Producción en cadena de cristianos
Me ha llamado la atención un documental en el que se mostraba la cadena de montaje de no recuerdo qué máquina, dentro de una fábrica. Era algo terriblemente eficiente: los obreros realizaban siempre los mismos movimientos, sin necesidad de pensar, y, gracias a la costumbre, lo hacían gran velocidad. No se perdía ni un segundo. Las máquinas iban saliendo rápidamente de la cadena de montaje, perfectas, resplandecientes… eso sí, todas exactamente iguales.
Este documental me ha recordado lo que sucedió, hace tiempo, cuando fui a confesarme con mi mujer a una iglesia no muy lejana de nuestra casa.

La Vicepresidenta del Gobierno, Dña. María Teresa Fernández de la Vega, pronunció ayer una frase lapidaria, de esas que quedan bien como titular:
Sí, ya se que es gallego. Me refiero a algo más profundo: ¿de dónde viene su autoridad? ¿Por qué un obispo está al frente de esta parte del pueblo de Dios que vive en Madrid y alrededores? ¿Por qué los católicos de Madrid debemos aceptar su enseñanza sobre la fe y la moral en lugar de lo que nos diga, por ejemplo, Leonardo Boff? ¿Es porque es mejor o más listo que los demás cristianos?
En el , hablábamos de la riqueza que suponen para la Iglesia las diversas tradiciones litúrgicas que existen en su seno y que se manifiestan en los distintos ritos: romano, mozárabe, bizantino, caldeo, siro-malabar…
Estos días causa cierto revuelo el motu proprio de Benedicto XVI que regulariza el uso de la misa tradicional romana como uso “extraordinario” dentro del rito romano. Como muestra, la ristra de comentarios y un número de visitas bastante por encima de lo habitual que recibió el en este blog, que sólo trataba de forma indirecta la liturgia tradicional. Se afirma, en muchos casos, que la existencia de una forma ordinaria y otra extraordinaria del rito romano causará problemas y división en las parroquias.









