Jean-Nicolas Stofflet, el forastero vendeano
A pedido de algunos amigos y lectores continuaremos con las “Crónicas Vendeanas” que nos quedaron en el tintero. Por ahora, con los tres generales que faltaban: Nicolas Stofflet, Maurice D’Elbée y Louis Lescure. Creíamos que eran figuras menores pero nos equivocábamos… A decir verdad, uno no sabe cuál elegir pues cada uno tiene una faceta admirable y heroica que lo convierte en un “gigante” de la Patria y de la Iglesia.
Hnas. Marie de la Sagesse y Mater Afflicta, S.J.M.
Un fiel servidor
En el centro de la Vendée militar, entre Cholet y Châtillon, se encuentra el castillo de Maulévrier con un importante obelisco en su patio interior, en el cual se leer: “A la memoria de Stofflet, nacido el 3 de febrero de 1753, en Barthélémont, General en jefe del ejército real del Bajo-Anjou, muerto en Angers, el 23 de febrero de 1796. Siempre fiel a Dios y al rey, murió obedeciendo”. En la cara opuesta está escrito: “Este monumento fue erigido por Édouard Colbert, conde de Maulévrier, 1820”. El hombre a la gloria del cual se elevó el monolito no era simplemente el antiguo guarda bosque del castillo, sino algo más…

A pedido de algunos amigos y lectores continuaremos con las “Crónicas Vendeanas” que nos quedaron en el tintero. Por ahora, con los tres generales que faltaban: Nicolas Stofflet, Maurice D’Elbée y Louis Lescure. Creíamos que eran figuras menores pero nos equivocábamos… A decir verdad, uno no sabe cuál elegir pues cada uno tiene una faceta admirable y heroica que lo convierte en un “gigante” de la Patria y de la Iglesia.
Cuando en el mundo moderno se escucha hablar de “filosofía”, “lógica”, “ética”, etc., lo primero que se viene a la cabeza es la sensación de aburrimiento, de pesadez, de pérdida de tiempo. Cuando la mayor parte de la gente escucha hablar de la “lógica” como ciencia o disciplina académica, posiblemente se imagine el cuadro de un viejo y calvo profesor, que se halla enseñando distintos signos en el pizarrón mientras que sus alumnos bostezan sin más remedio. ¿Es esto verdad? ¿acaso no estamos perdiendo el tiempo? ¿para qué estudiar Lógica?
Los últimos meses, para quienes aún vivimos en sociedad, han sido del todo particulares. Como en un cuento de Orwell, hemos debido aprender una nueva lengua y una nueva rutina: desde “distanciamiento social” a “cuarentena”, desde “pico de la curva” a “PCR negativo”…
