Cristianos de ayer y de hoy (III): Clemente de Roma
Esta semana, el texto que vamos a ver es de otro Padre Apostólico, es decir, de un santo que conoció personalmente a los Apóstoles y recibió de ellos el Evangelio. Se trata de San Clemente de Roma, el tercer papa, que fue obispo de la comunidad de roma desde el año 89 hasta el 97. Murió mártir, como sus modelos Pedro y Pablo y como todos los papas de aquella época.
Estos párrafos que les ofrezco son de su Carta a los Corintios. Mientras era Papa, llegó a su conocimiento que, en la comunidad de Corinto, los cristianos no obedecían a sus pastores, así que les escribió una carta exhortándolos a volver a la tradición que habían recibido y al ejemplo de los apóstoles. Es el primer ejemplo que tenemos, después de San Pedro, de un Papa confirmando en la fe a otras comunidades. Sorprende, una vez más, la actualidad de lo que dice.
También sobre este Padre de la Iglesia escribió Benedicto XVI .

Como el último artículo sobre este tema fue, más bien, de tipo filosófico-teológico, hoy quiero darle un enfoque más personal y experiencial. Llevo casado algo más de dos años y medio. Tengo dos hijos pequeños. Cecilia tiene un año y ocho meses y Esteban tres semanas.
Constantemente se afirma, estas últimas semanas, que la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía no tiene una carga moral y no es contradictoria con lo enseñado por la Iglesia.
Nuestro modo de pensar está muy determinado, como es lógico, por nuestra historia. La Ilustración y el Cientifismo de los siglos XVIII y XIX nos han legado un sentimiento, algo difuso, de que la razón se opone a la fe y de que el conocimiento científico es el ideal de todo conocimiento.
Escribe Jordi Llisterri en su blog un artículo titulado



