En medio de una batalla

He decidido colocar como artículo independiente este comentario que Francisco José Soler dejó en el post anterior, porque su anécdota me ha parecido muy ilustrativa y, sobre todo, porque coincido plenamente con su análisis de la situación y sus conclusiones.

Es curioso que a un grupo de filósofos y científicos no les llame la atención que la inmensa mayoría de los filósofos y científicos de la Historia han creído en la existencia de Dios. Es curioso que en un grupo dedicado a hablar de prácticamente todo, no se pueda hablar de Dios, como si fuera algo vergonzoso u ofensivo. Es curioso que, en una argumentación supuestamente racional, se introduzca una censura totalmente arbitraria e irracional de una posible solución al problema.

Como dice Francisco José, nuestro mundo está inmerso en una batalla cultural entre modos diferentes de entender la realidad y al ser humano. Los cristianos no podemos quedarnos a la defensiva, buscando simplemente que se nos tolere. Tenemos que luchar por que la civilización que surja en el siglo XXI se beneficie de la luz de la Revelación y, para eso, es necesario vivir y anunciar el Evangelio sin complejos. Es necesario que la concepción cristiana de la vida se plasme en obras de arte, en tratados de Filosofía, en una forma más humana de entender el trabajo y las relaciones económicas, en una comprensión de la Ciencia que no cosifique al ser humano…

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Estimados amigos:

Disculpen que les escriba una anécdota personal reciente y algo extensa, pero creo que, sin tener ninguna importancia en sí, sirve al menos para ilustrar idea de Bruno de que nuestra época no es más tolerante que otras, sino que simplemente tolera cosas diferentes.

El caso es que hace unos meses recibí una invitación, por parte de un profesor de filosofía sudamericano, aunque afincado en Europa, a unirme a un grupo google de filosofía de la naturaleza que acababa de constituir. Como la filosofía de la naturaleza es uno de los campos preferentes de mi investigación acepté encantado.

Luego resultó que en el grupo se discutían por encima los más diversos asuntos, y no era propiamente un foro técnico, aun cuando la mayor parte de los componentes fueran profesores universitarios en temas relacionados con las ciencias o la filosofía. Pero de todas formas seguí participando (aunque menos) en las discusiones, porque considero bueno fomentar todo tipo de intercambios culturales.

Pues bien, resulta que el mes pasado se planteó la cuestión del sentido de la vida. Y, como no podía ser menos en un grupo de filósofos, se sugirieron respuestas de lo más peregrino. Como, por ejemplo, que el sentido de la vida consiste en asumir conscientemente la necesidad natural, y otras perlas por el estilo. Y como alguno mencionara a Dios, pues el director/moderador del grupo aprovechó para dejarnos claro que, cuando lo fundó, no pensaba que tendría que llegar «a nombrar más de una vez este personaje literario».

Visto el giro que iba tomando la conversación, me permití intervenir para indicarles que yo veía estos asuntos muy de otra manera. Y que, puestos a plantearse la cuestión del sentido de la vida, me parecía mucho más sensato el enfoque que puede encontrarse en este vídeo de youtube:

Bueno, pues la respuesta del moderador del grupo no se hizo esperar. La transcribo literalmente, porque es breve y jugosa:

«Le informo que no es el objetivo del [grupo] −dada su naturaleza y el hecho de estar compuesto por colegas laicos de varios países− servir de escenario a la propaganda de una religión. Francisco se equivoca de tribuna para llevar a cabo su proselitismo por lo que le recomendaría fuertemente inscribirse en algún otro sitio Internet dedicado a esa actividad».

Por supuesto, abandoné el foro ese mismo día. Y lo hice con una sensación agridulce. Por una parte, considero muy preocupante el grado de intolerancia con el cristianismo a que se está llegando incluso entre personas y círculos en los que, por el nivel cultural de los participantes, se esperaría otro espíritu. Pero, por otra parte, reconozco que sentí alegría de haber tenido ocasión de sufrir al menos ese pequeño desaire por Cristo.

En fin, dejando al margen la anécdota particular, yo diría que es inútil tratar de convencer a los adeptos al laicismo/materialismo/naturalismo de que sean más respetuosos con la religión, más tolerantes y menos impositivos de su pensamiento. Ocurre, simplemente, que estamos inmersos en una dura batalla cultural, y ellos luchan con denuedo por su imagen del mundo. Luchemos pues, también nosotros por la nuestra: Es preciso volver a generar una cultura cristiana que muestre su superioridad en todos los terrenos, desde la interpretación de las ciencias, hasta la fundamentación del derecho y la producción artística.

Esta debe ser nuestra labor de jornaleros. Aunque, por supuesto, luego sea Otro el que ponga el incremento.

Saludos cordiales.

37 comentarios

  
Josafat
El gran error de Don Francisco José, fue que no les hablará de Allah o les pusiera algún vídeo de meditación zen en el Tíbet.

Probablemente en ese caso ahora mismo sería él, el director del foro.

De paso si algún día quiere que le readmitan en el foro, que se presente con algunos ejercicios cabalísticos, ya verá que rápido olvidan el "desaire" cometido.
11/02/09 9:27 PM
  
Natalia
Yo también estoy de acuerdo con ese análisis. Es más creo que es vital que abandonemos el tono quejumbroso (como respuesta mayoritaria a la hostilidad creciente) y nos pongamos manos a la obra en todos los órdenes. Sólo si despertamos realmente tendremos alguna oportunidad de hacer lo que hemos venido a hacer: salar la tierra. No es fácil, pero la facilidad y la comodidad es el peor de los veneno para el cristianismo. Tenemos un ejemplo clarísimo en Europa. Esta época sombría, que decías ayer Bruno, es la oportunidad que tenemos de despertar y creo que no debemos desaprovecharla. Pero hace falta que estemos unidos, hace falta crear un tejido social y cultural cristiano, formas de expresión propias de la sociedad civil que nos permitan tener voz. A mi me causa envidia la gran cantidad de iniciativas, fundaciones, revistas, foros, organizaciones que existen en la sociedad estadounidense que no dependen de fondos públicos ni subvenciones. No hace falta estar en sintonía con el poder público para defender una visión distinta de la sociedad, de la historia, y del hombre. Lo que hace falta es ser audaces y valientes. Y no estamos solos en esa empresa, eso lo sabemos.
11/02/09 10:11 PM
  
CCCP
Excelente la entrada anterior (la del "cuadro sombrío"): no podría estar más de acuerdo. Y muy interesante también ésta. Me reconozco en lo que cuenta Francisco José: también yo tengo que sufrir con frecuencia que supuestos intelectuales me miren por encima del hombro -con una mezcla de sarcasmo y condescendencia- cuando doy a entender que soy cristiano. Cuanto más "intelectuales", peor (mayor desprecio hacia la religión).

Respecto a lo que planteaba la entrada anterior (la historia del médico que "impone" los preservativos a la chica de 17 años): se considera "proselitismo intolerable" que nosotros expongamos la visión cristiana de la sexualidad, en tanto que se considera normal que el médico transmita sus consejos "profilácticos". Se supone que el mensaje "el sexo prematrimonial es pecado" pertenece a una ética sectaria (primitiva y reaccionaria), en tanto que el mensaje "acuéstate con quieras, pero con preservativo" pertenece a la medicina. El mundo supone que nuestro mensaje es ideológico, en tanto que el del médico es científico e ideológicamente neutral.

Debemos denunciar esa FALSA NEUTRALIDAD que en realidad funciona como una ley del embudo: penaliza a los creyentes, en tanto que permite que los progres difundan su propia ideología DISFRAZADA DE CIENCIA, de "razón pública", de "civismo" o de "sentido común" transideológico. El mensaje del médico es ideología pura y dura, aunque él lo presente envuelto en jerga profiláctica.

Por cierto, a mí me indigna mucho más que inciten a mis hijos por mil vías a la promiscuidad sexual que que los inciten al "consumismo". Nunca he entendido qué es el "consumismo": me suena a trasnochada cantinela progre-anticapitalista. Entiendo bien qué es el consumo: satisfacción honrada (quiero decir: previo pago de su precio) de necesidades y deseos a través del mercado. Me alegro de vivir en una sociedad en la que es posible el consumo, y me gustaría que en los países pobres se pudiese "consumir" mucho más.
12/02/09 12:17 AM
  
CCCP
Me parece interesante este texto, que encontré en un artículo de "Debate Actual". Guarda relación con el debate suscitado por la entrada de ayer:

Este “nuevo dogmatismo” se extiende al ámbito de las costumbres, elevando las “liberaciones” de 1968 a la condición de nuevo e inobjetable rasero moral; la nueva ética hedonista genera sus propios imperativos y tabúes, tan rígidos o más que los de éticas anteriores (¡y todo ello en nombre de la “lucha contra los prejuicios”!): “[L]os prejuicios o los tabúes, aquellos que la opinión pública [informada por la ideología “sesentayochista”] no cesa de denunciar, son los prejuicios de nuestras abuelas, no los de hoy. […] Milagro de la retórica: las ideas establecidas [“vive como quieras”, “ten sexo con quien te apetezca”, “disfruta el momento”, etc.] se presentan como rebeldes, los prejuicios con la apariencia de anti-prejuicios. […] [Para el nuevo dogmatismo hedonista] [L]a joven sexualmente “liberada” no es la que decide libremente su opción, sino aquella que adopta un comportamiento que implica el rechazo de los “prejuicios”, es decir, la que se adhiere al modelo [promiscuo] dominante” (BÉNÉTON, Ph., “Moralmente correcto”, Debate Actual, nº5 (Noviembre 2007), pp. 16-17).
12/02/09 12:19 AM
  
CCCP
Respecto a lo del "cuadro sombrío", unas impresiones telegráficas:

1) El retroceso de la fe se produce sólo en Europa. No en EEUU (pese a ser más rico que Europa), y ciertamente no en Africa, Asia, etc.

2) Como en Europa ya nadie es cristiano por inercia o presión social, los pocos que quedamos tenemos probablemente una fe más meditada y acrisolada que la del creyente medio de épocas anteriores de "cristianismo sociológico". Lo que se pierde en cantidad, se gana en calidad. Se ve en estos blogs, por ejemplo.

3) Desde luego, somos "la oposición" cultural, la alternativa, la "cultura disidente". Nada más transgresor-rompedor hoy día que ser católico. Nada más "indecente", nada que epate más a los biempensantes. Es una situación nueva para los cristianos, y no deja de tener su atractivo.

4) La "cultura dominante" (progre-hedonista-materialista) no puede ir muy lejos. En el fondo, está informada por un anhelo inconsciente de autodestrucción. Es "cultura de la muerte", no sólo en el sentido de desprecio a las vidas incipientes, sufrientes o terminales, sino también en el de autoaniquilación civilizacional. Renuncia a la natalidad, destrucción de la familia, relativismo moral, vacío existencial, carencia de razones fuertes para vivir y luchar ... Nuestro enemigo parece muy poderoso, pero tiene los pies de barro. Tendremos que estar prestos a tomar el relevo en algún momento no muy lejano. Europa tendrá que volver a recurrir a la religión si no quiere desaparecer como civilización. Se van dando cuenta de ello gente como Sarkozy, Pera, Ferrara, Allam, Habermas; hasta el ateísimo Gustavo Bueno ...
12/02/09 12:38 AM
  
Bruno
Natalia:

Lo bueno de nuestra misión de salar el mundo es que sólo hace falta una pizca de sal para una gran comida. No hace falta que seamos muchísimos, pero sí que seamos verdaderamente sal y no otra cosa.

Me recuerda a aquello de "si tuvierais sal como un granito de mostaza, diríais a este monte..." Quizá si tenemos fe podremos decir al relativismo, al laicismo, al pansexualismo, a la mentalidad burguesa y al pensamiento débil que se tiren al mar y nos obedecerán.
12/02/09 9:04 AM
  
MER
Me parece muy interesante todo lo que decís y especialmente coincido con Natalia en que hace falta crear un tejido cultural y social cristiano.
Desde mi propia experiencia veo que la falta de formación respecto de la fe católica es enorme (y respecto a todo en general, pero no es momento de entrar en el debate sobre la ¿educación? en este país).
Urge mucho suplir eso, pero observo con esperanza que se van dando pasitos.
Internet ayuda mucho para eso, porque hay muy buenos portales católicos y además, los blogs como estos permiten compartir nuestras experiencias y aprender mucho
12/02/09 9:49 AM
  
Natalia
Tienes razón, Bruno, evidentemente es así. Pero eso no es incompatible con la necesidad de hacer llegar el pensamiento, los valores y la cultura cristiana allá donde la sal tiene poca presencia. Hay mucha gente, más de la que uno pueda imaginarse cuando se mueve en un ambiente cristiano, viven inmersos en ambientes de lo que yo llamaría "normalidad anticristiana". Cuando se vive en una familia católica, se tienen amigos católicos, se trabaja en lugares donde uno encuentra la posibilidad de relacionarse con católicos esto no se percibe. Pero hay muchas personas, yo soy una de ellas, que trabajan en ambientes teñidos de esa normalidad anticristiana -más dañina que la propia hostilidad-, donde apenas existen católicos. Y en ese contexto es muy reconfortante leer, ver y escuchar instituciones, autores, medios de comunicación, fundaciones, (evidentemente, blogs como estos) que den la alternativa al discurso de normalidad laicista que lo impregna todo. Yo trabajo en un ambiente donde recibo todos los días todas las noticias, minuto a minuto, de todas las agencias de prensa nacionales e internacionales. No me refiero sólo a política, hablo de economía, cultura, sanidad, educación, etc. me llegan referencias sobre conferencias, estudios, foros universitarios. En todo ese universo apenas hay presencia cristiana. En parte, porque no interesa a la maquinaria mediática resaltar esa presencia, pero también porque esa presencia es escasa. Si fuese más amplia sería muy difícil ignorarla. No sé cual es la solución, la responsabilidad es de todos, de cada uno, es cierto. Pero frente al catolicismo en otros países, donde uno ve que se escucha públicamente más la voz cristiana, en España está silenciada, empequeñecida, acobardada, con la excepción de internet, es cierto. Y yo creo que ése es un gran problema.
12/02/09 9:51 AM
  
Bruno
Josafat:

Chesterton habló muchas veces de ese afán de novedades. Parece que lo importante es si algo es exótico o raro, más que si es verdadero o no.
12/02/09 9:51 AM
  
Isaac García Expósito
Bruno, bellísimo el vídeo. Y el post muy apropiado. Pienso que la sociedad está infestada de impiedad. Las miasmas no nos permiten respirar.

¿Abandonar el mundo? Intelectuales como MacIntyre, apuntan en su Tras la Virtud, esta posibilidad.

12/02/09 10:01 AM
  
Bruno
Natalia:

Creo que, en todo esto y para clarificar el tema, hay que distinguir dos ámbitos relacionados pero distintos:

- La evangelización directa

- La cristianización del arte, el pensamiento, la sociedad, etc.

Como es lógico, es más importante el primer aspecto, porque a Dios y a nosotros nos importan ante todo las personas y no las sociedades. Sin embargo, ambos están necesariamente unidos, porque Dios se ha encarnado y todo lo humano es importante y tiene que ser redimido. Además, los artistas, filósofos, creadores de opinión, etc. son personas individuales, que no pueden dar lo que no tienen. Por otro lado, el arte o el pensamiento cristianos son, a menudo, una preparación para la conversión.

La distinción es esencial, creo yo, porque, a menudo, para la evangelización directa Dios elige a los pequeños, a los que no pueden nada, a los que se glorían en su debilidad. En cambio, el segundo aspecto es obra de lo que se ha llamado "minorías creativas", que impulsan el pensamiento o el arte en una dirección determinada, en este caso la cristiana.

Ambas cosas deben ser preocupación de todos los cristianos, pero algunos grupos, personas o actividades pueden centrarse más en uno de los dos aspectos. Por ejemplo, creo que los franciscanos han tendido más al primer aspecto y los dominicos más al segundo (en general, por supuesto, con San Buenaventura o San Martín de Porres como contraejemplos). Hoy en día, claramente el Camino Neocatecumenal se decanta por el primer aspecto y Comunión y Liberación por el segundo (de nuevo, en general y no de forma excluyente).
12/02/09 10:09 AM
  
Bruno
CCCP:

En cuanto al consumismo, estoy de acuerdo en parte contigo. Pocas cosas hay que me molesten más que hablar del consumismo "en general", como una especie de sentido de culpabilidad difuso que no conduce a nada y que no tiene solución. En cambio, creo que deberíamos hablar mucho más de la pobreza cristiana, del ciento por uno que nos da el Señor, de que Dios ha creado todo, de la importancia del ayuno y la limosna, como cosas con un significado claro y concreto. Eso sí que permite hacer frente a las tentaciones en ese ámbito.

Hay un mensaje evidente en multitud de anuncios, conversaciones, modos de vida, etc.: si tienes X, entonces serás feliz. Frente a eso, pensar en el "consumismo" suele llevar a que nos compremos X (y, a ser posible, XXX), pero sintiéndonos culpables por ello. En cambio, la pobreza cristiana lleva a la alegría de saber que no necesitas X para ser feliz. Si lo tienes, bien, y si no, también bien. La limosna nos empuja a preferir tener el tesoro X en el cielo, donde no hay "gusano ni herrumbre" que lo destruyan. Si recordamos que Dios es el Creador, podremos darle gracias por X y buscar y desear, como dices, que otros también puedan disfrutar de ese regalo. El ayuno nos revela que podemos ofrecer la ausencia de X como sacrificio agradable a Dios, para la salvación del mundo. Y, finalmente, los cristianos sabemos que si ponemos nuestro X en manos de Dios, él nos devolverá el ciento por uno y la vida eterna.

Un saludo.
12/02/09 10:46 AM
  
Bruno
CCCP (II):

En cuanto al artículo, coincido totalmente con lo que dice. Es realmente vergonzoso que se presente como la tolerancia suma lo que no es más que intolerancia disfrazada. Por otra parte, pocas cosas hay más tristes que ver a un supuesto "rebelde" aburguesado, vestido a la última moda y mucho más obsesionado por lo que piensen los demás que sus padres o abuelos.
12/02/09 10:58 AM
  
Natalia
Sí, desde luego. La evangelización directa es lo fundamental, yo estoy convencida de eso. Y es labor de todos, además. Pero te voy a poner un ejemplo práctico de lo que quiero decir. El caso de Eluana. Los que frecuentamos los blogs católicos hemos leído no sólo las opiniones de los autores de esos blogs, también la de otros hermanos de fe, y las de voces de la Iglesia y, además de todo esto y especialmente en Italia, las de muchos pensadores, médicos y ciéntificos católicos. Todos ellos han abordado el caso de Eluana desde una perspecativa cristiana, aplicando la doctrina y el magisterio de la Iglesia y señalando los errores y las manipulaciones de la doctrina (caso Masia, por ejemplo) donde los haya. Yo creo que todo esto es un complemento imprescindible de la evangelización, porque hay mucha gente -católica, incluso- que está muy poco formada y muy poco informada, ambas cosas. Gente que han encendido una televisión, abierto un periódico u oído una radio y han recibido las manipulaciones y tergiversaciones que todos hemos oído estos días sobre Eluana y sobre la postura de la Iglesia en este tema. Yo he echado de menos leer, ver y oir en los medios no digitales esos análisis a los que he tenido acceso en internet. No sé si habeis hecho el ejercicio de leer los comentarios de la gente a la noticia de Eluana en las páginas web de los periódicos generales. Juanto a posturas claramente partidarias de la cultura pro-muerte, junto a testimonios hostiles a la vida y al magisterio de la Iglesia sobre la vida, yo he encontrado comentarios de personas muy confundidas, muy perdidas y muy mal informadas que no entendían por qué la Iglesia defendía la postura que defendía. Personas que leían en los medios la palabra "desconectar" y pensaban que se aludía al encarnizamiento terapéutico, por ejemplo. Esas confusiones afectan a la evangelización, porque apartan a la gente de la Iglesia. Y fomentan el "Cristo sí, Iglesia no". Nos han faltado análisis cristianos durante estos días, en la radio (no me refiero a la Cope), en la televisión, en comunicados de prensa, etc. Nos falta estructura que abrigue, que respalde, que complemente la evangelización directa. A eso me refiero.
12/02/09 11:07 AM
  
Bruno
Natalia:

No intentaba rebatir lo que decías en absoluto, sino sólo hacer una distinción para no mezclar ambos temas, que están relacionados pero no son lo mismo.

De hecho, estoy convencido de que la evangelización indirecta también es evangelización (cosa que ya discutimos otro día en el blog, hablando de si las discusiones sobre temas religiosos y teológicos evangelizan o no).

Por ejemplo, en cuanto a lo que tú señalas, pensar de forma cristiana sobre ese tema o sobre cualquier otro es esencial para un cristiano. Los seres humanos somos seres racionales y si nuestra razón, nuestra forma de pensar no son cristianas, eso quiere decir que una parte muy importante de nosotros no está evangelizada y somos "cristianos a medias".

Lo mismo podríamos decir de nuestro sentido artístico, que es parte también de nuestra naturaleza humana y también tiene que ser evangelizado. Una gran parte de las iglesias modernas españolas son artísticamente feas y, me atrevería a decir, más bien anticristianas, porque han sido diseñadas por personas sin formación cristiana ni fe.
12/02/09 11:37 AM
  
Óscar
Creo que una labor muy importante para los cristianos de cara a la evangelización es la de separar el grano de la paja. El anuncio evangelizador en realidad sólo es uno "Dios te ama gratuítamente y a dado la vida de Cristo para el perdón de tus pecados".
Todo lo demás son consecuencias de este primer anuncio evangelizador.
Por ejemplo, siguiendo el triste hilo de Eluana, (y sabiendo que lo que le han hecho no es ni siquiera eutanasia o suicidio asistido sino negación del auxilio), aquí debatimos unos días el porque de que la eutanasia no esté moralmente bien. Y lo hicimos intentándolo explicar a un ateo.
Es decir. Debemos ser capaces de respetar que alguien desprecie el amor de Dios (aunque nos duela), pero ser capaces de transmitirle una moral y ética justa que a nosotros nos nace de ese amor de Dios.
Por cierto Bruno... aún no has publicado las conclusiones de aquel debate, a mi me apasionó.
Un abrazo
12/02/09 1:49 PM
  
Bruno
Óscar:

Tienes toda la razón. Intentaré hacerlo en un par de días.

La persona que inició aquel debate con su pregunta se enfadó por otro de los artículos y me dijo que nunca más leería mi blog, así que me había olvidado del tema. Sin embargo, es un tema muy interesante y no puedo dejarlo pasar.

Por cierto, he descubierto un correo que me enviaste hace mucho pidiéndome un artículo. Lo siento, quedó oculto entre los cientos de mensajes del ataque informático que sufrió el blog y pasó desapercibido.

Saludos.
12/02/09 1:59 PM
  
Francisco José Soler Gil
Estimados amigos:

Acabo de leer los comentarios al post, y estoy muy de acuerdo tanto con las ideas expuestas como con el tono del diálogo (que tal vez no sea el más frecuente en los intercambios de internet).
Si acaso, me gustaría añadir un par de breves reflexiones a lo dicho hasta ahora. Creo que estamos todos de acuerdo en que, como dice Natalia «hace falta crear un tejido social y cultural cristiano» en nuestro país. Y también en que «es vital que abandonemos el tono quejumbroso y nos pongamos manos a la obra».

Ante esta tarea, me parece convendría plantearse estas dos preguntas: ¿Qué es lo que debemos hacer en concreto? Y, ¿qué es lo que podemos esperar humanamente de nuestro esfuerzo? (Porque lo que pueda lograrse Dios mediante, no lo podemos ni imaginar).
La primera pregunta es muy amplia, pero sólo pretendo dar dos pinceladas sueltas: Lo más importante, según me parece, es que todos los que trabajamos en temas del mundo de la cultura nos esforcemos por la excelencia en nuestra especialidad... y lo segundo más importante es que lleguemos a conocernos unos a otros, y a constituir redes de intercambio de ideas.
Refiriéndome a lo que se ha venido comentando sobre la situación en España, yo diría que aquí y allá hay cristianos que son muy buenos conocedores de su terreno profesional: Hay filósofos cristianos de calidad, hay artistas cristianos, hay científicos cristianos, escritores, comentaristas... Yo, al menos, he tenido trato ya con bastantes de gran altura intelectual. También hay instituciones libres (o más o menos) de la influencia estatal, que contribuyen a fomentar el pensamiento cristiano. Hay universidades (como la de Navarra, como el CEU,...), hay medios de comunicación (Cope, etc.), hay editoriales que editan libros de pensamiento y arte cristiano de gran calidad etc. etc.
A mi modo de ver, lo que ha fallado hasta ahora han sido tal vez estas dos cosas: (1) la comunicación mutua (el crear una comunidad intelectual cristiana que potencie los esfuerzos individuales) y (2) el no haber sabido distanciarnos de la agenda cultural que nos vienen marcando, desde hace ya muchos decenios, desde el campo materialista.
En cuanto a lo primero, soy bastante optimista: creo que internet está contribuyendo decisivamente a conectarnos (de ahí la importancia de medios como Religión en Libertad) y es algo que va a ir, o al menos que podría a más. (El post de hoy de Luis Fernando es muy significativo al respecto).
En cuanto a lo segundo sí que considero que nos falta mucho por hacer. Y es urgente que lo hagamos. Con frecuencia me pregunto --por poner un ejemplo concreto del terreno que mejor conozco-- por qué tenemos que andar siempre preocupados por la última tontería que se le ocurra a un Dawkins o a algún otro de los científicos o filósofos de la ciencia ateos del momento, cuando lo cierto es que existe ya, sobre todo en el ámbito anglosajón, un gran caudal de pensamiento cristiano en diálogo con la ciencia actual. Un pensamiento de altísimo nivel, realizado por autores como John Polkinghorne, Michael Heller, Julian Barbour, George Ellis, etc. etc. Sin embargo, apenas hay quien conozca estos trabajos en España. No se traducen, no se difunden... ni siquiera ha sido traducido el interesantísimo conjunto de textos (en cinco tomos) que recogen los resultados de los congresos de científicos, filósofos y teólogos en los años noventa en el Vaticano sobre temas como la evolución, las neurociencias, los nuevos modelos cosmológicos etc. etc.
Y lo que ocurre en el terreno de la filosofía de la ciencia, ocurre en los otros: ¿Por qué en los centros educativos cristianos tenemos que darle vueltas y más vueltas a escritores y pensadores ateos, mientras que no se concede ninguna importancia a autores como un Nicolás Gómez Dávila, o un Leonardo Castellani? ¿Por qué tenemos que cifrar el pensamiento de los años sesenta del pasado siglo en el existencialismo de un Sartre y compañía, o en la segunda generación de la escuela de Frankfurt, y no en la filosofía teológica de un Guardini o un von Balthasar, sin ir más lejos? Creo que va siendo hora de sacudirnos ese yugo y marcar nuestra propia agenda cultural.
Es un poco lo que dice Isaac García Expósito citando a McIntyre: se trata de abandonar el mundo, al menos en el sentido de abandonar el mundo cultural de la modernidad, que se está convirtiendo en una cadena para el pensamiento. Generar ámbitos de pensamiento propio, al margen del rumbo que quiera seguir la cultura oficial.

Y para terminar, me refiero en dos líneas a la segunda pregunta que planteaba: ¿qué es lo que podemos esperar humanamente de nuestro esfuerzo?
Aquí también soy optimista. Como ha escrito CCCP «como en Europa ya nadie es cristiano por inercia o presión social, los pocos que quedamos tenemos probablemente una fe más meditada y acrisolada». Estamos pues sometidos a un desafío intelectual permanente. Y eso es bueno.Y al hallarnos tan lejos de la «cultura dominante», tenemos la ventaja que podemos analizarla críticamente. Es decir, que nos encontramos en las condiciones ideales para generar un pensamiento nuevo, de inspiración cristiana, mientras que la cultura oficial se estanca y va camino de la mediocridad.

De modo que fuera «el tono quejumbroso», y al trabajo. Que no falta.

Saludos cordiales
12/02/09 3:28 PM
  
Natalia
Bruno: totalmente de acuerdo. También respecto a lo de las iglesias bunker, desnudas y de cemento y hormigón.

Lo peor es que incluso en las iglesias de arquitectura tradicional se ve la oscura mano de la "simplicidad" destructora. El pasado fin de semana estuve en Venecia y acudí a Misa de nueve a San Marcos. La basílica es maravillosa, no hay ni que decirlo. Pero en la nave principal no tiene bancos, tiene sillas plegables, lo que obliga a arrodillarse en el piso, algo que para las personas de más edad es francamente incómodo. Aparte del atentado estético que supone sustituir bancos de madera tallada por sillas de palacio de congresos. Ya sé que no es el único caso, ni mucho menos. Pero me llamó mucho la atención. Parece que no tenemos fácil el arrodillarnos...
12/02/09 5:10 PM
  
Natalia
Francisco José:

Lo que apuntas sobre la falta de conocimiento entre nosotros, la falta de una red de pensamiento católico es, para mi, la clave de todo este problema. Es cierto que hay iniciativas muy valiosas -la Universidad de Navarra, el CEU, algunos medios- que van en ese sentido, pero son islas en el océano. Por ejemplo, por qué en España no existe una revista como First Things? Probablemente porque no nos hemos puesto a ello, es cierto. Yo trabajo en un medio de comunicación. Es un trabajo interesante, pero por el tipo de información que manejo y el tipo de medio en el que trabajo no hay demasiadas oportunidades para tratar temas interesantes desde una óptica cristiana. Desde que regresé a la iglesia, hace tres años, le he dado muchas vueltas a la idea de que haría falta un medio de comunicación católico, interesante, competitivo, ágil y potente. Un medio donde escribiese esa gente preparada que, como comentas, existe en España, pero que no tiene muchas oportunidades de transmitir su pensamiento a la opinión pública. Un periódico o una revista -en el que yo, personalmente, me involucraría encantada- que aportase la visión católica del mundo sobre una serie de cuestiones clave que, actualmente, están "secuestradas" por gente como Dawkins. Alguien que los medios de comunicación en España presentan como un "gigante", pero que a la hora de la verdad se niega a debatir con representantes del catolicismo estadounidense como D'Souza porque sabe que no tiene mucho que hacer. Lo mismo digo de la televisión. Por qué no tratar de poner en marcha una televisión católica potente y que aspire a llegar a mucha gente como EWTN?
Internet es la esperanza, por la flexibilidad del medio, por la libertad que existe en ella, porque los costes son menores. Ahí tenemos un terreno enorme para movernos.

Pero hace falta también otra cosa: una educación católica liberada del sistema estatal. Una educación libre de subvenciones y libre de planes de estudios miopes, manipuladores y estrechos, que permita formar generaciones de profesionales bien formados, que antes de médicos, abogados o profesores de colegio, sean cristianos.
12/02/09 5:42 PM
  
CCCP
Francisco José: cierto, "aquí y allá hay cristianos que son muy buenos conocedores de su terreno profesional": científicos, filósofos, profesores ... Pero, ¿cuántos llevan su cristianismo semiclandestinamente? ¿Cuántos se limitan a confundirse con el paisaje de la cultura dominante, no vaya a ser que les caiga alguna torta o se vean deterioradas sus expectativas profesionales? Estoy pensando sobre todo en la enseñanza. ¿Cuántos de esos profesores, científicos, filósofos creyentes están dispuestos a meterse en la trinchera, con el cuchillo [intelectual, entiéndase] entre los dientes? ¿Cuántos buscan los temas delicados y se "mojan" en ellos? ¿Cuántos han tomado conciencia de que estamos en guerra cultural, y que hay que escoger bando?

Natalia: estoy de acuerdo contigo en que hacen falta medios de referencia católicos. En el panorama radiofónico, al menos tenemos la COPE y Radio María. Haría falta una TV tan potente como la COPE (Popular TV deja mucho que desear). No sé si conocéis la francesa KTO: tiene un nivel excelente (aunque no creo que tenga mucha audiencia; se recibe por cable o por parabólica).

En cuanto a revistas equiparables a "First Things", yo estoy suscrito a "Debate Actual", editada por el CEU. Está muy bien. Estoy pensando en suscribirme también a "Alba".
12/02/09 6:18 PM
  
CCCP
Bruno: estoy de acuerdo en tus observaciones sobre consumismo y cristianismo. Mi "defensa del consumo" guardaba relación con una afirmación de Yolanda-RNA en el hilo anterior, que nos acusaba de "exagerar" en lo relativo a la incitación pansexualista de la cultura dominante, y a infravalorar las "agresiones consumistas".

Debe haber -digo yo- algún punto de equilibrio entre la consideración cristiana de la pobreza como una virtud y la valoración positiva de un sistema económico que ha permitido a nuestras sociedades un nivel de vida elevado. ¿Debemos sentirnos culpables de nuestra prosperidad? No lo creo, la verdad. Eso sí, hay que poseer las cosas como en depósito, sin poner nuestro corazón en ellas ("donde está tu tesoro, etc."). Y estar prestos a la caridad, ejercitarse en el desprendimiento, etc. Pero todo eso, de forma individual. Condenar en su conjunto el modelo socio-económico que hace posible la prosperidad me parecería un error. El error que cometen los que se indignan del "consumismo" como una grave aberración moral. Si tanto les escandaliza el consumismo, no tienen más que irse a alguna misión en Malawi o Tanzania: allí estarán libres de tentaciones consumistas.
12/02/09 6:38 PM
  
Bruno
Natalia y Francisco José:

De acuerdo en lo de desterrar el tono quejumbroso (Yolanda estará contenta, porque siempre protesta de eso). Eso sí, entiendo que no por ello hay que dejar de analizar la realidad. Es necesario conocer cómo están las cosas y dónde hay problemas o dificultades. A mi entender, lo que no hay que hacer es utilizar eso como excusa para no hacer nada, limitándonos a quejarnos de los problemas.

En ese sentido, me alegró mucho la encíclica del Papa, Spe Salvi, porque estoy convencido de que, en este momento, los cristianos tenemos que ser ante todo hombres de esperanza, que confían en Dios y no se arredran ante las dificultades.
12/02/09 7:30 PM
  
Bruno
Natalia y CCCP:

Estoy de acuerdo en lo que habéis dicho sobre los medios de comunicación, aunque matizaría que, aunque estemos muy necesitados de medios poderosos de comunicación, no hay que olvidar que:

- No podemos esperar a tener la oportunidad de hacer algo "grande". Generalmente, sólo es posible empezar de forma pequeña e ir creciendo. Este portal es un buen ejemplo: empezó como varios blogs individuales fieles a la iglesia en otro portal, que permanecieron así durante bastante tiempo, después surgió la oportunidad de crear un portal aparte, poco a poco va creciendo el número de lectores...

- Incluso las iniciativas que sigan siendo pequeñas siempre tienen valor, porque van creando un ambiente cristiano en los lugares en los que están, hasta que llegue el momento de formar algo más grande o de unir esa iniciativa a otras. Por ejemplo, yo echo de menos en este portal un apartado de vínculos hacia otros buenos portales y páginas web.
12/02/09 7:37 PM
  
Yolanda (RNA)
Bruno, me pondré contenta con la idea de desterrar el tono quejumbroso cuando vea que que se hace.

:-)
12/02/09 8:22 PM
  
Francisco José Soler Gil
CCCP escribe: «cierto, "aquí y allá hay cristianos que son muy buenos conocedores de su terreno profesional": científicos, filósofos, profesores ... Pero, ¿cuántos llevan su cristianismo semiclandestinamente? ¿Cuántos se limitan a confundirse con el paisaje de la cultura dominante, no vaya a ser que les caiga alguna torta o se vean deterioradas sus expectativas profesionales? Estoy pensando sobre todo en la enseñanza. ¿Cuántos de esos profesores, científicos, filósofos creyentes están dispuestos a meterse en la trinchera, con el cuchillo [intelectual, entiéndase] entre los dientes? ¿Cuántos buscan los temas delicados y se "mojan" en ellos? ¿Cuántos han tomado conciencia de que estamos en guerra cultural, y que hay que escoger bando?»

Bueno. Yo creo que el problema de muchos es el aislamiento: se sienten solos en su entorno, y se mimetizan con él. Pero si entre todos conseguimos que llegue a formarse una buena red de pensamiento cristiano, seguro que más de uno se animará a sumar sus fuerzas.
En cuanto al peligro para las expectativas profesionales, es real, pero variable en cada caso. Para un catedrático que no aspire a hacer carrera en la política universitaria, ese peligro es mínimo. Para un becario de investigación, es mucho mayor. Pero, aún así, si procura tener un buen currículum científico, y no comete la imprudencia de hacer referencia en él a sus contribuciones de pensamiento cristiano, es bastante probable que pueda ir sorteando las dificultades... al menos de momento.

Natalia escribe: «hace falta también otra cosa: una educación católica liberada del sistema estatal. Una educación libre de subvenciones y libre de planes de estudios miopes, manipuladores y estrechos, que permita formar generaciones de profesionales bien formados, que antes de médicos, abogados o profesores de colegio, sean cristianos.»

Completamente de acuerdo, pero conviene tener en cuenta que una educación así requiere dos cosas: la primera, desde luego, es atreverse a romper con las subvenciones, y desvincularse del sistema estatal. Pero la segunda es contar con un profesorado que esté muy al tanto del pensamiento cristiano que ya existe, y tenga la valentía de romper con buena parte de los contenidos que se supone que son los que hay que dar en clase. Y eso no es tan sencillo. Pues lo cierto es que los planes de estudio actuales están completamente escorados a la cultura materialista, y todo el que no pasa por ahí no existe, por muy bueno que sea. Pongo un ejemplo entre muchos: ¿Cuántos profesores de literatura conocen la obra del poeta chileno contemporáneo José Miguel Ibáñez Langlois? Es magnífica, desde luego. Pero tiene un defecto que la convierte en invisible: es en gran parte poesía cristiana. Y don José Miguel es, además de un gran poeta, sacerdote numerario del Opus Dei. O sea, intolerable.
Y así, cientos de ejemplos. De modo que habría que ir formando al profesorado en primer lugar. Con lo que terminamos dando en la misma clave que el comentario a CCCP: lo primero es que llegue a constituirse una buena red de pensamiento cristiano. Y yo pienso que portales como Religión en Libertad (y conoze.com, y arvo.net, y la sección cultural de la página web de la Cope, etc. etc.) pueden jugar un papel importante en ese proceso.

En definitiva, el proceso de constitución de un nuevo tejido cultural cristiano no va a ser instantáneo, pero sí apasionante.

Saludos cordiales
12/02/09 9:23 PM
  
Yolanda (RNA)
Fco. José Soler Gil:

Así que """"De modo que habría que ir formando al profesorado en primer lugar""""


Vaya, ¿y quién se ocuparía de eso? ¿Usted, por ejemplo? ¿Cuándo formar es formar y cuándo adoctrinar?

Mire, los profesores de literatura (o los de Química) nuinca están al día al 100%, por más que se procure. De modo que si no se conoce mucho a ese señor del opus que menciona, no es por persecución alguna, sino porque no se conoce a todos los poetas vivos del mundo. Imposible. Desde luego, para mí al menos, no es buena tarjeta de presentación decirme que es del opus. Sacerdotes poetas hay y ha habido muchos. Y a nadie en su sano juicio se le ocurre cuestionar a los grandes poetas curas, monjas y frailes.

Pero añadir "del opus" claro que tira para atrás. No obstante me he molestado en buscar cosas suya y leerlas. Por caridad, no haré más comentarios.

12/02/09 11:43 PM
  
Natalia
Yo tengo la impresión, no sé si os ocurre a todos vosotros, de que algo está empezando a despertar poco a poco bajo nuestros pies. O mejor, en nuestras mentes y nuestros corazones. Me explico: todos los que estamos en este diálogo del blog de Bruno hoy, pero también la mayoría de los que participan y escriben en los blogs de Religión en Libertad, traslucimos en los comentarios esa sensación de estar experimentando un deshielo, de un "hasta aquí hemos llegado", de un despertar, de una reacción. Algo así como lo que se siente al abrir una ventana al final del invierno y respirar hondo aire fresco. Lo que dice Francisco José sobre lo apasionante de la tarea que tenemos por delante los cristianos en esta era neopagana es totalmente cierto. Cuántos como nosotros -aunque seamos una minoría- tendrán esta misma sensación de que el futuro exige de nosotros, como católicos, un esfuerzo de determinación? Un esfuerzo a todas las escalas, pequeñas (tienes razón Bruno, no podemos esperar) y si hay oportunidad también grandes?

Coincido también en que hacen falta más proyectos como ReL, más foros donde hablar, encontrarnos, debatir. Y si hay oportunidad de ir más allá, deberíamos ir más allá.

En cuanto a lo que comentas, Francisco José, sobre la dificultad de encontrar profesores capaces de romper con el sistema dominante y remar mar adentro yo creo que es posible encontrarlos. Más aún en un sector tan sacudido por la frustración. En cualquier caso, sólo haría falta empezar con una experiencia, con un solo colegio, con una primera promoción. Y con un profesorado en el que, ¿por qué no? podría darse cabida a cualquier emérito o profesional en activo que se comprometa y tenga la pasión suficiente como para apuntarse a un proyecto así. Si rompemos las reglas, si rompemos con el mundo, hagamóslo de forma audaz. Hay talento cristiano oculto en este país, mucho sentido crítico, mucha cultura de verdad y no subvencionada, a donde acudir.

Hay que romper nuestro "espléndido" aislamiento.
13/02/09 12:05 AM
  
Francisco José Soler Gil
Estimada Yolanda:

Yo me considero capacitado para proponer una lectura de la física en la que se muestren algunas de sus conexiones con la teología natural. Nada más. Es un asunto que me ha ocupado ya bastantes años de trabajo, y creo que sé de lo que hablo cuando hablo de él. Con algo menos de seguridad, podría exponer otros temas en la frontera entre ciencia, filosofía y teología. Y aunque no me he tenido ocasión de formar profesores de secundaria en estos asuntos (ya que me dedico tan sólo a la investigación) supongo que podría hacerlo honradamente.

En cuanto al ejemplo que mencioné de Ibáñez Langlois, no es más que eso: un ejemplo. Pero cuidado, antes de aplicar su caridad, le recomendaría la lectura de la antología “Oficio” (Númenor, Cuadernos de Poesía 15, Sevilla 2006), que recoge una selección bastante amplia de la obra de este autor.

Si a usted le «tira para atrás» que sea del opus, pues bueno, es su opción. La mía es no despreciar a ningún cristiano inteligente, sea del opus, sea focolar, sea anglicano (como Polkinghorne), o sea calvinista (como Plantinga).

Saludos cordiales
13/02/09 12:12 AM
  
Natalia
OFICIO

Soy cura
y qué
otros buscan perlas en el fondo del mar
o instalan ojos y oídos humanos en la estratosfera
yo trabajo en éste y en el otro mundo
yo tengo el poder de expulsar demonios de las computadoras
yo transformo leprosos en arcángeles
y mujeres de Lot en estatuas de sal
yo me visto como ni los mismos reyes para celebrar la Misa
yo hablo todas las lenguas de Pentecostés y algunas otras nuevas
yo soy la mano de Dios que borra los pecados más increíbles
yo soy el espejo de Dios que camina por la historia sagrada
otros tocan la flauta a las serpientes artificiales
yo resucito muertos
soy cura
y qué.

(Ibañez Langlois)

A mi me parece maravilloso.
13/02/09 12:51 AM
  
CCCP
FRANCISCO JOSÉ: escribes: "[un becario de investigación] si procura tener un buen currículum científico, y no comete la imprudencia de hacer referencia en él a sus contribuciones de pensamiento cristiano, es bastante probable que pueda ir sorteando las dificultades... al menos de momento". Bueno, creo que esta formulación tuya confirma lo que yo decía. A saber, que en la universidad la adopción de puntos de vista claramente cristianos -en la docencia o en la investigación- PERJUDICA notablemente las expectativas de promoción profesional. Lo cual convierte el testimonio público de fe casi en una inmolación heroica. Tú hablas de becarios, pero tus consideraciones serían aplicables también a profesores asociados y titulares que tengan la aspiración de llegar alguna vez a catedráticos. Sólo cuando se alcanza la cúspide del cursus honorum (la cátedra) se consigue una libertad de expresión real. Pero para entonces el profesor cristiano está tan acostumbrado en el disimulo y el "doblepensar", que en muchos casos tampoco aprovecha para "salir del armario". No digo que todos sean así, pero el síndrome que estoy describiendo es muy frecuente.

NATALIA: creo que aciertas cuando dices que la reacción sólo podrá venir de la "cultura no subvencionada". Pero, claro, el problema es que en España la universidad privada tiene una presencia muy limitada. Y la universidad pública es pura subvención.

YOLANDA, preguntas: "¿Cuándo formar es formar y cuándo adoctrinar?". Estamos hablando de la formación de profesores e intelectuales católicos, dispuestos a dar la cara por el cristianismo, a implicarse en la batalla cultural. Es indudable que necesitamos para ello una formación, y está claro cuáles deben ser nuestras fuentes: las Escrituras, la tradición, el magisterio de la Iglesia, el pensamiento católico ... ¿Te parece "adoctrinamiento" todo eso? Un intelectual católico debe dar testimonio público del gran patrimonio de la fe y la doctrina, no de ocurrencias y teorías privadas. (Otra cosa es que se puedan encontrar acentos personales en la forma de exponer y defender la verdad católica).

Respecto a "si no se conoce mucho a ese señor del opus que menciona, no es por persecución alguna": mira, en la enseñanza española hay un sesgo ideológico brutal (hacia la izquierda en política y ciencias sociales, y hacia el materialismo ateo en filosofía y visión general del mundo). Por supuesto que un autor del Opus lo tiene complicadísimo para hacerse conocer y citar, por genial que sea. No conozco al Langlois en cuestión. Sí recuerdo que, cuando estudié literatura en bachillerato (hace casi 30 años), el profesor se negó a explicar a Borges porque "simpatizaba con la dictadura argentina" [los de la Academia Sueca tenían criterios similares a mi profe: le privaron del Nobel por ser de derechas, mientras se lo han concedido a una pléyade de emborronahojas progres como WOle Soyinka, Nadine Gordimer, Harold Pinter, Dario Fò y la austríaca anarquista esa que no recuerdo cómo se llama]. Ah, y Le Clezio, que es un tostón insoportable, pero es progre.

Ahora que lo pienso, mi profesor de bachillerato tampoco explicó Ramiro de Maeztu, ni Ridruejo, ni Dámaso Alonso (era de los malos: se quedó en España tras la Guerra Civil), ni Azorín, ni Pemán, ni Agustín de Foxá ... Eso sí, mucho Lorca, mucho Alberti, mucho Miguel Hernández, mucho Celaya, mucho Buero Vallejo, mucho Alfonso Sastre (que expresó públicamente su apoyo a ETA).

Cuando dimos el siglo XVI, el profesor no tuvo más remedio que decir algo sobre los místicos españoles (claro, en el Siglo de Oro era complicado encontrar socialistas). Eso sí, sin olvidar informarnos de que los éxtasis de Santa Teresa se debían a sus inhalaciones de hachís para combatir el asma, y que los transportes místicos de San Juan de la Cruz eran producto de una homosexualidad reprimida-sublimada.


13/02/09 1:03 AM
  
Francisco José Soler Gil
Y ya puestos con Langlois, copio un poema cualquiera del "Libro de la Pasión", por ejemplo éste, que no es muy largo:


Mateo evangelista toma nota
debe ser consignado para siempre que la fragancia del perfume de
nardo tiene en común con la joven que lo vierte sobre la cabeza del Maestro amado
seis cosas por lo menos tal vez siete
la profunda inutilidad de todo lo bello
la perfecta equidistancia entre sueño y realidad
la exhalación del alma por causa del amor
la inhalación del alma por causa del dolor
el poder de triunfar sobre la muerte eterna
el origen natural de la mujer y el nardo
y la propiedad de ser dos metáforas de la misma Iglesia Católica
sin que la muerte los separe nunca jamás por ello se consigna esta
acción hasta que llegue la hora de la resurrección de los perfumes.

Ibáñez Langlois (del “Libro de la Pasión”)

La causa por la que autores así no se conocen ni lo más mínimo en nuestro país es, a mi modo de ver, la que expone perfectamente CCCP. Al que tampoco le falta razón en lo demás.


13/02/09 1:20 AM
  
Francisco José Soler Gil
Y para terminar esta jornada de trabajo, me doy el gustazo de copiar otro poema, esta vez de Miguel d’Ors, profesor titular de literatura de la Universidad de Granada. No catedrático. [Debido, por lo que conozco del caso, a lo apuntado antes por CCCP]:

«La segunda mitad del siglo XX
dio pasos de gigante.

Hubo no obstante algunos reaccionarios,
gentes que se negaron a avanzar con su tiempo
--una monja ruinosa de Calcuta, unos papas,
Escrivá, Solzhenitsyn, Lech Walesa,
Jérôme Lejeune y otros,
sin olvidar los pérez con sus codos gastados
en el amargo roce de los lunes y martes
y unos pocos millares de silencios postrados
bajo la lucecita latiente del Sagrario--,
gentes insolidarias, no cabe duda,
gentes
reacias a vivir a cuatro patas
y a dar aquellos pasos de gigante
camino de la nada.

Nadie lo supo, y ellos sostenían
la máquina del mundo.
Luminosos rebeldes, ellos fueron
el rumbo de la Historia
durante la segunda mitad del siglo XX.»


Y ahora, buenas noches a todos.
13/02/09 1:59 AM
  
Bruno
Me han gustado los versos de Langlois, aunque confieso que nunca había oído hablar de él y, en general, prefiero la rima y la métrica al verso libre.

Las poesías me resultan muy sugerentes, en el sentido de que están cuajadas de ideas y de imágenes que me llaman la atención y que podrían dar mucho juego, así que supongo que dedicaré algún post a comentar alguna.

Muchas gracias, siempre se agradece conocer a un nuevo autor.
13/02/09 11:46 AM
  
Bruno
Natalia y Francisco José:

Lo de los profesores es absolutamente esencial. Su influencia, consciente o inconscientemente, es enorme. No sólo en lo que enseñan explícitamente, sino en lo que dan a entender, en la forma de ver las cosas, en lo que se da por supuesto... Actualmente, los niños y los chicos pasan mucho más tiempo con los profesores que con su familia y eso implica que el colegio y luego la universidad tienen mucha influencia, para bien o para mal (aunque, por supuesto, haya muchos otros ámbitos que también influyan en los chicos).

No sé si hay o no buenos profesores católicos disponibles para los colegios y universidades católicos, porque, de hecho, no se buscan esos profesores. En la inmensa mayoría de los procesos de selección de profesores para instituciones católicas no se tiene en cuenta si los profesores piensan o no como católicos, más allá, en el mejor de los casos, de un vago catolicismo cultural (o de no hablar en la entrevista de la antipatía por el cristianismo del candidato).

Se habla muchas veces del escándalo que suponen los curas pederastas, los cristianos con vidas poco edificantes, el catolicismo de cumplimiento... y todo ello es cierto, pero creo que, en nuestra época, uno de los mayores obstáculos prácticos para la fe son los colegios "católicos", a los que han acudido cientos de miles de chicos que han salido ateos de sus aulas. Quizá deberíamos tratar este tema en algunos posts.
13/02/09 12:10 PM
  
Bruno
Natalia:

Me ha gustado mucho lo que decías: "Me explico: todos los que estamos en este diálogo del blog de Bruno hoy, pero también la mayoría de los que participan y escriben en los blogs de Religión en Libertad, traslucimos en los comentarios esa sensación de estar experimentando un deshielo, de un "hasta aquí hemos llegado", de un despertar, de una reacción. Algo así como lo que se siente al abrir una ventana al final del invierno y respirar hondo aire fresco".

Los cristianos somos hombres de esperanza y podemos esperar en Dios suceda lo que suceda, pero es agradable empezar a percibir signos de que las cosas están cambiando. Quizá la "primavera de la Iglesia" de la que tanto se ha hablado, sólo se haya retrasado un poco y esté acercándose.
13/02/09 12:14 PM
  
Natalia
Bruno, creo que un post sobre los colegios católicos que fabrican ateos o, al menos, que alejan de la fe, sería interesantísimo. Anímate. Yo, al menos, lo leeré con mucho interés. Creo, como tú, que es un problema urgente y crucial.
13/02/09 8:57 PM

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