Dejo aquí la conferencia que impartí ayer para un grupo de 80 hombres de la Arquidiócesis de San Francisco. “Tolerantes", “impresionables", y católicos edulcorados, abstenerse.
Estimados: el vídeo que me trajo problemas ya está restaurado, como verán.
Sin embargo, un amigo ex-legionario de Cristo, me pide hacer pública esta carta que les dejo aquí abajo para mostrar que hubo algo incompleto en lo de la serie: y es el “mea culpa” y la purificación que los mismos miembros de esa comunidad, deberían haber hecho en su momento respecto del fundador.
Algo análogo (pero peor, porque no sólo nunca se hizo un mea culpa sino que se lo sigue tratando como a un santo perseguido), ha sucedido con el condenado y extinto Padre Carlos Buela (que en paz descanse), fundador de la hoy intervenida “Familia del Verbo Encarnado”. ¡Es tanta la gente buena que aún no sabe la verdad! Y tantos denunciantes que han sido tratados hasta de “calumniadores"…
Luego de 12 horas de cancelación del canal y después de apelar la decisión y de que muchos reenviaron mjes a Youtube, se pudo restaurar el canal original.
Agradezco especialmente el apoyo que Infocatolica me dio con la publicación de la noticia; seguramente eso también ayudó a que todo se hiciera más rápido.
Decía Aristóteles que a la naturaleza le aborrece el vacío. Y es así nomás.
Como sabemos, nuestra falta de formación catequética ha permeado todos los estadios de la vida católica y uno de ellos es el de la moral conyugal.
Nuestros abuelos sabían que, el matrimonio católico, tenía como finalidad clara la procreación y la ayuda mutua; y si alguno llegara a preguntarse acerca de qué era lícito hacer y qué no hacer, un confesor, siguiendo a San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia en el ámbito de la moral (hoy sacado del olvido por el Papa León XIV), le habría dicho simplemente que el acto conyugal debe estar abierto a la vida y que por excepción, los hijos podrían espaciarse siguiendo la naturaleza femenina. Punto.
Sobre qué hacer y qué no hacer, el mismo San Alfonso y la teología moral clásica lo había planteado ya hace siglos (cosa que intentamos resumir aquí hace tiempo para el hombre de hoy, siguiendo a Royo Marín). Sin embargo, hoy esto no se enseña en la inmensa mayoría de los seminarios.
Y los matrimonios católicos, ante este vacío, buscan naturalmente una respuesta en otras cosas como ser la denominada “Teología del cuerpo”
El P. Javier Olivera Ravasi, fundador y director del sitio web quenotelacuenten.org, se graduó como abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En el año 2002 ingresó al seminario y tras concluir el bienio de estudios filosóficos fue enviado a Europa donde se doctoró en Filosofía por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (2007) para recibir, un año después, la ordenación sacerdotal. Se doctoró en Historia (UnCuyo) y es además, Profesor Universitario en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Es Miembro de Número del cuerpo académico del Instituto de Investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas y cofundador, junto al padre Federico Highton, de la Orden San Elías, una sociedad de vida apostólica en formación que tiene por fin la misión «ad gentes» y el apostolado de la contra-revolución cultural.