I Concurso de Arquitectura Acatólica EDF
Nuestros lectores nos ruegan incesantemente que convoquemos un nuevo concurso. Hotmail, incapaz de seguir concediéndonos espacio para tantos correos suplicantes nos reclama que contestemos ya a esas peticiones antes de que se sobrecarguen sus ordenadores. ¿Quién no ha visto en la televisión los letreros de los indignados en Wall Street, exigiendo más concursos de Espada de Doble Filo, además de menos duchas y más vacaciones? Teniendo en cuenta todo esto y haciendo gala de nuestra proverbial generosidad, hemos tenido a bien concederles la gracia solicitada.
Dejando ya el Nos mayestático, paso a explicar el I Concurso de Arquitectura Acatólica Espada de Doble Filo. En los últimos días, hemos hablado de iglesias que no parecen iglesias sino, según los casos, cárceles, edificios de oficinas, museos u hoteles. Como la habilidad de los lectores de la Espada de Doble Filo es legendaria, les propongo un concurso en que tendrán que enfrentarse a un arduo desafío: distinguir algunas iglesias modernas de edificios que no son iglesias. En las fotos que incluimos a continuación, hay algunas iglesias modernas y algunos edificios seculares, públicos o privados.
Lo único que hay que hacer para ganar el concurso es identificar correctamente qué fotos corresponden a iglesias y cuáles no. La mayoría de las fotos se pueden ver en grande, pulsándolas. Hay algunos ejemplos fáciles, por tratarse de iglesias o edificios civiles más conocidos, pero otros son bastante complicados. A fin de cuentas, nada se parece más a un horrible edificio profano que una horrible iglesia construida con criterios agnósticos. En cualquier caso, para animar a los participantes, habrá premio: un libro de la Editorial Vita Brevis, a elegir por el ganador.


Me resulta curioso que, cuando se habla de la “cuesta de enero”, todo el mundo entienda siempre que se está hablando de una cuesta arriba. En principio, una cuesta, así en general, puede ser hacia arriba y hacia abajo. Y yo diría que, en enero, existen las dos, una cuesta arriba y una cuesta abajo.
Me han pedido un par de veces que explique el contenido de mi libro
Varios lectores me han pedido que recomiende libros y creo que conviene seguir en esto el consejo paulino de dar satisfacción al prójimo en lo bueno. Comienzo, pues, una nueva sección del blog, dedicada a hablar de buenos libros católicos o relacionados de alguna forma con la fe o el pensamiento. La sección se llama Vita brevis, en referencia a una frase de Hipócrates: Ars longa, vita brevis (o, para quienes prefieran el original, Ὁ βίος βραχὺς, ἡ δὲ τέχνη μακρὴ). Es decir, a grandes rasgos, el arte, la ciencia o cualquier tarea importante son inacabables, pero la vida es breve y no se puede abarcar todo.



