Para no levantarnos como paganos
Me gustaron tanto las preces de las laudes de ayer que las traigo hoy al blog, para que puedan leerlas y usarlas los que no acostumbren a rezar la liturgia de las horas. Y también por si a alguien le pasaron desapercibidas al rezar laudes ayer, que a todos nos pasa alguna vez.
Me parecieron algo estupendo para rezar al comienzo de la jornada. De hecho, se podrían tomar como oración breve de la mañana para todos los días. Y así no nos levantaríamos como los paganos, sino como auténticos cristianos. En lugar de levantarnos renegando, desanimados, quejándonos del trabajo que tenemos que hacer, o de no tener trabajo, o de mil otras cosas, nos levantaríamos con fe.

Conozco a un sacerdote que, siempre que escribe una carta o un simple correo electrónico, termina enviándote su bendición. Me parece una costumbre estupenda. Las bendiciones son algo precioso y, además, gratis, así que creo que sería bueno que los sacerdotes las dieran más a menudo. Lo que recibisteis gratis, dadlo gratis. La última vez que hice el Camino de Santiago, con un par de primos míos, cada vez que veíamos a un sacerdote, nos poníamos de rodillas y le pedíamos su bendición. Ponían cara de sorpresa, pero nos bendecían.
El interesantísimo blog
Todos sabemos que las palabras no son lo más importante. Desde pequeños nos enseñan que obras son amores y no buenas razones. No es esa, sin embargo, toda la historia. El Génesis relata que la creación comenzó con unas palabras: “Y Dijo Dios, que sea la luz. Y la luz fue.” Las palabras tienen una fuerza creadora que resulta temerario olvidar. Las cosas que decimos modifican nuestro ser. Más aún, la forma en que decimos las cosas va cambiando nuestra forma de ser y de pensar. A fin de cuentas, pensamos con palabras, así que es muy probable que, si cambiamos esas palabras, cambiemos también, en mayor o menor medida, lo que pensamos.
Por una gripe inoportuna y especialmente virulenta, me ha resultado difícil escribir en los últimos días. Sin embargo, no quiero dejar pasar la ocasión de comentar una noticia de esta semana pasada: Roma ha aprobado la apertura del proceso de beatificación de Don Francisco Pérez y Fernández-Golfín, primer obispo de Getafe. Es decir, el primer paso oficial para una futura canonización, si Dios quiere.









