7.10.12

28.09.12

15.08.12

Vidi Speciosam - Tomás Luis de Victoria



Responsorio para la fiesta de la Asunción de la Virgen María, compuesto por el gran polifonista español Tomás Luis de Victoria (1548-1611).

Se trata de un hermoso ejemplo del estilo musical polifónico que el Concilio de Trento impulsó como el adecuado para la liturgia católica, criterio confirmado —sin perjuicio de las sucesivas aportaciones coherentes con la evolución del estilo— por San Pío X en 1903, por Pío XII en 1955, por el Concilio Vaticano II en 1963 y por Juan Pablo II en 2003.

El texto de este motete, litúrgico, está parcialmente tomado del Cantar de los Cantares (3,6). Literalmente, este libro de la Biblia habla del amor humano entre un hombre y una mujer, pero tanto el pueblo de Israel antes de Cristo como la Iglesia después han entendido también en él una expresión del amor de Dios por el pueblo de Israel, y de Cristo por su Iglesia.

El amado es Dios, y la amada es lo humano: ya sea el alma individual salvada por Cristo, la Iglesia como conjunto de todas las almas redimidas que aman a Dios o, por supuesto, la Virgen María como criatura perfecta y predilecta de Dios, figura y prototipo de la Iglesia.

«Vidi speciosam sicut columbam ascendentem desuper rivos aquarum,
cuius inaestimabilis odor erat nimis in vestimentis eius.
Et sicut dies verni circumdabant eam flores rosarum et lilia convallium.
Quae est ista quae ascendit per desertum sicut virgula fumi ex aromatibus myrrhae et thuris?
Et sicut dies verni circumdabant eam flores rosarum et lilia convallium».


«La vi, hermosa, como una paloma, elevándose sobre las corrientes de agua. Su fragancia era incomparable en sus vestidos.
Y como los días de primavera, la rodeaban las flores de los rosales y los lirios de los valles.
¿Quien es ésta que sube del desierto como columna de humo perfumada de mirra e incienso?
Y como los días de primavera, la rodeaban las flores de los rosales y los lirios de los valles».

27.07.12

2.07.12

Enrico e Chiara: el don de la Vida

Parte del testimonio de Enrique Petrillo y Chiara Corbella, subtitulado (click en YouTube y clic en CC) por teachervideos

Chiara falleció el mes pasado, con 28 años. Feligreses de una parroquia de Roma, se conocieron en una peregrinación mariana y han vivido un matrimonio marcado por una especial llamada a la vivencia de la Cruz, el valor de la Vida de sus hijos, la obediencia a la Voluntad de Dios y la confianza serena y feliz en su Providencia.

Acogieron así a María, anencefálica, y la acompañaron en sus treinta minutos de vida. Recibieron también a Davide, privado de piernas y con malformaciones de las vísceras, manteniéndose a su lado en las pocas horas de su existencia terrena.

Por fin fue engendrado Francesco, pero Chiara, embarazada, recibió el diagnóstico de un carcinoma; afrontarlo significaría poner en peligro la gestación. La decisión fue llegar a dar a luz serenamente. Después del parto, la madre inició el tratamiento del tumor, cuya agresividad fue tal que no pudo curarse.

El pasado mes de mayo los esposos fueron recibidos y abrazados por Benedicto XVI y ellos le explicaron qué era ser «jóvenes de la generación Wojtyla». Veintiocho años ella, treinta y tres él. Chiara expresó así su proyecto de familia a Enrico: «Ahora que voy allá yo me ocupo de María y Davide; tú, que permaneces aquí, cuida bien de Francesco».

Entrevista a Enrico

Testimonio (en italiano, 20 minutos) de Chiara-Enrico