Diez cosas que todo el mundo debería saber sobre el Adviento
1. El Adviento lo inventamos los españoles. Para que luego digan que no inventamos nada. El primer dato histórico relativo a un periodo de preparación para la Navidad se puede encontrar en las actas del Concilio de Zaragoza, en el año 380. Durante los días 17 a 25 de diciembre, los cristianos debían asistir a la iglesia todos los días, preparándose para la celebración del Nacimiento del Señor. No es una mala costumbre, podríamos aprovecharla nosotros.
2. Luego, los franceses nos copiaron el invento. El Concilio de Macon, en el año 581, aplicó las normas litúrgicas de Cuaresma al periodo entre el 11 de noviembre y Navidad (unos cuarenta días, como la Cuaresma). San Cesareo de Arles, medio siglo antes, había pronunciado las primeras homilías de Adviento que se han conservado.

Participante invitado: El P. Robert Longshanks es un antiguo anglo-católico que cruzó el Tíber hace cincuenta años. Conocido (a sus espaldas) por sus compañeros sacerdotes como Father “Battleaxe” Bob, se comenta que su propio obispo le tiene algo de miedo desde que le dijo que “el problema de Inglaterra ha sido siempre que sus obispos no están dispuestos a morir mártires”. Actualmente ejerce la cura de almas en una pequeña parroquia de Sussex.
Participante invitado: Higinio Fernández, licenciado en Teología Pastoral Buenista por la Universidad Koinonía de Teología a Distancia y profesor en el Instituto de Ciencias Sociorreligiosas de Parla (Madrid). Está casado y mantiene el blog Todos somos hijos de Dios en Multirreligión Digital.
Como ya sabrán los lectores, al igual que el color propio de los obispos es el morado, desde el siglo XV los cardenales se caracterizan, en la iconografía y en la práctica, por las vestiduras de color rojo o púrpura. Este color rojo no es casual. Significa su disponibilidad para dar la vida en el servicio del Papa y de la Iglesia. De hecho, así lo dicen en su juramento solemne: usque ad effusionem sanguinis, hasta el derramamiento de sangre.









