¡Llagas gloriosas!
El domingo pasado, después de la misa, mientras explicaba a mis hijos el significado de las curiosas bolitas colocadas en forma de cruz en el cirio pascual (que, en otros países, tienen forma de clavos), yo mismo me quedé asombrado de lo que les estaba contando. Como sabrán los lectores, las bolitas son una mezcla de cera y de incienso y, cuando el sacerdote las clava en el cirio, al comienzo de la Vigilia Pascual, dice: Por sus santas llagas gloriosas, nos proteja y nos guarde Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Las cinco bolitas simbolizan las cinco llagas gloriosas de nuestro Señor. ¡Llagas gloriosas! La audacia sobrenatural que llena esas palabras me llena de estupor cada vez que las repito. Es algo inconcebible. ¿Quién podría haber imaginado tal maravilla sino el mismo Dios?

Hace muchos años, viajé a Loretto con ocasión de un encuentro de jóvenes con el Papa Juan Pablo II que se celebró allí. Al visitar la basílica, me impresionó mucho un mosaico con una escena de la vida de Cristo que nunca había visto antes: la aparición de Cristo resucitado a Nuestra Señora, en la mañana de Pascua.
Una de las cosas que más me fascinan de la Sagrada Familia de Barcelona es el profundo simbolismo de cada detalle del templo expiatorio. Cada pequeño adorno parece estar pensado y tener su sentido especial.
Una lectora me pide que trate en el blog la importancia de los santos en la vida del cristiano y lo hago de mil amores, porque es un tema fascinante. Gracias a Dios, en mi familia, como en tantas otras familias católicas, los santos siempre han tenido un papel significativo, tanto a la hora de 



