Morir en lunes de pascua
El lunes de Pascua es un día bonito para morir. Sin hacerle sombra al Maestro, pero con la esperanza de resucitar corporalmente como Él para la vida eterna. Toda la octava de Pascua, además, es como un solo gran día de celebración, porque la Iglesia sabiamente reconoce que algunas celebraciones son tan importantes que se necesitan más de veinticuatro horas para ellas.
Grande es la alegría de esta fiesta porque sabemos que, aunque seguimos muriendo, la muerte ya no tiene el poder de matar para siempre. La última palabra la tiene la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Desde aquella primera Pascua de Resurrección, los cristianos, como Santa Maravillas, sabemos que “morir ya no es morir, morir se acaba”. Por eso el Apocalipsis puede proclamar: dichosos los que mueren en el Señor.
No obstante, la mayoría de nosotros, incluidos los papas, moriremos con bastantes cosas que purificar en nuestras almas. Eso es lo que significa la palabra purgatorio: purificatorio o limpieza. Lo indicado, pues, es rezar por los que mueren, para que Dios vaya quemando en ellos, con el fuego de su misericordia, todo lo que les impide entrar en el cielo. Recuerdo a un simpático norteamericano que decía: “si a alguien, en mi funeral, se le ocurre decir que ya estoy en el cielo o algo similar, os ruego que le agarréis firmemente de los brazos y le echéis sin contemplaciones a la calle; voy a necesitar muchas oraciones cuando muera”.
Recemos, pues, por el Papa Francisco, que ha muerto esta mañana. Con el tiempo se harán, como siempre sucede, muchas valoraciones sobre su pontificado, pero el juicio último sobre él mismo, sobre su persona, le corresponde únicamente a Dios. El Papa Francisco ya se habrá presentado desnudo y tembloroso a ese juicio, igual que tendremos que hacerlo todos antes o después. Dios tenga misericordia de nosotros ese día. Como dice la carta de Santiago, el juicio será sin misericordia para quien no practicó la misericordia; la misericordia se ríe del juicio.
No importa que nos haya gustado personalmente más o menos este Papa, ni tampoco importa lo que objetivamente haya hecho mal o bien, porque es nuestro deber rezar por él. Es el Papa, el padre, que la divina providencia quiso que tuviéramos y el cuarto mandamiento nos apremia a hacerle ese último ¡y cariñoso! servicio de la piedad cristiana que es rezar por él. Me atrevo a decir que cuanto menos a uno le gustara este Papa, más debería rezar por él, como alguien más necesitado de la misericordia de Dios.
Hoy, en el oficio de lecturas, se empieza a leer la Primera Carta de San Pedro. Al comienzo de ella, el primer Papa decía: Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo.
Dios conceda al papa Francisco el perdón de sus pecados, la purificación de sus faltas y gozar un día de esa herencia incorruptible, pura e imperecedera en el cielo.
Dale, Señor, el descanso eterno. Y brille para él la luz perpetua.
91 comentarios
El juicio terrible de Dios se mitigue con nuestras súplicas por su alma.
La noticia del fallecimiento del Papa es un poco sorprendente, cuando decían que iba mejorando. Q E.P.D.
et lux perpertua luceat ei".
Requiescat in pace. Amen
Por mi parte, pido que Dios tenga misericordia de nosotros y, si lo necesita, del alma de Francisco, y que conceda a la Iglesia peregrina un pastor santo, en caso de que su voluntad no sea castigarla con malos pastores por sus infidelidades.
Bruno, ya hay gente que lo canoniza "Ya está en la casa del Padre". En serio, ¿Saben el juicio de Francisco o algo así?
Mi impresión es que ese tipo de lenguaje no indica que quieran canonizar al Papa, sino la falta de fe generalizada que hay en la existencia del purgatorio y mucho más aún en la del infierno. Son verdades incómodas y, por eso, se opta por prescindir de ellas, sin llegar a negarlas directamente. Durante décadas, muchos clérigos y laicos se han acostumbrado a ese lenguaje intencionadamente confuso y buenista para intentar contentar a la ideología mundana sin rechazar expresamente la fe católica, a pesar de que eso es tan imposible como servir a Dios y al dinero.
La demostración es que ese mismo lenguaje se puede escuchar en innumerables funerales y no precisamente de gente con fama de santidad.
¡Será un día de ira, aquel día
en que el mundo se reduzca a cenizas,
como predijeron David y la Sibila!
¡Cuánto terror habrá en el futuro
cuando el juez haya de venir
para hacer estrictas cuentas!
La trompeta resonará terrible
por todo el reino de los muertos,
para reunir a todos ante el trono.
La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
cuando todo lo creado resucite
para responder ante su juez.
Se abrirá el libro escrito
que todo lo contiene
y por el que el mundo será juzgado.
Entonces, el juez tomará asiento,
todo lo oculto se mostrará
y nada quedará impune.
¿Qué alegaré entonces, pobre de mí?
¿De qué protector invocaré ayuda,
si ni siquiera el justo se sentirá seguro?
Rey de tremenda majestad
tú que salvas solo por tu gracia,
sálvame, fuente de piedad.
Acuérdate, piadoso Jesús
de que soy la causa de tu calvario;
no me pierdas ese día.
Por buscarme, te sentaste agotado;
por redimirme, sufriste en la cruz,
¡que tanto esfuerzo no sea en vano!
Justo juez de los castigos,
concédeme el regalo del perdón
antes del día del juicio.
Sollozo, porque soy culpable;
la culpa sonroja mi rostro;
perdona, oh Dios, a este suplicante.
Tú, que absolviste a Magdalena
y escuchaste la súplica del ladrón,
dame a mí también esperanza.
Mis plegarias no son dignas,
pero tú, que actúas con bondad,
no permitas que arda en el fuego eterno.
Colócame entre tu rebaño
y sepárame de los impíos
situándome a tu derecha.
Condenados los malditos,
arrojados a las llamas acerbas,
llámame entre los benditos.
Te ruego compungido y de rodillas,
con el corazón contrito, casi en cenizas,
que cuides de mí en el final.
Será de lágrimas aquel día,
en que del polvo resurja
el hombre culpable, para ser juzgado.
Perdónalo, entonces, oh Dios,
Señor de piedad, Jesús,
y concédele el descanso.
Amén
Es curioso que en estos cambios, siempre se equivoquen hacia el mismo sitio. No creo que sea casualidad
Saludos.
Y con esta explicación:
"Mi impresión es que ese tipo de lenguaje no indica que quieran canonizar al Papa, sino la falta de fe generalizada que hay en la existencia del purgatorio y mucho más aún en la del infierno.":
Exacto, y se ha extendido en casi todos los funerales, junto con suelta de globos, "besos al cielo" , "Recemos A Fulanito" Y demás ridiculeces, (con perdón si ofendo a alguien).
Sinceramente espero haya muerto rezando y con la Extremaunción.
Pero si tengo que apostar, me apuesto todo a que el trono de Cristo, que es a quien Dios ha instituido como "Juez de vivos y muertos" (Hch. 10. 42), y ante el que tenemos que comparecer ("porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo", IICor. 5, 10), "está" donde esté la Santísima Trinidad: es decir, en el Cielo.
Lo que también pido a la Providencia es que no le sustituya el Cardenal Lobo, digo Cobo.
D.E.P. el Papa Francisco.
"Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios Padre, Pastor bueno y fiel, Vos que dísteis vuestra vida por Vuestras ovejas, recibid en vuestro reino al Papa Francisco a quien encomendásteis el cuidado de vuestra Iglesia. Que, libre de las ataduras de la mortalidad, y junto con los Papas que os sirvieron con amor y fidelidad, particularmente Benedicto XVI, San Juan Pablo II, Pío XII y San Pío X, y con vuestros ángeles y santos, exalte Vuestra Divina Misericordia y contemple y ame a la Santísima Virgen María por toda la eternidad.
Concedédle, Señor, el descanso eterno, y que la luz perpetua lo ilumine. Amén."
(Adaptación personal)
Cualquier día es malo para morir, si has hecho la guerra contra Dios.
Si conociéramos el rigor de Dios, nadie querría dejar de este mundo. Acordémonos de nuestros padres Adán y Eva, leíamos en la segunda lectura del Oficio de lectura del Sábado Santo que, estuvieron en el Purgatorio desde los primeros capítulos del Génesis hasta la gloriosa Resurrección de NS Jesucristo. Deberíamos pensar más en la muerte, y en el momento de presentarnos ante el juicio de Dios, y pensamos en todo menos en la muerte.
Una pregunta:
Mientras haya sede vacante ¿qué va a pasar con las Indulgencias plenarias? Lo digo por lo de rezar por las intenciones del Papa... Yo estaba ofreciendo una indulgencia plenaria al día desde que comenzó el Jubileo 2025 en sufragio por las almas del Purgatorio. ¿Qué va a pasar ahora con las Indulgencias en sufragio por las almas del Purgatorio? El próximo domingo, 4 de mayo, es el Domingo de la Divina Misericordia, y se puede lucrar Indulgencia plenaria, pero ¿vamos a poder lucrarla? Están en juego las almas del Purgatorio.
Pues sí, ojalá este pobre hombre esté ya en el cielo ¿porqué no? Pero situarlo allá por anticipado, le podría privar de gran cantidad de oraciones por su alma, a fin de superar la oscuridad del purgatorio. Ello si no se ha condenado, que esperemos no sea el caso. La gloria sólo para Dios, no para los hombres.
Carlos B:
En el Purgatorio no se está junto al Padre. Sólo hay visión beatífica en el Cielo.
Fue un mal padre.
En vida recé todos los días por su conversión, como lo hubiera hecho por mi padre en el supuesto, por ejemplo, de que fuera un adúltero.
Ahora rezo por su salvación, como también lo haría por mi padre.
Es Dios el que le juzgará en la Eternidad.
En la tierra le juzgarán los hombres.
Qué Dios se apiade de él y no tenga en cuenta sus malas obras.
Me uno a la oración y a la tristeza por la muerte de nuestro querido Papa Francisco. Doy gracias a Dios por su vida, su ministerio, y su legado, y me uno a la oración de toda la Iglesia por su alma y por el feliz estado de la Santa Iglesia.
Y, como dice algún comentarista, " en el Vaticano deben andar todos como pollo sin cabeza"...
Durante días —e incluso años— tras la muerte de un Papa, se ofrecen innumerables misas, rosarios, sacrificios, adoraciones eucarísticas y oraciones privadas en favor de su alma. Monjas de clausura, sacerdotes, fieles de todo el mundo... elevan sus plegarias con intensidad. Pero lo más sublime es que se ofrece por él el Sacrificio eucarístico, que es la intercesión más poderosa del universo. En este sentido, morir siendo Papa es ser acompañado al umbral de la eternidad por un coro universal de intercesión.
Esta realidad se refleja también, en pequeña escala, en costumbres como las del Opus Dei, donde según la vocación del difunto (numerario, supernumerario, colaborador), se organizan sufragios concretos por su alma: misas, rosarios, ofrecimientos del trabajo diario. Todo esto nace del profundo sentido cristiano de la comunión de los santos: que la muerte no rompe los lazos espirituales, y que rezar por los difuntos es un acto de amor, justicia y misericordia.
Uno no puede sino pensar: ¡Qué maravilla sería que tras mi muerte, un ejército de monjas y sacerdotes ofrecieran por mí la Eucaristía durante días enteros! No por vanidad, sino por el deseo profundo de alcanzar la salvación con la ayuda de la Iglesia orante. En ese sentido, quizás muchos Papas se hayan salvado no tanto por sus méritos personales, sino por la misericordia de Dios canalizada a través de la oración del pueblo fiel. Y eso —más allá de toda dignidad terrenal— es, sin duda, el mayor favor que un alma puede recibir.
Que su alma encuentre el eterno descanso y sea acogido por el abrazo bondadoso del Padre.
Que alguien se pregunte por las indulgencias plenarias también es raro porque con ellas o sin ellas la oración tiene un valor por si misma.
No tengo nada que decír en este momento, así que no voy a comentar más, pero sigo pensando que en este tipo de noticias se corre el riesgo de meter la pata mucho más que en cualquier otra.
Por si acaso yo en mis últimas voluntades ya he dejado claro que a nadie se le ocurra hacer un panegírico de mi persona en el momento de mi muerte, antes jamás se hacía pero por influencia protestante se oyen verdaderos elogios de los fallecidos y los elogios son tan poco prudentes como los comentarios faltones. Solo Dios ve el corazón del hombre y solo a Él le pertenece el juicio de la persona difunta.
Los Mártires de Tazacorte están en el fondo del mar y murieron el 15 de julio, de manera que ni el lugar dónde están ni el día que murieron son premonitorios de nada.
"Mientras haya sede vacante ¿qué va a pasar con las Indulgencias plenarias? Lo digo por lo de rezar por las intenciones del Papa..."
No va a pasar nada con ellas, siguen en pleno vigor. Rece usted por las intenciones del Papa Francisco o por las del siguiente o por las de la Iglesia en general, que eso no importa. Dios no está atado por normas positivas. Ecclesia supplet.
Yo creo que te equivocas, porque la salvación no se alcanza con la ayuda de la Iglesia orante, sino con el juicio particular que tendrá lugar inmediatamente después de nuestra muerte. Jesús sale al encuentro de nuestra alma y a Él le rendiremos cuentas sobre nuestras obras y nuestra fe. San Pedro le abre la puerta del cielo al que está en gracia de Dios y plenamente purificado. Los que están en gracia de Dios pero necesitan una limpieza, van al purgatorio, y los que están en pecado mortal, al infierno.
A la "Casa del Padre" regresaremos todos, más tarde o más temprano, porque de ahí, de su designio divino... de Él mismo! es de donde hemos salido.
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Esta afirmación es un ejemplo palmario de la herejía de la apocatástasis. El destino eterno de las almas no es unidireccional. Existe un designio eterno, tras el Juicio particular: Bien para la salvación (Cielo o Purgatorio), bien para la condenación e infierno eterno.
Catecismo de la Iglesia Católica. 1022 Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Concilio de Lyon II: DS 856; Concilio de Florencia: DS 1304; Concilio de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Concilio de Lyon II: DS 857; Juan XXII: DS 991; Benedicto XII: DS 1000-1001; Concilio de Florencia: DS 1305), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Concilio de Lyon II: DS 858; Benedicto XII: DS 1002; Concilio de Florencia: DS 1306).
Es Doctrina de la Iglesia Católica, los protestantes como no creen en el Purgatorio tampoco sé cómo interpretarán la Comunión de los Santos, que es un artículo del Credo. La Caridad es la única Virtud Teologal a la que no le afecta el tránsito entre esta vida y la otra por eso San Pablo dijo que es la principal. La persona que no está en la Iglesia Caminante no necesita la Fe, ni la Esperanza, pero la Caridad es el lazo de unión entre las dos iglesias. Solo los condenados no tienen ya lazos de unión con nadie: saben que Dios existe, porque han sido juzgados, pero ya no tienen Esperanza ni les llega ningún tipo de Amor.
La herejía de la apocatástasis, cuyo padre parece ser que fue Orígenes, asegura que incluso los diablos al final serán salvos. Esta es una herejía peligrosísima. Por favor, no dejen que ciertos mensajes calen en su alma.
Conozco a personas muy heridas por otras que quisieran verlas en el Cielo, no es solo que les hayan perdonado, es que sería para ellos un dolor que se condenaran. Más amor no se puede tener.
Pero bueno que se explique él mejor lo que quiso decir, a lo que parece edad tiene, que lo diga él. Yo digo lo que interpreté.
Deo gratias:
Yo creo que te equivocas, porque la salvación no se alcanza con la ayuda de la Iglesia orante, sino con el juicio particular que tendrá lugar inmediatamente después de nuestra muerte. Jesús sale al encuentro de nuestra alma y a Él le rendiremos cuentas sobre nuestras obras y nuestra fe. San Pedro le abre la puerta del cielo al que está en gracia de Dios y plenamente purificado. Los que están en gracia de Dios pero necesitan una limpieza, van al purgatorio, y los que están en pecado mortal, al infierno.
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Caballero, es un comentario en el que presupongo de antemano que el fallecido ha muerto en Gracia.
Muy oportuno e interpelante:
El Padre Gabriel Calvo Zarraute reflexiona hoy Lunes de Pascua de Resurrección sobre los Novísimos:
«Muerte, juicio, infierno, y gloria ten, cristiano, presente en tu memoria» (0:35-1:27 de más de una hora).
De la Tradición Cristiana Medieval, me parece.
(cf. «El Papa Francisco ha muerto – Oracion por su alma – Catequesis»- P. Zarraute – P. Murr
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Tekton Centro Televisivo – Canal Youtube Católico.)
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“Es el Papa, el padre, que la divina providencia quiso que tuviéramos”
Podría ser que no lo fuera? Que la providencia hubiera querido uno pero los hombres eligieran otro?
Por cierto
Leo mucho lo de que “El Papa ha regresado a la casa del Padre” (y con muchos difuntos también). Es una expresión que sitúa directamente al difunto en el cielo? O es una expresión que puede incluir el tránsito por el Purgatorio? por aquello de que son las santas almas del purgatorio y de que de allí solo se sale para ir al cielo
Hacía tiempo que no veía un comentario con tantas falacias juntas en tan pocas palabras: bulverismo, chantaje emocional, completo desinterés por la verdad más evidente, profetismo impostado, fingida cardiognosis, ausencia completa de argumentos apenas encubierta con insinuaciones maliciosas... Toda una proeza del trollismo.
Como cualquiera puede ver con solo leer el artículo, no hay en él ni el más mínimo "enjuiciamiento" del Papa, sino solo el recordatorio de que toca rezar por él.
Dios le bendiga abundantemente.
"Podría ser que no lo fuera? Que la providencia hubiera querido uno pero los hombres eligieran otro?"
Eso ya lo discutimos en este artículo: Pero ¿al Papa lo elige el Espíritu Santo o no?
"énfasis puesto en la alegría, la misericordia y el abrazo, no siempre bien visto, a la oveja perdida, llámese Biden, el jesuita ese de los colorines y otros muy mal vistos"
Bueno, lo que hizo el Señor en la parábola con la oveja perdida fue traerla de vuelta al rebaño. En cambio, ni Biden, ni el P. James Martin ni esos otros, hasta donde puedo ver, han sido traídos de vuelta a la fe y a la moral de la Iglesia, así que quizá haya algo no del todo correcto en esa idea.
"no es de Santa Maravillas, sino del sacerdote escritos, periodista y poeta, José Luis Martín Descalzo"
Es muy posible, porque citaba de memoria, pero me parece recordar que la frase de Martín Descalzo era "morir solo es morir".
No sé, lo buscaré, gracias. En cualquier caso, lo que dice la frase es cierto, que es lo que importa.
Sí, bueno, María de África, es cierto lo que dices. No obstante, yo, personalmente, lo que percibí en el argumento de Pedro 1 fue precisamente eso, que la oración o sufragio no intervenía en el momento en que el alma se halla a solas con Dios, en su Juicio particular,
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Todas las oraciones que un Alma recibe, ya sean en vida o post mortem no están condicionadas por el tiempo en que se produzcan. Las oraciones post mortem han podido tener efectos de Gracias Actuales durante la vida de la persona que han podido --- con la concurrencia a la Gracia de ese Alma ---- obtener méritos que si sirvan de cara al juicio particular ante Dios.
Ya lo dice Sto Tomás, todas las oraciones ( en vida o post mortem) están integradas en la providencia de Dios sobre nosotros. Y por supuesto Dios puede permitir que se apliquen con efectos retroactivos.
Todas las oraciones que un Alma recibe, ya sean en vida o post mortem no están condicionadas por el tiempo en que se produzcan. Las oraciones post mortem han podido tener efectos de Gracias Actuales durante la vida de la persona que han podido --- con la concurrencia a la Gracia de ese Alma ---- obtener méritos que si sirvan de cara al juicio particular ante Dios
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Usted mismo está apoyando la hipótesis de que la gracia no actuaría en el momento mismo del juicio particular, cuando afirma, hablando de la finalidad e intemporalidad de las gracias actuales : "ayudar a obtener méritos que sirvan de cara al juicio particular ante Dios". Usted mismo está certificando dos momentos, el momento previo donde actúa la gracia (un profesor aconsejando al alumno de cara al examen) y el momento del juicio (el mismo profesor examinando).
Por cierto, la hipótesis no es mía, sino de otro comentarista. Yo únicamente expuse cómo la entendí. Usted no solamente no se entera de eso, sino que me atribuye a mí la hipótesis. Y de postre, refuerza la hipótesis que pretende combatir.
Mire, le voy a dar dos consejos. Revise lo que escribe antes de darle al botoncito de "Enviar comentario", porque cuando gobierna la inquina personal sobre el razonamiento lógico, se cometen esta clase de estupideces. Y el segundo, o cambia el nick, o deja de decir necedades, porque no queda bien encabezar con el Santo nombre de Dios semejante purrela. Así que sea humilde y siga mis consejos y tal vez algún día me lo agradecerá. Relájese.
No hay contradicción alguna. Que las oraciones post mortem contribuyan a la salvación ya sea porque Dios en su providencia las aplica en vida vía Gracias actuales o bien sólo apliquen en el periodo post mortem mientras en alma está en el purgatorio es una misma idea que no contradice nada que yo hubiera dicho antes.
Lo que si le admito es que este comentario y el anterior va dirigido a Pedro.
Bendiciones
En el misterio de la Providencia divina, Dios trasciende el tiempo y actúa desde la eternidad. Por eso, como enseña Santo Tomás de Aquino y muchos otros teólogos, todas las oraciones que una persona recibe —ya sean ofrecidas por ella en vida o por otros después de su muerte— están contempladas por Dios desde siempre. Nada escapa a su conocimiento ni a su sabiduría ordenadora. Las súplicas, misas, sacrificios o intercesiones futuras ya están integradas en su plan providente, y Dios puede —con plena libertad— aplicarlas en vida al alma que las recibirá en el futuro, si prevé su colaboración libre con la gracia.
Esto significa que las oraciones ofrecidas por el alma después de su muerte pueden haber sido causa de gracias concretas que Dios le dio durante su vida, por ejemplo: una conversión final, un acto de contrición profunda, una confesión inesperada, una disposición humilde a sufrir, o una obra de caridad redentora. Si esa persona cooperó libremente con tales gracias, entonces su mérito creció y será tenido en cuenta en su juicio particular, no solo en términos de salvación, sino también de gloria eterna.
Es importante recordar que Dios no está atado a nuestro tiempo lineal. Él no "espera" a que recemos para "ver qué hace", sino que dispone todas las cosas en su eterna Sabiduría, incluyendo las oraciones futuras y su efecto en el alma de quien las recibirá. Esto resalta aún más el valor de nuestras oraciones por los difuntos: no solo consuelan a quienes están en el purgatorio, sino que pueden haber sido un medio de gracia antes de que murieran, en el momento exacto en que más las necesitaban.
Este principio —que parece paradójico desde la lógica humana— no contradice la libertad, sino que la eleva y la envuelve en la infinita Misericordia de Dios, que actúa con perfecta justicia y amor.
Si miramos la festividad adjudicada al Beato Vilmos Apor de Altorja, veremos que es el 2 de abril y nada más. Sin embargo en aquel tumultuoso año del fin de la IIGM la Semana Santa cayó muy pronto-del 25 de Marzo, Domingo de Ramos al 1 de abril, Pascua de Resurrección. Por lo tanto el beato Vilmos Apor de Altorja, Obispo de Gÿor (Hungría), fue tiroteado por soldados soviéticos el Viernes Santo, 30 de Marzo y murió, como el Papa Francisco, el Lunes de Resurrección, 2 de abril, por resultado de sus heridas.
Naturalmente en Hungría conmovió que todo aquello ocurriera entre la Semana Santa y el Tiempo Pascual, pero ahora un calendario litúrgico solo dice: 2 de abril.
Aquel aciago año las muertes en Tiempo Pascual fueron muchísimas porque la guerra se fue haciendo más y más cruenta a medida que se acercaba su fin.
Hasta el Pastor Dietrich Bonhoeffer fue asesinado en la Octava Pascual porque lo colgaron el 9 de abril del mismo año. Así que la Pascua de 1945 se llevó muchas vidas.
No os sorprendáis, no soy ninguna enciclopedia, soy memoriosa porque la memoria es un don del Espíritu Santo y, sin ella, los que crecimos sin Internet estábamos perdidos en materia de estudios.
En el Abc de hoy, entre tantos elogios desmedidos, una columna discordante de Rosa Belmonte sobre el Papa del "extraño prestigio". Dicen que "irrepetible" y la columnista apostilla: "Me alegro".
Dios lo tenga en su gloria.
Y se digne reparar a su Iglesia.
He leído el post que me indicabas sobre si al Papa lo elige el Espíritu Santo o no? Y en una de las respuestas a los lectores comentas...
“...Es el demonio quien nos susurra al oído que Dios se ha equivocado con el obispo que nos ha dado, con la mujer que nos ha dado, con los hijos que nos ha dado y nos dice que, si no fuera por ese obispo, por esa mujer, por esos hijos, tú tendrías un matrimonio estupendo, una familia feliz, serías santo... No es verdad. Dios nos quiere y no se ha equivocado”
Entonces por ejemplo Dios permite que hayas tenido la mujer que tienes, Dios nunca se equivoca, lo que no significa que igual quería otra para ti, es así? Tal vez Dios tenía pensado para ti que tuvieras 5 hijos pero en tu libertad has tenido 2. Es correcto?
Gracias
Hoy, por cierto, vi en un medio de comunicación, cómo se le aplaudía a Francisco I, por la respuesta que le dio a un joven, cuando le preguntó por la posición de la Iglesia frente a los trans y a los no binarios. En esa ocasión dijo (palabras aproximadas) que la Iglesia no excluye a nadie y Dios ama a todos. Muy ciertas esas palabras, pero el mal estuvo en lo que no dijo: no catequizó, dejó al joven y a los espectadores en el error y, talvez, en el pecado.
En mi tierra se dice que "no hay muerto malo ni chiquito feo". Yo no caigo en eso: por el difunto rezo, pero sin dejar de ver sus errores.
En este momento rezo por Francisco I, para que Dios lo purifique y lo reciba en su gloria y, sobre todo, rezo para que el Espíritu Santo nos dé un Papa realmente comprometido con la Evangelización, al estilo de los Apóstoles.
"Esta afirmación se aparta, a mi juicio, de la tradición de la Iglesia Católica"
No ha entendido nada. Se trata de una cuestión de cortesía. Cuando alguien acaba de morir, no es el momento de ponerse a hablar de lo malo que era, sino de rezar por él. Resulta ofensivo para sus deudos y todos los que le querían. Igual que si alguien se pone a gritar en mitad de una boda los pecados de los novios, non decet.
Por supuesto que, si alguien tiene que hacerlo por razón de su cargo, como un párroco que deba decidir y explicar si celebra un funeral para alguien o no, pues tendrá que hacerlo. Pero no es su caso como comentarista ni el mío.
Sea un caballero y espere unos días por lo menos, aunque cueste. Aquí no lo permito. Borro su comentario por inadecuado.
Como ya le he dicho más de una vez, acusar a otros comentaristas de falta de caridad y otros pecados está fuera de lugar e imposibilita cualquier conversación. Borro los comentarios pertinentes.
"Pienso que el mal objetivo que haya podido hacer el Papa recién fallecido, sí importa"
Lo que dice el artículo no es que no importe en general. Claro que importan los pecados que cometemos. Por algo nos pasamos la vida intentando no cometerlos.
Lo que dice el artículo es que eso no importa para la cuestión de si rezar o no por él, que es lo que toca cuando acaba de fallecer. Igualmente tenemos que rezar.
"Entonces por ejemplo Dios permite que hayas tenido la mujer que tienes, Dios nunca se equivoca, lo que no significa que igual quería otra para ti, es así? Tal vez Dios tenía pensado para ti que tuvieras 5 hijos pero en tu libertad has tenido 2. Es correcto?"
Hay que distinguir dos cosas diferentes. Una es el momento de la elección y otra el tiempo posterior. En el momento de la elección, si Dios quiere que hagas A y haces B estás haciendo mal, obviamente, y tú y los que estén a tu alrededor sufriréis las cosecuencias de ese pecado.
En cambio, una vez que el pecado ha quedado en el pasado, ya no depende de ti y, por lo tanto, si te arrepientes de él, Dios puede convertir con su poder creador ese pecado, que es algo malo, en fuente de bendición para ti. Igual que, en el caso de los santos que fueron pecadores, Dios se sirvió después de esos pecados para que le amaran más. Todo lo que (ya) no depende de nosotros, Dios lo ha querido para nosotros, para nuestro bien.
En ese sentido, aunque los cardenales no hagan caso al Espíritu Santo al elegir a un cantidato, para nosotros ese candidato será el que Dios ha querido para nuestro bien.
En resumen, aunque los humanos seamos libres, el Señor de la historia es Jesucristo y nadie puede frustrar sus designios.
No. Primero, porque le acusas de un montón de cosas. Lo que he puesto solo era un resumen. Y segundo, porque un comentario no puede tener ni no tener caridad. Caridad solo tenemos los humanos. Cuando se dice que lo que ha dicho otro es falto de caridad se está diciendo que el otro no ha tenido caridad al decirlo. Y eso no es apropiado aquí. Porque, una vez más, se trata de hablar de los temas, no de los comentaristas. La bondad o maldad de los demás comentaristas es cosa de ellos y de su confesor. Si acaso, podemos rezar por ellos, pero no desviar la conversación hacia esas cuestiones. Centrémonos en los temas.
Yo, por ser moderador, me veo en la obligación de estar más cerca del límite, corrigiendo a los comentaristas que sobrepasan ese límite. Pero los comentaristas que aprovechen que no tienen esa obligación para discutir sobre los interesantes temas que tratamos, sin juzgar a los demás.
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