InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: Moral

26.06.09

La apertura a la vida: la cuestión de fondo

Hemos hablado ya varias veces del adulterio, como un tema tabú que no se suele tratar en catequesis ni homilías. Hoy vamos a comenzar con otro tema de moral que aún se suele tratar menos: la apertura a la vida y la anticoncepción.

Luis me propuso hablar de este tema, consciente de que puede suscitar reacciones airadas. Le respondí que no sólo me parecía apropiado, sino que lo consideraba como un deber para cristianos que escriben en Internet. Se trata de un aspecto muy importante de la moral matrimonial cristiana, pero el desconocimiento del mismo es casi universal. En parte, este desconocimiento se debe a la influencia de la cultura imperante en nuestra época, que tiende a concebir la sexualidad de forma superficial e inhumana. Sin embargo, estoy convencido de que una gran parte de la responsabilidad corresponde también a sacerdotes y catequistas que, durante cincuenta años, no han hablado de este tema o han traicionado su misión, ofreciendo su propia opinión en lugar de la enseñanza de la Iglesia.

Aquí tienen un primer texto, enviado por Luis. Publicaremos otros, pero creo que Luis hace algo esencial en estas líneas: centrar la cuestión de la apertura a la vida y la anticoncepción en la idea cristiana del matrimonio. La moral católica no se puede separar en normas independientes tomadas en solitario. Igual que el ser humano es uno, también la moral católica es una y, para entenderla bien, hay que ir a sus raíces profundas, a la comprensión cristiana de lo que es el ser humano y su relación con Dios y con los demás hombres.

Leer más... »

17.06.09

Si no existen, tienen que inventarlas

He leído, en varios blogs norteamericanos, una noticia que me ha resultado curiosa. Electronic Arts, una marca de juegos de ordenador va a sacar al mercado un videojuego basado en la Divina Comedia. En el juego, Dante, un mercenario italiano, tiene que atravesar los nueve círculos del infierno para salvar a Beatriz. Como se trata de un juego de lucha y destrucción, se entiende que el infierno dantesco constituya un escenario perfecto para el mismo: monstruos, diablos, horrores, pecados personalizados y Lucifer en persona se enfrentan a Dante para evitar que salve a su amada.

Por lo visto, sin embargo, el aprovechar un escenario inédito para el juego no era la principal motivación de sus creadores. Parece ser que lo que estaban buscando era crear escándalo entre los cristianos, y, sobre todo, reacciones airadas de obispos, sacerdotes, entidades religiosas o predicadores condenando el juego. Una forma desgraciadamente bastante común de conseguir publicidad gratis, a costa de la Iglesia.

Leer más... »

16.06.09

¡Arriba los corazones!

El sábado estuve en el funeral y entierro del padre de un amigo mío, en el cementerio de Pozuelo. Es un cementerio municipal, como casi todos. En España, desde finales del s. XVIII, con Carlos III, José Bonaparte y la revolución “Gloriosa” de 1868, los cementerios se fueron separando de las iglesias y quedando, poco a poco, bajo control municipal.

Para ello se alegaban razones higiénicas, muy justificadas. Sin embargo, como efecto colateral de este alejamiento de las iglesias, los cementerios se fueron secularizando en muchas cosas. Generalmente la secularización fue gradual, pero algunas veces dio grandes saltos, como cuando la Segunda República prohibió los cementerios católicos y obligó por ley de 1932 a derribar las tapias entre los cementerios católicos y los civiles. Curiosamente, una de las grandes obsesiones de los que se llamaban a sí mismos “librepensadores” era acabar con cualquier libertad en este ámbito, prohibiendo que los católicos pudieran tener sus propios cementerios.

En este cementerio municipal de Pozuelo del que les hablaba vi una muestra de esa secularización ya más que centenaria. El cementerio, construido por el Ayuntamiento en 1881, tiene, sobre la puerta de la capilla, una terrible frase, que dice:

Leer más... »

13.06.09

Sobre el adulterio (II)

Publico hoy la segunda parte del texto que me ha enviado Cristhian sobre el adulterio. Para evitar malentendidos, recordaré que no es un texto sobre el amor cristiano en general, sino específicamente sobre una deformación de ese amor, sobre la traición a ese amor que es el adulterio. Tiene palabras duras, pero necesarias para llamar a las cosas por su nombre.

Recordarán que les dije que, a mi juicio, no se habla nunca en las parroquias sobre el adulterio y que esa carencia es desastrosa para la vida de muchos cristianos. Pues bien, la primera parte de este texto es quizá el artículo que más visitas ha recibido a través de Google, de gente que busca ayuda en su situación de adulterio o de tentación para cometer ese pecado. Es triste que esas personas no reciban ayuda en sus parroquias, pero me alegro mucho de que estos escritos puedan ayudarles.

……………………………………………………………………….

El ESPOSO CRISTIANO que ha caído en el Adulterio y quiere salir (Parte 2 de 3)

Hermano (o hermana, el pecado es democrático no distingue de sexos, estado civil o edad) has caído en un pecado que es, como todo lo malo, fácil de entrar y súper difícil de salir. Si quieres aumentar tus posibilidades de salir de él, tienes que acordarte de estas cinco cosas.

Leer más... »

8.06.09

30 segundos para salvar una vida

Para los lectores que sepan inglés, voy a recomendarles uno de mis blogs favoritos en ese idioma. Se llama The White Lily Blog. Su autora no escribe muy a menudo, pero sus artículos son estupendos. Tiene un estilo propio, lleno de frescura incluso hablando de las cosas más profundas. Espero que algún editor se dé cuenta y la ofrezca escribir un libro.

En este artículo, cuenta su propia experiencia un día gélido de este mismo invierno en Chicago, temblando con un sacerdote y una mujer hispana ante la puerta de una clínica abortista, rezando e intentando disuadir a las mujeres que iban allí para deshacerse de sus hijos.

Treinta segundos. Es el tiempo que calculan que tienen hasta que las mujeres entran en la clínica y dejan de escucharles. Treinta segundos en los que no da tiempo a decir todo lo que querrían sobre la santidad de la vida, los hijos, Dios o las secuelas del aborto. Treinta segundos para entregar un folleto que hable de lo que no tienen tiempo de decir. Treinta segundos para pronunciar un par de frases ofreciéndoles una salida, para sonreírles, para que vean que hay alguien a quien le importan ellas y sus hijos. Treinta segundos de los que depende la vida de ese niño por nacer.

Si pueden, lean el original. Sin embargo, he traducido a vuelapluma parte del relato, para que también puedan disfrutarlo los lectores que no sepan inglés. En el momento en que tomo el hilo, un coche llega a la puerta de la clínica y la autora se acerca para hablar con la conductora…

Leer más... »