Las monaguillas nunca son obligatorias

En el artículo anterior, el comentarista con el noble seudónimo de Diácono planteó una cuestión interesante sobre la conveniencia o incluso necesidad de que haya monaguillas (y no solo monaguillos) en las parroquias.

Como es sabido, las monaguillas, que siempre habían estado prohibidas, se permiten desde tiempos de Juan Pablo II. En 1992, se presentó un dubium al Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos, en el que se preguntaba si el Canon 230 § 2, que regula los ministerios litúrgicos no estables y permite que los realicen mujeres, podía aplicarse a los monaguillos. El Consejo respondió, con la aprobación de Juan Pablo II, que, en efecto, el nuevo Código de Derecho Canónico de 1983 hacía posible que las niñas también fueran monaguillas.

Teniendo esto en cuenta, el comentarista argumentaba que, para obedecer la norma de la Iglesia, había que tener necesariamente monaguillos y monaguillas en las parroquias. En ese sentido, consideraba que tener únicamente monaguillos después de esa decisión era “desdeñar” las normas, “eliminar” un ministerio al que pueden acceder las mujeres y dejarse llevar por los “gustos personales”, algo que no cabe en la liturgia. A la vez, explicaba que a él lo que le gustaba era que fueran varones, pero se consideraba obligado por la normativa de la Iglesia a abrir esa posibilidad a las niñas y así lo hacía su parroquia.

Una cuestión fascinante, sin duda, y un deseo admirable de ser fiel a la Iglesia, especialmente en nuestros tiempos, pero ¿es cierto que ahora es moralmente obligatorio permitir que las niñas sean monaguillas en las parroquias? ¿Un párroco que quiera ser fiel a lo que manda la Iglesia debe tener monaguillas? Como ya discutimos el asunto en el artículo anterior desde el punto de vista racional, veamos lo que dice la propia Iglesia sobre ello.

Al presentar la interpretación jurídica mencionada a las Conferencias Episcopales, la Congregación para el Culto Divino, hizo una clarificación fundamental: “El Canon 230 § 2 es de carácter permisivo y no preceptivo” (Carta a los Presidentes de las Conferencias de Obispos sobre el servicio litúrgico de los laicos, día 15 de marzo de 1994). Esto significa que el canon permite que haya monaguillas, pero no manda que las haya.

De hecho, esa permisión es restrictiva, porque aplicarla en una diócesis depende de cada obispo. No es un permiso universal, sino que corresponde a cada obispo decidir si permite en su propia diócesis que haya monaguillas. Es más, aunque algunos obispos o incluso Conferencias Episcopales decidan permitir las monaguillas, esto “en ningún caso puede considerarse vinculante para otros obispos”, sino que corresponde al “juicio prudencial” de cada obispo (Ibid.).

Aún nos queda por dilucidar una cuestión, sin embargo. Si el obispo decide que pueda haber monaguillas en su diócesis, ¿está obligado cada párroco a permitirlo en su parroquia? La respuesta, según lo establecido por la Iglesia es muy clara.

En 2001, la Congregación para el Culto Divino publicó una carta “normativa” dedicada precisamente a esa pregunta. En ella, además de recordar lo indicado anteriormente en la respuesta mencionada más arriba del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Jurídicos, especificó que “de ningún modo se puede excluir a los hombres o, en particular, a los niños varones, del servicio del altar”. También indicó que de ningún modo se puede “exigir que los sacerdotes de la diócesis hagan uso de monaguillas”, ya que “siempre será muy apropiado seguir la noble tradición de que los niños sean monaguillos” (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, carta de 27 de julio de 2001). Es decir, incluso en caso de que el obispo prefiera que haya monaguillas, no tiene derecho a imponerlo a sus sacerdotes, ya que la práctica de tener solo monaguillos varones es la tradicional en la Iglesia. Así pues, la bienintencionada idea del comentarista de que tener monaguillas era obligatorio como acto de obediencia es completamente errónea según lo dispuesto por la propia Iglesia.

De hecho, lo obligatorio es, en sentido contrario, fomentar los grupos de monaguillos varones: “siempre permanecerá la obligación de apoyar los grupos de monaguillos” (varones), entre otras cosas por la “conocida ayuda que esos programas han proporcionado desde tiempo inmemorial a la hora de alentar las futuras vocaciones sacerdotales” (Ibid).

Finalmente, ¿no será injusto negar a las niñas la posibilidad de ser monaguillos, como sostenía el comentarista Diácono? Según la Iglesia y tal como se indica en la última carta mencionada, no, porque “los fieles no ordenados no tienen derecho a prestar servicio en el altar, sino que son capaces de ser admitidos a ese servicio por los pastores sagrados” (Ibid.).

Resumiendo, podemos decir que, según lo establecido por la Iglesia, no es obligatorio que en una diócesis haya monaguillas y corresponde al obispo diocesano decidir si permite esta “innovación”, como se la llama en la carta, en cuyo caso deberá explicarlo muy bien para que no haya confusión. Además, incluso si un obispo permite que haya monaguillas en su diócesis, no es obligatorio para ningún párroco permitirlo en su parroquia. Esto no es ninguna discriminación injusta, porque nadie tiene derecho a ser monaguillo, y lo tradicional y lo que ha alentado las vocaciones sacerdotales “desde tiempo inmemorial” es que los monaguillos sean varones, cuyos grupos deben ser obligatoriamente apoyados por los sacerdotes.

Nunca es obligatorio, pues, que haya monaguillas en una parroquia. Nunca. Ni siquiera aunque el obispo lo permita o pretenda imponerlo. A esto hay que añadir que la presencia de monaguillas tiende, por su propia naturaleza a acrecentar la confusión que sufren hoy los fieles con respecto a la reserva del sacerdocio a los varones. Si tenemos finalmente en cuenta la inmensa crisis vocacional que padece la Iglesia y que los monaguillos varones son la práctica tradicional, sencilla y de eficacia probada en alentar las vocaciones desde hace siglos y siglos, a mi juicio es muy, muy difícil pensar en casos en los que sea conveniente que en una parroquia haya también monaguillas.

61 comentarios

  
Bruno
NOTA 1: Los textos citados han sido traducidos por mí del inglés, porque no tengo a mano el texto en español, si es que lo hubo.

NOTA 2: Aunque ahora tenemos un Dicasterio para el Culto Divino, en la época de los documentos mencionados se trataba de una Congregación, así que mantengo este último título en el texto.
17/10/23 11:33 PM
  
Observador
¿La carta de la Congregación para el Culto Divino es de 2001 o de 2021? No es lo mismo...

Por otra parte, ¿esta normativa no se ha visto afectada por la decisión del Papa Francisco de admitir mujeres a los ministerios alicates de lector y acólito?
18/10/23 12:27 AM
  
Bruno
Observador:

Solucionada la errata.

"Por otra parte, ¿esta normativa no se ha visto afectada por la decisión del Papa Francisco de admitir mujeres a los ministerios alicates de lector y acólito?"

No, no tiene nada que ver. A esos ministerios se refiere el párrafo 1 del canon 230, y nosotros estamos hablando del párrafo 2.
18/10/23 12:37 AM
  
Teresa
D. Bruno, e igual que un párroco podría disponer sólo de monaguillos varones, sería lícito si otro dispusiera sólo de monaguillas mujeres????

En no pocas parroquias ya se observa esta tendencia.
18/10/23 1:09 AM
  
Bruno
Teresa:

"D. Bruno, e igual que un párroco podría disponer sólo de monaguillos varones, sería lícito si otro dispusiera sólo de monaguillas mujeres????"

Es importante tener en cuenta que no son posturas equivalentes. Como indica el artículo, sería ilícito que ese párroco intentara tener solo monaguillas y no monaguillos. En cambio lo contrario es perfectamente lícito y, de hecho, constituye la práctica tradicional.

Si el párroco abriese la puerta a monaguillos y monaguillas, pero por alguna razón solo acudiesen niñas, eso no sería directamente ilícito (aunque debería preguntarse si esa ausencia de niños se debe, precisamente, a la presencia de niñas).
18/10/23 1:16 AM
  
Luis Fernando
Esto es como lo de la comunión en la mano. Pasó de permitirse a ser obligatorio allí donde no les quedan escrúpulos, diga lo que diga el derecho canónico.
18/10/23 2:03 AM
  
Lucía Victoria
Bruno, puede ser que me haya perdido con el giro argumental de este nuevo post, pero por lo que os iba siguiendo en el anterior, creo que Diácono en ningún momento ha defendido que sea obligatorio tener monaguillas en las parroquias. Sólo ha expresado la conveniencia de respetar una norma canónica que permite que también las niñas (y no tan niñas, al parecer) puedan servir al altar.

Nº 47 Instrucción Redemptoris Sacramentum: "Es muy loable que se conserve la benemérita costumbre de que niños o jóvenes, denominados normalmente monaguillos, estén presentes y realicen un servicio junto al altar, como acólitos, y reciban una catequesis conveniente, adaptada a su capacidad, sobre esta tarea. No se puede olvidar que del conjunto de estos niños, a lo largo de los siglos, ha surgido un número considerable de ministros sagrados. Institúyanse y promuévanse asociaciones para ellos, en las que también participen y colaboren los padres, y con las cuales se proporcione a los monaguillos una atención pastoral eficaz.... A esta clase de servicio al altar pueden ser admitidas niñas o mujeres, según el juicio del Obispo diocesano y observando las normas establecidas"

Y ahora viene la pregunta del millón. ¿Se sabe de algún obispo que, haciendo uso de la potestad que le reconoce esta Instrucción, haya dispuesto que en su diócesis sólo puedan ser monaguillos los niños varones, o incluso los varones con carácter preferente?

18/10/23 2:06 AM
  
luis
Todo esto es mérito glorioso de los anteriores pontificados ¨conservadores¨. Pusieron el coco y luego le tienen miedo. Es obvio que lo de las monaguillas es un despropósito, contrario a la tradición milenaria de la Iglesia.
18/10/23 2:46 AM
  
Luis Fernando
Efectivamente luis. Se empieza por las monaguillas y se acaba ordenando obispas lesbianas. Los anglicanos y los luteranos conocen el proceso.
18/10/23 4:07 AM
  
Teresa1, la otra Teresa
Teresa 2,
Soy otra la Teresa,
Estoy de acuerdo que la tradición es que los varones sean los apropiados para acolitar, ya que ellos en el altar sirven y están más dispuestos para escuchar el llamado o vocación sacerdotal o incluso diaconal.
Acólitos varones mayores podrían ser esperanza para diáconos permanentes .
Las mujeres además distraemos y alejamos de la piedad al pueblo, ya que no somos sombra de Cristo como hombre verdadero, Sumo y eterno sacerdote.

Aunque nos quieran confundir con el sacerdocio universal por virtud del bautismo , en el Altar es el Sumo Sacerdote el sacerdote que oficia en persona Christi ..y este sacerdocio es santo y puro para llevarnos al Banquete Celestial profetizado desde antiguo en Isaías, donde nos recuerda que acabará la muerte, pues la consumir la Eucaristía nos da vida eterna.

El salmo ,me parece es el 22
Aquí está la figura del banquete de la Eucaristía en el profeta Isaías

6.Yavé de los Ejércitos está preparando para todos los pueblos, en este cerro, una comida con jugosos asados y buenos vinos, un banquete de carne y vinos escogidos.

7.En este cerro quitará el velo de luto que cubría a todos los pueblos y la mortaja que envolvía a todas las naciones.

8.Y destruirá para siempre a la Muerte. El Señor Yavé enjugará las lágrimas de todos los rostros; devolverá la honra a su pueblo, y a toda la tierra, pues así lo ha dicho Yavé.

9.Entonces dirán: «Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;


Las monaguillas, si Juan Pablo las permitió quizá fue para que las niñas accrecentaran la de en mundo en apostacia, pero pienso que es mejor continuar solo con varones.
Hay situaciones ad experemientum..que pueden revisarse, y pienso que ese canon debería volver a la tradición .

18/10/23 8:18 AM
  
Urbel
"También indicó que de ningún modo se puede “exigir que los sacerdotes de la diócesis hagan uso de monaguillas”, ya que “Siempre será muy apropiado seguir la noble tradición de que los niños sean monaguillos” (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, carta de 27 de julio de 2001).

Lo mismo que para la sepultura y la cremación: se mantiene el homenaje a la tradición milenaria de la Iglesia pero se acepta la innovación.

"Canon 1176 § 3. La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana."

Lo mismo que para la comunión en la boca y en la mano: se hizo por Pablo VI el homenaje a la tradición milenaria de la Iglesia pero se aceptó la comunión en la mano.

Y con el tiempo las monaguillas se imponen, la cremación crece y la sepultura mengua y la comunión en la mano se convierte en obligatoria.

Lo dicho: las batallas contra el mundo no se ganan en la última trinchera.
18/10/23 10:28 AM
  
Urbel
"¿La carta de la Congregación para el Culto Divino es de 2001 o de 2021? No es lo mismo..."

No es lo mismo para un forofo o hincha de los que Luis ha llamado pontificados "conservadores".

Pero es lo mismo en los textos, que son lo que cuenta.
18/10/23 10:35 AM
  
maru
Opino lo mismo que Teresa2. Es muy preocupante esa tendencia de "admitir, dejando a criterio de cada obispo, etc.", porque lo que primero se admite con ciertas condiciones, luego se hace ley. Tenemos muchos ejemplos: comunión en la mano , comunión de pie (que en principio era cuando no había espacio suficiente para arrodillarse o por sufrir alguna dolencia) , aborto (cuando la salud de la madre pudiera verse afectada, violación, malformación) , estar de pie en la consagración, (cuando solo era para las personas que no pudieran arrodillarse) , etc etc y luego se hizo de forma general y como estos ejemplos, otros muchos .
18/10/23 11:11 AM
  
AJ
Las monaguillas es otro caballo de Troya que nos dejaron los anteriores pontífices. No es anodino. Uno se acostumbra a ver mujeres vestida con el hábito, moverse por el altar, leer, repartir la comunión... Es el paso previo a las sacerdotisas. Pero como el pueblo católico y los obispos están idiotas perdidos pues no se enteran de nada. Es la misma estrategia que la comunión en la mano (y su relación con la perdida de fe en la Eucaristía), arrodillarse en la consagración, quitar gestos en la misa, quitar el hábito (si, la sotana. También lo manda el derecho canónico y nadie hace ni caso) o la correcta vestimenta en la Iglesia.

Al final va todo hacia el mismo sentido. Desacralizar la Iglesia y destruir los sacramentos. De ahí, pasan a dejar la fe como un erial. Bueno, ya lo han hecho.
18/10/23 11:40 AM
  
Bruno
Lucía Victoria:

"Bruno, puede ser que me haya perdido con el giro argumental de este nuevo post, pero por lo que os iba siguiendo en el anterior, creo que Diácono en ningún momento ha defendido que sea obligatorio tener monaguillas en las parroquias. Sólo ha expresado la conveniencia de respetar una norma canónica que permite que también las niñas (y no tan niñas, al parecer) puedan servir al altar"

Entonces creo que no lo entendió bien. Diácono explicó que en su parroquia no había monaguillas hasta que la Iglesia cambió su normativa y, entonces, "por obediencia" a la nueva normativa, pusieron monaguillas en ella. Y después afirmó que quien defendiese que no debía haber monaguillas creía que su apreciación de lo que es conveniente era mejor que la apreciación papal, desdeñaba las normas, eliminaba un ministerio y se dejaba llevar por los gustos personales, algo que no cabe en la liturgia, etc.

Mis intentos por explicar repetidamente que con total claridad la Iglesia no mandaba que hubiera monaguillas, sino que solo lo permitía cuando fuera conveniente (lo que necesariamente implicaba que no tenía por que ser conveniente), no tuvieron éxito y por eso escribí este nuevo post, indicando que la Iglesia lo había explicado así expresamente.

"Y ahora viene la pregunta del millón. ¿Se sabe de algún obispo que, haciendo uso de la potestad que le reconoce esta Instrucción, haya dispuesto que en su diócesis sólo puedan ser monaguillos los niños varones, o incluso los varones con carácter preferente?"

Sí, claro. Por ejemplo, las diócesis de San Luis en Argentina, de Lincoln, de Ann Arbor y de Arlington en los Estados Unidos (si es que no han cambiado los obispos). Lo que pasa es que para saber cuáles habría que ir diócesis por diócesis, porque no es una cuestión que suela publicitarse en los medios.

Yo diría que en España, como desgraciadamente es habitual con nuestros obispos, la norma general es no significarse y mantener un perfil bajo, especialmente en estos temas que pueden atraer la atención de los medios, así que ningún obispo dirá públicamente que prohíbe que haya monaguillas, aunque algunos discretamente lo desaconsejarán.
18/10/23 12:40 PM
  
David
Querido (varonilmente) Bruno, me encanta el contenido de tus entradas.

Los que hemos sido monaguillos, sabemos el bien que nos hizo, lo bien que nos lo pasamos y lo cerca que nos puso de Dios: un auténtico privilegio.

Sin querer faltar a la brillantez de esta entrada y de este portal, del que soy ferviente seguidor, enlazo también esta publicación que con el traductor de google lleva por título: "El servicio del altar es para niños, porque decir misa es trabajo de hombres". Sencillo y claro
https://catholicgentleman.com/2023/09/serving-is-for-boys/
18/10/23 12:41 PM
  
jandro
""Luis Fernando
Esto es como lo de la comunión en la mano. Pasó de permitirse a ser obligatorio allí donde no les quedan escrúpulos, diga lo que diga el derecho canónico.""


Y la misa de cara al pueblo, de ni siquiera existir, porque la misa preceptuada por CVII es ad orientem, a ser obligatorio que sacerdote y fieles estén viendose las caras como en una actuación teatral
18/10/23 1:21 PM
  
Lucía Victoria
Discúlpeme que insista, Bruno, pero he entendido perfectamente a Diácono. Porque dice abiertamente lo que quiere decir. Aunque sea a través de preguntas retóricas: ¿cómo decir no a unas niñas que desean servir al altar cuando hay una norma canónica que se lo permite?.

La Instrucción es potestativa/facultativa ("pueden ser admitidas"). De ahí que cuando Diácono habla de esa "obediencia a las normas eclesiales, que lo permiten", sólo está manifestado su sujeción a dicha norma permisiva. Cosa que le honra, porque Dios ama la Justicia y el Derecho.

Yo también lo quiero dejar aquí, pues a la vista está que las posiciones están bien definidas (y lo suficientemente enrocadas para que no puedan cambiar). Pero desde mi punto, y digo esto con el mayor afecto -pero también con enorme tristeza- quienes se oponen a que las niñas puedan servir al altar, le hacen un flaco favor a la Verdad, que es Jesús. Porque, creyendo parapetar el sacerdocio ministerial -que es una prolongación de Su sacerdocio perpetuo- frente a una posible injerencia femenina (mujeres sacerdotisas), igualan por abajo los ministerios, como si todos fuesen lo mismo, devaluando y debilitando los argumentos sólidos e inmutables por los que la Iglesia milenaria reserva nada más y nada menos que un Sacramento de la Iglesia Católica -el Orden Sacerdotal- a los hombres y sólo a los hombres.
18/10/23 1:42 PM
  
Francisco de México
"Dejad que los niños se acerquen a mi"

Tanto en México como en Estados Unidos he asistido a misas con monaguillas. Seguramente algún modernista desearía que contribuya a se convierta en polémica, pero las niñas que me he visto, no parecen tener deseos de ser causa de división, solo parecen tener ganas de ayudar. Bien puedo equivocarme.
18/10/23 2:01 PM
  
Luis (México)
Cuando retransmiten la Misa por la televisión, lo mejor es ver "lo bien que se saben lo que hay que hacer y la contestación que hay que dar".

¡Que guapo estaba mi niño en la Misa haciendo de monaguillo!.
18/10/23 2:06 PM
  
Bruno
Estimada Lucía Victoria:

"La Instrucción es potestativa/facultativa ("pueden ser admitidas"). De ahí que cuando Diácono habla de esa "obediencia a las normas eclesiales, que lo permiten", sólo está manifestado su sujeción a dicha norma permisiva. Cosa que le honra, porque Dios ama la Justicia y el Derecho."

Ah, ya veo qué es lo que no ha entendido. De hecho, no ha entendido lo mismo que Diácono y de ahí su error.

La norma no dice que deba permitirse que las niñas sean monaguillas. Basta leer el artículo para verlo. Dice que está permitido que, si un obispo lo ve conveniente, permita (o no) en su diócesis que cada párroco, si lo ve conveniente, permita (o no) que haya monaguillas en su parroquia.

Por lo tanto, la obediencia a esa norma no requiere permitirlas. Esa decisión se la deja primero a los obispos y después a los párrocos. Señalando además que lo tradicional desde tiempo inmemorial en la Iglesia y lo útil para fomentar las vocaciones es que solo los niños sean monaguillos. Y que hay que tener cuidado si se permiten las monaguillas en un caso concreto, porque puede crear confusión.

Si no entiende esto, me temo que no puedo ayudarla, porque es un razonamiento básico.

"Pero desde mi punto, y digo esto con el mayor afecto -pero también con enorme tristeza- quienes se oponen a que las niñas puedan servir al altar, le hacen un flaco favor a la Verdad, que es Jesús..."

Lo siento, pero con el mayor afecto le tengo que señalar que afirmar que la Iglesia, durante siglos y siglos "le hacía un flaco favor a la Verdad que es Jesús" al tener solo monaguillos varones es una barbaridad y contrario a la realidad más evidente. Basta ver que, en el tiempo en que, según lo que usted ha dicho, la Iglesia "devaluaba los argumentos" para reservar el sacerdocio a los hombres, nadie dudaba que el sacerdocio estuviera reservado a los hombres; y ahora que lo habitual es, según usted, no "devaluar" esos argumentos (porque en todas partes hay monaguillas, pronto habrá acólitas, etc.), la gran mayoría de los "católicos" piensa que las mujeres deberían ser sacerdotes. Un signo claro de que una afirmación es errónea es que lo que predice no se cumple en la realidad (y si, además, lo que se cumple es exactamente lo contrario, entonces la afirmación se hace insostenible).

"a la vista está que las posiciones están bien definidas (y lo suficientemente enrocadas para que no puedan cambiar)"

Ya sé que dice esto hablando a grosso modo y que no será más que una forma de hablar, pero conviene señalar que no existen posiciones "suficientemente enrocadas para que no puedan cambiar". Hay que tener cuidado con esas afirmaciones porque corren el peligro de convertirse en el refugio de quien no tiene argumentos o no quiere aceptar los argumentos que se le dan. Si alguien lo dijera en serio sería una afirmación irracional y, por lo tanto, contraria a la Verdad que es Jesús y peligrosamente cercana al pecado contra el Espíritu Santo.

Todo ello, sin ánimo de ofender, por supuesto. Saludos.
18/10/23 2:09 PM
  
Bruno
Francisco de México:

"las niñas que me he visto, no parecen tener deseos de ser causa de división, solo parecen tener ganas de ayudar. Bien puedo equivocarme"

Por supuesto que nadie está sugiriendo que las propias niñas estén haciendo algo malo. Solo siguen a sus sacerdotes, que son los que tienen la responsabilidad en estas cuestiones, como se decía en el artículo anterior.
18/10/23 2:10 PM
  
Bruno
Luis (México):

"¡Que guapo estaba mi niño en la Misa haciendo de monaguillo!"

Je, je. Bendito sea Dios. Yo pienso lo mismo de mis hijos cuando hacen de monaguillos.
18/10/23 2:20 PM
  
Anastasia
Muy fácil. A los monaguillos siempre se les llamó "el pequeño clero" , se entiende , porque de allí surgían vocaciones . Las mujeres no tienen nada que hacer ahi. Punto.
18/10/23 2:26 PM
  
Teresa 1
Por monaguillo generalmente nos referimos al acólito de corta edad, hasta 12 años. Niños. Pero hay acólitos adultos. Acólito es el laico que se sube al altar y se sienta junto al sacerdote para ayudar, entiendo yo.

No tanto en España como en países de la órbita anglosajona, pongamos los Estados Unidos, el Reino Unido o Irlanda es habitual en todas las misas la figura del acólito adulto; varones pero también mujeres.

Entiendo pues que el acolitado está permitido y que los monaguillos no son sino niños acólitos. Luego, finalizada la niñez, las monaguillas podrán seguir como acólitos igual que los varones monaguillos, si procede, claro. Que en España no haya apenas acólitos adultos no quiere decir que si un sacerdote así lo estime oportuno lo pueda hacer si dispone de candidatos.

Eso sí, la discriminación en acolitado por sexo es motivo de pena grave. Muy Grave. Pongamos un párroco muy conservador que, a igual aptitud, no permitiera a las niñas candidatas ser monaguillas, pero sí a los niños. O e l caso contrario, un cura con preferencia por la mujeres que impidiera a los varones ser monagillos porque prefiere mujeres.
18/10/23 2:27 PM
  
Francisco de México
Pequeña aclaración, el artículo es muy claro al respecto pero algunos comentarios anteriores parecen indicar que potencialmente pudiera haber una doble intención por parte de algunos miembros del clero al permitir acólitas. Es posible que la tengan, o quizás no, pero creo que es bueno que, si lo desean, puedan participar las niñas, personalmente conozco algunas de ellas.

Creo que si algunos tienen el deseo de polemizar para crear sacerdote femenino tienen pocas probabilidades de éxito. Pero, lo repito, puedo equivocarme.
18/10/23 2:30 PM
  
Bruno
Teresa 1:

"Eso sí, la discriminación en acolitado por sexo es motivo de pena grave. Muy Grave. Pongamos un párroco muy conservador que, a igual aptitud, no permitiera a las niñas candidatas ser monaguillas, pero sí a los niños. O e l caso contrario, un cura con preferencia por la mujeres que impidiera a los varones ser monagillos porque prefiere mujeres"

Para comentar, es una norma elemental de educación leerse antes el artículo, en el que se muestra con total claridad que eso que dice usted es completamente falso.

Si quiere comentar, léase antes el artículo, por favor.
18/10/23 2:33 PM
  
Ignacio
La norma litúrgica pre Concilio Vaticano II exigía que el sacerdote, incluso en su misa privada, fuera asistido por un acólito, que podía ser un clérigo o un seglar adulto, o un niño (monaguillo), siempre varones. La norma post reforma de S. Pablo VI permite prescindir del acólito para celebrar la Eucaristía, aunque se indica su conveniencia, sobre todo en las misas dominicales y festivas, para separar la credencia del altar, evitar los desplazamientos sucesivos del celebrante, y dar mayor decoro a la celebración (los acólitos, en cierto modo, son el modelo que los fieles siguen para su "participación activa" en la Liturgia). En el momento en que se indicó que el acolitado no está necesariamente vinculado al tránsito al estado clerical (al igual como sucedió con el lectorado), entonces se permitió instituir a laicos para ambos ministerios, y ahora recientemente, el Papa ha admitido a mujeres. Hasta ahí, todo bien, si bien de facto en muchas diócesis había monaguillas ya antes de esto (década de los 90, para ser precisos). Sin embargo, a mi juicio, me parece que: 1) Es saludable que todos los que están en el presbiterio ejerciendo alguna función estén revestidos, incluso si son seglares, tanto por la dignidad del ministerio que ejercen, como porque la vestimenta civil se ha relajado en épocas recientes, pudiendo en ocasiones no ser de nivel para esta función (y no me refiero a vestimentas impúdicas, sino por ejemplo, simplemente estar en tenida deportiva, incluso teniendo todo a cubierto, o tenida de salir más informal). Eso sí, debiera diferenciarse de la de los ministros instituidos u ordenados para evitar confusiones (por ejemplo, que no utilicen alba sino sobrepelliz, y la sotana o sotanilla sea sin cuello clerical ni fajín). 2) Es extraño y puede inducir a confusión, sobre todo para personas poco conocedoras de la disciplina eclesiástica, tener a mujeres revestidas en el presbiterio, más aún si son adultas. 3) No obstante, hay lugares donde por un asunto práctico, es posible que haya mujeres acólito, como en las comunidades femeninas de religiosas, sobre todo en las de clausura. En estos casos, el hábito religioso, sobre todo el monástico, es una vestimenta muy decorosa para atender el servicio del altar. Con todo, es conveniente que la religiosa que ejerce esta función, tenga su lugar fuera del área donde se ubican los ministros ordenados (celebrante y diácono asistente), lo mismo si se tratare de un religioso varón secular, con su hábito. Incluso si fuere posible, que se desplace de su lugar en el coro hacia el altar, solamente en los momentos indicados, volviendo nuevamente al coro. - En conclusión: teniendo todas estas consideraciones, pienso que, salvo cuando haya real necesidad (como en el último caso que describo), no es aconsejable preferir una acólito mujer por sobre un acólito varón -que es quien siempre ejerció esta función en la tradición de las iglesias cristianas, tanto en Occidente como en Oriente-.
18/10/23 2:41 PM
  
Octavio
Totalmente de acuerdo con usted. Lo de que permitía que las hubiera pero no lo hacía obligatorio era lo que yo siempre había entendido. Magnífico artículo.
18/10/23 2:41 PM
  
Diácono
Estás siendo injusto conmigo, Bruno. Dices:

"Teniendo esto en cuenta, el comentarista argumentaba que, para obedecer la norma de la Iglesia, había que tener necesariamente monaguillos y monaguillas en las parroquias"

¿Cuándo he dicho eso de "necesariamente"? Quiero que me lo muestres.
He argumentado durante todo lo del post anterior que es conveniente. Pero nunca que es obligatorio o necesario. Lo que veo mal es que se niegue la presencia de las monaguillas porque sí cuando hay una norma que permite su uso.

Argumenté que el Papa, si lo aprueba, es porque él lo ve conveniente. Nunca he dicho que sea obligatorio.
18/10/23 2:49 PM
  
Cristián Yáñez Durán
"¿cómo decir no a unas niñas que desean servir al altar cuando hay una norma canónica que se lo permite?" (L.Victoria)

Porque no está en la Tradición de la Iglesia.
El acolitado siempre se ha ordenafo a la vocación sacerdotal y como una proyección de ésta. Por consiguiente, es absurdo e impío que niñas o mujeres asistan al altar so pretexto de querer ayudar. Así procede la Revolución, siempre con apariencia de bien. Esto no quiere decir que esas niñas o mujeres sean revolucionarias, sino que el movimiento o la opinión que promueve el "ginacolitado" (jamás visto en la Iglesia) lo es.
18/10/23 2:51 PM
  
Bruno
Estimado Diácono:

De nuevo, quiero recordar que esto no es un ataque, sino una respuesta a una argumentación que, hasta donde puedo ver, es errónea. De hecho, he elogiado sinceramente el deseo de ser fiel a la Iglesia que hay detrás aunque, hasta donde puedo ver, falle por una mala comprensión de lo que manda la Iglesia.

"¿Cuándo he dicho eso de "necesariamente"? Quiero que me lo muestres."

Cuando uno dice que que en su parroquia no había monaguillas hasta que la Iglesia cambió su normativa y, entonces, "por obediencia" a la nueva normativa, pusieron monaguillas en ella, y después afirma que quien defiende que no debe haber monaguillas desdeña las normas, elimina un ministerio y se deja llevar por los gustos personales, algo que no cabe en la liturgia, y afirma que es cuestión de "obediencia a las normas eclesiales", está diciendo que es obligatorio (es decir, moralmente necesario, que es de lo que estamos hablando) permitir que en una parroquia haya monaguillas.

Porque, si no es obligatorio, no se puede decir que es cuestión de obediencia. Se obedece lo que se manda y es obligatorio; lo que no es obligatorio ni está mandado lo decide uno y en ello no entra la obediencia.

Es más, la Iglesia ni siquiera dice que sea conveniente, porque no todo lo que está permitido es conveniente. Está permitido, por poner un ejemplo, que un párroco sea envidioso o que se hurgue las narices. Es responsabilidad de él y la Iglesia no le suspende a divinis por ello, pero es evidente que no es conveniente.

Por lo tanto, no se puede plantear la cuestión como usted lo hace, descargando la responsabilidad en el Papa y en la Iglesia, porque ninguno de ellos le ha dicho a usted (o más bien a su párroco) que deba permitir que haya monaguillas en su parroquia. Le han dicho que considere la cuestión y decida. Si alguien decide mal es responsabilidad suya y no puede escudarse en la obediencia, porque no hay tal obediencia en este caso.

"Lo que veo mal es que se niegue la presencia de las monaguillas porque sí cuando hay una norma que permite su uso"

Sigue sin entender. No hay una norma que permite su uso. Lo que permite la norma es que cada obispo, según discierna, decida permitir ¡o no! que sus sacerdotes, según disciernan, decidan permitir ¡o no! que haya monaguillas en sus parroquias, recordando además que lo tradicional es que no las haya, que lo que fomenta las vocaciones es que no las haya y que tenerlas puede crear confusión. La norma no permite que haya monaguillas, permite que cada párroco decida (en caso de que el obispo le permita decidir). Su argumentación no tiene nada que ver con lo que dice la Iglesia.

Y es muy, muy, muy significativo lo de que el sacerdote pueda negarse a tener monaguillas aunque el obispo desee lo contrario. Son contadísimas las ocasiones en que el sacerdote puede hacer lo contrario de lo que quiere el obispo y la razón es, de nuevo, la que hemos dicho arriba: lo tradicional es que no las haya, lo que fomenta las vocaciones es que no las haya y tenerlas puede crear confusión.

Todo esto son hechos y, si no se tienen en cuenta, no se puede comprender bien la cuestión.
18/10/23 3:03 PM
  
Néstor
Como se dijo en el "post" anterior, estamos viendo los resultados de querer contentar a los "progres". ¿Será que en algún momento se aprenderá? Quiera Dios.

Saludos cordiales.
18/10/23 5:11 PM
  
Pedro1
Esto es lo que he leído además del artículo de Bono muy clarificador:
Canon 230, § 2. Por encargo temporal, los laicos pueden desempeñar la función de lector en las ceremonias litúrgicas; así mismo, todos los laicos pueden desempeñar las funciones de comentador, cantor y otras, a tenor de la norma del derecho.
-----------------------------------------------------------------------
Respuesta al dubium
Canon 230, § 2
(cf. AAS, LXXXVI, 1994, 541-542)

Los Padres del Pontificio Consejo para la Interpretación Auténtica de los Textos Legislativos, en la reunión plenaria del día 30 de junio de 1992, han considerado que deben responder como se indica abajo:
Pregunta. Si entre los oficios litúrgicos que pueden cumplir los laicos, sean hombres o mujeres, según el can. 230, § 2, se puede enumerar también el servicio del altar.
Respuesta. Afirmativo y de acuerdo con las instrucciones que se deben dar por parte de la Sede Apostólica.
El Sumo Pontífice Juan Pablo II en la Audiencia del día 11 de julio de 1992 concedida a los abajo signatarios, informado de las decisiones arriba indicadas, ordenó publicarlas.
+Vincenzo Fagiolo
Arz. em. de Chieti-Vasti, Presidente
+Julián Herranz Casado
Ob. tit. de Vertara, Secretario
----------------------------------------------------------------------------------
Carta de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos de 15 de marzo de 1994 sobre el servicio al altar de las mujeres
Habiendo el Santo Padre mandado que se indicaran y especificaran lo que prescribe el can. 230, § 2 C1C e igualmente la interpretación auténtica de este canon, la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos envió las Cartas que siguen a los Presidentes de las Conferencias de Obispos. el día 15 de marzo de 1994.
1. El Can. 230, § 2, tiene el valor de permitir, no de prescribir: «Los laicos... pueden». Así pues, la licencia concedida por algún Obispo en esta materia no tiene ninguna fuerza de obligar a los demás Obispos. Por lo tanto, cualquier Obispo en su diócesis, oído el parecer de la Conferencia Episcopal, tiene la facultad de juzgar prudentemente y disponer qué se debe hacer para actuar con rectitud en la vida litúrgica de su circunscripción.
2. La Santa Sede conserva lo que, teniendo en cuenta las circunstancias de algunos lugares, ciertos Obispos ordenaron, de acuerdo con el can. 230, § 2, que a la misma Sede una vez comunicado le pareció muy oportuno, de que se mantenga la clara tradición que se refiere al servicio al altar por parte de niños. Se debe notar que donde esto se ha efectuado las vocaciones sacerdotales felizmente han aumentado. Siempre permanecerá que los niños que ayudan continuarán y sustentarán el semillero.
3. Si en alguna diócesis, teniendo en cuenta el can. 230, § 2, el Obispo considera que, por peculiares razones, se permita el servicio del altar a las mujeres, esto, según la norma que se ha dicho arriba, se debe explicar claramente a los fieles, e igualmente se debe explicar que las mujeres realizan el ministerio de lector en la liturgia y pueden distribuir la Sagrada Eucaristía, como ministras extraordinarias de la Eucaristía, y prestar otros servicios, como especifica el can. 230, § 3.
4. Queda claro además que aquellos oficios litúrgicos realizados «por designación temporal» a juicio del Obispo, no se corresponden con ningún derecho existente de que los laicos, sean hombres o mujeres, los puedan realizar.
Antonio M. Card. Javierre Ortas, Prefecto
+ Geraldo M. Agnelo, Secretario
18/10/23 5:24 PM
  
Pedro1
Bruno, no Bono.
18/10/23 5:26 PM
  
JB
Muy de acuerdo, muy oportuno, muy claro. Únicamente eso de comparar la permisión de las monaguillas con la permisión de la envidia no va, es muy distinto, porque la envidia es algo malo: no es tanto que la ley de la Iglesia la permite, sino que no la penaliza. Que haya monaguillas no es malo en sí, pero no es conveniente, por los motivos dados. Es algo parecido a la comunión en la mano, que no es mala en sí: está permitida, pero no es conveniente.

Eso de decir que se empieza con esto y se termina ordenando obispas lesbianas es una exageración absurda: lo primero no es malo en sí, lo otro hasta es imposible.
18/10/23 5:30 PM
  
Cesare
Il problema della presenza delle chierichette femmine durante la celebrazione della Messa è strettamente collegato al divieto canonico di nominare sacerdotesse e diaconesse,, perché lo stesso Signore Gesù ha comandato che il Sacrificio Eucaristico fosse celebrato solo dai 12 Apostoli, dai Vescovi e dai Sacerdoti da loro nominati. Poiché il Signore nel Vangeli espressamente dice che Lui è venuto non per abrogare la Legge ed i decreti del Padre ma a dare compimento agli stessi, per dirimere la questione liturgica dobbiamo avvalerci delle prescrizioni minuziose indicate nel Levitico al riguardo dei Sacerdoti del Tempio di Gerusalemme. La risposta si può trovare nella prescrizione della presentazione al Tempio dopo 80 giorni dal parto di una neonata femmina, il doppio di quelli prescritti per un bambino maschio come Gesù. Infatti, forse per la maggiore gravità e responsabilità da parte di Eva nella commissione del peccato originale, la madre doveva presentare la bimba al cospetto del Signore ( una specie di Battesimo ) dopo 80 giorni, di cui 14 per espiazione e 66 per la purificazione. Inoltre un Sacerdote o un levita addetto al servizio del Tempio, che si fosse contaminato con una donna con il flusso di sangue, era immondo per un giorno fino al tramonto e prima di mangiare le cose sacre doveva fare l'abluzione del corpo.
18/10/23 5:50 PM
  
Bruno
JB:

"Únicamente eso de comparar la permisión de las monaguillas con la permisión de la envidia no va, es muy distinto"

Como ya he señalado otras veces, las comparaciones SIEMPRE comparan cosas que son diferentes. Nada se compara consigo mismo. Eso implica que habrá aspectos iguales y aspectos distintos. Un elefante y un ratón no son comparables en tamaño, pero si se asemejan en el hecho de ser mamíferos.

En este caso, la comparación con la envidia envidia o hurgarse la nariz se refería a una semejanza con las monaguillas: son cosas permitidas por la ley canónica (que no se mete a juzgar de los hábitos higiénicos ni del interior de las personas y, como permissum videtur id omne quod non prohibitur, eso significa que los permite). La comparación solo demuestra que es ilegítimo igualar permitido y conveniente, no que la envidia y las monaguillas sean algo equivalente en ningún otro sentido.

"Eso de decir que se empieza con esto y se termina ordenando obispas lesbianas es una exageración absurda: lo primero no es malo en sí, lo otro hasta es imposible"

Bueno, lo cierto es que algo similar es lo que les ha pasado a los episcopalianos, luteranos, etc.

En última instancia la Iglesia Católica está protegida contra ello por la promesa de Cristo, pero nada impide que se llegue a hacer, aparentemente dentro de la Iglesia por una porción (una gran porción, o incluso la mayoría) de los clérigos/obispos, aunque sea de forma inválida. De manera parecida a lo que sucedió con el arrianismo. Y de manera igual a lo que se está haciendo ahora al dar la comunión (sacrílegamente) a los divorciados en una nueva unión sin arrepentimiento ni propósito de la enmienda.

Vivimos en tiempos recios.
18/10/23 5:54 PM
  
José Ángel Antonio
Cuando estuve unos días en la diócesis de Toulon, del obispo Dominique Rey, vi que en las iglesias los monaguillos eran solo chicos, pero a las niñas les habían diseñado muchas actividades:

con una capas blancas llevaban velas en la procesión de entrada y salida, llevaban las ofrendas acompañadas de velas, recogían donativos o repartían estampitas y tenían un espacio para ellas, muy contentas de estar juntas y con una capa blanca. Creo que también sostenían velas al pie del ambón de las lecturas, pero nunca subían al altar. Así, sin tener "monaguillas" las niñas tenían bastantes cosas que hacer y se implicaban.
18/10/23 6:16 PM
  
Pedro1
Bruno:
Estoy de acuerdo con todo lo que has escrito aquí y tu valoración de lo que dice Diácono. Pero discrepo en esto que le dices: " La norma no permite que haya monaguillas, permite que cada párroco decida (en caso de que el obispo le permita decidir)".
Si hay monaguillas es porque la norma permite que haya monaguillas,
18/10/23 6:25 PM
  
Bruno
Pedro1:

"Si hay monaguillas es porque la norma permite que haya monaguillas"

No, si fuera así estaría permitido que hubiera monaguillas en todas partes (porque la norma es universal en la Iglesia Latina) y lo cierto es que no está permitido en todas partes.

La norma permite que los obispos decidan si permitir (o no) que sus sacerdotes decidan permitir (o no) que haya monaguillas en sus parroquias, que es algo muy diferente. Es decir, deja la decisión a los obispos y sacerdotes individuales.
18/10/23 6:30 PM
  
Pedro1
Aunque a la Santa Sede pareció le parece muy oportuno que se mantenga la clara tradición que se refiere al servicio al altar por parte de niños. Se debe notar que donde esto se ha efectuado las vocaciones sacerdotales felizmente han aumentado. Siempre permanecerá que los niños que ayudan continuarán y sustentarán el semillero.
Entonces, ¿por qué permite que haya monaguillas si se quiere que aumenten las vocaciones sacerdotales?
18/10/23 6:32 PM
  
Pedro1
Bueno, voy a añadir en algunas partes con el permiso del obispo, pero por tanto, la norma permite que haya monaguillas.
18/10/23 6:36 PM
  
Bruno
Pedro1:

"Entonces, ¿por qué permite que haya monaguillas si se quiere que aumenten las vocaciones sacerdotales?"

Esa es la pregunta del millón. Tengo pendiente un post para hablar del tema, pero tiendo a pensar, como decía Néstor, que durante el último medio siglo se ha empleado, con buena intención pero con resultados desastrosos, la táctica de intentar conceder todo lo posible a los progresistas para contentarlos.
18/10/23 6:37 PM
  
Curro Estévez
Se empezó a asumir como principio activo en la Iglesia desde hace cincuenta años, no sólo en los modernistas progresistas, también en el conservadurismo católico aunque con menor intensidad, el principio de igualdad en su versión revolucionaria (liberté, egalité et fraternité, ya saben), que según la profesora Alice Von Hilldebrand es contrario al principio de identidad, que es católico tradicional, valga la redundancia.
El hecho es que tenemos monaguillas y señoras de todas las edades trajinando en lo que fue un día un presbiterio acotado, y ya no podemos explicar convincentemente a los demás la inconveniencia de ello, que es de orden teológico. Se derramó la leche, y va a ser imposible meterla de nuevo en el vaso. Las decisiones litúrgicas, sobre todo si son de cambio de tradiciones seculares, no son inocuas, ni en las razones de quien las toma, ni en sus efectos para la mentalidad de quienes las reciben.
18/10/23 9:01 PM
  
G Flavius
“… tiendo a pensar, como decía Néstor, que durante el último medio siglo se ha empleado, con buena intención pero con resultados desastrosos, la táctica de intentar conceder todo lo posible a los progresistas para contentarlos.”
Así es, en efecto. Creyendo, ingenuamente, que en algún momento cesarían las “reivindicaciones” de estos individuos -que de progresistas tienen muy poco (porque lejos de progresar hacia Dios -hacía Quien habría que progresar- promueven la marcha hacia el abismo). Esa es una estrategia completamente equivocada: son insaciables; no se contentan con nada: quiere esto, lo otro, lo de más allá… TODO.
La cesión la ven como debilidad, no como caridad. Va siendo hora de aprender que la firmeza en la Verdad y en las Costumbres es la única postura católica. Y, si de ahí hubiera de seguirse el insulto, el vacío, el martirio, bienvenido/s sea/n. No hay otra.
18/10/23 9:30 PM
  
AJ
"Entonces, ¿por qué permite que haya monaguillas si se quiere que aumenten las vocaciones sacerdotales?"

Ahí está el tema. Que una le coja el gusta y diga "quiero ser cura". A ver quién dice que no.

Y "no se pasa de ser monaguillas a tener obispos lesbianas"

Es que de verdad, no os enteráis o no os queréis enterar. Tampoco pasaba nada por recibir la comunión en la mano. Y hemos pasado a no creer en la presencia real. El aborto por violación no pasaba nada. Pues estamos en el aborto por cualquier cosa. ni la contracepción... Resultado transexualismo y familia natural hecha añicos. Parecía imposible que un Papa dijese el milagro de los panes y los peces fue compartir. Si lo dice el cura del barrio bueno, pero un Papa...Pero ya ve, aquí estamos.

18/10/23 11:23 PM
  
AJ
Es la clásica vuelta de tuerca. Lo he dicho ya en otros post y lo volveré a decir. La revolución comienza cuando nos acostumbramos a gestos, palabras, signos, símbolos... Revolucionarios. Pasa lo mismo que con las palabras. ¿Por qué lo llaman interrupción voluntaria del embarazo? Se sabe que es un aborto, pero la palabra cambia la percepción y como tal nuestra realidad. Ellos quieren cambiar la realidad a través de la percepción y a eso llevan jugando desde hace décadas. Eso la Iglesia siempre lo supo pero les entró el complejo de los 60 y decidió que eso no era tan importante. Y miren cómo estamos.

Y no es cuestión de que "el derecho canónico lo permite actualmente" o "x documento". Todos sabemos que X documento lo permite AHORA. O sea que, antes se hacía y no estaba permitido. ¿No lo veis? Si es lo mismo. La cosa no es si se permite o no. La cosa debe estar en: la práctica x, ¿Afecta mínimamente o puede afectar al depósito de la fe o a la percepción de este de forma distinta a la católica por parte de los fieles aunque sea mínimamente? Si la respuesta es si, debe ser rechazado. No es tan difícil.
18/10/23 11:32 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Consultado Monseñor Casalotodo observa que lo de los monaguillos o cómo se les llame es interesante si en realidad se trata de menores que tengan algún tipo de interés eclesial y que sepan lo que tienen que hacer y porqué lo hacen al servicio del Altar.
Que tengan alguna forma o conocimiento de cultura litúrgica (por ejemplo que puedan responder qué es un turiferario...).
Si no se presentan unos "mínimos detalles" de relación con el culto se corre el riesgo de desvirtuar todo.
Seriedad en este tema y no "moda".
Ojo con la Vanidad de Vanidades que es todo Vanidad.
19/10/23 12:05 AM
  
luis
El peor error del conservadorismo católico es dividir entre materias ¨sustanciales¨ y cuestiones accidentales. Se trata entonces de ceder en estas ultimas, preservando las primeras. Se olvidan del axioma metafísico que dice que el accidente revela y modifica la sustancia. Esta es la historia de los últimos 60 años, en todas las cuestiones: litúrgicas, pastorales, morales, etc. Se cedió en todo en lo accidental, hasta el momento que vino un anomos y cambió la sustancia. Era metafísicamente factible.
19/10/23 2:29 AM
  
luis
Se podría hacer un largo elenco de estas concesiones: misa protestantizada pero la esencia (consagración) permanece. Segundos matrimonios con tal que convivan como hermanos. Mujeres vestidas con ropas talares, monaguillas, lectoras, pero no sacerdotisas. Comunion en la mano pero haciendo un gesto de reverencia. Cremación mientras que no sea como expresión anticatolica, etc, etc, etc.
19/10/23 2:41 AM
  
Urbel
Cierto, Luis, si paso a paso se suprime todo lo reputado accidental ¿dónde queda la sustancia?

Otra manipulación semejante es la separación radical entre Tradición apostólica y tradiciones eclesiásticas bajo capa de distinción. Con el apoyo del apartado 83 del Catecismo de Juan Pablo II, se pretende que todo lo que no pertenece a la Tradición apostólica se puede modificar o abandonar.

Para empezar, no es fácil determinar que una tradición católica sea meramente eclesiástica. Con frecuencia será una explicitación, declaración o desarrollo de una tradición de origen apostólico. Es el caso, por ejemplo, de la reserva del acolitado a los varones.

Además, las tradiciones eclesiásticas son el patrimonio acumulado por muchos siglos de piedad y doctrina. Es impío y temerario cambiarlas o abandonarlas sin una razón proporcionada.

Se renuncia a lo reputado accidental, se cambian o abandonan las tradiciones eclesiásticas. Y se desfigura el rostro de la Iglesia.
19/10/23 7:14 AM
  
Luis Fernando
El mal suele actuar siempre igual. Busca una excusa para meterse y ser aceptado y luego, una vez dentro, se expande y lo llena todo.

Pasa igual en el ámbito secular. Por ejemplo, las leyes abortistas siempre empiezan por casos "especiales": violación, supuesto peligro para la vida de la madre, imposibilidad de vida del feto tras nacimiento. Y de ahí se pasa enseguida al aborto libre. Con el gaymonio, idem. Primero se conceden derechos civiles a las parejas del mismo sexo y al final se les concede el estatus matrimonial.

Salvo intervención divina, parece claro que veremos bendiciones homosexuales "permitidas" allá donde los obispos y sacerdotes quieran; un cambio del Catecismo en los artículos sobre la homosexualidad; ordenación de diaconisas; la democratización de la Iglesia a todos los niveles salvo en lo que afecte al propio Papa, de forma que se dará un absolutismo papal a la vez que la disminución radical de la autoridad de los obispos... etc.
19/10/23 7:26 AM
  
Bakunita
En mi ciudad natal suele haber bastantes monaquillas y monaguillos, participan en las misas y cultos de las hermandades, y no veo que haya competencia entre sexos ni que los niños/jóvenes se echen atrás porque haya niñas/muchachas. Para ellos es un ámbito más donde poder participar y formarse juntos, que por cierto muchos de ellos están en las catequesis para confirmarse. Así que mi percepción de este hecho es bastante positiva, aunque claro, dependerá de la situación de cada parroquia y diócesis. Ya digo que en Andalucía en general, no se observan querellas por esta causa, ni en parroquias, ni en hermandades, que es donde más participan.
19/10/23 12:44 PM
  
Miguel García Cinto
En mi parroquia un sacerdote de la misma intentó en una Misa introducir a monaguillas, las pobres chicas mal orientadas y sin saber qué hacer hicieron el ridículo. Comparto lo que expresa Luis Fernando sobre la Comunión en la mano.
19/10/23 1:20 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Para LF con respeto.
Claro que vemos bendiciones de todo tipo, lugar y objeto.
El problema no es que existan, es que las declaran como verdaderas y hay quienes las compran.
Se aplica con toda ligereza la moral de situación y el "depende circunstancial" y algunas veces más allá de las bendiciones, más allá de los sacramentales, por ejemplo en AL con la comunión que es un Sacramento.
19/10/23 6:35 PM
  
Cristián Yáñez Durán
Bakunita
La cuestión no es que no haya conflicto entre monaguillos y "monaguillas". El asunto es que las "monaguillas" no deben existir, atenta contra la Tradición Católica. El que las haya implica no entender y desvirtuar la naturaleza del sacerdocio y la del Santo Sacrificio de la Misa.
Por lo demás, lo esperable en monaguillos de sana naturaleza y doctrina es que se plantasen virilmente contra la implantación de "monaguillas".
19/10/23 7:30 PM
  
jose 2 católico español no castellano
Queridos Bruno y LF:
En la carrera eclesiástica he llegado a monaguillo senior en mi parroquia con 62 años de experiencia a mis espaldas (soy de la 1ª promo de la Misa en lengua vernácula y no latina).
Evidentemente el Señor no me llamó al seminario, pero a mi edad sería hoy diácono permanente si se me hubiera explicado hace 55 años.
Ayudo a las nuevas oleadas de monaguillos de mi parroquia y se ve claramente quien tiene las cualidades para darse a los demás por el Señor y quien no... aunque lo sembrado nunca se olvida y fructifica siempre donde nos pone.
Así que cada monaguillo está próximo a la piedad de cada sacerdote celebrante y busca ayudarle a él en exclusividad casi absoluta, y los que no se "ofrecen" a ayudar pues no seguirán al llegar a la adolescencia.
En mi parroquia las "monaguillas" son las "miembras" de la Adoración Nocturna, o consagradas laicas, cuando no estamos los habituales para ayudar; y no ha habido nunca monaguillas niñas en formación, ni siquiera a las que eran de los tarsicios.
Si una niña tuviera la vocación de servir al Señor como monaguilla, creo que debe ser enseñada, ya que el Paráclito sabe lo que hace, y para eso la hizo nacer en familia practicante rodeada de hermanos y estudiando en colegio confesional... otro caso es irreal y solo introduce toxicidad maligna para discusiones bizantinas o sofismas.
QueDiosLesBendiga
19/10/23 7:50 PM
  
Pedro1
José 2:
En su artículo, Bruno nos cuenta que en 2001, la Congregación para el Culto Divino publicó una carta “normativa” donde indicó que de ningún modo se puede “exigir que los sacerdotes de la diócesis hagan uso de monaguillas”, ya que “siempre será muy apropiado seguir la noble tradición de que los niños sean monaguillos” (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, carta de 27 de julio de 2001). Es decir, incluso en caso de que el obispo prefiera que haya monaguillas, no tiene derecho a imponerlo a sus sacerdotes, ya que la práctica de tener solo monaguillos varones es la tradicional en la Iglesia.
¿Dónde ve usted la toxicidad maligna? Aquí no está.
19/10/23 9:43 PM
  
Jorge Cantu
Hay gente que ve la participación de las niñas (o mujeres mayores incluso) como 'monaguillas' (hasta el corrector de google me marca error aquí, dice que lo correcto es 'monaguillos') como una especie de conquista laboral y social femenina, algo 'aspiracional', dependiente de la voluntad individual, del instinto de 'superación' y de la presión que ejerza el 'colectivo femenino' para derrocar al 'heteropatriarcado clerical' que, asumen, tiene tomado y copado el poder eclesial.

Su criterio es mundano y corresponde a una lógica de poder y de buscar demostrar a toda costa que las mujeres son 'iguales' (o incluso claramente superiores) a los hombres (como si se tratara de una competencia) y que "si los hombres pueden nosotras también podemos", mientras que todo ministerio eclesial, y especialmente el sacerdocio de Cristo corresponde a una 'lógica' de obediencia humilde y servicio al Señor sin pretensiones ególatras.

Valga toda la proporción que se quiera, es como el juego risible que intentan ciertos homosexuales y transexuales varones que buscan parecer mujeres a través de amaneramientos, actitudes sociales, indumentaria, incluso operaciones de simulación corporal femenina, pretenden incluso ser 'mejores mujeres que las mismas mujeres'. Es a lo que lleva la vanidad, la soberbia y el distanciamiento de los criterios de Dios e incluso de la mínima sensatez.
20/10/23 2:41 AM
  
Yolanda
En la diócesis de Getafe, mientras fue obispo don Joaquín, no ha habido monaguillas por orden suya, y durante muchos años no se han visto monaguillas en ninguna parroquia.

Al parecer, don Ginés, el actual obispo de Getafe, es de otra opinión.

Eso sí, al margen de otros detalles de esta controversia, la norma es clara. Y puesto que depende del juicio prudencial de un obispo y de cada uno de sus presbíteros, para explicar la preferencia por los monaguillos varones basta decir que ésa es la tradición milenaria de la Iglesia y que esta tradición, además, ha probado ser una buena cantera de sacerdotes. Son dos razones de mucho peso, son sobradas razones.

Así que, esgrimir otros motivos, tan peregrinos como que las mujeres en el altar distraemos me parece una memez. Ni siquiera me explico a qué tipo de distracción se puede referir quien esgrime semejante boutade. En todo caso, quien se distraiga por ver mujeres (niñas la mayoría) es el único responsable de su distracción (y debería consultarlo con un especialista).

Igualmente, esgrimir que si sólo se presentaran candidatas niñas habría que preguntarse si la ausencia de niños varones se debe precisamente a la presencia de niñas... Bueno, mejor no lo califico. Quizá en el Pleistoceno había familias y maestros que educaban a sus niños en ese desprecio hacia las niñas. Pero hoy, gracias a Dios, los niños ya no descalifican como poco dignas las "cosas de chicas" ni se niegan a formar parte de equipos deportivos mixtos, ni a hacer juntos montones de juegos y actividades que antaño se les enseñaba a despreciar.
22/10/23 4:38 PM

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