Oración por los antiguos maestros y profesores

A menudo me acuerdo con cariño de varios profesores que tuve de niño y que dejaron una imborrable huella en mí. Supongo que a muchos lectores les pasará lo mismo.

Al escribir estas líneas, vienen a mi memoria nombres, rostros, anécdotas o enseñanzas que no solo despiertan la nostalgia de aquellos años, sino también un profundo agradecimiento por su labor, su paciencia y su presencia diaria, gastando y desgastando su vida poco a poco. El bien que nos hicieron no se puede medir, ni podemos recompensarlo adecuadamente. Sus siempre escasos salarios no pueden ni siquiera comenzar a pagar la deuda que los alumnos y la sociedad entera tenemos con los que han dedicado su vida a enseñar y educar.

Como dice el refrán español, es de bien nacidos ser agradecidos, así que he pensado que era una buena idea escribir una oración para pedir por mis antiguos profesores. La traigo al blog por si a alguien le sirviera para pedir por los suyos.

 

Oración por los viejos maestros

Señor Jesús

único Maestro

y única Verdad,

que enseñaste a los hombres

el camino de la vida,

te ruego por mis viejos maestros

para que los colmes

de abundantes bendiciones.

Llévalos de tu mano,

como ellos me guiaron a mí

cuando era niño.

Ten paciencia

con sus errores,

igual que ellos fueron pacientes

con los míos.

Haz que tantos sinsabores

que les causamos

mis compañeros y yo

sirvan para el perdón

de sus pecados.

Y puesto que gastaron

y desgastaron su vida

por mi bien,

recíbelos un día

en el banquete del reino

y allí las verdades

que me enseñaron

sean su gloria

para siempre,

en tu presencia.

Amén.

18 comentarios

  
JuanM
Muy bien.
11/06/18 8:35 PM
  
Anibal
Esta buena la oracion. Felicitaciones.
11/06/18 8:37 PM
  
María
Yo recuerdo siempre con mucho cariño e infinito agradecimiento a José Mambrín y su esposa Isabel, Jefes Scouts Católicos del Grupo Scout N° 4 Ssma. Trinidad de la Parroquia homónima, de aquí, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Ellos me dieron una gran mano con mis hijos, con amor desinteresado y ejemplo de vida.
Dios los bendiga!!!
11/06/18 9:34 PM
  
DJ L
¿Sus siempre "escasos salarios"? 1.800 €/mes uno de básica.
¿Su paciencia? Yo fui víctima de la EGB del palo y el insulto, antigua escuela que por mala suerte, pillé poco antes de su jubilación.
Que Dios se lo pague, que yo no tengo cambio.
11/06/18 9:40 PM
  
Bruno
DJ L:

"¿Sus siempre "escasos salarios"? 1.800 €/mes uno de básica"

Cualquier ejecutivo de tercera gana mucho más y el trabajo que hace es infinitamente menos importante. Para una sociedad es suicida no invertir todos los recursos posibles en tareas más importantes, como la de educar a sus propios miembros.

"Yo fui víctima de la EGB del palo y el insulto, antigua escuela que por mala suerte, pillé poco antes de su jubilación"

Yo también hice la EGB y tengo muy buenos recuerdos de muchos de mis profesores. Además, lo que he visto en mis hijos no me lleva a pensar que la cosa haya mejorado mucho, la verdad.

Pero no tiene sentido discutir sobre experiencias personales.

Saludos.
11/06/18 9:54 PM
  
Palas Atenea
Esa oración por los viejos maestros se la dedico, con el permiso de Bruno que es su autor, a aquellos que me formaron e hicieron feliz mi infancia. A la señorita Mª Jesús, a D. Manuel Cantera, a los profesores del Instituto de Ceuta y a Doña Carmen Alonso.
Tal vez no supe en su momento el valor que tenía lo que me dieron y, como antigua profesora, sé que es un misterio el recuerdo que se deja en los alumnos que acaban desapareciendo y nos dejan siempre con la duda de si pudimos hacerlo mejor y en qué fallamos. Los míos fueron maravillosos y eso es una deuda de gratitud que solo Dios tendrá en cuenta. Pido su bendición para ellos y su descanso eterno en el Señor que es el que tiene en cuenta la labor anónima de los que, con minúscula, llamamos maestros.
11/06/18 10:07 PM
  
Palas Atenea
Los míos fueron muy antiguos y puedo asegurar que sus salarios no cubrían el mucho bien que hicieron. Ahora me arrepiento de no haber ido a visitar a Doña Carmen, que estaba a punto de ser jubilada, no lo hice para que no pensara que trataba de comprar favores y cuando pude hacerlo ya vivía demasiado lejos. Nunca se enteró de lo mucho que le quería porque ni yo misma lo sabía en aquel momento, su recuerdo ha ido engrandeciéndose en mi memoria.

Que hayan sido recibidos

en el banquete del reino

y allí las verdades

que me enseñaron

sean su gloria

para siempre,

en tu presencia.

Amén.
11/06/18 10:14 PM
  
Palas Atenea
La reacción de los antiguos discípulos es extraña. Ya siendo mayores me encontré con una condiscípula mía que, desde luego, estudiaba más que yo aunque ambas sacábamos buenas notas (ella en todas las asignaturas por igual y yo en las que me gustaban que eran, fundamentalmente, historia, filosofía, Lengua y Religión), y comentando los viejos recuerdos me dijo que todos nuestros profesores eran muy anticuados y aquello que nos enseñaron había quedado desfasado. Lo que a ella le parecía rancio para mi fue vital. Me pregunto si los profesores en su momento se dieron cuenta de cuán distintas éramos las dos o si, por el contrario, pensaron que las buenas notas de ambas suponían una misma aceptación de sus enseñanzas.
Ella estudiaba al pie de la letra, yo, como siempre, atrapaba conceptos y códigos morales, y los expresaba a mi manera. Quizá ahí esté la diferencia.
11/06/18 10:41 PM
  
Haddock.
Me enseñó a leer la madre Clara. Una monjita joven con toca a la que amé con mi corazón de cuatro años y a la que nunca pude expresar que sus clases fueron cumplidamente amortizadas. Luego fui educado en un colegio de escolapios en la transición ( no me refiero a la transición política que es mera anécdota y tirando a desagradable, sino a la transición profunda donde convivían los curas con sotana y los camisaacuadrados; "vencieron" los segundos y hoy no queda ninguno) y quiero proclamar mi gratitud a los primeros.
Curiosamente, los buenos padres tenían un nombre que empezaba por la enigmática F : Florentino, Feliciano, Fortunato, Filomeno....
Poetastro como soy, en momentos de debilidad, he escrito algo para esta gente generosa que entregó su vida mientras era zarandeada por la borrasca de la mal llamada modernidad, pero no me atrevo a transcribirlo. No sea que Bruno me mande a casa a la Guardia Civil por atentar contra la sensibilidad estética.
:) :) :)

11/06/18 11:56 PM
  
Bruno
Haddock:

Pues en algún momento habrá que sacar alguno de sus engendros poéticos en el blog.

Y enhorabuena a Florentinos, Fortunatos, Filemones, Claras y otros religiosos de bien. Yo tuve Justinianos, Felicianos y, de forma un poco más prosaica, un Pablo. Y entre los que no eran hermanos de la Salle, muchos buenos profesores también.
12/06/18 1:12 AM
  
Bruno
Palas Atenea:

"La reacción de los antiguos discípulos es extraña"

En el colegio no recuerdo que sucediera, pero en la universidad un gran número de alumnos veneraba como si fueran grandes sabios a profesores que no tenían ni idea de su asignatura (ni de ninguna otra, en realidad). Confundían la oscuridad con la sabiduría. Los pobres no se habían dado cuenta de que quien sabe mucho tiende a hacer que la asignatura parezca más fácil y entretenida y no más difícil y esotérica.
12/06/18 1:19 AM
  
María
Bruno, has removido en mí muchos recuerdos....caí pupila a los 12 años en el colegio Euskal-Echea de Llavallol (prov. de Bs. As, Argentina) con las Siervas de María de Anglet y mis primos con los Capuchinos en el Colegio de varones, ya que todos vivíamos en el campo ……(mi abuela paterna es descendiente de vascos) había chicos de todo el país. Luego pasé a la sede Capital hasta que mis padres decidieron que teníamos que vivir en Buenos Aires para la Universidad….mis hermanos varones fueron al La Salle de la calle Rio Bamba.
Después del Concilio V II se comenzó a derrumbar todo......retiraron las Órdenes religiosas a los pocos años...….mi hermana terminó en el San Pablo.
El año pasado pedí permiso para pasar por el La Salle (que ya no funciona como Colegio) y no podía dejar de llorar...….No fui a los 50 años de egresada del secundario del E.E. porque lo de ahora ya no es lo mismo.....(no sé si mejor o peor.....pero faltan las Hermanas.....las de antes del Concilio....las que se disputaban ser mi "mamá").
Dios las tenga con Él, gozando de su Gloria Eterna.
12/06/18 4:31 AM
  
Spes
Dios bendiga a los buenos maestros, a los que ya fallecieron , que reciban un merecido premio, a los que tienen vida, que Dios les de fuerza y sabiduría, pero, con pena, están esos otros, que quieren destruir a la niñez, con sus ideologías de colores, y llevan la maldad, con maestría
12/06/18 6:14 AM
  
Anacoreta
Gracias Bruno por tan bella oración por los maestros. Yo también tengo mucho que agradecer a los que fueron mis buenos maestros (los que no eran tan buenos no recuerdo sus hechos), y cuando me vienen a la mente rezo por ellos y le agradezco al Señor haberlos puesto en mi camino. Lo que soy hoy como persona, en mucho se lo debo a ellos y a alguno en particular, como quién me enseñó a escribir y deletrear las primeras letras y los trucos que aprendí para escribir el ocho con el aplauso de tan bella persona. Que desde el cielo recen por todos nosotros, porque los tiempos son muy críticos.
12/06/18 1:51 PM
  
doiraje
Hermosa oración, Bruno. Gracias por ella.

Enseñar es una de las más nobles tareas que pueda desempeñarse. De hecho, evangelizar es una forma particular de la misma. Al Señor le decimos Maestro porque lo era.

Lástima que en estos momentos su importancia esté devaluada, y su autoridad desautorizada. Si no hay respeto por su figura, ¿qué puede transmitir?, ¿qué conocimientos podrá lograr comunicar a quienes desprecian tanto esos conocimientos como a quienes los portan?

En mi época (soy la tercera promoción de la famosa EGB, que comenzó en los nacidos en 1961 -soy del 63-), autoridad sobraba en los enseñantes. Y era bueno que existiera, aunque el respeto que les teníamos lindaba en no pocas ocasiones con el miedo. La competencia o la aptitud..., bueno, variaba. Como en cualquier profesión hay tres tipos de profesores: los excelentes, los que hacen lo que pueden con honestidad y los que detestan enseñar. He conocido a profesores de los tres grupos. A los primeros les recuerdo y les estoy agradecido; a los segundos, la mayoría he olvidado; a los terceros, ya los he perdonado.

Por cierto, Bruno, me encanta la foto que has escogido: Eliot en plena clase.
12/06/18 2:32 PM
  
Palas Atenea
Los que se educaron en colegios de curas o monjas tal vez no conozcan a un tipo de profesoras que son anteriores a 1960, muchas de ellas nacidas a principios del siglo XX o en la dos primeras décadas de éste. Yo les llamo "las feministas cristianas". Tuve varias en la Escuela Normal y eran licenciadas en Matemáticas, Lengua o filosofía. Estas mujeres acudieron a la universidad cuando su presencia era más bien escasa y generalmente pertenecían a lo que entonces se llamaba la baja burguesía, e incluso algunas eran hijas de padres menestrales que tenían tenían algún éxito o de campesinos con tierras. Digamos que eran una especie de María de Maeztu con menos caché. Normalmente el ir a la universidad las desclasaba porque sus conocimientos las alejaban de su origen sin auparlas a una clase social más alta y sus sueldos tampoco les permitían relacionarse con gente de sus mismos conocimientos. Entre ellas había muchas mujeres solteras, casi siempre de corte severo y estoico, se las podía ver en misa, en conferencias o en conciertos. Fueron mujeres que pagaron muy caro su amor por el estudio ya que, si no encontraban novio en la universidad, quedaban como bichos raros o elementos marginales. Se dedicaron en cuerpo y alma a la enseñanza sin más incentivos y, como dice doiraje, algunas fueron excelentes profesoras y otras no tanto, pero había una cosa segura: no aborrecían la enseñanza.
La señorita Mª Jesús era independiente y alegre, tenia una academia, en cambio Doña Carmen, que era directora de la Normal, tenía fama de adusta.
Recuerdo que en ciertas clases en las que se sabía que iba a haber preguntas relacionadas con clases anteriores, mis compañeras me encargaban la comisión de que yo expusiera dudas o hiciera preguntas para evitar que Doña Carmen las hiciera primero porque no habían estudiado lo suficiente. Entonces yo me levantaba y hacía de judío en la sinagoga enzarzándome en un diálogo de preguntas y respuestas hasta que pasaba la hora lectiva. Cierto día la profesora me vio en el pasillo y me dijo: " Fulana (siempre por el apellido y siempre de usted) no crea que no me he dado cuenta de que la comisionan a usted para evitar que pregunte la lección, mientras las dudas o las preguntas sean de interés le seguiré contestando, pero prepárese usted si algún día se le acaba el ingenio y pregunta una tontería". Jamás lo volví a hacer.
12/06/18 3:14 PM
  
Palas Atenea
Tampoco es verdad que la enseñanza fuera memorística, los profesores valoraban la expresión propia y no el recitado. Los que estudiaban de memoria no daban muestras de capacidad verbal ni de comprensión del texto, si veían que habías comprendido y no hacías corta-pega mental-pasar el texto a la memoria sin variación-te daban mejor nota y, si el examen era escrito, descartaban la copia. Yo atendía muy bien, pensaba mucho en el asunto y estudiaba relativamente poco por lo que el razonamiento era superior al estudio mecánico del texto, ellos lo sabían y nunca hubo problemas. Sin embargo la impresión que ha quedado es la del loro repetitivo y de que la enseñanza era puro ejercicio memorístico, pero es un estereotipo como otro cualquiera.
A todo esto doiraje se habrá dado cuenta de que yo pertenezco a la generación anterior, cuando estaba la Educación Primaria hasta los 14 años y el bachillerato que comenzaba con la révalida a los 10, cuatro años de bachillerato elemental y dos de superior con sus reválidas intermedias y finales. Los que estudiaban por libre, como fue mi caso hasta 2º de bachiller, teníamos que presentarnos en el instituto para los exámenes de junio, o en su caso, en septiembre. Muchos de los exámenes eran orales.
12/06/18 3:44 PM
  
doiraje
Tenían mucho mérito aquellas mujeres, Palas. Abrir un nuevo camino sin apenas reconocimiento es algo muy duro.

No tuve profesoras hasta llegar al BUP, cuando salí del colegio de curas (Misioneros de los Sagrados Corazones). Ya eran otro tipo de mujeres, pues eran otros tiempos (finales de los 70). Bueno, mis tres primeros años de colegio, lo que hoy correspondería a la Educación Infantil de 2º ciclo, tuve a "Señoritas", como así se las llamaba. Yo tendría entre 4 y 7 años (1967-70). Por cierto, que de las tres me acuerdo perfectamente: la señorita Mari Carmen (dulce y muy guapa), la señorita Araceli (buena y nerviosa) y la señorita Mercedes (todo un carácter). Luego, durante años, todos fueron varones, laicos y sacerdotes.

Yo soy un negado para las Matemáticas. Sólo las llegué a comprender durante 1º BUP, a mis 14-15 años, cuando fui alumno de una profesora maravillosa, Ana, una chica poliomielítica, muy bajita, y de una ternura verdaderamente conmovedora. Nos hacía fácil lo difícil sin perder un ápice del rigor académico. Era tan competente que la ficharon para la empresa privada y al final del curso nos dejó. Espontáneamente todos los alumnos le organizamos una pequeña despedida. Era un cielo de persona, y con un don para la enseñanza primoroso.
12/06/18 6:04 PM

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