepción errónea. Los más grandes concilios de la Iglesia han sido todos (o casi todos, no me atrevo a ser categórico) recibidos de forma gravemente defectuosa en más de una ocasión. La Escritura misma, que es Palabra de Dios, ha sido recibida de forma errónea en innumerables ocasiones. Los milagros de Cristo fueron malinterpretados por sus propios apóstoles. En fin, la simple recepción dice poco sobre los hechos en sí.

No vamos a entrar en lo que digan otros blogs de InfoCatólica, como ya sabéis. Sobre el tema de la jubilación, yo diría que el fallo ahí no es pensar que el Papa puede hacer lo mismo que los obispos, sino malinterpretar lo que hacen los obispos como una jubilación, cuando no es más que un cambio de actividad apostólica a otra con menos peso de administración, igual que sucede con los sacerdotes. El cura que esté esperando a su jubilación para dejar de actuar como sacerdote debería dejar el sacerdocio ya, sin esperar a esa jubilación.

Sobre lo que sí se puede discutir provechosamente en lugar de sobre la valoración del acto papal en sí, creo yo, es sobre las consecuencias que pueden tener las diferentes formas de actuar. Es decir, sobre la recepción (en tu lenguaje), pero desgajada de la valoración del hecho original. El de Juan Pablo II fue un ejemplo magnífico, que a mí me ayudó mucho personalmente, pero nosotros podemos tener el peligro de olvidar el valor fundamental y preeminente de la prudencia en los cargos de gobierno. El gesto de Benedicto XVI puede tener, por su parte, el efecto secundario no deseado de aumentar la presión en los papas posteriores para que dimitan, como tantas veces han intentado los medios anticatólicos.
14/02/13 7:47 PM
  
luis
Yo creo que hay todo el derecho del mundo en no compartir la decisión de Benedicto, de acuerdo con las circunstancias que él alega. Nada en la fe me obliga a pensar que las decisiones prudenciales de los Papas, y menos que menos una renuncia, son infaliblemente acertadas o convenientes. Eso, sin juzgar sus intenciones ni su conciencia, y dejando espacio a que Benedicto no ha dicho todo lo que lo lleva a esta renuncia.
De hecho, Juan Pablo II no renunció porque no estuviera incapacitado que lo estaba y cómo, renunció por una cierta concepción del papado,pensó que no había lugar para un papa emérito en la Iglesia. Entendió que la renuncia podía crear gran confusión en la naturaleza del papado. De hecho, lean lo que están escribiendo a estas horas laicos y jerarquía sobre el tema. Por intentar justificar a Benedicto (que no necesita justificación) están afectando la borda la naturaleza del Primado. Sin contar también que el nuevo papa coexistirá con un emérito, lo que es un ejercicio de desmitificación muy fuerte. Ojo con tirar al bebe con el agua de la bañera usada. Y lo dice un antipapólatra.
14/02/13 7:50 PM
  
Nerea
Gracias Bruno por decirlo,cada persona es un tesoro, Dios le dio carismas diferentes a cada uno y cada uno responde con sincero amor,nos toca ahora abandonarnos en manos de la Divina Providencia.
14/02/13 7:52 PM
  
Bruno
Luis:

"Yo creo que hay todo el derecho del mundo en no compartir la decisión de Benedicto, de acuerdo con las circunstancias que él alega."

Sin duda. Eso sí, siempre con gran humildad, porque tanto en conocimiento de las circunstancias, como en gracia de estado, como (probablemente) en sabiduría, Benedicto XVI nos da cien vueltas a todos los que aquí estamos comentando.
14/02/13 7:53 PM
  
luis
Josafat, si así fuera (que la renuncia es motivada porque la Curia no lo acompañó o por deslealtades) es mucho más grave. Una autoridad no puede renunciar por fatiga moral o porque no la acompañen, y mucho menos el Sucesor de San Pedro. A ese ritmo, terminarían votándolo el Colegio de Obispos o el sufragio universal.
14/02/13 7:56 PM
  
luis
Por cierto, Bruno, no te he acusado de papolatría a ti sino a los "jubiladores". Saludos.
14/02/13 7:59 PM
  
Hermenegildo
"Los más grandes concilios de la Iglesia han sido todos (o casi todos, no me atrevo a ser categórico) recibidos de forma gravemente defectuosa en más de una ocasión".

Bruno: ¿hubo dentro de la Iglesia (no fuera) interpretaciones desviadas del Concilio de Trento?
14/02/13 7:59 PM
  
luis
"Eso sí, siempre con gran humildad, porque tanto en conocimiento de las circunstancias, como en gracia de estado, como (probablemente) en sabiduría, Benedicto XVI nos da cien vueltas a todos los que aquí estamos comentando"

En humildad el déficit es total, pero no se trata de ejercer un juicio moral. En conocimiento de las circunstancias, tengo que creer que son esencialmente las que informa el mismo Pontífice en su dimisión, no puedo suponer mendacidad y está claro por la brillantez de su alocución de hoy mismo que no está comprometida la única facultad imprescindible, la inteligencia; en cuanto a sabiduría, las decisiones prudenciales en materia gubernativa no dependen exclusivamente de la sabiduría sino de la prudencia política, virtud intelectual en la que el Santo Padre puede no ser el mejor ejemplo. Desde Tales y Platón, los casos abundan.
Toto corde,
14/02/13 8:04 PM
  
Josafat
Luis,

Mas que no acompañar es que han estado torpedeando unas cuantas decisiones pontificiales.

En cuanto al ejercicio de autoridad, esta tiene diversos modos de desarrollarse y en absoluto tiene que ser unica y exclusivamente hacer que otro adopte como suya la voluntad propia del que manda.

La marcha de Benedicto XVI puede ayudar a que las contradicciones de la Curia alcancen tal grado que sea necesario que aparezca una nueva estructura que supere a la actual.

No puede negarse que si el Papado con esta renuncia entra en una nueva fase de su historia la Curia no vaya a hacer lo propio. En todo caso es a ella a la que le toca mover ficha, porque desde luego aunque Benedicto XVI no haya ejercido su autoridad en un sentido lato a mas de uno de le habra descolocado con su movimiento.
14/02/13 8:09 PM
  
Bruno
Luis:

Con lo de la humildad, me refería sencillamente a la humildad de reconocer que Benedicto XVI conoce mucho mejor las circunstancias, tiene la gracia de estado para tomar la decisión y yo diría que nos gana en prudencia (hablaba de sabiduría en sentido amplio, como en "crecía en sabiduría y gracia"; sin duda aquí, como dices y como yo he señalado en el artículo, se trata especialmente de prudencia).

En cuanto a las circunstancias, sólo tenemos un resumen brevísimo, que apenas nos permite sacar conclusiones, mientras que no habrá probablemente nadie que conozca mejor el vaticano, la curia y su propio estado de salud que Benedicto XVI. Es evidente que en eso no podemos competir. En gracia de estado no podemos competir en absoluto, él la tiene y nosotros no. En prudencia, el que quiera que intente competir con Benedicto XVI, yo por mi parte no voy a hacerlo.
14/02/13 8:19 PM
  
Bruno
Jesús:

Es evidente que la frase significa que ninguno de nosotros estará vivo en esta tierra, porque sólo en esta tierra se trabaja como historiador. Así pues, el asunto no nos concierne.
14/02/13 8:22 PM
  
rojobilbao
"Del mismo modo, para Juan Pablo II y para Benedicto XVI, lo más perfecto era hacer la Voluntad de Dios para cada uno de ellos tal como la percibieran. Y como lo lógico es que supongamos que ambos intentaban hacer esa Voluntad, tampoco por aquí podemos comparar las dos actuaciones."

Bruno esto es insostenible. Porque si ambos hubieran hecho lo contrario de lo que hicieron con esta argumentación se sostendría su perfección. La construcción se autojustifica, lo que la convierte en indemostrable.
14/02/13 8:30 PM
  
Gregory
Debo confesar que la noticia de la renuncia del papa me tomo como a todos de sorpresa, una de la razones de mi estupor fue el pensar en la enorme cantidad de romures que se avecinaban todos los articulos y libros que van a venir sobre el tema y las "verdaderas razones" que se veian en el horizonte. Desde luego el que esto ocurra no es una novedad. En este año de la fe la renuncia de Benedicto XVI casí es una catequesis que nos recuerda precisamente que el Espíritu Santo guia a la Iglesia.
14/02/13 8:35 PM
  
Yolanda
luis: el cómo se "recepcione" es problema del "recepcionador".
14/02/13 8:36 PM
  
luis
Depende. Puede ser problema del "emisor" o de los quienes transmiten lo que se va a recepcionar (asqueroso galicismo, es cierto, pero es para enfatizar la idea de recepción teologica) o de todos. Hoy el Papa habló de eso.
14/02/13 8:43 PM
  
Bruno
Hermenegildo:

Al hablar de dentro y no fuera, haces trampa, porque por definición el que malinterpreta gravemente un concilio se pone fuera de la Iglesia.

Es evidente que en el mundo protestante se malinterpretaron (y se siguen malinterpretando) muchas afirmaciones de Trento, desde la comprensión de la justificación hasta la idea de que "añadió" siete libros a la Biblia (otras no las malinterpretan, simplemente las entienden bien pero las rechazan). En el campo católico, se han malinterpretado también, con menor gravedad, muchas doctrinas de Trento. Por ejemplo, aunque Trento no lo decía así, después del mismo se extendió una explicación teológica incorrecta según la cual la Tradición y la Escritura eran fuentes paralelas e independientes de la Revelación, como si transmitiesen de la misma manera cosas diferentes, cuando más bien actúan de formas diferentes para transmitir un único depósito de la fe y asegurar su custodia y comprensión. Hoy en día, las malinterpretaciones de Trento son legión: desde aquellos que piensan que Trento "prohibió la Biblia" hasta los Feeneyitas que entienden el "extra ecclesia nulla salus" (de Trento y de otros muchos concilios y papas, hasta San Cipriano) de una forma erróneamente restrictiva.

QUizá un día podríamos estudiar la cuestión con más detalle, y no me cabe duda de que encontraríamos numerosísimos ejemplos.

14/02/13 8:47 PM
  
Javiergo
Bruno, ayer, en la edición de un periódico nacional, leí la siguiente frase, que no es sino un axioma irrefutable: "... El Papa polaco y el alemán no se parecen en nada. Aquel murió en loor de multitud y de santidad, y este se retira por la puerta de atrás..." - Hay un refrán español que dice que 'contra hechos no valen argumentos'. La frase susodicha es un Hecho, no un argumento, y como tal irrebatible. ¿O acaso hemos perdido la memoria? ¿Alguien puede negar que Juan Pablo II murió en loor de multitudes y de santidad, hasta el punto de que, como sabemos todos, ha sido beatificado en un tiempo récord? Aquél sí que fue el final digno de un Pontífice. Recuerdo a Navarro Valls, a Paloma Gómez Borrero y a otros tantos periodistas católicos (todos ellos ahora callan pero obviamente estarán pensando lo que aquí expreso, lo que pensamos todos) ensalzando el valor del Papa polaco, su abnegación y su sacrificio, su muerte de amor en la Cruz ante la extrañeza del mundo, de ese mundo que no entiende la fe, y que le parecía deplorable el espectáculo de un Papa moribundo que resistía hasta el final. Los mismos increyentes que criticaron entonces la 'tozudez' del Papa polaco son los que ahora entienden muy bien la renuncia del Papa alemán, porque se acomoda a su mentalidad de abandonar y tirar la toalla cuando fallan las fuerzas porque no se cree en la Gracia. La frase del periódico es apodíctica, ¿o puede compararse el final del un Papa con el del otro, marchándose este último, como bien se dice ahí, por la puerta de atrás? Benedicto XVI nos deja en una situación insólita, muy incómoda y muy delicada, algo que no sucedía desde hace más de 500 años, y que espero de corazón que no vuelva a suceder en otros 500 años o más, para ahorrarnos el bochorno de otro Papa que renuncia. Tal y como he leído hoy en un artículo estupendo: "Hay que morir con las botas puestas para dar la cara por todo aquello que representas, no digamos si representas ni más ni menos que al Vicario de Cristo en la Tierra". Así es, así es. ¡El Buen Pastor no abandona a sus ovejas! - La Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica. Está guiada por el Espíritu Santo. Tiene a María por Madre y a Cristo por Esposo. Ha superado épocas peores y a Papas de todos los tipos. Así que no pasa nada, lo que hay que hacer es rezar por un Papa joven y audaz, fiel y leal, que sea lo más parecido posible a Juan Pablo II, que fue elegido, por cierto, con 58 años y gracias a ello tuvimos un largo y benéfico pontificado, y no uno de transición con un final tan triste y frustrante.
14/02/13 8:52 PM
  
Don Rigoberto
En efecto, hermano Bruno, aunque no se deba caer en las comparaciones, es inevitable hacerlo, pues todos llevamos dentro de nosotros el Pecado Original que nos hace muchas veces dudar.

Benedicto XVI ha sido un gran Pontífice, aunque le considero ligeramente heterodoxo y quizá le ha temblado un poco la mano a la hora de luchar contra los enemigos de la Iglesia.

Me gustaría que el nuevo Pontífice sea un cirujano de hierro que luche abiertamente contra el ateísmo rampante que asola Europa, contra la sangrienta media luna y contra la ponzoña sodomita. Sin embargo, muchas veces me entra el temor de pensar de que el trono de San Pedro caiga en manos de alguien cercano a las nefastas y hediondas Teologías de la Liberación. Rezo a Santa María, siempre Virgen, porque eso no suceda.
14/02/13 8:52 PM
  
RICHARD
Respeto la decisión del Santo Padre. Él sabe lo que hace y por qué lo hace y cuenta con la Gracia de estado. Rezo por él y por la Santa Iglesia. Sólo espero que esta abdicación no aliente los delirios de los enemigos de la Fe católica en el sentido de favorecer la "colegialidad" o (peor aún) la "democratización" del gobierno de la Iglesia que es, naturalmente, jerárquica.
14/02/13 8:53 PM
  
Javiergo
O es desmemoria o cinismo, o las dos cosas a la vez. Hablo de muchos periodistas, comunicadores, y personajes públicos de fe católica. Y de fieles normales y anónimos que hablaron en aquellos días, cuando hace casi 8 años murió el Beato Juan Pablo II, sobre ese mundo increyente que huye de la imagen del sufrimiento y de la muerte y que mira hacia otro lado. Todos, insisto, TODOS elogiamos el tramo final y martirial de Juan Pablo II, los mismos que ahora callan o bien justifican la renuncia de Benedicto XVI en base a lo contrario, que quiere ahorrarnos el espectáculo de su sufrimiento. ¿En qué quedamos? Los dos Papados tuvieron un final completamente opuesto, luego o uno fue bueno y el otro no, pero los dos no se pueden catalogar como buenos, eso está claro, clarísimo, so pena de caer en la locura o de tomarnos por tontos, que va a ser esto último. No podemos caer en el fatuo voluntarismo de que todo va bien, happy, happy... Seamos sinceros ante todo con nosotros mismos: esta renuncia ha sido un marrón impresionante, y nos ha dejado a todos de piedra. Deja a la Iglesia en una situación futura bastante surrealista y no beneficia absolutamente a nadie, salvo a la salud del Papa, claro. Y en esto estamos
14/02/13 8:53 PM
  
Bruno
Rojobilbao:

"Bruno esto es insostenible. Porque si ambos hubieran hecho lo contrario de lo que hicieron con esta argumentación se sostendría su perfección. La construcción se autojustifica, lo que la convierte en indemostrable".

En absoluto. Probablemente no me he explicado bien en la frase original. En ella, lo único que se señala son los siguientes tres puntos evidentes:

1) Lo más perfecto en concreto para una persona es intentar cumplir la Voluntad de Dios para su vida, tal como esa persona vea en conciencia esa Voluntad de Dios.

2) En principio, el único que sabe qué idea tiene Benedicto XVI sobre la Voluntad de Dios para su vida es justamente Benedicto XVI. Los demás no podemos entrar en su cabeza y en su conciencia para saberlo.

Observa que de estos dos puntos ya se deduce que no podemos comparar desde el punto de vista de la perfección las acciones de los dos papas, porque no podemos conocer lo más perfecto en concreto para cada uno de ellos, que es hacer la Voluntad de Dios tal como ellos la perciben.

3) Lo normal, como cristianos, es suponer que dos ministros de Dios como Juan Pablo II y Benedicto XVI intentan hacer la voluntad de Dios. No afirmarlo como algo necesario, pero sí en principio suponerlo al hablar de ellos. Hacer lo contrario sería, en principio, caer en la maledicencia.

En cualquier caso, en nada afecta esto al razonamiento del artículo, sólo es una buena costumbre cristiana.

Gracias por tu comentario, voy a aclarar la frase en cuestión para que no quede duda de su sentido.
14/02/13 8:57 PM
  
luis
La verdad, eso de las malinterpretaciones de los concilios como si fuera una característica universal no cuela, es un lugar común que no tiene nigún sentido. Lo del Concilio Vaticano II es un caso peculiar, muchos de quienes lo redactaron, con términos transaccionales y deliberadamente equívocos, fueron los que luego lo interpretaron. Los interpretadores no eran paracaidistas polacos que se arrojaron sobre la Iglesia en 1966, eran los mismos que actuaron en el Concilio. Congar, Schillebex, Haring... en fin. Es decir, los mismos textos tenían potencialidad para ser malinterpretados, o mejor dicho, interpretados en un sentido determinado. Es cierto que no contenían herejías, de acuerdo. Eran fruto de transacciones. Es más, deliberadamente incluyeron términos equívocos en los esquemas conciliares, para que fueran aceptados por la mayoría conservadora. Eso está documentado, el mismo Schillebecx, teòlogo progre, se quejó del mecanismo ante sus colegas peritos igual de progres porque entendía que no era honesto.
Nada que ver con el Concilio de Trento, donde nadie introdujo términos a sabiendas que podían dar pábulo a una interpretación luterana o calvinista o para contemporarizar con los protestantes.
14/02/13 8:57 PM
  
Bruno
Javiergo:

"no es sino un axioma irrefutable:"

En absoluto.

"La frase susodicha es un Hecho, no un argumento, y como tal irrebatible".

En absoluto.

"¿Alguien puede negar que Juan Pablo II murió en loor de multitudes y de santidad, hasta el punto de que, como sabemos todos, ha sido beatificado en un tiempo récord? Aquél sí que fue el final digno de un Pontífice"

Morir en loor de multitudes no es garantía de nada, pero en cualquier caso estoy de acuerdo en que la muerte y los últimos años de Juan Pablo II fueron magníficos y un ejemplo de santidad.

En lo que yerras es en pensar que todo Papa tiene que hacer exactamente lo mismo para ser santo. Eso es un grave error. Basta que leas lo que dice el artículo sobre la comparación en relación con la perfección cristiana, que es donde está tu error.

La voluntad de Dios para cada persona no es la misma, fuera de evitar el pecado, porque el Espíritu sopla donde quiere.
14/02/13 9:01 PM
  
luis
Para dar un ejemplo gráfico: es como si a Trento hubieran concurrido Lutero, Melanchton y Calvino con sus peritos, y se hubieran redactado documentos ortodoxos y en general correctos, pero en algunos se hubiere evitado dar algunas definiciones unívocas, por ejemplo, describiendo la eucaristía sin hacer mención de la transubstanciación (palabra que no se menciona una sola vez tampoco en el Vaticano II). Y luego de Trento, los reformadores hubieran interpretado esa omisión en el sentido protestante de la eucaristía, y los catolicos ortodoxos diciendo que esa interpretación no estaba en el texto conciliar, lo que hubiera sido correcto sostener. Eso hubiera sido algo parecido a lo del Vaticano II.
14/02/13 9:05 PM
  
Bruno
Luis:

"Los interpretadores no eran paracaidistas polacos que se arrojaron sobre la Iglesia en 1966, eran los mismos que actuaron en el Concilio. Congar, Schillebex, Haring..."

Eso no significa nada. Ya sabes que el Espíritu SAnto no proteje de error a las opiniones y comprensiones particulares de los padres conciliares, sino sólo a lo definido por los mismos.

Con seguridad algunos de los participantes en Éfeso caían en el monofisismo condenado luego por Calcedonia y probablemente creían que Éfeso les estaba dando la razón, pero eso no invalida en nada las declaraciones de Éfeso, que es lo que importa.

"Nada que ver con el Concilio de Trento, donde nadie introdujo términos a sabiendas que podían dar pábulo a una interpretación luterana o calvinista o para contemporarizar con los protestantes"

En Trento, como en todos los Concilios, se dejaron cosas indefinidas, sobre las que no había acuerdo. Basta ver la que liaron luego los jansenistas por los agujeros dejados sobre el tema de la gracia.

Gran parte del rechazo por el CVII viene, simplemente, de que está más cerca de nosotros y nos presenta en primer plano la cocina del Bon Dieu, que siempre escandaliza.
14/02/13 9:08 PM
  
Chimo Vice
Josafat, no entiendo la pretensión que tenéis algunos de desprestigar a la Curia romana haciendole el juego al enemigo. Aquí los que se han pasado 8 años humillando y ridiculizando la figura del Vicario de Cristo son los grupos mediáticos y de poder anticatóllicos que ahora pretenden utilizarlo contra la propia Iglesia. Me sorprende la facilidad con la que algunos lanzáis sospechas falaces contra nuestros cardenales sin concretar nunca nombres y apellidos.

Si el cónclave que elija el 266 sucesor de Pedro es rápido muchos tendréis que callaros la boca como ya fue rápido el que eligió a Benedicto XVI.
14/02/13 9:11 PM
  
Bruno
Luis:

"Para dar un ejemplo gráfico"

No, es un ejemplo erróneo. Fundamentalmente, porque el Vaticano II (al contrario que Trento) no estaba estableciendo la doctrina sobre la transustanciación, sino que, al contrario, la daba por sabida. Era algo ya definido, que no se podía (ni se puede) poner en duda.

Otra cosa es que quisieran plantear la misma verdad de una forma menos filosófica y más bíblica, algo perfectamente legítimo.
14/02/13 9:11 PM
  
luis
De todos modos, creo que es un error poner esta discusión sobre las actitudes de los papas en términos morales. Como bien dice Bruno, el problema de conciencia de los papas es un asunto entre ellos y Dios. Y no sabemos las intenciones que mueven a los agentes, una persona que da una limosna puede hacerlo por una intención perfectamente perversa, y alguien que le pega a otro puede estar haciendo lo correcto.

Aventuro una hipòtesis: la moralización de los juicios sobre decisiones prudenciales de los papas es responsabilidad de la papolatría, que tiende a absolutizar las conductas de los pontífices. De tal modo, la actitud de Juan Pablo II, que en principio parece ser la correcta objetivamente, se termina erigiendo en norma universal moral y única posible. De ahí que ante alguien que hace lo contrario caigamos en comparaciones y juicios morales, como hace Javiergo, lo que creo que es impertinente, inútil, dañino. Creo que el único problema que nos compete a nosotros, pobres fieles, es preservar lo más fielmente posible la tradición, y la noción tradicional del Papado. Y esta renuncia de Benedicto, única en la historia, es muy peligrosa con prescindencia de que tenga justificativos y circunstancias que desconocemos. Nada más.
14/02/13 9:16 PM
  
Javiergo
Dices, Luis, que caigo en comparaciones y juicios morales, y que consideras tal cosa impertinente, inútil y dañino. De acuerdo, continuemos con el debate. Vayámonos a la Sagrada Escritura, que no creo que la consideres 'impertinente, inútil y dañina'. "...Tres veces pedí al Señor que me librara pero El me respondió te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad, más bien me gloriaré de todo corazón en mi debilidad para que resida en mi el poder de Cristo. Por eso me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo porque cuando soy débil entonces soy fuerte..." [2º Corintios 12; 7 - 10] - Comentando estos conocidos versículos paulinos, dice el Padre Javier Soteras, en la web de Radio María: "Dios deja mudo a quienes pensaron que todo se empezaba a ser imposible. No hay otra forma de vivir la evangelización y la buena noticia de Jesús si no es a través del misterio de la cruz..." - Como ves, San Pablo pudo escuchar del mismo Dios: "Te basta mi gracia. Pues la fuerza se realiza en la debilidad". Me parece que esta experiencia es de tal manera básica para el cristiano que me atrevo a decir que allí donde no se haya dado no hay propiamente fe cristiana. Quien se experimenta querido por Dios, abrazado por su gracia no necesita ya ninguna otra cosa. Por eso, no me encaja nada de nada - es que no me entra, de verdad - lo que estamos viviendo, todavía creo que estoy en un mal sueño del que despertaré. No forma parte de la rumorología, sino de la realidad, porque muchos lo habremos visto por los medios, que cuando los periodistas italianos salieron a las calles de Roma, recién dada la noticia de la renuncia del Santo Padre, y le preguntaban a la gente de a pie qué pensaban de dicha decisión, los católicos que lo oían por vez primera se creían firmemente que era una 'broma' de un programa televisivo, una inocentada, no daban crédito a tal cosa, y decían, como ofendidos, y textualmente: 'el Papa no puede renunciar'. La decepción ha sido grande, grande, grande, no cabe duda de ello. En puridad, y en cualquier contexto o ámbito, toda renuncia es un fracaso. Aunque suenen estas palabras duras, es así, porque la verdad suele ser precisamente muy dura. Si alguien de los que aquí me lee ha sufrido una 'decepción amorosa' alguna vez en su vida, me entenderá perfectamente y permítaseme el símil: yo quería a este Papa como no he querido a ningún otro. He leído TODAS sus obras, conozco su vida de memoria, lo he defendido a muerte hasta cuando en mi parroquia algunos hermanos siempre lo ponían por debajo del Beato Juan Pablo II... y ahora... ¡esto! Resulta que esos hermanos tenían razón, y ya se la he dado, claro está. ¿Cómo es posible que Benedicto XVI, siendo quién es, no haya integrado plenamente en su vida toda la cristología paulina sobre la Gracia y la Cruz? Aparte de los versículos antes mencionados, recordemos estos también de la Carta a los Filipenses: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta". Estas palabras, como sabemos, resumen el secreto que aviva el corazón incansable de San Pablo. Con Jesús, arropado en su amor, es capaz de cualquier cosa. Nada teme y todo lo puede soportar. Vivir en pobreza y en abundancia, estar preparado para cualquier situación, revela una enorme libertad interior. San Pablo es tan libre de su ego, de sus gustos y preferencias, está tan liberado de ataduras, que puede acomodarse a todos los entornos. No vive encasillado ni preso de seguridades y esquemas. Los cristianos estamos llamados a ser así, sabiéndonos limitados e imperfectos, débiles e incapaces. Pero, ¡esto no es una excusa para abandonar nuestra misión! Con la fuerza de Dios lo podemos todo. Un cristiano es una persona libre, que sabe adaptarse a las circunstancias. Su único tesoro es Dios. Por esto, dígase lo que se diga, nadie puede negar con el corazón en la mano que esta renuncia es un error y una mancha tremenda en la biografía de Benedicto XVI (no en la historia de la Iglesia, ojo), se mire como se mire. - En mi entorno familiar, laboral y social hay muchos increyentes. Todos o casi todos no entienden esto y además se alegran de esta renuncia. No comprenden en absoluto mi tristeza, mi dolor y mi zozobra porque no tienen la óptica de la fe. Porque desde la fe, Bruno y Luis, desde la visión interiorizada de lo que es la Gracia y lo que es la Cruz, esta renuncia no se puede aceptar ni comprender. Afortunadamente es el Espíritu Santo el que guía a la Iglesia, nuestra Madre y Maestra. Yo rezo, de verdad, para que, con el futuro Pontífice, no vuelva a suceder una cosa así como la que hemos presenciado en estos días.
14/02/13 9:27 PM
  
Josafat
Luis,

El Concilio Vaticano II fue consecuencia directa de la protestantizacion cultural de las antiguas naciones católicas.

Estas pidiendo a la Iglesia un imposible metafísico, si sus miembros son protestantes en accion, ¿Como no van a acabar siendolo de espíritu?

Todo ello ya sale en el Apocalipsis. Los teólogos que citas son la consecuencia no la causa. En mi opinión adoptar el modelo productivo capitalista tarde o temprano te acaba convirtiendo en protestante.
14/02/13 9:34 PM
  
Josafat
Chimo,

Simplemente enumero una serie de datos.
14/02/13 9:36 PM
  
Setarcos
¿pero y si dentro de unos siglos ya ha occurrido el apocalipsis y la resurrección de la carne? No puedes asegurar que dentro de unos siglos no estemos vivos en esta tierra.
14/02/13 9:39 PM
  
Josafat
Javiergo,

¿Y por que la Cruz de Benedicto XVI no es la renuncia?
14/02/13 9:46 PM
  
Bruno
"Aventuro una hipòtesis: la moralización de los juicios sobre decisiones prudenciales de los papas es responsabilidad de la papolatría"

Coincido en que, muy probablemente, ambas cosas estén relacionadas.

"Y esta renuncia de Benedicto, única en la historia, es muy peligrosa"

Je, je. Todo lo radical es peligroso. De lo que no estoy tan seguro es de que lo peligroso tenga que ser algo malo.

A mí, lo que no me gustaría es que la dimisión papal por vejez se convirtiera en una costumbre, sobre todo por las presiones a las que sujetaría a futuros papas y por la impresión errónea que daría al mundo. De hecho, no me gusta nada que la jubilación episcopal por edad se haya convertido ya en lo habitual.
14/02/13 9:52 PM
  
Bruno
Setarcos:

La tierra, después de la resurrección, ya no será esta tierra sin más, sino una "tierra nueva", en la que no tendrán sentido los oficios actuales, como el de historiador.
14/02/13 9:53 PM
  
rojobilbao
Bruno, reformulación acertada.

Creo yo que muchos de los que hacen la comparación (desde la buena fe y sintiéndose netamente eclesiales) consideran que una de las opciones (la adoptada por BXVI) no es una opción viable (aunque lo sea canónicamente) y que Dios no le puede llamar a actuar así (aunque esté persuadido de que sea lo mejor y sea lo que Dios le pide).

El resto se basa en los problemas que se derivarán de la decisión adoptada. Ambas decisiones tienen su inconveniente pero un Papa ha hecho lo que hacían todos y el otro lo inusual (de ahí las protestas y las comparaciones)

Yo, que soy de los críticos, considero que el tema ya debiera ir dándose por zanjado, pues no tiene vuelta atrás y ahora toca, mostrar cariño y cercanía al Papa y rezar mucho porque todo vaya lo mejor posible.
14/02/13 9:55 PM
  
Don Rigoberto
¡Ya basta de dudas sobre el Santo Padre! Todos los ataques y dudas contra el Orden y la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana son de todo punto intolerable, y les puedo asegurar que les granjearán palco de honor en la más sulfurosa y abrasadora sima del Averno por toda la Eternidad..

Todo aquel que dude de la decisión del Santo Padre, arrepiéntase, confiese sus pecados y confíen en la infinita Misericordia del Altísimo.. Aún no es tarde, pero les advierto que andan Vds. con sus dudas jugando peligrosamente con fuego, azufre, herejías y pecados mortales.. Es el cóctel preferido de ese devorador de almas pecaminosas sumamente "gourmand" que es el Angel Caído.

Advertidos quedan, solemnemente y con la extraordinaria gravedad que la ocasión merece. Oren férvidamente y sus ánimas es posible que alcancen el Divino Perdón cuando les toque rendir cuentas a San Pedro.
14/02/13 10:06 PM
  
Cristhian
Se que los "adultos' están hablando pero me atreveré a meter la cuchara. Yo sigo creyendo que esto es un signo profético, que como bien apuntaba Bruno en un post anterior son "mensajes" del Altísimo para el que los mira.

JP2 pasó lo que pasó para anunciarle al mundo el sufrimiento y B16 esta pasando lo que esta pasando para anunciar al mundo que el bien común esta sobre toda ambición personal de poder, prestigio y demás.

Yo no creo que un tipo que ha sido sacerdote en tiempos duros de persecución, que se ha gastado sus ochenta y tantos años de vida siguiendo ha este Dios y que además, como todos lo sabemos, es una mente brillantísima, se aviente a hacer el ridículo mundial porque "ya no aguanta", "tira las botas" o cualquier figura de cobardia que quieran poner.

¡Esta haciendo esto como un mensaje claro y directo! es la unica explicación que hay. Que dieran los pueblos de la tierra porque las argollas dominantes (porque los politicos son casi en su totalidad iguales independientemente del partido que representan) pusieran los intereses comunes sobre sus ambiciones de poder.

Vean el mundo!!! interpreten las señales de los tiempos, este ya no es el tiempo de la ambundancia en que hacia falta que un papa agonizara en publico para recordar el sufrimiento, estamos con el sufrimiento en la propia casa, viendo a la gente morirse de hambre, matandose antes de un desalojo, viendo como los politicos cobran sueldos escandalosos mientras sus pueblos no tienen que darle de comer a sus hijos.

Yo me quedo con un titulo que lei en ni me acuerdo donde que decía: "gobernantes del mundo tomen nota". B16 ha hecho con esto un acto de valentía osado, le ha dicho a todos que por el bien de la Iglesia y la misión lo mejor es que pase alguien mas y se ha hecho a un lado "echando al traste" su carrera (si se le puede llamar asi. Sacerdote no ha dejado de ser, no ha renunciado a su vocación, ha renunciado al cargo.

Es completamente confuso para el que si hubiese estado en su lugar jamas hubiera soltado el poder, lean el ultimo párrafo de la catequesis (que no la homilia) de ceniza que B16 hizo ayer: "Convertirse significa no cerrarse en la búsqueda del propio éxito, del propio prestigio, de la propia posición, sino hacer que cada día, en las pequeñas cosas, la verdad y la fe en Dios y el amor se conviertan en la cosa más importante."
14/02/13 10:16 PM
  
Antonio
E identemente no se puede. Comparar y son muy respetables ambas posturas. Pero permíteme quehumildemente prefiera la actitus sabi y humilde de Benedicto XVI que no quiere que se repita una situación de desgobierno de cinco años en el que se pudrían temas como el caso Maciel, los cada vez más evidentes casos de pederastia o las intrigas de una curia que campaba por sus respetos ante un papa ausente.
Benedicto XVI fue testigo de todo eso y hace muy bien en querer evitarlo aplicando estrictamente el Derecho canónico (que en este caso concreto es el de toda la vida).
14/02/13 10:41 PM
  
DavidQ
Ni siquiera los hijos se comparan, y eso que son de los mismos padres y viven en la misma casa.

Siempre recuerdo que yo no era "fan" de Juan Pablo II, pero estuvo tantos años que terminé apreciándolo como todos. Casi igual, Benedicto XVI me resultaba un poco antipático "comparándolo" con el anterior hasta que comprendí que no era justa la comparación y empecé a apreciar la belleza y profundidad de sus escritos.

Ahora que llega el tiempo de retirarse, la verdad, me gusta más ver a un Papa que se va a descansar y no que se muere. Cosas mías. Me entristeció mucho ver las últimas apariciones de Juan Pablo II, cuando ya no podía ni hablar. Le llegará su día a Benedicto de entregar el cuerpo a la tierra, pero, primero Dios, se irá tranquilo, dejando la barca en buenas manos. Juan Pablo quizás no tuvo esa paz.

Para mí, el retiro de Su Santidad ha sido una fiesta, un signo de la vitalidad de la Iglesia. También es una señal para los que vivimos empeñados en este mundo tras el afán de ser siempre "más", que un hombre tan grande decida hacerse "menos". Menos que él mismo, menos que su antecesor y menos que su sucesor. Si todos aprendiéramos esa lección, seríamos mucho más felices.
14/02/13 10:43 PM
  
Enrique G. B. A.
En la entrevista del periodista Seewald, recogida en el libro Luz del Mundo, Benedicto XVI contestó:

“Si el papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”

Sólo había puesto como impedimento que fuera un momento de peligro, en no podía rehuir de una responsabilidad concreta.

Javiergo: ¿no es qué habías leído todo de este papa?
Si tu equivocada decepción es sincera -lo creo-, asúmela y callátela como penitencia.
No sigas amontonando mensajes juzgando erróneamente a Benedicto XVI.
14/02/13 10:45 PM
  
Hermenegildo
"por definición el que malinterpreta gravemente un concilio se pone fuera de la Iglesia".

Entonces, tendríamos fuera de la Iglesia a la mitad del clero y a buena parte de la jerarquía actuales.

Bruno, esos ejemplos que pones de mala interpretación de Trento son escasísimos y muy forzados. En realidad, no hay en la Historia de la Iglesia precedente de atentados contra la doctrina, la liturgia y la disciplina de la Iglesia hechos en nombre de un Concilio ecuménico como los que se han llevado a cabo en nombre del Vaticano II.
14/02/13 11:15 PM
  
luis
Así es Hermenegildo. No hay ejemplo en la historia de un Concilio que se convoca para dialogar (adaptarse, ponerse al día) con el mundo moderno.
14/02/13 11:23 PM
  
Bruno
Hermenegildo:

No es forzado en absoluto. Me has puesto condiciones terriblemente restrictivas (un solo concilio y, si quito a los herejes, ¿cómo voy a presentar pruebas de gente que dice herejías?) y además me lo exiges a bote pronto. Y aún así te he dado ejemplos.

Lo que sucede es que el Vaticano II es el Concilio que te resulta más cercano y por eso ves más claros sus defectos. Eso ha sucedido siempre. Después de Nicea, la gran crisis arriana y los semiarrianos que aceptaban Nicea pero "de aquella manera" (y la crisis actual es de risa al lado de la crisis arriana). Después de Éfeso, sólo veinte años más tarde hace falta otro concilio, el de Calcedonia, porque se había exagerado la condena de Éfeso al Nestorianismo. Después del Concilio de Jerusalén, los marcionitas que caen en la herejía contraria. Después del Vaticano I, los obispos alemanes tuvieron que publicar una explicación del dogma de la infalibilidad porque se dieron cuenta de que absolutamente todo el mundo, incluido el gobierno alemán, lo había entendido al revés. El tercer concilio de Constantinopla es alegado aun hoy, por ortodoxos y viejos católicos, en contra de la infalibilidad pontificia. Y un larguísimo etcétera.

Es cierto que el Vaticano II, al no definir dogmas mediante anatemas y tener una finalidad marcadamente pastoral es a la vez más amplio y menos preciso que otros concilios. Es decir, es más como la Escritura y menos como un Catecismo. Pero eso no es un defecto, sino una característica propia.
14/02/13 11:37 PM
  
Bruno
Luis:

"No hay ejemplo en la historia de un Concilio que se convoca para dialogar (adaptarse, ponerse al día) con el mundo moderno"

No sólo eso es erróneo, sino que lo acertado es justamente lo contrario: Todos los concilios se han convocado para dialogar con el mundo moderno. Es decir, para dar respuestas desde la Tradición y la Escritura a preguntas que no se habían hecho anteriormente.

¿Qué reprochaban los arrianos a Nicea? Precisamente que había dialogado con la filosofía griega y usaba un término que no estaba en la Escritura, homousios.

¿Qué reprochaban los protestantes a Trento (entre otras cosas)? Que había dialogado con el aristotelismo escolástico y usaba el término transustanciación, que era filosófico.

Mal que les pese a lefebvrianos y conciliólatras, el Concilio Vaticano II no fue una novedad en ese sentido.
14/02/13 11:40 PM
  
Bruno
Hasta mañana si Dios quiere a todos.

Primum dormire, deinde philosophare.
14/02/13 11:42 PM
  
Javiergo
"Benedicto XVI rompe la tradición de que el Papa muere 'en la cruz'. - El Cardenal de Cracovia recuerda que Juan Pablo II, del que fue secretario personal, 'decidió permanecer en el cargo hasta el final porque pensaba que de la cruz uno no se baja'" - Esta es exactamente la portada de la edición impresa del diario El Mundo de hace dos días. Esa frase no lo ha dijo cualquiera, sino alguien tan poco sospechoso como el Cardenal de Cracovia, que con su velada crítica a la renuncia del Santo Padre no hace más que expresar lo que pensamos millones de católicos sin pecar por ello, sólo faltaba. Es oportunísimo señalar esto porque las amenazas (sí, amenazas, lean bien lo que ha escrito) de Don Rigoberto no las hubiese superado ni Torquemada. Arrogándose la potestad de Dios, dice perlas como ésta: "les puedo asegurar que les granjearán palco de honor en la más sulfurosa y abrasadora sima del Averno por toda la Eternidad.." Y sigue con el fuego, el azufre y las herejías... No, Don Rigoberto, usted se ha equivocado de casa. Mi Iglesia, la Iglesia, nuestra Iglesia, no es una secta, es la Casa de Dios. Aquí no impera la dictadura del pensamiento único, como creen nuestros enemigos, y como parece ser que cree usted mismo. No nos amenace, por favor. En nuestra Santa Madre Iglesia tenemos diversidad de carismas y podemos opinar con libertad dentro de un respeto. Yo soy fiel al Magisterio, creo firmemente en todos los dogmas, tengo Fe, comulgo y confieso, etc. Soy católico practicante, y, como tal, sé perfectamente que la INMENSA MAYORÍA de los Papas de la historia han sido magníficos, incluyendo, por supuesto, Benedicto XVI, sabio, humilde y gran teólogo. Yo eso no lo pongo en duda ni lo pondré nunca. Y como no se trata de materia de fe ni se contraviene el dogma de la infalibilidad pontificia, creo que con todo el derecho del mundo un católico fiel puede emitir una crítica a una actuación concreta de un Papa, sea cual sea. Entra en lo terreno de lo opinable y no por eso hay que anatemizar a nadie. Yo pienso que la renuncia del Santo Padre ha sido un error descomunal y estoy convencido de que muchos de los que escriben en este blog lo piensan en el fondo de sus conciencias aunque no lo digan. A mí me ha decepcionado, qué os voy a decir, y no tengo que sentir que digo algo malo por manifestar algo así. Un Papa puede canónicamente renunciar, por supuesto, pero no debe renunciar, y aquí el matiz verbal es muy importante. Yo lo siento así y no estoy solo en este pensamiento. El mismo Eduardo Jariod, en el post de Tomás de la Torre, afirma que una buena amiga suya, católica practicante de fe firme, le comentaba ayer que no le gustó nada la decisión del Santo Padre y que de algún modo se sentía que le había decepcionado; y sigue diciendo: "... es más, incluso decía sentirse como abandonada. Y fruto de estas vivencias, sentía cierta irritación por esta debilidad para ella injustificable dado el cargo y la responsabilidad de ser vicario de Cristo en la tierra..." - Yo creo que el Santo Padre se ha equivocado, es humano y puede hacerlo, y no se acaba el mundo por eso. Ahora solo le pido a Dios que el próximo Papa tenga la audacia y la valentía suficientes como para cumplir su misión hasta el final, estando dispuesto al martirio si fuese necesario, como lo está cualquier cristiano. Un saludo en Cristo Jesús

14/02/13 11:59 PM
  
Javiergo
¡Ah! Y otra cosa, Don Rigoberto. Yo no he dudado de la decisión del Santo Padre (¿quién puede dudar de ella, si lo ha dicho claramente?), solo he dicho que no me ha gustado ni me ha parecido bien, y lo he argumentado (no como usted, que solo se ha limitado a amenazar), y esta opinión mía, se lo aseguro, no es pecado. Se lo aseguro del todo. Tengo la conciencia bien tranquila y así, con la conciencia bien tranquila, me voy a ir a dormir ahora mismo después de mis oraciones. Buenas noches.
15/02/13 12:10 AM
  
Hermenegildo
Bruno:

La crisis arriana no sucede al Concilio de Nicea, sino que lo precede; precisamente, este Concilio se convocó para hacer frente a la herejía de Arrio.

En todo caso, los monofisitas, marcionitas y otros herejes que mencionan no justificaban sus herejías en los Concilios de Éfeso o de Jerusalén, como en la actualidad se justifican muchos disparates en el Vaticano II.

En cuanto al gobierno alemán de la época del Vaticano I, no estaba integrado por católicos, sino, más bien, por anticatólicos, como Bismark. Igualmente, la mayor parte de la población alemana era protestante. Es lógico, pues, que no entendiesen lo que enseña un Concilio de la Iglesia.

Y, en fin, no creo que sea demasiado relevante que el Vaticano II nos pille más cercano. Si luego del Concilio de Trento hubiera habido un postconcilio tan nefasto como el acaecido tras el Vaticano II, lo sabríamos por las crónicas de la época. En cambio, los testimonios que tenemos de aquellos años nos revelan un postconcilio esplendoroso, con el surgimiento y la proliferación del arte barroco, la fundación de seminarios para la fundación del clero y el auge de la religiosidad popular.
15/02/13 12:13 AM
  
Enrique G. B. A.
Don Rigoberto: haga el esfuerzo de no escribir como troll disfrazado de ultracatólico.

"sus ánimas es posible que alcancen el Divino Perdón cuando les toque rendir cuentas a San Pedro"
Lea el Catecismo, y no se fíe de las historietas con las ánimas volando con dos alas en la espalda, llegando hasta San Pedro con sus llaves, delante de una reja sobre una nube.
15/02/13 12:21 AM
  
kepa
Javiergo y demás críticos de buena fe; hasta ahora los Papas no se "jubilaban", es cierto.

Pero hasta hace cuarenta años -es decir, antes de Juan Pablo II- no existía una medicina curiosa que consiste en medio resucitar a los viejos, pero sin acabar de resucitarlos.

Cualquiera que haya tenido abuelos en casa en los últimos diez años sabra que hoy en día, si quieren los médicos, el viejo no se muere.

Tampoco vive, pero permanece en un estado semicomatoso que puede prolongarse media eternidad.

Un hombre de la edad del Papa, y con la salud arruinada del Papa, dentro de dos años entraría en ese estado, y podría tirarse perfectamente treinta años más encamado, semiinconsciente, absolutamente incapaz de regir la Iglesia, y absolutamente incapaz de dimitir.

Un desastre sin paliativos, así que a diferencia de quienes no creen que esto vaya a generalizarse, yo creo que es un precedente que sí va a generalizarse.

En cierta medida, será desmitificador; en otra medida, servirá para que el pueblo fiel entienda que lo importante del Papado no es la persona que lo encarna, sino la asistencia del Espíritu Santo en todo momento.

Estoy convencido totalmente de que el Papa no se ha bajado de la Cruz, sino que ha aceptado quedar como un cobardica porque es un valiente, porque es humilde, y porque sabe que es lo mejor para la Iglesia.
15/02/13 12:32 AM
  
Yolanda
Hermenegildo: el concilio de Nicea reafirmó la fe en la divinidad de Jesucristo contra Arrio, pero precisamnete a continuación de Nicea, el arrianismo arreció. Justo después de su celebración reforzó su empuje y tardó en ser desarraigado; San Jerónimo dijo, tras este concilio que “el mundo se despertó de repente con estupor arriano”.
15/02/13 12:39 AM
  
luis
El arrianismo arreció, pero no porque el Concilio había sido ambiguo, equívoco y contemporarizador con el error qmbiente, sino todo lo contrario. El Vat II es el primer Concilio que va, con moderación por supuesto y sin excesos, en la msima senda que el pensamiento contemporáneo. El anti-Syllabus de errores modernos, como lo llamó un ilustre pensador.
15/02/13 12:43 AM
Bruno, que paciencia la tuya, y que desvarío la de un tipo de tradicionalismo que entiende el significado de Tradición y termina creyendo que es parte de la Tradición bimilenaria que los Papas no puedan renunciar.
15/02/13 4:49 AM
  
Don Rigoberto
Don Rigoberto: haga el esfuerzo de no escribir como troll disfrazado de ultracatólico

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¿Troll? Desconozco ese término, supongo que debe de proceder de la lengua de los herejes anglicanos. Pese a que he recibido una exquisita educación, siempre me he negado a aprender ese inmoral idioma que seguro ha sido ideado por el maligno. Un idioma de reyes pecadores que se entregan a los placeres de la carne, y (lo que es peor) que se separan de la Santa Iglesia Católica no puede ser bueno. Yo siempre hablaré única y exclusivamente la lengua del inmortal Cervantes.

Veo también que hace mofa de la Salvación Eterna, equiparándola a "historietas". Oraré porque rectifique y se arrepienta de lo que ha dicho. No pierdo la esperanza y elevo mis plegarias al Niño Jesús para que abra los ojos de par en par, y le salve de las llamas apabullantes y eternas del Averno, que le aguardan ansiosas de consumir carne espiritual española, principal delicatessen de ese sádico y goloso gourmet de almas pecaminosas que es Belcebú
15/02/13 9:31 AM
  
Manuel
El papa se despide anunciando su cansancio, la del "anima et corpore". Casi todos lo han traducido como cansancio del cuerpo como del espíritu, algunos como cansancio de la mente y del cuerpo. Pero, ¿no sería más fiel decir cansancio del "alma y del cuerpo"?¿Cuál sería la traducción más fiel?¿Es irrelevante??
15/02/13 9:59 AM
  
Javiergo
“Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Él le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Díjole: Apacienta mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor, tu sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejuelas. Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase: ¿me amas? Y le dijo: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: cuando eras joven, tú te ceñías e ibas donde querías; cuando envejezcas, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará donde no quieras. Esto lo dijo indicando conque muerte había de glorificar a Dios Después añadió: Sígueme.”.(Jn 21,15-17a.18-19). - En el diario Ideal de hoy, el corresponsal en Roma, Iñigo Domínguez, escribe: "... Aún es pronto para comprender el efecto del trascendental paso de Benedicto XVI, pero aunque nadie lo dice en público sí que hay comentarios críticos y contrarios a su decisión. Es cuestión de tiempo que afloren, quizá en forma de conflicto.." Este asunto es serio y no se puede tomar a la ligera, despachándolo con un panegírico y unas consignas estereotipadas, como las de Bruno y otros bloggers o comentaristas, como si la renuncia estuviera bien porque sí, porque todo lo que haga un Papa está bien por el hecho de ser Papa, como si no pudiese equivocarse en materias que no son dogma de fe. He puesto antes un fragmento del Evangelio porque nos ilustra más todavía de la gravedad de la decisión del Santo Padre. Él, a la vejez, no se ha dejado ceñir por el Señor llevándole a donde no quiere, sino que se ha ceñido a sí mismo yendo a donde él quiere, que es el retiro, la renuncia, anteponiendo su salud - lo ha dicho el mismo Papa, ojo, y bien claro, al exponer los motivos de su renuncia - a su ministerio, a la Misión que Dios le encomendó el día que fue elegido Vicario de Cristo en la tierra. Parece que algunos hermanos/as no quieren, no pueden, o se resisten a ver la gravedad de esta decisión. Mirad, seguro que no os habéis planteado esta posibilidad. Imaginad que el futuro Papa, aun en el caso de que fuese joven, por la razón que fuese, sufre una embolia, una trombosis o cualquier enfermedad que le imposibilita - al poco de ser elegido - ejercer su pontificado. ¡DIOS quiera que no suceda tal cosa, pero puede suceder! Bien, nuevo Cónclave, ¡¡y podríamos llegar a tener tres Papas a la vez, peor que en la época del Cisma de Occidente!! No queréis daros cuenta de que todo esto es una locura, que se está sentando un precedente gravísimo, que un Papa debe morir como Papa, se encuentre como se encuentre, de lo contrario abrimos la puerta a situaciones totalmente indeseables y muy graves o peligrosas, ¿o me vais a negar esto? ¿Os agradarían situaciones así? Pues pensad que pueden darse. Un Papa no tiene porqué viajar, no se hizo durante 1950 años (hasta el pontificado de Pablo VI) y no pasó nada, ¿verdad? La Iglesia continuó su marcha y no se perdió la fe por ello, al contrario, ha sido en la época de los Papas viajeros cuando más se ha perdido la fe, y no digo que haya sido por ese motivo, por supuesto, pero creo que me estáis entendiendo lo que quiero decir. Si un Papa cae gravemente enfermo, se le cuida, y hay miembros en la Curia que pueden tomar las decisiones como sucedió al final del pontificado de Juan Pablo II. No hay que tener miedo a la vejez ni a la enfermedad, ¡¡que somos cristianos, no paganos!! Un Papa debe morir como Papa, de lo contrario - tampoco habéis reparado en esto - le estamos dando la razón a los Küng, a los Tamayo y compañía, a herejes e increyentes, que mira por donde, no sé si os habéis fijado, aplauden todos la renuncia, ¡¡igual que vosotros, hermanos/as en la fe!! ¿Cómo es posible esto? Pensad seriamente en todo esto, por favor.
15/02/13 11:46 AM
  
Martin Ellingham
Bruno:

Entro tarde e imposibilitado de leer todos los comentarios que me preceden.

Si no los hecho, te invito a revisar críticamente esta afirmación:

"...se trata de una comparación imposible, pues compara dos cosas que nadie en este mundo puede comparar."

Si lo piensas bien, es un apriorismo. Además, olvida que todas las creaturas son comparables (y los papas son creaturas), que los actos humanos también lo son, que la comparación, como operación mental, establece semejanzas y diferencias. Si las "renuncias pontificias" fuesen actos inefables no admitirían ser tratadas por la ciencia moral, ni reguladas por el derecho canónico.

La verdad es que la comparación es posible y legítima. Lo que siempre hay que tener en cuenta son los límites cognoscitivos y el valor de las conclusiones a los que la comparación puede arribar. Habrá conclusiones ciertas, probables, conjeturales...

Lo incomparable, en este caso, es el juicio de conciencia de Benedicto XVI con el juicio de Juan Pablo II.
Incomparable en la integridad de sus consideraciones íntimas. Pero comparable en los hechos externos y en lo expresado por los papas. Y lo mismo hay que decir respecto de las circunstancias que enmarcan dichos actos.

Además, lo que llamas "utilitarismo" no siempre es tal. Que la moral cristiana se centre en el objeto moral (no consecuencialismo) no quiere decir que se despreocupe de las consecuencias (irresponsabilidad). Cuando uno tiene una función de gobierno, la consideración de las consecuencias del obrar propio sobre la comunidad que rige es uno de los principales deberes de estado.

Y respecto de las consecuencias de la renuncia de Benedicto XVI, sin juzgar la moralidad de su acto de renuncia, se puede reflexionar sobre su efecto eclesial. Los gestos suelen tener, en el actual contexto, una recepción cuasi-magisterial.

Saludos.
15/02/13 12:12 PM
  
luis
Muy de acuerdo con Martin Ellingham. Claro que no se puede hacer una competencia moral entre conciencias, porque supuesta la licitud de dos opciones, la apreciación prudencial de la mejor la hace el agente. Lo que si se puede apreciar es la conveniencia o acierto de una decisión prudencial en materia de gobierno y en sus efectos eclesiales sobre el pueblo de Dios. Y en esto, la experiencia demuestra que por sabio que seas, no se suele ser buen juez salvo capacidad política excepcional, de la cual Benedicto no ha dado mayores muestras (y no pasa nada, es frecuente, desde Platón, que los filósofos no sean buenos políticos).
15/02/13 12:25 PM
  
José María Iraburu
Totalmente de acuerdo, Bruno.
"Lo más perfecto", lo más santificante, lo mejor para la Iglesia, es que se cumpla en cada Papa la voluntad de Dios providente. Y esa voluntad puede ser distinta en un Papa y en otro. Y solamente puede ser le Papa quien, como hizo Juan Pablo II y como ha hecho Benedicto XVI, con mucha oración, y aún mayor asintencia especial del ESanto, disciernan en conciencia y decidan en consecuencia.

Todas las demás consideraciones son vanas: ganas de hablar y de opinar de lo que no podemos saber.
15/02/13 12:35 PM
  
marcos
Recuerdo que no es el primer papa que "dimite", y que un dimisionario, Celestino V, tras ser puesto por Dante en los infiernos, acabó canonizado por la Iglesia
15/02/13 12:37 PM
  
Eduardo Jariod
"Todas las demás consideraciones son vanas: ganas de hablar y de opinar de lo que no podemos saber."

¡Desde luego! ¡Y cuánto orgullo, y cuánta pedante ignorancia!
15/02/13 12:47 PM
  
Martin Ellingham
Sólo agregar una observación (que no tiene por destinatario directo a Bruno): como dice un amigo tomista, la analogía es casi un preámbulo de la fe; el rechazo del pensar analógico es síntoma de fideísmo y voluntarismo, además de destruir toda ciencia.

La consecuencia lógica de algunos comentarios debiera la prohibición de la "Historia de la Iglesia" como disciplina y la quema de todos los libros que tratan acerca del tema.

Saludos.
15/02/13 12:57 PM
  
luis
Bueno, simplismos siempre puede haber.
Es posible que una de las peores medidas prudenciales de la Historia haya sido tomada por uno de los mayores Papas, nada menos que San Pío V, que cometió el tremendo error de excomulgar y deponer a la reina Isabel, lo que produjo la consecuencia de blindarla para siempre, incluso ante los católicos ingleses, que no podían pasar por traidores. La gracia no sustiuye la naturaleza, ni garantiza todos los aciertos ni evita las consecuencias dañinas de los errores.
15/02/13 12:58 PM
  
luis
[Como ya sabes, no se puede usar este blog para criticar a otros blogueros de InfoCatólica]
15/02/13 1:03 PM
  
luis
Es así, Sivestre. La papolatría - tomar la conducta del Papa como infaliblemente acertada y santa - termina por destruir al papado.
15/02/13 1:22 PM
  
luis
Bueno, entre Bonifacio VIII y San Celestino V, ¿quién es el santo?
15/02/13 1:41 PM
  
luis
Un poco es lo que vio Pascal cuando dijo que el que quiere hacer el angel hace la bestia. Por supuesto que es deseable que los papas sean santos, pero no hay necesidad de canonizar todas sus actitudes a la fuerza. Uno de los efectos es precisamente éste de la comparación entre Juan Pablo y Benedicto. No puedo olvidar que, en los últimos años del primero, los papólatras sostenían que estaba en perfectas condiciones para seguir, que las decisiones las tomaba todas él, y que la renuncia no era admisible. Son los papólatras, tomando como normativa la conducta del papa y no la fe y la tradición, los que generan estos ruidos, cuando otro papa hace una cosa distinta.
15/02/13 1:47 PM
  
Chimo Vice
Javiergo, ¿ahora se pone Vd. a citar al sr. Iñigo Domínguez, un corresponsal en Italia de la derecha pagana que demuestra ser un total analfabeto religioso, que prefirió las diatribas de Dan Brown que al Evangelio de San Juan para interpretar correctamente el cuadro de la Última Cena - no conoce el Evangelio que leyó Leonardo -, o que afirmó el incuestionable "pasasdo nazi" de Benedicto XVI en su viaje a Israel? Ese que considere "gravísimo" la renuncia del Santo Padre es el mismo que consideraba que el Nunc dimittis citado en el Evangelio de San Lucas era un subterfigio inventado por Juan Pablo II para dejar entrever que había querido dimitir y no le habían dejado.Por favor, sr. Javiergo, no haga usted el ridículo interviniendo en un blog serio.

Josafat, la defensa firme y coherente de la fe se hace en comunión con nuestros obispos y cardenales y no contra ellos o descalificándolos.

Bruno, excelente artículo. Como recuerda Vittorio Messori, grande es la libertad católica
15/02/13 2:42 PM
  
Javiergo
Chimo Vice, gracias por la información, no tenía ni idea. Dejo pues a un lado esa referencia, pero eso no quita nada del resto de mi argumentario, que es personal, y bastante amplio, como puedes comprobar. Y nadie, por cierto, ha podido negar mis afirmaciones, por algo será. Quédate con eso y no insultes afirmando que hago el ridículo interviniendo en un blog serio, porque, sí, por supuesto que el blog es serio (por eso vengo aquí), pero yo lo soy también. Los españoles, por lo general, estamos poco acostumbrados a la libertad de expresión, pese a que el sistema que tenemos desde hace 37 años se llame 'democracia'. No hay más que ver cualquier tertulia en cualquier cadena televisiva, donde ponen a gente que piensa lo mismo, con lo cual no hay debate. Si crees, Chimo Vice, que ser católico es tener unas orejeras puestas y ser presa del pensamiento único, entonces no conoces lo que es la Iglesia. Como hay diversidad de dones y de carismas, lo hay de opiniones. Lo Fundamental es que compartimos una misma Fe, el resto es discutible dentro del respeto. Si no fuese así, ni siquiera existiría este blog. El mundo sería muy aburrido si todo el mundo pensase lo mismo. Yo he dado una serie amplia de argumentos con los que he explicado porqué me ha parecido muy mal que el Papa dimita, lo que no quita las infinitas virtudes del Santo Padre, que siempre he elogiado. Una cosa no quita la otra. Un Papa no es Dios, y solo en infalible en materia de fe. ¿O es que, pongamos por caso, y no lo estoy ni mucho menos comparando, solo pongo un ejemplo, un católico no puede admitir que hubo Papas no muy buenos...? ¿Te suena Alejandro VI, los Borgia y demás...? Eres tú, Chimo Vice, el que puede hacer el ridículo si crees que no se puede criticar a nadie por elevado que sea su puesto. Lo que tú llamas 'ridículo' o lo que Eduardo llama 'orgullo' o 'pedante ignorancia', es libertad. Solo eso, libertad. Buenas noches
16/02/13 12:29 AM
  
Bruno
Javiergo:

En la medida de lo posible, los comentarios deben ser más breves, para no hacer pesadísima la lectura de los comentarios. Y conviene poner puntos y aparte, para facilitar su lectura.
16/02/13 10:16 AM
  
Bruno
Hermenegildo:

"La crisis arriana no sucede al Concilio de Nicea, sino que lo precede; precisamente, este Concilio se convocó para hacer frente a la herejía de Arrio."

Como muy bien ha dicho Yolanda, la crisis arriana es posterior al Concilio de Nicea. Curiosamente, Nicea tuvo, en parte, el efecto contrario al deseado y el arrianismo casi triunfó en el mundo. La crisis arriana, posterior a Nicea, no se cerró hasta dos siglos y medio después de NIcea.

Por supuesto, en realidad Nicea supuso la solución de la crisis, pero no inmediatamente. En un principio, la exacerbó, justamente por su "diálogo" con el mundo moderno de la época. La gran crítica que hacían los arrianos a la definición de Nicea era que no era bíblica, sino producto de las filosofías paganas. Sin embargo, el tiempo reveló que ese diálogo era justo lo que hacía falta en ese momento para dar a las definiciones dogmáticas la precisión necesaria para separar la verdad del error.

Como ves, esa distinción que haces entre Vaticano II y Nicea no está ni mucho menos clara. Hay gran cantidad de semejanzas. Curiosamente, esas semejanzas están precisamente en varias de las cosas que criticas del Vaticano II.

Aparte de todo esto, te aconsejo que leas sobre la crisis arriana, porque es un tema fascinante. Recuerdo que, cuando estudié Patrología, los alumnos le rogaban al profesor que siguiera con la clase en el descanso porque era como una novela de aventuras.

"En todo caso, los monofisitas, marcionitas y otros herejes que mencionan no justificaban sus herejías en los Concilios de Éfeso o de Jerusalén, como en la actualidad se justifican muchos disparates en el Vaticano II".

Claro que sí. Como esos concilios habían condenado las herejías contrarias a las suyas, los herejes apelaban a ellos para justificarse. Si estudias el tema, lo verás. Por otra parte, es lo que han hecho los herejes de todas las épocas, porque una herejía es siempre una verdad exagerada hasta excluir otras.

"En cuanto al gobierno alemán de la época del Vaticano I, no estaba integrado por católicos, sino, más bien, por anticatólicos, como Bismark. Igualmente, la mayor parte de la población alemana era protestante. Es lógico, pues, que no entendiesen lo que enseña un Concilio de la Iglesia".

Yo no he dicho que sólo fuera el gobierno alemán el que no entendía, sino que prácticamente nadie lo había entendido bien. La malinterpretación de los dogmas es de las cosas más constantes de la Historia de la Iglesia.

"Y, en fin, no creo que sea demasiado relevante que el Vaticano II nos pille más cercano".

Pues hombre, esto es algo evidente aparte de la cuestión en sí. Es muy fácil idealizar cosas que han sucedido hace cientos o miles de años. Es mucho más difícil idealizar lo que sucedió antesdeayer.

"Si luego del Concilio de Trento hubiera habido un postconcilio tan nefasto como el acaecido tras el Vaticano II, lo sabríamos por las crónicas de la época. cambio, los testimonios que tenemos de aquellos años nos revelan un postconcilio esplendoroso...".

Es que, en cuanto examinas más de cerca las crónicas de la época, ves el caos que hubo en el posconcilio de Trento. Todos los posconcilios son épocas turbulentas. Unos más y otros menos, pero todos lo son bastante. Después de Trento, por ejemplo, Felipe II ordenó que en España sólo tuviera efecto la parte doctrinal del Concilio, porque consideraba que la disciplinar era algo que él tenía que decidir (¡y era el prototipo de monarca católico!). Problemas similares hubo en Francia y otras naciones. Las resistencias (y "desistencias") al cumplimiento de Trento fueron muy grandes durante años en muchos países y por parte de muchos obispos. La reforma litúrgica decidida tardó un siglo en imponerse por toda la Iglesia, la disciplinar yo diría que más. En Escocia, la reina católica no llegó a proclamarlo públicamente por miedo a los protestantes de Knox. Evidentemente, el gran objetivo de Trento era devolver a los reformadores a la Iglesia o, si no era posible, vencerlos y reinstaurar el catolicismo en toda Europa, pero no consiguió ni una cosa ni la otra. La escolástica postridentina se esclerotizó y terminó por degenerar en la manualística. Son unos pocos ejemplos, entre muchos otros que se podrían dar.

En fin, las cosas son siempre más complicadas de lo que parecen. Pero cuando son más antiguas, tendemos a simplificarlas demasiado.
16/02/13 10:39 AM
  
Luis Fernando
Hermenegildo:
En todo caso, los monofisitas, marcionitas y otros herejes que mencionan no justificaban sus herejías en los Concilios de Éfeso o de Jerusalén, como en la actualidad se justifican muchos disparates en el Vaticano II.


LF:
Ya te lo ha dicho Bruno, pero precisamente los monofisitas apelaban al concilio de Éfeso para justificar su herejía. De hecho, todas las iglesias no calcedonianas apelan a los concilios anteriores.

Y la frase "el mundo se despertó un día y gimió de verse arriano" de San Jerónimo es posterior a Nicea. De hecho, se puede decir que el semiarrianismo es en parte consecuencia -no culpa- de Nicea, porque los tibios buscaron un acuerdo entre las posturas irreconciliables sobre la naturaleza divina de Cristo.

En todo caso, si los herejes suelen apelar a la propia Biblia, no tienen nada de particular que lo hagan respecto a un concilio ecuménico.
16/02/13 11:48 AM
  
Silvestre
[Como comprenderás, no vamos a publicar tus insultos y descalificaciones]
16/02/13 12:06 PM
  
Bruno
Hermenegildo:

Una diferencia que sí es muy clara del Vaticano II con concilios anteriores es algo que mencionó el Papa hace muy poco: la existencia de un Concilio Virtual, es decir, la imagen del Concilio proyectada por los medios de comunicación, que se apartaba sustancialmente del verdadero Concilio y que tuvo un papel muy grande en la aparición y la persistencia del llamado "espíritu" del Concilio.
16/02/13 12:25 PM
  
Bruno
Estimado Martin:

"Si lo piensas bien, es un apriorismo".

No, porque la frase que mencionas no es la demostración, es simplemente la tesis. Todas las tesis, tomadas aisladamente, tienen un cierto aspecto de apriorismo. Hay que leer luego la argumentación para valorarlas.

"Además, olvida que todas las creaturas son comparables (y los papas son creaturas), que los actos humanos también lo son, que la comparación, como operación mental, establece semejanzas y diferencias. Si las "renuncias pontificias" fuesen actos inefables no admitirían ser tratadas por la ciencia moral, ni reguladas por el derecho canónico".

Bueno, todo hay que entenderlo en su contexto. Es obvio que la renuncia de Benedicto XVI y la permanencia de Juan Pablo II son comparables en muchos sentidos: desde el punto de vista histórico, una es anterior a la otra; desde el punto de vista del sujeto, una es obra de Benedicto XVI y la otra de Juan Pablo II, desde el punto de vista temporal, una es puntual y la otra prolongada en el tiempo... Se pueden hacer miles de comparaciones, pero claramente son irrelevantes para lo que estamos discutiendo.

Las comparaciones que se han hecho estos días, y cuya legitimidad y factibilidad yo cuestiono, se han hecho desde los tres puntos de vista que menciono en el artículo. Las comparaciones sobre aspectos intrascendentes, ciertamente, son posibles.

"Lo incomparable, en este caso, es el juicio de conciencia de Benedicto XVI con el juicio de Juan Pablo II. Incomparable en la integridad de sus consideraciones íntimas".

Hay muchas más razones que pueden hacer incomparables dos cosas. Por ejemplo, como señalaba, el hecho de que ambos actos, en sí, son moralmente legítimos y, por lo tanto, no comparables desde ese aspecto (no tiene sentido comparar lo que es idéntico).

Otra razón para que no sea posible comparar dos cosas es que no dispongamos de los datos necesarios (como el dato de cuál era la Voluntad concreta de Dios para cada uno de ellos) o que el discernimiento definitivo sobre un tema esté reservado a alguien distinto a nosotros (como es el caso del discernimiento eclesial sobre la renuncia, que está reservado a los propios Papas).

"Además, lo que llamas "utilitarismo" no siempre es tal. Que la moral cristiana se centre en el objeto moral (no consecuencialismo) no quiere decir que se despreocupe de las consecuencias (irresponsabilidad)".

No utilizaba la palabra "utilitarismo" como una descalificación, sino simplemente como la descripción de la tercera comparación, que considera sólo las consecuencias de las acciones (distinguiéndola, pues, de las comparaciones anteriores, que se centraban en la calificación moral o en la perfección cristiana de la propia forma de actuar de los dos papas en sí misma).

"Cuando uno tiene una función de gobierno, la consideración de las consecuencias del obrar propio sobre la comunidad que rige es uno de los principales deberes de estado".

Ciertamente. Yo no he dicho en ningún momento que deba prescindirse de analizar las consecuencias. De hecho, he afirmado expresamente lo contrario en alguno de los comentarios.

Lo que sí he dicho es que esas consecuencias son puramente hipotéticas, sobre todo en el caso de Benedicto XVI (puesto que carecemos de la perspectiva de la Historia). Además, para considerarlas adecuadamente, habría que considerarlas en lo referente a todos los aspectos de la vida de la Iglesia, algo evidentemente imposible por la amplitud de esa vida. Finalmente, las circunstancias de Benedicto XVI y Juan Pablo II son evidentemente distintas. Por lo tanto, resulta injusto comparar desde este punto de vista ambas formas de actuar, porque no se puede hacer esa comparación adecuadamente.

Es cierto que, desde este tercer punto de vista, sólo es una imposibilidad de comparar adecuadamente y no una imposibilidad absoluta, pero creo que eso se entiende en el artículo. De todas formas, voy a modificar algo el texto para que quede claro.

"Y respecto de las consecuencias de la renuncia de Benedicto XVI, sin juzgar la moralidad de su acto de renuncia, se puede reflexionar sobre su efecto eclesial".

En efecto. No tengo ninguna objeción a reflexionar sobre su efecto, si se hace sin intentar comparar lo que no se puede comparar o no se puede comparar adecuadamente.

"Los gestos suelen tener, en el actual contexto, una recepción cuasi-magisterial".

No sé, tendrías que explicarlo más. Dicho así, suena un poco a lo que dicen los Ortodoxos.

Saludos.
16/02/13 1:11 PM
  
Enrique G. B. A.
Javiergo:

"...Dejo pues a un lado esa referencia..."
Sería de agradecer que dejes claro que tampoco te acojes a la tergiversación de las palabras del Cardenal de Cracovia Stanislaw Dziwisz, que ha explicitado su comprensión y respeto por la decisión de Bendedicto XVI.

"... nadie, por cierto, ha podido negar mis afirmaciones, por algo será..."
Tus afirmaciones son la expresión de tus convicciones. Las convicciones se comparten o no.
Por ejemplo, afirmas en otro lado que con su renuncia el Papa resulta "dejándonos a merced de los lobos". Verdadero para tí, falso para mí.
Como dice Bruno, dentro de años, décadas o siglos, tendremos una visión ajustada de esta renuncia, tanto en lo natural (análisis histórico) como en lo sobrenatural (heroísmo de un siervo de Dios).
Con el tiempo, se verá si esta renuncia es un tropiezo en su heroísmo, o una perla preciosa más, de lo que Ratzinger ha ofrendado a Dios y a su Iglesia, en el transcurso de su vida.
Me apunto a lo segundo, confiando en Dios, al que este Papa, se ha confiado humildemente, para tomar su resolución.
16/02/13 2:26 PM
  
Martin Ellingham
Bruno:

1. Ante la falta de perspectiva, no se hace historiografía pero sí crónica. El relato historiográfico se basa, entre otras fuentes, en crónicas pretéritas. Las crónicas de hoy servirán -debidamente cribadas- para la historia del mañana.

2. No olvidar que las circunstancias (consecuencias) también pueden mutar la moralidad de un acto.

3. Que los gestos tienen recepción en muchos casos cuasi-magisterial es algo que explica in extenso Romano Amerio con muchos ejemplos. Un ejemplo reciente,de una publicación tenida hasta no hace mucho por casi oficial:

«La Civiltà Cattolica» interpreta la renuncia del Papa: algo «ha cambiado completamente»
http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=27707

No es una revista en la que escriban catequistas poco ilustrados...

Saludos.
16/02/13 3:41 PM
  
luis
Infinidad de gestos pontificios que han tenido repercusión cuasi magisterial. Las liturgias creativas del Magno durante las JMJ. Asis. La invitación de Pablo VI al arzobispo de Canterbury -un simple laico, sicut doctrina- a bendecir a la multitud. La recepción al yerno de Kruschev.. La derogación de la prohibición de la cremación. Acudir a la ONU un Pontífice. Repotajes con imprecisiones, para decir lo menos. Infinidad de actos ecuménicos,. etcetera. Para todos los neocones tendrán una explicación ortodoxa.

Para la gente, han consolidado doctrina porque la explicación ortodoxa llega tarde, if any, y mal.
16/02/13 6:07 PM
  
Catholicus
La comparación no ha lugar, pero la imposición del pensamiento oficialista no tiene recorrido alguno. En los grupos de oración la gente sencillamente no es tonta, y "sabe" lo que "hay", no precisamente por comunicados oficiales, sino, digamos, más "celestiales". Para colmo, todos los sencillos, enseguida, saben como habla el cielo con esos rayos, esas bombas atómicas, y esos meteoritos, coincidiendo todo. Hay una disociación tremenda entre los fieles y el mensaje oficialista que, está visto, han asumido hasta en infocatólica.

Ya no se puede hablar de nada con visión sobrenatural como antes.

Y el mayor problema no es la renuncia del Santo Padre, que puede ser muy inteligente según se vea, es lo que se lee que "debemos" sacar como "enseñanza". Me siento mal por no estar celebrando esta fiesta universal de la renuncia papal, del triunfo del hombre sobre la ancianidad y cosas comentadas arriba. El que no renuncie a sus deberes desde ahora va a ser un apestado e irresponsable. Y tampoco puede ser eso... digo yo.

Yo, es que no salgo de mi asombro de la liviandad con la que algunos sacerdotes, bloggers y obispos tratan a los fieles.

En fin, signos de los tiempos...

Al menos hoy desde Roma ya se ve un editorial oficioso diciendo que "hay" lo que "hay". Esas cosas que no se pueden decir.
16/02/13 8:15 PM
  
Javiergo
Enrique, los creyentes de verdad lloramos y nos duele su renuncia, no como los ateos, los progres, los paganos, y muchos cristianos, que aplauden que se vaya y dicen maravillas de su decisión de irse. Hay división entre los católicos por esto que ha pasado, no lo olvides. Una división innecesaria ya que nada de esto sucedería si el Papa se hubiese quedado en su puesto, máxime cuando no lo eligió él, sino que fue elegido por Dios para ese puesto. Sobre el origen de cada uno, sobre la fe que le sustenta y sobre la responsabilidad que nos es dada, no se puede desertar. Quien lo hace, pierde toda nuestra confianza. Solo resta orar para que el siguiente Papa no huya de los lobos ni abandonde a sus ovejas a su suerte. Necesitamos un Papa valiente y leal, que no anteponga su salud ni ningún interés personal a su ministerio; un Papa que no huya de las dificultades ni se arredre por las tormentas que amenazan a la Iglesia; un Papa, en fin, que confíe plenamente en Dios y que no se esconda por meras conjeturas sobre su futuro, que sólo Dios sabe; un Papa que viva el hoy, instante a instante, pues cada día tiene su afán, como nos dice el Señor.
17/02/13 1:04 AM
  
Javiergo
Enrique, y otros comentaristas, hay algo que me intriga y no me puedo dejar de preguntar cuando os leo: ¿por qué os alegráis tanto de la decisión del Papa? Porque esto ya huele a sospechoso... ¿Tantas ganas tenías de que se fuera Benedicto XVI que aplaudís a rabiar su "heroica" renuncia? ¿Os dais cuenta que vuestro aplauso es el mismo que el de los ateos? ¿Sois conscientes de esto? Otra cosa: no hace falta esperar, ni perspectiva alguna. La Historia ya lo ha juzgado, al menos intraeclesialmente hablando. ¿Habías estudiado a fondo cómo se trabaja en la causa de los santos, cómo se mira todo - hasta el más nimio detalle - con lupa? Hasta tres sacerdotes, que han estado en Roma, y conocen bien el asunto, me han mencionado personalmente que un acto como éste de la renuncia del Santo Padre - sean cuáles sean las causas que lo motivan, e independientemente de las consecuencias que se deriven - es per se una horrorosa e imborrable mancha en su carrera y en su vida. Una mancha, además, descomunal. Con razón, en uno de los Salmos se dice que no alabes a nadie mientras viva pues no sabes qué hará hasta el final...
17/02/13 1:27 AM
  
luis
Javiergo, de acuerdo con que la situación no es motivo de alegría y que hay neocones que alabarían hasta si el papa pide la reducción al estado laical.
Pero está ingresando en las intenciones y motivaciones de la conciencia de Benedicto ,cosa que ya se ha explicado, es imposible y nocivo en alto grado juzgar. Menos que menos ignorando la totalidad de las circunstancias que ha evaluado para tomar su decisión,, que a juzgar por lo que está saliendo a la luz, son extremadamente graves.
17/02/13 5:00 PM
  
Enrique G. B. A.
Javiergo: alegría, aplaudir a rabiar,....¿dónde?
No tergiverses.
Respaldo, comprensión, apoyo, a Benedicto XVI, si.
18/02/13 1:16 PM
  
Miguel Ángel
Muy bueno el artículo Bruno.
Aunque creo que en lo que tienen de análogo los actos sí son comparables. Pero solo en eso, en lo analogable.
A luis -que siempre es muy incisivo en sus comentarios- me gustaría citarle una parte de la respuesta que apareció del profesor Orrego en el períodico "El Mercurio" en mi país como contra argumento de una carta que escribió un masón el domingo que contraponía el accionar de JPII con el de Benedicto XVI:
"Quizás vale la pena recordar la distinción entre los "absolutos morales" y los demás preceptos de la ley natural, especialmente los mandatos positivos de practicar las virtudes. Los "absolutos morales" son unas pocas prohibiciones morales que no admiten excepción alguna: no blasfemar, no mentir, no matar al inocente, etcétera. Los preceptos positivos, que orientan la práctica de las virtudes, admiten una pluralidad de concreciones incompatibles entre sí al mismo tiempo, pero no inconsistentes ni lógica ni éticamente porque todas ellas son compatibles con las virtudes. Su oportunidad debe decidirse prudencialmente y en conciencia. No siempre hay una única forma superior o correcta de aplicar esos preceptos y virtudes".

Saludos.

18/02/13 10:34 PM
  
Efrén
Por favor, algunos están perdiendo los nervios. Alejandros, ¿por que da Vd por hecho que el próximo Santo Padre no será elegido canonicamente? ¿No nos pasemos porque algunos están creando un clima desaforado.

Yo confío en Benedicto XVI. Si ha tomado esta decisión prudencial será por algo. No empecemos a anunciar catástrofes y hacer saltar las alarmas. Los cardanles han sido legítimamente nombrados y si en su día eligieron al gran Benedicto XVI ahora pueden elegir a otro igualmente bueno.
18/02/13 10:45 PM
  
Revelaciones fiables.
Alejandros,
Deja de escribir esas cosas por toda la red. Eres un temerario y además estás suponiendo cosas que desconoces.

Lo que se cuenta - menos conocido en internet - es otra cosa que compagina todo el mundo profético conocido, y que es tb otra revelación que casi nadie conoce:

- Benedicto es Gloria del Olivo. Sigue retirado y ya morirá.
- Ahora se elige a verdadero y santo Papa. (el Pedro Romano)
- Es con este con quien comenzará el ataque. hasta hacerle huir y esconderse, pero vivo. Como Pedro que se asustó al principio. Por eso el lema.
- Entonces se elegirá a otro, pero claro, habiendo uno vivo ese será antipapa.
- El verdadero Papa volverá ( como San Pedro recuperado), y entonces será esa tremenda confusión y cisma abierto y Papa contra anti- Papa. La fe de los débiles será puesta a prueba con el marasmo doctrinal.
- Al final, a este Papa será el que asesinen , como al primer Pedro, ya valiente. Por eso el lema de nuevo. Ahí se cumple Fátima en su tercer secreto.

Como ves, todo lo contradictorio desaparece.

Si quieres ir por toda la red escribiendo, al menos lee un poco de todos los santos y apariciones aprobadas, y esta que te digo muy oculta, que es única porque todo encaja. Porque no se pueden contradecir los santos y las vírgenes, y esta casi desconocida todo lo hace fluir.

Si quieres creer, cree esta por el momento que no contradice a El Escorial.

Bruno, casi manda este post a Alejandros tu mismo, para apaciguarlo, por favor, que anda por todos lados igual. Ya le diré la fuente si acaso.
Uso seudonimo aquí.
19/02/13 12:03 AM

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