6.04.09

Creo por la fe de Gallizo

Signos de la fe XIV. Gallizo, desde su postura fundamentalmente atea y materialista, ha hablado varias veces en este blog de la diferencia entre la ciencia y la fe, como si la primera fuera la respuesta a todos los interrogantes humanos y la segunda fuese algo esotérico y ajeno a su experiencia y, probablemente, a lo sensato y razonable.

Se trata de una actitud frecuente entre las personas no cristianas y estoy convencido, por supuesto, de que son afirmaciones sinceras y de buena fe. Sin embargo, lo cierto es que este tipo de argumentos me impresionarían más si Gallizo y la totalidad de los materialistas que en el mundo han sido no utilizaran todos los días la fe. Más aún, si no estuvieran utilizando la fe precisamente en el momento en que intentan convencerme de que tener fe es algo irracional.

¿Parece un juego de palabras? No lo es en absoluto, como veremos. Es simplemente el fruto inmediato de analizar lo que hacemos, pensamos y decimos todos los días. Aunque lo que he dicho es cierto en multitud de aspectos distintos, vamos a centrarnos esta vez en un punto muy sencillo: la relación con otras personas.

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3.04.09

Un Patriarca original y muchos niños georgianos

He leído una noticia que me ha resultado muy curiosa y que no sé muy bien cómo interpretar, así que espero que la opinión de los lectores me ayude a aclararme un poco. Parece ser que Georgia tiene graves problemas de natalidad, como España, y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, la religión mayoritaria en el país, decidió tomar cartas en el asunto.

¿Qué hizo el Patriarca? No se limitó a hablar en general de las maravillas de tener hijos, ni pronunció discursos sobre la importancia para el país de una renovación de la población, ni tampoco afirmó que la culpa era del gobierno o de la sociedad para lavarse las manos. Consideró que lo mejor era implicarse de forma concreta y visible. Anunció de forma pública que él bautizaría personalmente a todos los niños nacidos de parejas que ya hubieran tenido dos hijos anteriormente.

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28.03.09

Felicidades, Don Antonio María

Hoy sábado celebra Don Antonio María Rouco, cardenal arzobispo de Madrid, sus bodas de oro como sacerdote. Como es lógico, D. Antonio no me conoce, no ha oído nunca hablar de mí y no va a leer esto que escribo, pero aun así para mí es una alegría poder felicitarle en esta ocasión, con este brevísimo post.

A fin de cuentas, esos cincuenta años como sacerdote y su tiempo como obispo de Madrid implican que, aunque no me conoce personalmente, entrega su vida día a día por mí, como diocesano suyo. Recíprocamente, como mi obispo, es mi obligación respetarle, obedecerle y rezar por él: que el Señor le recompense abundantemente por su fidelidad durante estos cincuenta años.

Cincuenta años como sacerdote son un milagro, que el mundo no puede comprender: cincuenta años dedicado en exclusiva al amor de Dios y de los hombres, cincuenta años con un sueldo ridículo, cincuenta años sometido a obediencia, cincuenta años poniendo el Plan de Dios por encima de sus propios planes. Basta pensar en cincuenta años perdonando pecados, ofreciendo el sacrificio de Cristo, proclamando el Evangelio, atendiendo a los pobres, confirmando en la fe, enseñando a tiempo y a destiempo… y uno se asombra ante las maravillas que Dios puede hacer con nosotros a poco que nos fiemos de él.

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25.03.09

Una pequeña aclaración para no creyentes

Quaestio quodlibetalis 14. En el artículo de hace unos días, uno de los lectores, Gallizo, hizo un comentario, refiriéndose a la doctrina cristiana de la Trinidad, que me resultó especialmente interesante:

en este debate Bruno, que también tiene formación científica, se planta con argumentos reales y objetivos como el 2+2=4 para demostrar mis supuestas contradicciones, pero en cambio no tiene ningún problema en aceptar que, desde sus creencias, 1+1+1=1

Otros comentarios me parecen interesantes porque se refieren a cuestiones muy complejas, que exigen muchísimas aclaraciones y cuestiones previas. En este caso, sin embargo, lo interesante es que el argumento de Gallizo es un simple malentendido. A pesar de que vivimos en un país históricamente cristiano, me he encontrado ya varias veces con este error de bulto sobre una doctrina central del cristianismo en muchos no creyentes (y, desgraciadamente, incluso en algunos creyentes que no aprendieron el catecismo de pequeños).

Empezaré por el principio. Los católicos creemos que Cristo es la Verdad, que en él no hay mentira alguna. Como una de las muchas consecuencias de eso, los católicos rechazamos la contradicción, el absurdo y la mentira como cualquier otra persona amante de la verdad. Los católicos no creemos en un Dios que es tres seres y un solo ser, es decir tres y uno a la vez en el mismo sentido. Eso es un absurdo que no significa nada. Sería como si dijéramos que es algo es bueno, malo e indiferente a la vez en el mismo sentido o que la figura que estamos dibujando es redonda, cuadrada y triangular a la vez o, como señalaba Gallizo, que 1+1+1=1: moveríamos los labios pero no estaríamos diciendo nada.

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24.03.09

Pájaros y electrones

El jueves pasado, dormí en un simpático albergue junto al río Mincio, en las cercanías de Mantua. En torno a la salida del sol, me despertó el canto de los pájaros. Hacía años que no me habían despertado los pájaros y ya no recordaba lo agradable que es escuchar sus cantos en lugar del despertador.

En cuanto fui consciente de dónde estaba y al oír esos trinos matinales, vino automáticamente a mis labios el cántico de Laudes: Aves del cielo, bendecid al Señor. Una de las ventajas que tiene rezar habitualmente la Liturgia de las Horas es que, al haber repetido muchas veces los salmos, terminan por hacerse parte de nuestra forma de pensar y de reaccionar ante lo que sucede, transformándonos poco a poco a imagen de Cristo.

Me encanta ese cántico de Laudes, tomado del Libro de Daniel. Toda la creación, por su misma naturaleza, bendice a Dios. Un pájaro es una alabanza a Dios por el hecho de ser lo que Dios ha querido que sea, por su pajareidad creada y querida por Dios. Lo mismo pasa con mares, ríos, cetáceos, ganados y todos los seres que nombra el cántico. Todo lo que existe ha sido creado por Dios y ha sido declarado bueno.

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