InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: Iglesia en el mundo

22.12.22

«Si bastara con deshacerse de los obispos…»

En una tribuna publicada en Le Figaro, el obispo de Nanterre, Monseñor Matthieu Rougé, comenta otros dos artículos de opinión escritos recientemente por pensadores franceses, Jean de Saint-Cheron y Guillaume Cuchet, en los que “se llama a la carga contra los obispos […] con tonos casi dignos de Lutero y Calvino”. En efecto, en ellos se reprocha que el discurso episcopal ya no tiene el menor peso en la esfera pública, que prácticamente nadie sabe siquiera el nombre del arzobispo de París y se constata la gran decadencia del catolicismo y de la Iglesia desde la Ilustración.

Ese tipo de artículos de denuncia no suelen ser muy del gusto episcopal, pero, sorprendentemente, Mons. Rougé los considera “severos, pero en realidad posiblemente saludables”. Más aún, reconoce que es imposible “no entender que los escándalos repetitivos, que afectan incluso a obispos y cardenales, susciten la incomprensión o la estupefacción, la tristeza, la cólera, el desaliento y la tentación de desentenderse”. Asimismo, confiesa que, “siendo obispo, también ve cómo se apoderan de él, a veces violentamente, los mismos sentimientos”.

En ese sentido, se atreve a decir que “si bastara con deshacerse de los obispos para que la Iglesia recobrara su vigor y esplendor, no habría que vacilar ni un momento”. Sin embargo, si bien “una purificación de la Iglesia es necesaria y urgente a todos los niveles de responsabilidad”, “hay que afinar el diagnóstico y no equivocarse de remedio”.

Leer más... »

5.11.22

¿Qué podemos hacer para solucionar la crisis de la Iglesia?

Quizá la pregunta más frecuente que plantean los lectores desde hace unos años sea esta: ¿qué podemos hacer para resolver esta crisis que sufre la Iglesia? No podemos seguir así, tenemos que hacer algo. Rezar y todo eso está muy bien, pero ¿qué podemos hacer nosotros?

Teniendo en cuenta que son tiempos recios, como decía Santa Teresa, la pregunta es muy comprensible y yo me he preguntado lo mismo muchas veces. Es cierto que la situación de la Iglesia, en varios aspectos, es desoladora y angustiosa. Nada hay más normal que el hecho de que un hijo de la Iglesia ame a su madre y quiera encontrar una forma de ayudarla en ese trance. Veamos, pues, qué se puede responder a una pregunta tan natural en nuestros tiempos.

Leer más... »

28.10.22

26.10.22

El relator sinodal despeja dudas

En artículos anteriores sobre el Sínodo de la Sinodalidad, hablábamos de algunos aspectos sinodales, como el tema o las aportaciones solicitadas, que hacen sospechar que sus reuniones estarán dañadas de raíz. En consecuencia, es de temer que, en el mejor de los casos, esas reuniones serán una forma de perder el tiempo pareciendo que estamos muy ocupados y, en el peor, podrían ser la puerta para intentar cambiar la enseñanza de la Iglesia como desean, por ejemplo, tantos obispos alemanes y belgas.

Nos queda por analizar, sin embargo, a los encargados del Sínodo. A fin de cuentas, aunque fuera con los materiales más pobres e inadecuados, unos responsables con fe y valentía podrían tomar firmemente las riendas de la reunión sinodal y conseguir algo bueno en ella. ¿Será eso lo que ocurra con el Sínodo? A falta de un milagro, habría que decir que parece que no. Al menos a juzgar por las declaraciones que hizo ayer el cardenal Jean-Claude Hollerich en una entrevista publicada por L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano.

Leer más... »

19.10.22

No mires lo que digo, sino a quién nombro

Desde tiempos de Ronald Reagan, los norteamericanos tienen un dicho difícil de traducir, pero muy interesante: personnel is policy. Significa algo así como que no es indiferente qué personas se contratan para una empresa (o un gobierno o cualquier otra entidad), sino que esa elección constituye la política más básica de esa entidad y determina cómo actuará en todo lo que haga. Sencillamente porque son esas personas las que se van a encargar de tomar las decisiones posteriores. De nada sirve que un presidente del gobierno, por ejemplo, diga que va a emprender una lucha a muerte contra la corrupción si los ministros que elige son conocidos por recibir sobornos a troche y moche. El dicho norteamericano podría traducirse libremente como: no mires lo que digo, sino a quién nombro. O, más libremente aún, con el viejo refrán castellano de obras son amores y no buenas razones.

Menciono todo esto porque la selección de personal en la Iglesia desde hace unos años es, cuando menos, muy preocupante (sin que antes fuera como para tirar cohetes). Si bien se trata de una tendencia presente, por distintas razones, a todos los niveles, empezando por los catequistas de las parroquias, nos centraremos en el más alto y manifiesto, ya que de otro modo no terminaríamos nunca.

Leer más... »