La neutralidad beligerante de la Educación para
Constantemente se afirma, estas últimas semanas, que la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía no tiene una carga moral y no es contradictoria con lo enseñado por la Iglesia.
Uno de los temas que trata la asignatura es el “pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades afectivas del alumnado, la formación en el respeto de los derechos fundamentales y de la igualdad afectiva entre hombres y mujeres, el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual”. Me parece ridículo pensar que se pueden tratar esos temas sin inculcar ideología a los alumnos.