Oración al Espíritu Santo

El domingo se celebra Pentecostés. Nos hace falta rezar para pedir el Espíritu Santo. Tanto la Iglesia en conjunto como nosotros en particular necesitamos, más que comer y beber, hacer silencio y suplicar el don del Espíritu. Es más urgente que respirar, porque sin Él nuestra vida no es más que un morirse poco a poco. El premio es seguro y deja a la lotería a la altura del betún. Es Él quien puede “arreglar” la Iglesia y no nosotros, quien nos conoce de verdad y sabe lo que nos hace falta. El descanso que ofrece no se acaba y es más real y profundo que todas las vacaciones del mundo. Sin que nos demos cuenta, nuestro corazón lo desea y nuestra alma suspira por Él. Es justo lo que nos hace falta hoy, ahora, en este instante.
Para mi propio uso, he compuesto una oración para rogar que venga a nosotros el Espíritu Santo, que incluyo a continuación por si puede servir a algún lector:

Un sabio lector del blog (Roblete) dejó ayer un comentario que me llamó mucho la atención. Decía: “La conciencia de los pecados propios es una gracia que Dios concede y que debemos pedir con humildad”. Me ha parecido una frase muy profunda, a la par que sencilla.

Ante un Misterio como el del sufrimiento y la muerte del Hijo de Dios, poco más puede uno hacer que ponerse de rodillas y callar, como manda la liturgia de estos días. Si, un día como hoy, la Palabra eterna que creó el mundo dijo “soy un gusano, no un hombre", ¿qué podemos decir nosotros que no suene ridículo y fuera de lugar?








