4.03.11

Carta descortés del Hermano Cortés al Papa

Comento hoy la carta abierta que escribe el “Hermano Cortés” al Papa Benedicto XVI. Mis comentarios, como siempre, van en rojo.
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Estimado Su Santidad:

No tengo el gusto de conocerte personalmente, [la gracia de tutear al Papa muestra la falta de la más elemental cortesía, empieza bien el Hermano Cortés] porque las veces que has venido a España (y últimamente vienes mucho a España) yo no he acudido a vitorearte [y claramente tampoco a ser confirmado en la fe, como dice el Evangelio], y cuando yo he estado en Roma nunca hemos coincidido en ninguna trattoria [sí, para coincidir con el Papa conviene acudir a las iglesias, pero claro, está el agua bendita en la puerta…]. Tal vez si algún día me llamas a declarar a Roma podamos finalmente vernos las caras.

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28.02.11

Un buen eslogan anticristiano que repiten los cristianos

Dando una vuelta por el blog La Cigüeña de la Torre, me he encontrado con el comentario de un lector que me ha resultado muy interesante. No es que el comentario diga algo nuevo, sino que es una de esas frases que tienen la virtud de dar forma a toda una corriente de pensamiento, a una forma de ver la vida. Y, como se trata de una corriente de pensamiento radicalmente contraria al cristianismo que, una y otra vez, intenta infiltrarse en la Iglesia, creo que es conveniente recogerla aquí.

En el artículo en cuestión del blog de D. Francisco José y a la vista de las próximas elecciones, se hablaba de los partidos políticos españoles y las opciones que tiene o no tiene un católico al votar. El comentario decía:

“Creo que se está liando… Que la Biblia y la Constitución están en dos esferas diferentes. La Constitución es para todos y la Biblia para los que elegimos esa opción. Elegida, nunca impuesta. […]”

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23.02.11

Una nueva Agustina de Aragón

Los lectores hispanoamericanos quizá no sepan quién fue Agustina de Aragón, subteniente de Artillería. Allá por el siglo XIX, en uno de los asedios de Zaragoza por las tropas de Napoleón en la guerra de la independencia española, las cosas se pusieron muy feas. Habían caído muertos o heridos todos los defensores de una de las puertas de la ciudad, la del Portillo. Ya estaban las tropas francesas entrando por ella para conquistar la ciudad cuando Agustina, que cuidaba a los heridos junto con otras mujeres, se lanzó a la defensa y consiguió disparar un cañón, prácticamente a bocajarro, sobre los franceses, que se batieron en retirada. Así dio tiempo a que llegaran nuevos defensores y se salvó la ciudad. El General Palafox, admirado, la nombró artillero y, a lo largo de la guerra, ascendió a sargento y a subteniente.

¿Por qué cuento esto? Porque el otro día vi a una nueva Agustina de Aragón, en una exposición sobre el Románico catalán a la que fui. Una exposición preciosa, por cierto, con multitud de frescos, tallas de madera, orfebrería y otras maravillas románicas. Un verdadero tesoro de la fe de nuestros padres, procedente en origen de iglesias de Cataluña (aunque ahora muchas de estas imágenes estén en museos, por desgracia).

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19.02.11

¿Cómo es posible? Gravel

¿Cómo es posible que sucedan algunas cosas?

¿Cómo es posible que se ordene sacerdote a un hombre que ha trabajado durante años como prostituto, sin tener en cuenta las terribles secuelas sicológicas que le habrán quedado?

¿Cómo es posible que sea ordenado sin que nadie le pregunte lo que piensa, por ejemplo, del matrimonio entre personas del mismo sexo?

¿Cómo es posible que, después de ordenado, afirme públicamente: “Soy pro-elección de la mujer y no hay ningún obispo en el mundo que pueda impedirme recibir la comunión, ni siquiera el Papa"?

¿Como es posible que escriba un artículo en los periódicos a favor del matrimonio gay y diciendo que la postura de la Iglesia es “discriminatoria, dañina y ofensiva” y tampoco se tomen medidas?

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18.02.11

De abrigos, vigas y el matrimonio

El matrimonio, como todo lo bueno de este mundo, es una mezcla de cosas buenas y no tan buenas, de risas y de llantos, de alegrías y sufrimientos. No hay que ser idealista ni pelagiano: un matrimonio cristiano necesita ser redimido por Cristo y eso implica que los esposos deben convertirse, pedir perdón y permitir que Dios transforme ese matrimonio a imagen de la Trinidad. El matrimonio, además, como todas las cosas grandes e importantes, está formado por unos pocos acontecimientos excepcionales y trascendentales y por una multitud de pequeñeces cotidianas e igualmente trascendentales.

Les contaré una de esas cosas pequeñas. El otro día, mi mujer estaba echándome la bronca por haber dejado un abrigo tirado encima de la cama, en lugar de colocarlo ordenadamente en un armario. Como imaginarán, no era la primera regañina que he recibido por ese motivo, porque soy bastante despistado (o, como diría con cierta razón mi mujer, porque soy alérgico al orden y a la limpieza y apenas me distingo en nada de un vagabundo recogelatas).

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