Si Lutero fuera testigo del Evangelio, los católicos seríamos testigos del Anticristo
Veo que el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos se reafirma en llamar a Lutero “testigo del evangelio”. Es ley de vida: cuando uno cree que ya ha visto todos los disparates del mundo, siempre hay alguien que le sorprende.
No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que decir que Lutero fue un testigo del Evangelio es lo mismo que decir que lo que proclamaba era cierto, al menos en esencia. Si no se quiere decir eso, es que las palabras utilizadas no significan nada y, en vez de hablar, lo que se está haciendo es emitir ruidos sin sentido, gruñidos animales propios de quien ha abandonado la razón, sustituyéndola por lo políticamente correcto.

En el último artículo, un lector, Feri del Carpio, escribió un comentario que me resultó muy interesante y que me gustaría analizar hoy:
En su
Hoy se celebra la festividad de San Simón y San Judas, apóstoles. Se les conmemora el mismo día porque murieron juntos como mártires, en la lejana Persia. Las tradiciones cuentan que, cuando iban a ser ejecutados, Judas dijo a Simón que estaba viendo al Señor que los llamaba para que fueran al cielo. A San Simón se lo suele representar con una sierra, porque lo cortaron en dos, mientras que a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza o lo mataron a golpes, según las tradiciones, de modo que se le representa con un hacha o con un garrote, además del libro o rollo referente a la carta de San Judas de la Biblia. Sus reliquias se encuentran actualmente en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.









