InfoCatólica / Espada de doble filo / Archivos para: 2018

1.04.18

Dejad que el aleluya al fin despierte

Soneto de Pascua Florida

Dejad que el aleluya al fin despierte,
después de tantos días enterrado,
y del miedo, que es hijo del pecado,
con gran gozo, cristianos, os liberte.

Pues quiso el mismo Dios daros en suerte
un Capitán tan bravo y esforzado
que un mapa con su sangre ha dibujado
de la gran aventura de la muerte.

Pilotando una cruz como navío,
con rumbo a la derrota y la victoria,
atravesó el océano bravío.

Así, su viaje en dos quebró la historia,
al volver vencedor del desafío
llevando a sus hermanos a la gloria.

Leer más... »

29.03.18

Por qué sufre Jesús el Jueves Santo

“Jesús se dirige suplicante al Padre como si fuera el criminal y no la víctima. Su agonía toma forma de culpa y de compunción. Está haciendo penitencia. Parece llevar a cabo una confesión. Ejercita la contrición con un realismo y una virtud infinitamente mayores que los de todos los santos y penitentes juntos, porque es la única víctima por todos, la única satisfacción, el verdadero penitente: es todo menos el auténtico y real pecador".

Beato John Henry NewmanDiscourses to mixed congregations.

Leer más... »

28.03.18

Aún queda tiempo

Generalmente, nos planteamos la Cuaresma como una carrera de obstáculos, un tiempo de dieta espiritual o un conjunto de buenos propósitos. Casi inevitablemente, cuando llega el final de esa Cuaresma y los propósitos cumplidos, los obstáculos saltados o los kilos espirituales perdidos son escasos o no existen, sentimos que hemos perdido el tiempo, que la Cuaresma ha pasado y no ha sido más que un desastre, porque seguimos siendo los mismos orgullosos, iracundos, perezosos y envidiosos de siempre.

Gracias a Dios, la Cuaresma no es eso. Los sacrificios, las limosnas y los rezos no son pruebas superadas ni propósitos que nos hacen mejores si los cumplimos. Se parecen, más bien, a los cinco panes y dos peces del muchacho que Jesús multiplicó para dar de comer a miles de personas. Esos panes y peces eran radicalmente insuficientes y habrían seguido siéndolo aunque el chico hubiera traído ocho, doce, veinte o solo un mendruguito. Pero Jesús quiso que el muchacho se los entregara porque lo amaba infinitamente y deseaba asociarlo al milagro que iba a realizar.

Lo mismo quiere hacer con nosotros en esta Cuaresma. El milagro de la conversión es de Dios, nosotros podemos hacer poco más que estar allí y ponernos en sus manos. Todos nuestros sacrificios, propósitos, ayunos y limosnas son como ir a una guerra atómica armados con un cortaúñas y una cacerola en la cabeza: radicalmente insuficientes. Pero Dios quiere que vayamos al combate, que nos presentemos a la lucha aunque seamos derrotados una y otra vez. Es más, a menudo quiere precisamente que seamos derrotados una y otra vez, porque eso es lo que necesitamos para aprender que el milagro de la conversión es suyo y no nuestro, que él es Dios y nosotros no.

Leer más... »

26.03.18

¿No hay que predicar a los judíos?

Cuando Jesús “vuelca las mesas de los cambistas del Templo, se trata de una acción de rechazo del rito más importante del culto israelita, la ofrenda diaria, y, por lo tanto, es una afirmación de que existe un tipo de expiación que no es esa ofrenda diaria, la cual, a partir de entonces, queda anulada. ¿Y qué era lo que iba a sustituir a la ofrenda diaria? El rito de la Eucaristía: una mesa sustituye a otra mesa, ofrenda sacrificial por ofrenda sacrificial. Por lo tanto, me parece que el contexto adecuado para leer la acción de volcar las mesas de los cambistas no es la destrucción del Templo en general, sino la institución del sacrificio de la Eucaristía en particular.

De esto se deduce también que la contrapartida de la acción negativa de Jesús al volcar una mesa debe ser su acción afirmativa al establecer o preparar otra mesa y con eso me refiero a las narraciones de la pasión centradas en la Última Cena. Sin ser experto en las investigaciones de este campo, así es como sugiero que debemos leer este pasaje. El aspecto negativo es que la expiación del pecado proporcionada por la ofrenda diaria queda anulada y el positivo que la Eucaristía realiza esa expiación del pecado: una mesa volcada y otra mesa colocada en su lugar, y ambas con la misma finalidad de redención y expiación del pecado”.

Jacob Neusner, “Money-Changers in the Temple: The Misnah’s Explanation”, New Testament Studies 1989

Leer más... »

22.03.18

El verdadero problema de España

“El pueblo decae y muere cuando su unidad interna, moral, se rompe, y aparece una generación entera, descreída, que se considera anillo roto en la cadena de los siglos, ignorando que sin la comunidad de tradición no hay patria; que la patria no la forma el suelo que pisamos, ni la atmósfera que respiramos, ni el sol que nos alumbra, sino aquel patrimonio espiritual que han fabricado para nosotros las generaciones anteriores durante siglos, y que tenemos el derecho de perfeccionar, de dilatar, de engrandecer; pero no de malbaratar, no de destruir, no de hacer que llegue mermado o que no llegue a las generaciones venideras; que la tradición, en último análisis, se identifica con el progreso, y no hay progreso sin tradición, ni tradición verdadera sin progreso”.

Juan Vázquez de Mella, Discurso en Santander, 1916

……………………………… 

Leer más... »