Polémicas matrimoniales (XXXV): a dónde llevan las propuestas del card. Kasper
En relación con las propuestas del card. Kasper (y compañía) de introducir el divorcio (y compañía) en la Iglesia, a menudo se nos dice que, como vivimos en una Época Nueva y Distinta, hacen falta Propuestas Novedosas e Innovadoras® para llegar a las personas. Incluso a veces se cita la frase de Cristo: a vino nuevo, odres nuevos (Mc 2,22).
Pensando sobre todo esto, se me ha ocurrido consultar a un experto en los efectos de este tipo de propuestas. No se trata de un experto meramente teórico, sino de alguien que conoce esos resultados de primera mano, porque resulta que no son Propuestas Novedosas e Innovadoras®, sino un mero y aburrido reciclaje de las medidas que ya se tomaron en el Anglicanismo hace décadas. Odres rotos para un vino convertido en vinagre.
El experto, por supuesto, es John Hunwicke, antiguo pastor anglicano y converso al catolicismo en el Ordinariato creado por Benedicto XVI. Con su agudeza y humor habituales, el P. Hunwicke ha comentado estos temas en un par de artículos en su blog Mutual Enrichment y yo traduzco hoy sus comentarios para edificación de los lectores, escarmiento de los imprudentes y confusión del Viejo Nick.

Hoy, al leer la
Desde que se hizo pública la lista de participantes en el Sínodo de la Familia de este año, me he encontrado con muchos católicos que se extrañan de que participen en el Sínodo bastantes obispos que han negado abiertamente la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia y la sexualidad humana, como
Chesterton afirmó en cierta ocasión que un niño de diez años se asombrará si le decimos que se abrió una puerta y apareció un dragón. En cambio, un niño de dos años se asombrará si simplemente le decimos que se abrió una puerta. Al pensar en esas palabras de Chesterton, siempre me ha parecido que el más listo era, indudablemente, el niño menor, porque una puerta es algo mucho más asombroso que un dragón.
Magnífica la homilía del Papa ayer, en la celebración de vísperas en la Catedral de La Habana, con obispos, sacerdotes y religiosos de Cuba. Aconsejo vivamente a los lectores que la lean (se puede encontrar



