Las cruces de Oriente
Como hoy no tengo mucho tiempo, sólo voy a escribir un articulito corto sobre un detalle que me pareció interesante este verano, al visitar los Países Bálticos. Supongo que los lectores conocerán las típicas cruces de las Iglesias orientales, con diversas formas y simbolismos. La más común, propia de las Iglesias eslavas en general y de los ortodoxos rusos en particular, en lugar de ser una simple cruz, con el madero horizontal y el vertical, es más elaborada, y tiene otro madero horizontal más pequeño en la parte superior, además de un curioso madero inclinado en la parte inferior.
La segunda línea horizontal es fácil de comprender, se trata del “titulus crucis”, es decir, el letrero con la profética acusación que Poncio Pilato mandó poner en lo alto de la cruz, en hebreo, latín y griego y que, en nuestros crucifijos, se suele resumir como INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum). En griego, la inscripción es “Ἰησοῦς ὁ Ναζωραῖος ὁ Bασιλεὺς τῶν Ἰουδαίων” y en hebreo (leyéndola en dirección contraria, claro) “ישוע הנצרת מלך היהודים”.

Varios países tradicionalmente católicos o con una importante presencia de católicos llevan ya varios años sufriendo una plaga que no puede sino entristecer a los católicos: las iglesias cerradas y sin uso. En Francia, Inglaterra o Estados Unidos, multitud de iglesias permanecen cerradas o, tristemente, son vendidas y transformadas en hoteles, restaurantes o incluso bares. Las parroquias se agrupan para ajustarse a la escasez de sacerdotes o a los cambios demográficos y muchos templos dejan de ser necesarios, convirtiéndose en una carga para las diócesis. Otros países, como España, empiezan ya a notar esta tendencia, especialmente en ciudades históricamente importantes pero con poca población.
Algunas veces, al leer en diversas páginas de Internet las noticias relacionadas con el Vaticano, uno tiene la impresión de no enterarse de lo que sucede “por detrás”. Los periódicos y portales, a menudo, hacen referencia a extraños manejos curiales, presiones, acuerdos secretos, etc. que hacen que te sientas totalmente ignorante. Pues bien, en el caso de la creación de los nuevos ordinariatos para facilitar la vuelta de los anglocatólicos, Espada de Doble Filo se complace en poder ofrecer a sus lectores algo de información privilegiada, sobre los “manejos ocultos” que han desembocado en la Constitución Apostólica que se publicará próximamente.
Es bien sabido que los estados confesionales no están de moda. Desde que el Concilio Vaticano II habló de libertad religiosa, parece que los Estados explícitamente cristianos son algo del pasado… ¿O no es así?
Siempre he pensado que, puestos a soñar, merece la pena hacerlo a lo grande. Ya que los sueños son gratis, ¿por qué conformarse con poca cosa? Y eso no implica en absoluto que sean menos realistas. A fin de cuentas, el sueño más estupendo y a la vez disparatado que podrían haber tenido los hombres se convirtió en realidad: el Hijo de Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.



