De qué lado estamos
Winston me envía este testimonio, recientísimo, de una velada contra el aborto, celebrada ante una clínica abortista.
Además del arrojo y la fidelidad de este puñado de defensores de la vida, me ha llamado la atención que cada vez está más claro que el cristiano debe definirse. No podemos mantener un perfil bajo. Y eso, antes o después, implicará consecuencias adversas para los cristianos que quieran vivir como tales.
……………………………………………………….
Venimos de dar nuestro testimonio en contra del aborto y a favor de la Vida frente al abortorio comarcal. Hoy hemos sido 8 y alguno más de carácter circunstancial que os contaré después. No ha estado mal para ser Agosto.La verdad que no está mal nunca, sea el mes que sea, que podamos desplegar nuestras pancartas: “Aquí se aborta. Padres dejad nacer a vuestros hijos”, “Libres para dar Vida, no para quitarla”, “Por el respeto a la Vida”.
Hemos rezado por todas las víctimas del aborto: los abortados, los que lo hacen, los que lo piden… y hemos hecho una lectura testimonial.
Hoy, no sé porqué, ha sido una tarde de especial movimiento en el abortorio… Ciertamente ahí realizan otras actividades, pero nos ha gustado pensar que nuestros mensajes hayan podido ser luz en las tinieblas de alguna madre desorientada e inducida a confundir un aborto con un dibujo que se borra en un papel y luego se tira.

Como en los últimos días hemos hablado de arte cristiano, me ha parecido buena idea hablar brevemente de la catedral de Palma de Mallorca, un impresionante
Como el otro día hablé, con tristeza, de la descristianización de Francia, hoy me alegro de poder decir algo bueno de nuestros vecinos del norte. Y, además, también con respecto a la evangelización, aunque sólo sea un pequeño detalle. Una de cal y otra de arena no es una máxima evangélica, pero servirá, en este caso, para no dejar un regusto amargo al tema de Francia.
Estos días estoy de viaje por Francia, visitando a mi hermano. Es un país precioso. Para alguien acostumbrado al espartano paisaje castellano, resulta especialmente agradable contemplar su tierra fértil y sus bosques espesos y frondosos. A mi juicio, sin embargo, lo más interesante de Francia es su Historia, plasmada en la piedra de catedrales, castillos e iglesias o en las modestas casas de sus paysans. La herencia católica de la “hija primogénita de la Iglesia” llena el país y habría que ser ciego para no toparse con ella.
Al ser traductor, tengo que ir frecuentemente a la oficina de correos de mi barrio, para enviar traducciones juradas a mis clientes. No hace mucho, fui a enviar una de estas traducciones y, como suele suceder, la oficina estaba abarrotada. Hacía calor y, como había pocos funcionarios y no se daban mucha prisa, los ánimos se habían caldeado bastante.



