¿En qué sentido nuestra Señora es Corredentora?

Un lector, con el caballeresco nombre de Feri del Carpio, pregunta cuál es exactamente el contenido del título de Corredentora que se aplica a la Virgen y si tendría sentido proclamarlo como dogma. Como me ha parecido un tema interesante, que además es “de actualidad” por las confusas y, me atrevo a decir, desafortunadas declaraciones del Papa Francisco sobre el tema, he pensado que sería bueno dedicarle un breve artículo, para que los demás lectores puedan discutir sobre la cuestión.
Conviene decir, como señalaba el propio Feri, que todos cooperamos con la redención. Así lo dice San Pablo en la carta a los Colosenses: completo en mi carne lo que le falta a la Pasión de Cristo. Esta misión de completar la Pasión de Cristo tiene dos sentidos. Primariamente la completamos en el sentido de que aceptamos libremente y por la gracia la salvación de Cristo a través de la fe, para que los méritos de esa pasión se nos apliquen a nosotros. Es decir, no porque a la salvación que Cristo nos regala le falte nada, sino porque nosotros nos unimos a ella, la recibimos y así nos beneficiamos de ella. Como decía San Agustín, Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti. Por designio divino, nuestra salvación particular no es automática, sino que depende de nuestra libertad, sanada por la gracia.

Quaestio Quodlibetalis XXXIII
En el último post, un lector hizo una interesante consulta:
Hoy traemos al blog el comentario que hizo hace tiempo uno de los lectores ateos, Ramontxu, sobre los fundamentos de la moral, en respuesta a algo que había dicho yo. Por su longitud y su interés, me pareció apropiado convertirlo en un artículo completo, junto con mis comentarios. Como ya sabrán los lectores más antiguos, una de las riquezas de este blog es la presencia de una serie de ateos y agnósticos residentes que aportan muchas veces cuestiones nuevas o enfocan las mismas cuestiones de maneras diferentes. A mí, al menos, siempre me hacen pensar.









